El documento resume las perspectivas de varios teóricos sobre la religiosidad popular. Explica que la religiosidad popular funciona para conservar el orden social y legitimar el poder de los dominantes, según Marx y Weber. Durkheim sostiene que la religión contribuye a imponer principios de estructuración del pensamiento de forma disimulada. Luego presenta algunos ejemplos de manifestaciones de la religiosidad popular en comunidades, como ofrendas del Día de Muertos y rituales para asegurar el agua.