1. PROPUESTA PARA LA INCLUSIÓN
Tanto las instituciones educativas como los docentes deberemos abrirnos al cambio para
diseñar debidamente propuestas alternativas que se ajusten a las necesidades y ritmos de
aprendizaje de cada estudiante.
“Las propuestas para la inclusión y/o regularización de trayectorias escolares deberán: Ofrecer formas
de escolarización, adecuadas a contextos y necesidades específicas de los adolescentes y jóvenes que
están en situaciones de exclusión social y educativa. Sostener y orientar las trayectorias escolares de los
estudiantes. Partiendo del reconocimiento de las trayectorias reales de los adolescentes y jóvenes, se
debe incorporar a la propuesta educativa instancias de atención a situaciones y momentos particulares
que marcan los recorridos de los estudiantes y demandan un trabajo específico por parte de los equipos
de enseñanza.” Así lo expresa la RESOLUCIÓN CFE Nº 103/10 ANEXO I Consejo Federal de
Educación “Propuestas para la inclusión y/o regularización de las trayectorias escolares en la
educación secundaria” Yo trabajo en una escuela a la que concurren alumnos provenientes de
distintos barrios carenciados de la ciudad con un gran índice de “sobreedad y repitencia”.
Este condicionamiento impide el normal desarrollo de las trayectorias. Año a año se
suceden problemas de alumnos que se alejan del establecimiento por diversos problemas
familiares. La problemática que más se repite es la de los jóvenes que deben quedarse a
cuidar a sus hermanos menores aún no escolarizados para que su madre trabaje. En ese
período de ausencia, que muchas veces excede las inasistencias permitidas, el alumno se
olvida que asistía a la escuela y el retorno se produce en muy pocos casos. En este punto,
creo que mantener el contacto a través de las TICs es un muy importante avance para
garantizar que completen sus trayectorias.
El trabajo deberá ser mancomunado entre varias disciplinas ya que el alumno no podrá
dedicarse tanto tiempo a estas actividades y fundamentalmente presentar tareas
incentivadoras, sobretodo en materias como matemática. La modalidad de comunicación
con el alumno dependerá de que el mismo tenga o no acceso a internet. Si lo tiene, podrá
informar a la escuela el motivo de su inasistencia o la escuela será la que indague las causas
a través del correo o alguna red social. A partir de esta conexión de las partes se estimulará
al alumno de la importancia de continuar sus estudios, y de valorar un instrumento que le
fue proporcionado como lo son las netbooks.
2. El profesor con cada curso tendrá una cuenta de facebook con un grupo cerrado que
permitirá la comunicación interna tanto de los que concurren a la escuela como de aquellos
que no lo hacen y así no perder el vínculo, ya que muchas veces viven en barrios muy
distantes uno de otros. La comunicación sistemática será quincenal, en la que se le enviará
la actividad integradora de lo desarrollado en las clases con un tiempo estipulado de
reenvío de la resolución. Pero fuera de lo sistematizado, el alumno podrá realizar
consultas al docente y a sus pares, y así habrá una labor integral.
En caso de no contar con acceso, se le proporcionará un pendrive, comprometiéndolo a
acercarse a la escuela a grabar las actividades de la materia y trabajar en su casa.
Para cada una de estas situaciones, el alumno tiene a su disposición otros actores de la
escuela como el tutor de la convivencia, el preceptor y el tutor académico, para que de esta
manera siempre que se acerque a la institución encuentre algún nexo que le facilite la tarea
y estimule el esfuerzo.
De acuerdo con lo expuesto por Acosta y Pinkasz, para este grupo de estudiantes que no
pueden concurrir a la escuela diariamente deberemos “pensar en su propia
trayectoria escolar y desplazar la mirada a la que nos obligaba
la escuela graduada”, observar los obstáculos que se presentan en su trayectoria
escolar y finalmente encontrar nuevos abordajes y estrategias nos proporcionará los
elementos para que los contenidos aprendidos puedan ser significativos para la vida real.
Por lo que reconocer la “trayectoria real”, dejando de lado la “trayectoria teórica” con la
que muchos de nosotros nos formamos permitirá cambiar la mirada y poder abrirse al
cambio planteado por la LEN. La “trayectoria real” de estos alumnos será que no pueden
asistir diariamente a clase, no podrán participar y realizar las actividades áulicas pero sí
podrán, gracias a las TICs, realizar los trabajos en su casa siendo monitoreados por el
docente en espacios virtuales convenidos o mediante encuentros pactados en caso de que el
alumno no tenga acceso a internet en su domicilio.