Un ecosistema está compuesto de elementos vivos y no vivos que interactúan entre sí. Los componentes vivos incluyen plantas, animales y microorganismos que existen en poblaciones y comunidades. Las relaciones entre los componentes, como la depredación y la nutrición, se representan en cadenas alimentarias que forman redes tróficas. Los ecosistemas terrestres y acuáticos albergan distintas cadenas que mantienen el funcionamiento del medio ambiente.