Este documento discute la religiosidad popular desde las perspectivas de la antropología y la teología. En primer lugar, señala que la religiosidad popular en el contexto cultural cristiano está configurada principalmente por el cristianismo católico. Luego, examina ejemplos bíblicos que muestran tanto la aceptación de expresiones populares de fe como las críticas cuando no reflejan una vida virtuosa. Finalmente, argumenta que la religiosidad popular es una expresión válida de la fe siempre que sea una respuesta sincera al amor de D
SAN BERNARDO:DE LAUDE NOVAE MILITIAE AD MILITES TEMPLIIsabel REZMO
Bernardo de Claraval escribe un elogio a la nueva orden militar de los Caballeros Templarios en respuesta a una solicitud del primer Maestre de la Orden, Hugo de Payns. En la obra, Bernardo justifica la existencia de los monjes guerreros templarios, describiendo su doble lucha contra la carne y el espíritu del mal, así como su valor para enfrentar la muerte por Cristo. Luego alaba la vida ascética de los templarios a pesar de sus deberes militares, y concluye exhortándolos a combatir con valent
Gaudete et Exsultate - El llamado a la santidadEnrique Soros
El Papa Francisco recorre maravillosamente las características de un santo moderno, manso, pobre de espíritu, misericordioso, de corazón limpio, que trabaja por la paz, etc.,
y nos muestra dos sutiles enemigos a combatir.
En un apéndice, relacionamos estas ideas presentadas por el Papa con el pensamiento orgánico y mecanicista que desarrolla el P. Kentenich, dada la clara conexión entre ambos, y siendo que estamos convencidos de que el futuro de la Iglesia y del mundo depende de que desarrollemos la mentalidad orgánica y que vivamos según ella.
Este documento resume la espiritualidad de la amistad según San Elredo de Rieval. Explica que San Elredo ve la amistad como una virtud esencial para la vida humana y la comunidad, ya que nadie está destinado a vivir aislado. Describe la amistad verdadera como un don precioso que trae alegría, fortaleza y vida incluso más allá de la muerte. Finalmente, destaca que en la amistad los amigos comparten total confianza y se unen en un solo espíritu a través de Cristo.
La devoción al Señor de los Milagros marca el dinamismo de la vida espiritual de los
Peruanos en el mes de Octubre. La imagen original pintada en un muro de adobe por
un esclavo negro angoleño -integrante de la Cofradía de Pachacamilla que agrupaba la
población negra que vivía en la afueras de la Ciudad de Lima de mitad del siglo XVIIterminó
generando la expresión de catolicismo popular más impresionante de fe católica
en el mundo.
El documento resume los mensajes clave de Francisco durante su visita a México, dividiéndolos en dos categorías: la dimensión divina, con afirmaciones sobre Dios, y la dimensión humana, con afirmaciones sobre la situación actual. 1) Francisco enfatizó que Dios invita a la humanidad a vivir en su amistad por medio de su misericordia y amor. 2) Instó a los obispos a reflejar la ternura de Dios y a luchar contra la corrupción. 3) Exhortó a los mexicanos a construir un futuro
San Luis, rey de Francia, es un ejemplo de cómo vivir la fe cristiana mientras se desempeñan altas responsabilidades públicas. Siguió fielmente sus convicciones cristianas a pesar de ser rey y se preocupó por los más necesitados. Fue elegido patrono de la orden franciscana seglares debido a la coherencia entre su fe y sus acciones. Su vida muestra que ser un buen cristiano requiere cumplir con las obligaciones ciudadanas y trabajar por el bien común.
Boletín oficial 2020 de la Real, Venerable y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, María Santísima Reina de los Ángeles y Santa Cruz de Jerusalén.
Historia de la Iglesia: Desde los orígenes del Cristianismo hasta nuestros dí...JasterRogue2
La historia de la Iglesia es la historia de la comunidad de creyentes que siguen a Jesucristo a lo largo de los siglos desde su fundación. Es una historia de personas que viven con fe y esperanza en la promesa de Cristo de permanecer con ellos hasta el fin de los tiempos a través de los sacramentos y la presencia del Espíritu Santo. Aunque la Iglesia no es perfecta y está compuesta de santos y pecadores, a lo largo de los siglos ha promovido valores como la verdad, la bondad y la just
SAN BERNARDO:DE LAUDE NOVAE MILITIAE AD MILITES TEMPLIIsabel REZMO
Bernardo de Claraval escribe un elogio a la nueva orden militar de los Caballeros Templarios en respuesta a una solicitud del primer Maestre de la Orden, Hugo de Payns. En la obra, Bernardo justifica la existencia de los monjes guerreros templarios, describiendo su doble lucha contra la carne y el espíritu del mal, así como su valor para enfrentar la muerte por Cristo. Luego alaba la vida ascética de los templarios a pesar de sus deberes militares, y concluye exhortándolos a combatir con valent
Gaudete et Exsultate - El llamado a la santidadEnrique Soros
El Papa Francisco recorre maravillosamente las características de un santo moderno, manso, pobre de espíritu, misericordioso, de corazón limpio, que trabaja por la paz, etc.,
y nos muestra dos sutiles enemigos a combatir.
En un apéndice, relacionamos estas ideas presentadas por el Papa con el pensamiento orgánico y mecanicista que desarrolla el P. Kentenich, dada la clara conexión entre ambos, y siendo que estamos convencidos de que el futuro de la Iglesia y del mundo depende de que desarrollemos la mentalidad orgánica y que vivamos según ella.
Este documento resume la espiritualidad de la amistad según San Elredo de Rieval. Explica que San Elredo ve la amistad como una virtud esencial para la vida humana y la comunidad, ya que nadie está destinado a vivir aislado. Describe la amistad verdadera como un don precioso que trae alegría, fortaleza y vida incluso más allá de la muerte. Finalmente, destaca que en la amistad los amigos comparten total confianza y se unen en un solo espíritu a través de Cristo.
La devoción al Señor de los Milagros marca el dinamismo de la vida espiritual de los
Peruanos en el mes de Octubre. La imagen original pintada en un muro de adobe por
un esclavo negro angoleño -integrante de la Cofradía de Pachacamilla que agrupaba la
población negra que vivía en la afueras de la Ciudad de Lima de mitad del siglo XVIIterminó
generando la expresión de catolicismo popular más impresionante de fe católica
en el mundo.
El documento resume los mensajes clave de Francisco durante su visita a México, dividiéndolos en dos categorías: la dimensión divina, con afirmaciones sobre Dios, y la dimensión humana, con afirmaciones sobre la situación actual. 1) Francisco enfatizó que Dios invita a la humanidad a vivir en su amistad por medio de su misericordia y amor. 2) Instó a los obispos a reflejar la ternura de Dios y a luchar contra la corrupción. 3) Exhortó a los mexicanos a construir un futuro
San Luis, rey de Francia, es un ejemplo de cómo vivir la fe cristiana mientras se desempeñan altas responsabilidades públicas. Siguió fielmente sus convicciones cristianas a pesar de ser rey y se preocupó por los más necesitados. Fue elegido patrono de la orden franciscana seglares debido a la coherencia entre su fe y sus acciones. Su vida muestra que ser un buen cristiano requiere cumplir con las obligaciones ciudadanas y trabajar por el bien común.
Boletín oficial 2020 de la Real, Venerable y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, María Santísima Reina de los Ángeles y Santa Cruz de Jerusalén.
Historia de la Iglesia: Desde los orígenes del Cristianismo hasta nuestros dí...JasterRogue2
La historia de la Iglesia es la historia de la comunidad de creyentes que siguen a Jesucristo a lo largo de los siglos desde su fundación. Es una historia de personas que viven con fe y esperanza en la promesa de Cristo de permanecer con ellos hasta el fin de los tiempos a través de los sacramentos y la presencia del Espíritu Santo. Aunque la Iglesia no es perfecta y está compuesta de santos y pecadores, a lo largo de los siglos ha promovido valores como la verdad, la bondad y la just
Te ofrecemos materiales para conocer y celebrar en este año Jubilar a quienes han sido referentes por su predicación para la Familia Dominicana de España.
