La educación por competencias aplica el modelo neoliberal en las aulas, buscando la eficiencia económica sobre otros conceptos. El estudiante debe ser competente para las actividades requeridas por el proceso productivo, reduciendo su formación a eso. Además, los procesos productivos y de apropiación del trabajo imponen cómo se estructuran las sociedades, y la educación, como parte de la superestructura capitalista, forma a las masas para que respondan a las necesidades productivas, políticas e ideológicas de esa sociedad.