Los interferones son proteínas producidas por células en respuesta a patógenos, destacándose por su actividad antiviral, antitumoral e inmunomoduladora. Se clasifican en tres tipos: I, II y III, y desempeñan un papel crucial en el tratamiento de enfermedades como el cáncer y la esclerosis múltiple. A pesar de sus avances, aún se requieren más estudios para entender completamente su funcionamiento y aplicaciones clínicas.