1) Existe confusión en el clero, el pueblo e incluso algunos obispos debido a una falta de autoridad y comunión con el Papa.
2) Esta falta de autoridad tiene su origen en el complejo anti-romano presente en muchos pastores y en la falta de pasión por Cristo.
3) Solo volviendo a Cristo y fortaleciendo la comunión con el Papa se puede superar la confusión en la Iglesia.
Paulo Freire en el documento la "civilización del amor, proyecto y misión"Eymard Puerto
La "civilización del amor, proyecto y misión" es el libro guía de la Pastoral Juvenil Latinoamericana y en éste aparece Freire de manera decidida en su estructura
El documento es una carta de la Orden Franciscana Seglar dirigida a sus hermanos en la que habla sobre la exhortación Evangelii Gaudium del Papa Francisco y cómo esta enfatiza el compromiso con los pobres como parte central de la misión evangelizadora de la Iglesia. También destaca cómo la Regla y Constituciones Generales de la Orden Franciscana Seglar enfatizan el servicio a los pobres, los excluidos y marginados como parte fundamental de su misión.
Beato Álvaro del Portillo. Hoja informativa nº 14Opus Dei
Beato Álvaro del Portillo. Hoja informativa nº 14. 2018, con el título "Familia, escuela de amor".
Conoce al beato Álvaro del Portillo en http://opusdei.org/es/section/mons-alvaro-del-portillo/
Este documento es una exhortación apostólica del Papa Francisco dirigida a toda la Iglesia tras un sínodo de obispos. En ella, el Papa invita a los cristianos a renovar su encuentro con Jesucristo y a participar en una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría del Evangelio. Aborda temas como la reforma de la Iglesia para una mayor salida misionera, las tentaciones de los agentes pastorales, el papel de todo el Pueblo de Dios en la evangelización y la necesidad de
Este documento discute la importancia de promover valores como la justicia, la paz y la integridad de la creación desde una perspectiva cristiana y pasionista. Argumenta que estos temas están fuertemente arraigados en las enseñanzas bíblicas y en la vida de San Pablo de la Cruz. También aborda posibles incomprensiones sobre estos temas y la necesidad de comunicar su fundamento teológico para una aceptación más amplia entre los pasionistas.
La oración del Rosario no nos aleja de las
preocupaciones de la vida; por el contrario, nos
pide encarnarnos en la historia de todos los días
para saber reconocer en medio de nosotros los
signos de la presencia de Cristo. Cada vez que
contemplamos un momento, un misterio de la
vida de Cristo, estamos invitados a comprender
de qué modo Dios entra en nuestra vida, para
luego acogerlo y seguirlo.
Una ExhortacióN De La Iglesia Para La Orden Franciscana SeglarHome
Un comentario sobre la Carta del Cardenal Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, dirigida a la Ministra General, Encarnación del Pozo y a toda la Orden Franciscana Seglar.
Este documento explora la forma en que Jesús trató a los marginados de su sociedad, incluidas las prostitutas, los enfermos mentales y los publicanos. Jesús mostró compasión y amor incondicional hacia ellos, ofreciéndoles perdón y sanidad. Aunque eran rechazados por la sociedad, Jesús los trató con dignidad y los usó para difundir el evangelio. El documento enfatiza que debemos seguir el ejemplo de Jesús al mostrar misericordia hacia los marginados.
CHRISTUS VIVIT - Una carta que sacude... del Papa Francisco a la juventudEnrique Soros
Este es un extracto de la vital, actual y motivadora Exhortación Apostólica Christus Vivit, del Papa Francisco.
Hemos dado preferencia a la temática pastoral. Creemos que es de esencial importancia para avanzar como una Iglesia que acoge, que recibe a los jóvenes en su propia realidad, y que los motiva al liderazgo, al envío, a la misión.
Mira estos videos sobre CHRISTUS VIVIT de 1 minuto:
Card. Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio de Laicos, Familia y Vida español
http://www.laityfamilylife.va/content/laityfamilylife/es/news/2019/_christus-vivit_-attraverso-gli-occhi-dei-giovani.html
https://www.youtube.com/watch?time_continue=3&v=NxaJ_UvUtNs&feature=emb_logo
“No se trata de lo que está escrito en el libro de la ley, sino del Espíritu que guía a cada uno de nosotros, y nos lleva al conocimiento de Cristo.”
Holanda:
https://www.facebook.com/vaticannews/videos/vl.773673573050930/553072871906807/?type=1
Irlanda:
https://www.facebook.com/watch/?v=702992956861820
Indonesia geek
https://www.facebook.com/watch/?v=2489477391119239
Frances: ejemplo de Maria divertido
https://www.facebook.com/watch/?v=2537787312979011
Malta
https://www.facebook.com/watch/?v=417651349116913
Malawi
https://www.facebook.com/watch/?v=500297764153673
Este documento habla sobre la importancia de evangelizar con el Espíritu Santo y no desde nuestros propios deseos. Señala que debemos dejar que el Espíritu nos guíe y no tener miedo a salir de nuestra zona de confort. También enfatiza la necesidad de unir la oración con la acción pastoral y no separarlas. Finalmente, exhorta a acercarnos a la gente con humildad y compasión, como lo hacía Jesús, para llevar a cabo nuestra misión evangelizadora.
Hemos sido convocados por el Papa Francisco para celebrar un tiempo de gracia muy
especial: EL AÑO SANTO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA. Durante él nos
unimos en comunión fraterna por el amor para mostrar el rostro misericordioso del Padre
Dios. Nos corresponde hacerlo con decisión y sentido de compromiso evangelizador para
anunciar la Buena Noticia de Jesús y edificar el reino de Dios en medio de nosotros.
Este documento presenta tres oraciones o menos que resumen el contenido:
El documento discute el rol de la tecnocracia en el gobierno peruano de las últimas décadas, señalando que aunque hubo aspectos negativos como la aplicación de políticas neoliberales sin derechos, la tecnocracia también tuvo logros como la formulación de proyectos públicos y la expansión de la infraestructura y servicios sociales a nivel nacional. Asimismo, critica la idea de que los técnicos solo se dedican a la pragmática
Conferencia del Prelado del Opus Dei en el Meeting de Rimini 2014Opus Dei
Este documento presenta el discurso de un Prelado del Opus Dei en el Meeting de Rimini en Italia. En su discurso, el Prelado agradece a los organizadores y recuerda al fundador de Comunión y Liberación, Don Giussani. Luego, habla sobre cómo la Iglesia siempre ha ido a las periferias para ayudar a los necesitados, siguiendo el ejemplo de Jesús. También describe cómo el Opus Dei fue fundado por san Josemaría Escrivá para servir a los pobres en las periferias de Madrid y
Este documento presenta el prólogo de un libro sobre el carisma de fe escrito por el Dr. Philippe Madre. En él, Georgette Blaquiére discute tres puntos clave: 1) la urgencia de los tiempos actuales y la visibilidad de los signos divinos, 2) una teología equilibrada de la Iglesia que reconozca los dones del Espíritu, y 3) la importancia de acoger la experiencia de los marginados. El prólogo también reflexiona sobre el papel de los signos en la fe y la misericordia divina
la unidad del genero humano en la ciudad de DiosRicardo ZG
Este documento discute la unidad del género humano desde la perspectiva cristiana. Argumenta que los cristianos creen que existe una unidad fundamental entre todos los seres humanos que se deriva de su creación por Dios y de un designio común de salvación. Luego resume cómo esta idea de unidad se encuentra en la tradición y el magisterio de la Iglesia, y cómo san Agustín la presenta en su obra La Ciudad de Dios. Finalmente, señala que analizará más a fondo esta noción de unidad en san Agustín deb
La religiosidad popular se refiere a las formas espontáneas y comunitarias en que los pueblos expresan y viven su fe, generalmente mezclada con tradiciones culturales. A lo largo de la historia, esta religiosidad ha ido incorporando elementos del cristianismo y ha sido reconocida en documentos de la Iglesia como una preparación para el Evangelio. Los concilios de Medellín, Puebla y otros han valorado los elementos valiosos de fe auténtica presentes en la religiosidad popular.
