El documento describe el realismo y el naturalismo como corrientes literarias. El realismo surgió en Francia en 1860 como reacción al romanticismo y buscaba representar el mundo tal como es. El naturalismo derivó del realismo y buscaba explicar los comportamientos humanos a través de descripciones objetivas de ambientes sociales adversos. Ambas corrientes tuvieron influencia en la literatura española de finales del siglo XIX.