Guatemala reconoce la importancia de la educación para su desarrollo. Los docentes deben estar bien preparados académicamente y contextualizados culturalmente para facilitar procesos de enseñanza-aprendizaje significativos que valoren la diversidad del país. Un buen maestro escucha a los estudiantes, crea aprendizajes relevantes, y sirve como ejemplo a seguir para apoyar el desarrollo humano.