1. El documento describe la evolución de la espiritualidad vivida por muchas personas en España tras la posguerra. Inicialmente, la espiritualidad se centraba en prácticas piadosas impuestas por la Iglesia y desconectadas de la vida real. 2. Posteriormente, la crisis de este modelo, la reivindicación del laicado, el Concilio Vaticano II y la reflexión crítica llevaron a cuestionar esta espiritualidad y buscar nuevos caminos más integrados en la vida y el mundo. 3. Hoy en día,
El documento discute la relación entre la fe y la cultura en la sociedad actual. Explica que la fe y la cultura se necesitan mutuamente y deben dialogar, pero que en el pasado hubo una ruptura entre ellas que llevó a problemas. Afirma que la tarea de nuestra generación es restablecer el diálogo entre fe y cultura de una manera que permita a la fe expresarse en las categorías culturales actuales.
Te ofrecemos materiales para conocer y celebrar en este año Jubilar a quienes han sido referentes por su predicación para la Familia Dominicana de España.
1) Existe confusión en el clero, el pueblo e incluso algunos obispos debido a una falta de autoridad y comunión con el Papa.
2) Esta falta de autoridad tiene su origen en el complejo anti-romano presente en muchos pastores y en la falta de pasión por Cristo.
3) Solo volviendo a Cristo y fortaleciendo la comunión con el Papa se puede superar la confusión en la Iglesia.
Paulo Freire en el documento la "civilización del amor, proyecto y misión"Eymard Puerto
La "civilización del amor, proyecto y misión" es el libro guía de la Pastoral Juvenil Latinoamericana y en éste aparece Freire de manera decidida en su estructura
El documento es una carta de la Orden Franciscana Seglar dirigida a sus hermanos en la que habla sobre la exhortación Evangelii Gaudium del Papa Francisco y cómo esta enfatiza el compromiso con los pobres como parte central de la misión evangelizadora de la Iglesia. También destaca cómo la Regla y Constituciones Generales de la Orden Franciscana Seglar enfatizan el servicio a los pobres, los excluidos y marginados como parte fundamental de su misión.
Beato Álvaro del Portillo. Hoja informativa nº 14Opus Dei
Beato Álvaro del Portillo. Hoja informativa nº 14. 2018, con el título "Familia, escuela de amor".
Conoce al beato Álvaro del Portillo en http://opusdei.org/es/section/mons-alvaro-del-portillo/
Este documento es una exhortación apostólica del Papa Francisco dirigida a toda la Iglesia tras un sínodo de obispos. En ella, el Papa invita a los cristianos a renovar su encuentro con Jesucristo y a participar en una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría del Evangelio. Aborda temas como la reforma de la Iglesia para una mayor salida misionera, las tentaciones de los agentes pastorales, el papel de todo el Pueblo de Dios en la evangelización y la necesidad de
Este documento discute la importancia de promover valores como la justicia, la paz y la integridad de la creación desde una perspectiva cristiana y pasionista. Argumenta que estos temas están fuertemente arraigados en las enseñanzas bíblicas y en la vida de San Pablo de la Cruz. También aborda posibles incomprensiones sobre estos temas y la necesidad de comunicar su fundamento teológico para una aceptación más amplia entre los pasionistas.
La oración del Rosario no nos aleja de las
preocupaciones de la vida; por el contrario, nos
pide encarnarnos en la historia de todos los días
para saber reconocer en medio de nosotros los
signos de la presencia de Cristo. Cada vez que
contemplamos un momento, un misterio de la
vida de Cristo, estamos invitados a comprender
de qué modo Dios entra en nuestra vida, para
luego acogerlo y seguirlo.
Una ExhortacióN De La Iglesia Para La Orden Franciscana SeglarHome
Un comentario sobre la Carta del Cardenal Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, dirigida a la Ministra General, Encarnación del Pozo y a toda la Orden Franciscana Seglar.
Este documento explora la forma en que Jesús trató a los marginados de su sociedad, incluidas las prostitutas, los enfermos mentales y los publicanos. Jesús mostró compasión y amor incondicional hacia ellos, ofreciéndoles perdón y sanidad. Aunque eran rechazados por la sociedad, Jesús los trató con dignidad y los usó para difundir el evangelio. El documento enfatiza que debemos seguir el ejemplo de Jesús al mostrar misericordia hacia los marginados.
CHRISTUS VIVIT - Una carta que sacude... del Papa Francisco a la juventudEnrique Soros
Este es un extracto de la vital, actual y motivadora Exhortación Apostólica Christus Vivit, del Papa Francisco.
Hemos dado preferencia a la temática pastoral. Creemos que es de esencial importancia para avanzar como una Iglesia que acoge, que recibe a los jóvenes en su propia realidad, y que los motiva al liderazgo, al envío, a la misión.
Mira estos videos sobre CHRISTUS VIVIT de 1 minuto:
Card. Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio de Laicos, Familia y Vida español
http://www.laityfamilylife.va/content/laityfamilylife/es/news/2019/_christus-vivit_-attraverso-gli-occhi-dei-giovani.html
https://www.youtube.com/watch?time_continue=3&v=NxaJ_UvUtNs&feature=emb_logo
“No se trata de lo que está escrito en el libro de la ley, sino del Espíritu que guía a cada uno de nosotros, y nos lleva al conocimiento de Cristo.”
Holanda:
https://www.facebook.com/vaticannews/videos/vl.773673573050930/553072871906807/?type=1
Irlanda:
https://www.facebook.com/watch/?v=702992956861820
Indonesia geek
https://www.facebook.com/watch/?v=2489477391119239
Frances: ejemplo de Maria divertido
https://www.facebook.com/watch/?v=2537787312979011
Malta
https://www.facebook.com/watch/?v=417651349116913
Malawi
https://www.facebook.com/watch/?v=500297764153673
Este documento habla sobre la importancia de evangelizar con el Espíritu Santo y no desde nuestros propios deseos. Señala que debemos dejar que el Espíritu nos guíe y no tener miedo a salir de nuestra zona de confort. También enfatiza la necesidad de unir la oración con la acción pastoral y no separarlas. Finalmente, exhorta a acercarnos a la gente con humildad y compasión, como lo hacía Jesús, para llevar a cabo nuestra misión evangelizadora.
Hemos sido convocados por el Papa Francisco para celebrar un tiempo de gracia muy
especial: EL AÑO SANTO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA. Durante él nos
unimos en comunión fraterna por el amor para mostrar el rostro misericordioso del Padre
Dios. Nos corresponde hacerlo con decisión y sentido de compromiso evangelizador para
anunciar la Buena Noticia de Jesús y edificar el reino de Dios en medio de nosotros.
Este documento presenta tres oraciones o menos que resumen el contenido:
El documento discute el rol de la tecnocracia en el gobierno peruano de las últimas décadas, señalando que aunque hubo aspectos negativos como la aplicación de políticas neoliberales sin derechos, la tecnocracia también tuvo logros como la formulación de proyectos públicos y la expansión de la infraestructura y servicios sociales a nivel nacional. Asimismo, critica la idea de que los técnicos solo se dedican a la pragmática
Conferencia del Prelado del Opus Dei en el Meeting de Rimini 2014Opus Dei
Este documento presenta el discurso de un Prelado del Opus Dei en el Meeting de Rimini en Italia. En su discurso, el Prelado agradece a los organizadores y recuerda al fundador de Comunión y Liberación, Don Giussani. Luego, habla sobre cómo la Iglesia siempre ha ido a las periferias para ayudar a los necesitados, siguiendo el ejemplo de Jesús. También describe cómo el Opus Dei fue fundado por san Josemaría Escrivá para servir a los pobres en las periferias de Madrid y
Este documento presenta el prólogo de un libro sobre el carisma de fe escrito por el Dr. Philippe Madre. En él, Georgette Blaquiére discute tres puntos clave: 1) la urgencia de los tiempos actuales y la visibilidad de los signos divinos, 2) una teología equilibrada de la Iglesia que reconozca los dones del Espíritu, y 3) la importancia de acoger la experiencia de los marginados. El prólogo también reflexiona sobre el papel de los signos en la fe y la misericordia divina
la unidad del genero humano en la ciudad de DiosRicardo ZG
Este documento discute la unidad del género humano desde la perspectiva cristiana. Argumenta que los cristianos creen que existe una unidad fundamental entre todos los seres humanos que se deriva de su creación por Dios y de un designio común de salvación. Luego resume cómo esta idea de unidad se encuentra en la tradición y el magisterio de la Iglesia, y cómo san Agustín la presenta en su obra La Ciudad de Dios. Finalmente, señala que analizará más a fondo esta noción de unidad en san Agustín deb
La religiosidad popular se refiere a las formas espontáneas y comunitarias en que los pueblos expresan y viven su fe, generalmente mezclada con tradiciones culturales. A lo largo de la historia, esta religiosidad ha ido incorporando elementos del cristianismo y ha sido reconocida en documentos de la Iglesia como una preparación para el Evangelio. Los concilios de Medellín, Puebla y otros han valorado los elementos valiosos de fe auténtica presentes en la religiosidad popular.
