La cadena de frío es un sistema logístico que mantiene las vacunas entre 2°C y 8°C desde su fabricación hasta su aplicación, para preservar su potencia. Existen cuatro niveles en la cadena (nacional, estatal, jurisdiccional y local) que almacenan y transportan las vacunas usando equipos como cámaras frías, refrigeradores y termos. Las vacunas deben monitorearse y almacenarse correctamente en estos equipos para asegurar su efectividad.