1. El documento describe la evolución de la espiritualidad vivida por muchas personas en España tras la posguerra. Inicialmente, la espiritualidad se centraba en prácticas piadosas impuestas por la Iglesia y desconectadas de la vida real. 2. Posteriormente, la crisis de este modelo, la reivindicación del laicado, el Concilio Vaticano II y la reflexión crítica llevaron a cuestionar esta espiritualidad y buscar nuevos caminos más integrados en la vida y el mundo. 3. Hoy en día,
El documento discute la relación entre la fe y la cultura en la sociedad actual. Explica que la fe y la cultura se necesitan mutuamente y deben dialogar, pero que en el pasado hubo una ruptura entre ellas que llevó a problemas. Afirma que la tarea de nuestra generación es restablecer el diálogo entre fe y cultura de una manera que permita a la fe expresarse en las categorías culturales actuales.
Este documento discute la necesidad de una nueva formulación del cristianismo para enfrentar la crisis actual. Argumenta que la doctrina de la Iglesia ha sido demasiado influenciada por el judaísmo, lo cual ha limitado el mensaje universal de Cristo. También señala que el progreso científico ha desacreditado las explicaciones bíblicas, poniendo en crisis a la religión. Finalmente, propone que el cristianismo debe actualizarse enfatizando la trascendencia humana y la posibilidad de una sociedad perfecta a través del
Este documento resume la trayectoria y perspectivas de la teología latinoamericana y caribeña. En las décadas de 1950 y 1960, dos procesos convergentes fueron decisivos para esta teología: la irrupción de los pobres en la escena pública reclamando sus derechos, y el Concilio Vaticano II y la conferencia de Medellín, que enfatizaron la Iglesia de los pobres. La pregunta fundamental de esta teología ha sido cómo decirle al pobre e insignificante que Dios lo ama. Ha enfatizado el se
El documento analiza el desarrollo del turismo religioso en La Habana y las acusaciones de mercantilismo hacia las religiones de origen africano como la santería. En la difícil situación económica actual, estas religiones se han convertido en una forma lucrativa para mejorar la situación material de los cubanos, aunque también han generado críticas. El autor pretende reflexionar sobre este fenómeno cuestionando la distinción entre lo sagrado y profano, y entre lo cultural, religioso y económico, ya que todas estas dimensiones están rel
El documento describe el origen y evolución de la figura de los santos en el catolicismo. Inicialmente surgieron como mártires que murieron defendiendo su fe, pero luego se diversificaron para incluir a aquellos que mostraron virtudes como abnegación y caridad. La Iglesia estableció procesos de canonización para controlar los cultos populares, reconociendo oficialmente a determinados santos. Hoy en día se veneran a miles de figuras a través de historias reales e imaginarias que cumplieron un rol importante en la evangelización.
El documento presenta una introducción a la Doctrina Social de la Iglesia, discutiendo la falta de educación sobre el compromiso social del cristiano y la indiferencia entre la fe y la vida diaria. Luego, resume los objetivos y principios fundamentales de la Doctrina Social, incluyendo la dignidad de la persona humana, la promoción de la justicia y la liberación integral de las personas. Finalmente, destaca elementos esenciales como la igualdad fundamental de los seres humanos y el principio personal, reconociendo la dignidad de cada persona.
J.I. González Faus. La difícil laicidadinfocatolicos
El documento discute la presencia de signos cristianos en una sociedad secularizada. En dos ejemplos, la autora nota una sensación de incongruencia cuando se repiten rituales cristianos pero han perdido significado para la gente. Esto plantea preguntas sobre la religiosidad popular y la presencia de lo sagrado en una sociedad cada vez más laica.
El documento habla sobre el papel y la contribución de los institutos seculares en la nueva evangelización. El cardenal João Braz de Aviz destaca la importancia del encuentro, la salvación y la esperanza. Argumenta que los institutos seculares pueden ayudar a la nueva evangelización actuando como levadura en la sociedad para encontrar a otros sin negociar su fe, y siendo hermanos antes que maestros.
Este documento presenta una guía introductoria para estudiar y predicar la Biblia. Explica que la Biblia no es un libro incomprensible sino que está escrita para ser entendida aplicando el uso de la razón y la iluminación del Espíritu Santo. El propósito de la guía es brindar herramientas para estudiar la Biblia de acuerdo con los principios hermenéuticos aceptados a lo largo de la historia cristiana, permitiendo una comprensión precisa de sus enseñanzas. Incluye ejemplos prácticos
En 3 oraciones o menos:
El documento habla sobre el papel de los laicos en la Iglesia y en la sociedad actual. Resalta la necesidad de que los laicos asuman mayores responsabilidades y participen más en la toma de decisiones, especialmente las mujeres. También enfatiza la importancia de que los ministros ordenados sirvan a los laicos en lugar de ejercer poder sobre ellos. El Papa Francisco invita a los laicos a trabajar para generar una Iglesia más inclusiva y una sociedad con relaciones basadas en la igualdad y la justicia.
El Contexto historico y literario de la carta a los RomanosAlejandro Torres
El documento presenta el contexto histórico y literario de la Epístola a los Romanos. Explica que la carta fue escrita por Pablo para ayudar a profundizar la fe de la iglesia en Roma, compuesta por judíos y gentiles. También destaca la importancia teológica y espiritual de la carta, que ha marcado decisivamente la historia del cristianismo y ha transformado a muchas personas a lo largo de los siglos.
El documento habla sobre la evangelización en la ciudad. Explica que aunque la primera evangelización fue urbana, hoy en día las ciudades son muy diferentes y más complejas. Discuten los desafíos de evangelizar a personas de diferentes clases sociales, culturas y realidades que coexisten en la ciudad. También destaca la importancia de conocer la realidad de la gente a través de escucharlos y observarlos, así como de formar comunidades donde puedan vivir su fe.
Este documento discute la relación entre la fe y la cultura. Argumenta que la fe y la cultura se necesitan mutuamente y deben dialogar. La secularización ha causado una ruptura entre el Evangelio y la cultura moderna. La tarea de nuestra generación es restablecer este diálogo a través de una mayor presencia de cristianos en los ámbitos culturales y una inculturación de la fe en las diferentes culturas.
El documento describe la oración y el culto en la tradición cristiana. Explica que la oración tiene sus raíces en la experiencia del pueblo de Israel y que Jesús se convirtió en el maestro y modelo de la oración. También describe los diferentes lugares de culto y oración en la historia del cristianismo, incluyendo las basílicas, los bautisterios, los martyrios y las catedrales. Finalmente, discute los desafíos actuales de la secularización pero también el renovado interés en la oración.
El documento habla sobre la libertad religiosa y cómo es esencial para la paz. Menciona que la libertad religiosa se basa en la dignidad humana y es un derecho fundamental. También dice que cuando se niega la libertad religiosa se amenaza la justicia y la paz.
Los laicos como esperanza del Reino d Dios en la ParroquiaJesus Lopez
Documento que nos da un panorama de la importancia de los a laicos en el trabajo pastoral en la parroquia, para que no sean solo unos simples colaboradores.
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdfadyesp
El piadoso Lucas era antioqueño por nacimiento y por oficio médico y en la sabiduría helénica fue un grande erudito, así como en la ordenanza judía iba sobrado. Luego cuando había resucitado Cristo de entre los muertos, él junto con Cleofás iba de camino a Emaús y se encontraron con Jesús. Mas tarde Lucas se convirtió en compañero de viaje y seguidor del maravilloso apóstol Pablo, y solo quince años después de la ascensión de Cristo, san Lucas escribió Su evangelio con todo detalle.
Folleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docxSantosGuidoRodrguez
En este pequeño documento recopilamos las principales oraciones de la iglesia católica para estudiarlas y tenerlas en un solo archivo listo para imprimir.
Homo Deus, Breve historia del mañana, Yuval Noah Harari
Religiosidadpopular
1. 1
RELIGIOSIDAD POPULAR.
ANTROPOLOGÍA Y TEOLOGÍA.
Francisco García Martínez
1. PERSPECTIVA
No es tan claro que aquello que definimos como religiosidad popular tenga unos
contornos tan precisos que limiten de forma clara y distinta sus contenidos. En cualquier
caso lo que sí parece evidente es que aquí, en nuestro contexto cultural, la religiosidad
popular tiene como dimensión determinante su configuración cristiana. No estará de más,
en medio de este tiempo de transición cultural, que tiene como una de sus necesidades el
“juicio al Padre”, decir claramente que la religión es un factor central y nuclearizante de
nuestra cultura popular y que esta religión es la cristiana católica1
. Por eso, difícilmente se
podrán apreciar los valores de aquella sin reconocer el valor de ésta, a no ser en una de esas
piruetas de racionalización que de cuando en cuando aparecen, y que creen poder separar el
alma del cuerpo, el ser del sentido, la vida de su forma.
Mi reflexión no ocultará su lugar originario. La teología reflexiona sobre la
religiosidad popular no como un objeto externo y extraño a la propia vida eclesial, sino
como uno de sus lugares expresivos. Mi reflexión, por tanto, no pertenece a la mirada del
investigador de campo, que quiere coincidir en algún sentido con su objeto para no
determinarlo, sino a aquella mirada que está habitada por el objeto mismo sobre el que
habla. Se trata de un autoanálisis, de una reflexión sobre una dimensión del propio ser. En
este sentido, la teología no mira con desdén a la religiosidad popular como una expresión
menor de la fe, sino como una de sus formas expresivas que siempre está en lucha consigo
misma por decirse a la altura de la fe y la humanidad que la habita. La teología sabe que en
la fe todos somos hijos mestizos: nuestros padres son el catecismo y la liturgia, nuestras
madres la devoción y la religiosidad popular y nosotros nunca podremos distinguir del todo
1
RODRÍGUEZ PASCUAL, F., «Religiosidad popular y etnología», en J. A. RAMOS GUERREIRA – M. A.
PENA – F. RODRÍGUEZ (Eds.), La religiosidad popular. Riqueza, discernimiento y retos, Salamanca 2004,
2. 2
los rasgos que debemos a unos o a otras. Hemos sido amamantados en brazos de la fe
confesada y celebrada de la Iglesia una, pero también en brazos del sentimiento religioso
del pueblo que se expresa más allá de los límites de lo preciso y lo institucional. Un
tratamiento que contrapusiera estos ámbitos sería como la pregunta inconveniente que se
hace a los niños: ¿a quién quieres más, a papá o a mamá?
La vida cristiana vive originariamente de un rostro divino concreto, conocido
definitivamente en Cristo y ofrecido en la palabra eclesial y en los gestos sacramentales
que celebra. Pero también vive de cantos y procesiones, de emociones y llantos, de
estampas y lampadarios. Todo ello va de la mano porque en nuestro interior está mezclada
la fe confesada institucionalmente y la religiosidad popular vivida.
Basten estas afirmaciones para situar las reflexiones siguientes y para defenderlas
contra aquella situación cultural que pretende re-determinar el significado íntimo de los
gestos y apropiarse de su sentido y sus expresiones desde ámbitos de dominio interesado.
2. EL CONTEXTO BÍBLICO
Hagamos en primer lugar una rápida cata en los textos habitados por la revelación
cristiana.
a) No es extraño encontrar en el pueblo de Israel detalles de una religiosidad
popular aceptada y valorada. Veamos algunos ejemplos. El primero, la subida de David a
Jerusalén con el arca (2 Sam 6). Se trata de una procesión litúrgica acompañada por gestos
populares. El más expresivo es la danza frenética de David con una simple túnica de lino.
La seriedad procesional que queda afirmada en la conciencia cierta de que trasladan algo
santo, intocable (v. 6-7), no está reñida con la alegría de esta presencia que les acompaña y
que provoca una festiva reacción popular (vulgar, dirá Micol, una de sus mujeres, v. 20).
El segundo es la subida, también a Jerusalén, de José y María para presentar a Jesús
en el templo (Lc 2, 22-24). La prescripción ritual (ofrecer dos tórtolas) se expresa en forma
de peregrinación popular (v. 22), que tendrá su realización más expresiva en la subida
anual a celebrar la pascua allí (v. 41). El reconocimiento de que Dios les había salvado por
misericordia (protección de los primogénitos en Egipto) se actualiza de generación en
generación a través de gestos populares altamente ritualizados e incluso institucionalizados,
3. 3
como son la peregrinación y el sacrificio de dos palomas por el primogénito (Lev 5, 7; 12,
8).
La tercera escena es la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén (Lc 19, 29-40) en la
que la alegría de reconocer al enviado de Dios se convierte en una espontánea forma de
expresión religiosa popular: acompañamiento cuasi-procesional, cantos, gritos,
aclamaciones, mantos por el suelo, palmas… gestos todos que Cristo acoge como muestra
de la imposibilidad de que los hombres no se alegren tal y como son, con sus propios
gestos.
b) Ahora bien, en el texto bíblico podemos encontrar también el desprecio por estos
gestos de religiosidad popular cuando su forma expresiva no coincide con la vida de quien
los realiza. Es importante ver cómo en ellos el criticado no es sólo el pueblo, sino también
y sobre todo sus dirigentes religiosos. Este dato, en el que la degradación de la religiosidad
popular es cargado en la cuenta de pecados de los sacerdotes, pues son los que con su
acción u omisión hacen que puedan degradarse las devociones populares, da que pensar a la
Iglesia y debería dar que pensar al mismo pueblo que no reconoce habitualmente su alta
manipulabilidad, aunque quizá en estos momentos no sean los sacerdotes los que estén en
el haber de cuentas. Los casos más expresivos quizá sean las críticas radicales contra las
populares fiestas y holocaustos por parte del profeta Amós y algunos otros profetas que
afirman la repugnancia de Dios por ellas cuando no unen la vida cotidiana de Aquel a quien
celebran. Escuchemos sus duras palabras:
Yo detesto, aborrezco vuestras fiestas, no me aplacan vuestras solemnidades. Si me
ofrecéis holocaustos... no me complazco en vuestras oblaciones, ni miro vuestros
sacrificios de comunión de novillos cebados. ¡Aparta de mí el ronroneo de tus
canciones, no quiero oír la salmodia de tus arpas! ¡Que fluya, sí, el derecho como
agua y la justicia como arroyo perenne! (Am 5, 21-24)
El otro es la crítica de Jesús de las filacterias fariseas para expresar la religación con
Dios.
Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; ensanchan las
filacterias y alargan las orlas del manto (Mt 23, 5)
Es práctica popular utilizar el vestido para expresar lo que uno es o para vestir lo
que quiere que sean los suyos (baste remitir hoy a los hábitos procesionales), pero esto
pueden generar una doble vida entre apariencia y realidad, que es absolutamente
4. 4
condenada. Los signos de devoción son en este caso radicalmente criticados pues se hacen
con el poder sobre el corazón desviando su afecto de lo fundamental.
c) Como resultado de esta cata podríamos decir, en primer lugar, que los puritanos
de la palabra, la explicación, la religión interior no son acogidos por el texto revelado como
hombres de Dios, ya que hacen a éste extraño al pueblo, tan altísimo y serio que no se
puede dialogar con Él -con nuestras formas-, siendo así que la experiencia judeo-cristiana
afirma que Dios ha querido darnos su palabra unida a una historia de carne y sangre, de
alegría y llanto, de bailes y peregrinaciones. En segundo lugar, que toda expresión popular
devocional debe saberse respuesta en un diálogo personal honesto con Dios y que los
permisivos profetas del pueblo que someten a Dios a la voluntad de los hombres y sus
gestos e intereses son condenados porque le convierten en un amuleto o en una pieza de
exhibición de ‘los buenos’, de una casta, de una identidad racial o cultural o de una
seguridad falsa.
Aparece aquí algo curioso y es que la crítica radical a la devoción popular y sus
expresiones es válida igualmente para las formas sacramentales de la praxis creyente que
puede convertirse también en práctica irreverente. Por ejemplo, la Eucaristía puede, en
algunos casos, convertirse en un rito vacío paralelo a la vida cotidiana escondiendo sus
infidelidades. En esta situación se hace desagradable para Dios. Esto significa que el
problema no es tanto la forma institucional o popular de la fe (por cierto, la primera ha
integrado muchos de los gestos de la segunda) 2
, sino si son una respuesta verdadera (ideas,
sentimientos y acciones) a la acción previa de Dios.
3. EL HOMBRE “CORPUS PER-MIXTUM”
El hombre puede y debe darse razones para actuar o para no hacerlo, para aceptarse
o no hacerlo, para entregarse o no hacerlo. Ahora bien, esto es aún poco para mostrar su
grandeza en medio de la creación. El hombre no es sólo autodeterminación razonada o
razonable de su propia vida. Ríe y llora, se alegra y sufre, ama y odia, por encima de la
necesidad que la razón le impone. Por eso juega, hace duelo, baila, se deprime o se entrega
2
Como afirma Rodríguez Pascual, visto el tema de la religiosidad popular desde un planteamiento dinámico
no debería hacerse una separación demasiado tajante entre ésta y la religiosidad oficial o litúrgica ya que
pueden distinguirse en infinidad de ocasiones procesos de popularización de lo oficial y de oficialización de
popular. Cf. Art. cit. en La religiosidad…, 75.
5. 5
a la muerte por una idea o por una persona… simboliza, representa, crea mitos y poemas
como historias propias, etc.
a) La presión ilustrada nos ha hecho creer ingenuamente que la razón por sí misma
era capaz de organizar el mundo y definir en sí misma al hombre. Es cierto que la crítica de
los prejuicios culturales y religiosos que ha realizado, la racionalización de miedos
culturales y el descubrimiento de engaños que ocultaban, en muchos casos, violencia y
opresión, ha sido fundamental. Sin embargo, sabemos que la sola razón produce monstruos.
La revelación dada en el Verbo no es una razón pura, sino la sabiduría y la vida misma de
Dios que acoge en su interior el juego y la espontaneidad, la gratuidad y el exceso en la
expresión de la vida. Así habla el libro de los Proverbios de la sabiduría divina:
Yahvé me creó, primicia de su actividad, antes de sus obras antiguas. Desde la
eternidad fui formada, antes del origen de la tierra. […] Cuando colocaba los cielos,
allí estaba yo; cuando trazaba la bóveda sobre la superficie del océano; cuando
sujetaba las nubes en lo alto, cuando afianzaba las fuentes del abismo, cuando
marcaba su límite al mar para que las aguas no desbordaran sus orillas; cuando
asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a Él, como aprendiz, yo era su
alegría cotidiana, jugando todo el tiempo en su presencia, jugando con la esfera de la
tierra; y compartiendo mi alegría con los humanos (Prov 8, 12-30)
Por eso, una religiosidad que redujera la revelación a razón conceptual no sólo sería
castrante de dimensiones humanas, sino que reduciría la revelación a lo que no es. La
relación Dios-hombre incluye, junto con la palabra, el juego, la alegría… Desde aquí puede
entenderse la religiosidad popular como expresión de esta danza de Dios y el hombre
enamorados, aun cuando todavía no se terminen de conocer bien. Danza ambigua y a la vez
necesaria para establecer una relación de amor puro.
b) Por otra parte, el hombre no siempre acepta el trabajo de autocomprensión y
autoedificación y prefiere que la inercia de sus afectos y tradiciones (tan buenas como
perversas) le lleven. Cuando esto sucede en la fe el hombre no sólo reduce la revelación,
sino simplemente no la acepta pues se niega a acoger a Dios mismo en un diálogo real,
personal, autoimplicativo que engendre novedad, recree la vida y la religue de continuo a
Él. Muchas tensiones e incomprensiones, en el ámbito de la religiosidad popular, provienen
de no aceptar nuestra dignidad y vivir de formas que ocultan la necesidad de respuesta
personal3
. Por eso, ni una reducción al catecismo sabido (palabras ideas, razones… y hay
3
Se podría recordar que el término persona, tal y como ha evolucionado en el ámbito de la cultura occidental
depende fundamentalmente de su utilización teológica que lo arranca de su significado griego de máscara
hasta hacerlo expresar la interioridad sustancial del ser. En este sentido la teatralidad necesaria de la
6. 6
que decir que la liturgia es así de racionalmente vivida muchas veces por el pueblo), ni una
reducción a las tradiciones folklóricas dicen lo que Dios quiere del hombre y lo que éste es
en sí mismo y necesita expresar para realizarse.
c) La acción pastoral de la Iglesia, por tanto, no tratará sólo de ilustrar la cabeza,
sino la vida con una verdad personal que se descubre en diálogo con la presencia concreta
de Dios en ella y deja que ésta la sorprenda, alegre, provoque, reanime hasta configurarla
en formas de alabanza, súplica, gratitud, reverencia… con gestos que no siempre domina la
Iglesia institucional, ni tiene por qué hacerlo.
Por tanto, es comprensible que para la mejor reflexión teológica queden puestos en
tela de juicio los estrictos hombres de la palabra-razón por no saber acoger la carne de esta
Palabra que toca, abraza, ríe, llora, grita, con los hombres y en ellos, en los gestos de la
religiosidad popular. A la vez también a aquellos estrictos hombres del sentimiento que
dejan al afecto campar a sus anchas y no obligan al hombre a enfrentarse con una Palabra
que pide obediencia, que juzga, que rasga y que incluso amarga para recrear la vida.
Aparece entonces la Iglesia como un corpus per-mixtum4
, como una mezcla de
Palabra y gestos dados (previos e imprescindibles), y gestos y afectos del pueblo que los
recibe (que siempre deben ser discernidos por la verdad divina que los suscita y por la
dignidad humana que reflejan) en los gestos populares. Habrá que tener cuidado de no
meter la hoz antes de tiempo, pues podríamos arrancar trigo junto a la cizaña (Mt 13, 24-
43). Por eso, la religiosidad popular en su relación a la institución siempre será una realidad
no conocida del todo en lo que tiene de espacio evangelizador y todo juicio habrá de ser
matizado y siempre habilitador, salvo en casos puntuales y muy meditados.
Conviene recordar que, justo porque la Iglesia no da la fe, sino que es testigo de ella
para que los hombres la reciban de Dios, sabe que no es dueña de esta fe de los hombres.
Su juicio es el juicio de quien ha recibido los elementos básicos y no la configuración total
de la vida de la fe. Sin que esto suponga patente de corso para que el último que llega se
crea dueño del pueblo y sus gestos religiosos, en especial, la autoridad política.
religiosidad popular, en el ámbito cristiano queda arrancada de la simple representación externa, para
convertirse en simbólica, cuasi-sacramental.
4
Con esta expresión la Iglesia, frente a los que pretendía arrancar de la Iglesia a los pecadores para hacerla
santa, afirma que esto es estrictamente imposible en forma total, pues en ella está escondida a la capacidad
7. 7
4. EXPRESIÓN-EXHIBICIÓN/ INTIMIDAD-TESTIMONIO
Tal y como afirmábamos al principio, la religiosidad popular es, en nuestro
contexto, religiosidad popular cristiana aunque tenga como recursos expresivos y
dinamismos arquetípicos realidades anteriores. Éstas han quedado configuradas por la
experiencia cristiana y, así, se ha convertido en expresión y confesión del sentido cristiano
de la vida para nuestros antepasados. Ha marcado el sentido de los tiempos agrícolas, de las
experiencias humanas básicas como el amor, la enfermedad, las relaciones comunitarias…
Esto significa que, provengan de donde provengan (religiones anteriores o el fondo oscuro
de nuestro inconsciente colectivo), han resultado recreadas en el diálogo con la fe cristiana
que ha hecho de ellas expresiones reales de un Dios concreto que se da a sí mismo, y de la
fe (con todas las limitaciones que se quiera) en ese Dios concreto. Por tanto, tal y como
ahora se viven, sólo desde esta experiencia básica tienen sentido, y sólo si ésta se conserva
se mantendrá la religiosidad popular como expresión de la fe y no pasará a ser, como es
perceptible ya en alguna de sus manifestaciones, exhibición de un pasado muerto. Situación
tan esperpéntica como la de esas ‘viejas maquilladas’ como si fueran jovencitas atrayentes
que no saben reconocer que la belleza de la vida se va expresando en distintas dimensiones
humanas a lo largo de la existencia: muriendo algunas y naciendo otras.
En nuestra situación cultural paganizada5
(no sólo secularizada) hay un dinamismo,
más hondo que la propia voluntad de los dirigentes sociales, que atrae los gestos
fundamentales de la expresión social de la vida (lo que podríamos llamar la vitalidad
popular institucionalizada, en nuestro caso, troquelada por el cristianismo) hacia su
cosmovisión ya no cristianas. Parece evidente que se está produciendo una paganización
casi-inevitable -diría yo- de los gestos religiosos populares en la medida que el hogar
existencial (individual y social) que les daba su sentido tradicional ya no existe sino
marginalmente. Esto, hay que subrayarlo, es distinto, aunque a veces coincide, a una
voluntad paganizante en quien se enfrenta al cristianismo como molde socializador de la
vida. Me pregunto si esto último, la lucha por hacerse con el dominio de estos gestos, no es
habitualmente sino el reverso de hacerse con el poder y la relevancia social, más allá de la
preocupación por el mismo pueblo que habita la religiosidad popular.
humana de juicio la verdad última de cada corazón y, por tanto, el juicio debe dejarse en manos de Dios en el
momento final. Nosotros la utilizamos analógicamente en este contexto.
5
Tomamos aquí el término sin ninguna connotación peyorativa, simplemente como descripción de una
cultura emergente que pone sus absolutos fuera del Dios cristiano.
8. 8
La religiosidad popular ha cobrado una deriva pagana, y sólo donde se favorece la
experiencia radical cristiana ésta adquiere verdadera expresividad cristiana. Baste poner un
ejemplo: los rostros de las tallas de Cristo o santos pueden dejar de reflejar la de Jesús o del
santo cristiano para convertirse en rostro de una ciudad, pueblo o grupo olvidando la
historia concreta del santo. Fenómeno paradójico éste, pero bien significativo del cambio
cultural que tiende a redefinir los gestos simbólicos de la comunidad. Así en una misma
cultura se da una tendencia a retirar los signos expresivos del dominio simbólico del
cristianismo sobre las cosmovisiones culturales (retirada de crucifijos, fiestas en las
escuelas…) a la vez que se favorecen políticamente algunas expresiones de esta tradición
pero desustanciadas de su contenido anterior mediante la exaltación de realidades
emergentes en ellos.
Es importante que, en un momento en el que el cristianismo está dejando de ser una
fuerza relevante socialmente, no perezca bajo el Síndrome de Estocolmo cuando se le
raptan sus gestos expresivos y no se venda por miedo. Este miedo se expresa en una
gratitud servil hacia quien potencia estos gestos incluso cuando sus intenciones disten
mucho de ser cristianas (políticos, asociaciones culturales…). Por otra parte, debe ser
consciente que estos gestos no pueden ser utilizados con el consentimiento ingenuo y
benevolente de la Iglesia con el objetivo de beneficios sociales, políticos o comerciales a
costa de su degradación exhibicionista.
La experiencia cristiana conserva como propia una dimensión iconoclasta como
forma de respeto hacia la santidad y transcendencia de Dios, de tal manera que no tiene
reparos en desprenderse de formas expresivas tradicionales de su fe cuando estas obstruyen
la comunicación con la verdad de Dios. Podríamos recordar que Ezequiel, un sacerdote del
templo de Jerusalén llamado por Dios para ser guía de su pueblo, no tuvo reparos en
aceptar primero (con gran dolor) y proclamar después (con todo el enfrentamiento que le
suponía con el pueblo), que Dios profanaba su templo y lo destruía (Ez 24, 21) para que el
hombre no siguiera profanando su nombre en él6
. El trabajo pastoral que intenta realizar la
Iglesia en torno a las expresiones de esta fe tradicional en sus formas de manifestación
popular consiste en volver al origen en el que nacieron y en el que tienen sentido. Más aún,
la pastoral de la Iglesia acepta, en este empeño pastoral, la soledad de no ser aceptada (por
6
Puede verse también el caso de Jeremías (Jer 7, 12-15).
9. 9
los dirigentes políticos y por el mismo pueblo) cuando la defensa de la verdad de Dios y del
hombre está en juego.
5. UNA RELIGIOSIDAD POPULAR CONFIGURADA POR LA EXPERIENCIA
CRISTIANA
La iglesia es consciente de la limitación que la acción pastoral programada tiene
sobre la fe y sus expresiones populares de las personas y grupos sociales que la viven en el
reducido marco de lo institucional de la Iglesia (aunque no al margen suyo). Sin embargo,
busca continuamente caminos para que se fortalezcan los elementos o dimensiones que la
definen como diálogo real entre el verdadero Dios y el hombre honesto que lo acoge y
expresa culturalmente esta relación, y para que se eliminen o reconfiguren aquellos que
introducen una distorsión en esta relación.
Vamos a acercarnos ahora a cuatro elementos nucleadores de la vida humana que se
expresan en la religiosidad popular y que, en ella, recogen (incluso envueltos en
ambigüedad) elementos nucleares de la experiencia cristiana. Intentaremos ver cómo el
misterio de la fe cristiana ofrece una riqueza salvífica a las dimensiones arquetípicas de lo
humano, tal y como es perceptible en las expresiones de la religiosidad popular. A la vez,
expondremos cómo, por eso mismo, la fe institucional está empeñada en ser el humus
básico desde el que crezca esta religiosidad popular.
a) El misterio del origen.
El hombre sabe -conscientemente o no- que él no es su propio origen, que no se
puede dar el ser a sí mismo, que está en una dependencia radical, primero de sus
antepasados, que le han dado su forma de entenderse y situarse en la vida y, en segundo
lugar, de la tierra que le alimenta. El culto a los muertos de la religiosidad popular al igual
que la veneración por la tierra son dos de los ámbitos en los que ésta se muestra más
creativa en formas. Todas ellas manifiestan que le hombre es un ser responsorial, que sólo
puede dar, darse y ser él mismo como respuesta a lo que ha recibido. Pensemos en la
ritualidad popular que rodea la muerte y en los ofertorios populares, por ejemplo, que
10. 10
reflejan este hecho en forma de reconocimiento y gratitud. Necesitamos estar en contacto
con lo que nos ha dado la vida para saber quiénes somos7
.
Ahora bien, esta actitud puede degradarse en el afán del hombre de dominarlo todo,
de adquirir seguridad frente a todo. Esto llevará a entrar en el espacio de la magia, que
intenta dominar tanto a antepasados como a la tierra para que estén de nuestra parte. Por
ejemplo, los cultos funerarios pueden convertirse en compensaciones por el miedo a que se
vuelva contra nosotros lo que no hicimos bien por los antepasados (padres) o las
bendiciones de campos o los ofertorios pueden derivar hacia el dominio mágico de las
fuentes de la vida.
La experiencia judeo-cristiana afirma que toda la realidad es un don de Dios para el
hombre. El mundo fue creado para la vida del hombre (Gn 1, 28-31). Por tanto, los dones
de la tierra son dones de Dios. Además, reconoce que la capacidad de otorgar vida no es
sino la participación en el poder creador de Dios que se refleja así en la carne humana
(2Mac 7, 20-29). No hay condiciones previas para el don -confiesa la fe- ya que es un acto
de gratitud primigenia no determinado más que por el mismo amor libre que se ofrece. Por
eso no se puede dominar este don, hay que recibirlo agradecida y confiadamente. A ello
invita el descubrimiento de la voluntad absoluta de Dios de darse a sí mismo compartiendo
su “espacio vital” con el hombre. Dios mismo aparece como el origen fontal de todo, y los
otros pequeños orígenes son una pequeña llamada sacramental a reconocernos fundados en
esta voluntad de vida y amor que es fiel a sí misma y que se actualiza de continuo en la
carne del mundo y de la historia.
Por esto, los ritos funerarios populares cristianos manifiesten no sólo la fragilidad
de nuestro poder de dar y sostener la vida, sino que remiten al poder donde ésta se asienta
y que nunca se agota pues es origen de todo origen. Así, todo rito funerario configurado
cristianamente no es signo de grandeza o exaltación de las heroicidades del difunto, sino
signo de humildad confiada en que el difunto ha sido querido por una voluntad
imperecedera.
7
La nueva situación cultural de occidente, que tiende a extenderse tanto por la globalización como por la
participación de los mismos factores dados aquí, en concreto la emigración masiva a las ciudades unida a la
industrialización, ha creado un desarraigo cultural en las dos formas básicas de identificación humana: la
social y la ecológica. Aparecen sociedades amnésicas en las que los individuos tienen dificultad en adquirir
una identidad personal y en las que la misma sociedad se encuentra cada vez más limitada a la hora de
configurar una comunidad humana global. Cf. por ejemplo las afirmaciones que realiza Lluís Duch en «El
fenómeno de la religiosidad popular. Rasgos de su identidad actual», en La religiosidad…, analizando el
contexto actual de la religiosidad popular.
11. 11
Por otro lado, los ritos de ofertorio están configurados cristianamente por la
presentación eucarística de ofrendas, en la que el hombre reconoce que sólo puede dar de lo
recibido, apareciendo en esta dinámica la esperanza de que el don se multiplique en la
generosidad del receptor y así todos alcancen el pan de cada día. He aquí la oración
litúrgica que confirma este sentido:
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo
del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para
nosotros pan de vida. Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo
del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para
nosotros bebida de salvación. Bendito seas por siempre, Señor.
No estaría, por tanto, de más que estos ritos populares no sólo expresaran la
exuberancia de la tierra en cada lugar en forma de presunción orgullosa de lo propio, sino
el destino común de los frutos a través de gestos de comunión de bienes. Es así como el
gesto se hace digno de Dios y digno del mismo hombre que lo realiza.
El misterio del origen se ofrece en las expresiones populares cristianas a través de
gestos de reconocimiento confiado de un Dios que nos ha querido y nos ha otorgado un
lugar de vida a través de unas personas y una tierra concretas. Todo ello es una invitación a
que también nosotros demos espacio y vida a otros. Reconocimiento, gratitud y solidaridad
asoman buscando vida en estos gestos de la religiosidad popular.
En ellos, como en los que analizaremos a continuación, puede verse que lo que les
da relevancia es la experiencia interior de quien los vive, y no sólo su dinámica externa,
que puede degradarlos.
b) El misterio de la carne.
Pasemos ahora a una segunda dimensión de lo humano. No hay ni amor ni odio
humano que no sea carnal, no hay sentimiento humano que no tenga su correspondiente
somatización. Todo acontecimiento interior conmueve la carne hasta hacerla cantar, llorar,
gritar, reír, abrazar, bailar… Toda relación personal tiene sus fotos, su canción, su paseo,
sus regalos… elementos que la identifican como tal. Somos cuerpo y en él nos buscamos y
nos identificamos a nosotros mismos en una biografía carnal. Vivimos el misterio de
nuestra identidad en el cuerpo y en él buscamos alcanzarnos a nosotros mismos. Sin él
desaparecemos, perdemos el ser expresivo y relacional que nos define. No somos sólo
12. 12
nuestro cuerpo, pero es en él donde nos reconocemos a nosotros mismos. Es este cuerpo el
que nos religa al mundo concreto ensanchándonos en algún sentido a toda la realidad, y
quedando nuestra vida definida por sus obras materiales exteriores que, sin embargo, son
unas con él.
Sucede lo mismo en la fe. Basta con echar una ojeada a la mundanidad del lenguaje
bíblico para mostrar la presencia y la relación de Dios con el hombre a través del
simbolismo de la carne. Dios no coincide en identidad absoluta con sus formas expresivas
creaturales o históricas, pero sólo en ellas se dice a sí mismo. Reliquias, lugares y tallas
cuasi-sagradas, gestos como tocar el manto o la cinta de la Virgen, peregrinar al lugar de
una aparición, arrodillarse, cantar el canto tradicional, besar un ataúd o los pies de un
Cristo, rodear de flores… todo ello expresa la necesidad humana -no sólo de los simples-
de vivir el misterio de la fe en la carne ya que en ella se recibe con verdad a Dios.
Muchos de los gestos de religiosidad tradicional nos hablan del asomarse de Dios
por miles de rendijas de la creación que remiten a él. Sin embargo, el hombre tiene siempre
la tentación de absorber a Dios en su espacio, de reducirlo a lo creatural e identificarlo con
lo que sólo es referencia. La experiencia cristiana relativiza todo espacio, objeto, imagen…
de forma que al presentar a Dios sabe que Él no es nada de este mundo. Por otra parte, su
identificación con un fragmento creatural en la encarnación del Hijo nos presenta
primariamente, no un objeto de adoración, sino un acontecimiento relacional donde
configurarnos. Por eso la experiencia cristiana marca todo gesto de expresión de la fe con
la vida mesiánica de Jesús. O, dicho de otra manera, todo en la creación está llamado por la
fe a expresar la voluntad de dar vida de Dios mismo. Banquetes de cofradías, cantos de
exaltación, admiración por los santos en todas sus formas, itinerarios procesionales…están
llamados a ser lugares de encuentro con una plantilla de humanidad para lo humano que es
Jesús mismo y su forma de vida. Ésta es la forma en la que la vida creyente se configura
crísticamente. Cuando esto no sucede la experiencia cristiana se deforma. En este sentido lo
importante en los gestos de la religiosidad popular es que en ellos el cuerpo individual y
social de la existencia humana creyente ofrezca vida verdadera: alegría, comunión,
compañía, esperanza… como reflejo de la verdad encontrada en la vida misma de Cristo.
De esta manera muchos gestos de la religiosidad popular pueden convertirse en una
anticipación del Reino escatológico, una pregustación de la salvación final.
13. 13
No se trata, evidentemente, de racionalizarlo todo con explicaciones, sino de
descubrir y hacer vida aquellos elementos que habitan muchos gestos de la religiosidad
popular, que podemos vivir sin racionalizarlos en el momento de su realización, y que son
expresión y fuente de la verdadera vida del hombre. A la hora de potenciarlos hay que
saber si aportan algo en relación a la presencia de vida de Dios a la que dicen remitirse y en
relación a la expresión de lo mejor de la vida del hombre. Un algo definido evidentemente
más allá de un pragmatismo estrecho.
c) El misterio del mal y de la providencia.
Otra de las dimensiones que atraviesa la naturaleza humana y que es fuente de
multiplicidad de ritos populares es aquella que afecta a la inseguridad de la vida, a la falta
de dominio sobre su transcurrir y sobre su final. El hombre se afana por darse una vida
agradable, pero busca igualmente protegerla de todo lo que la violenta y la destruye.
Mucho ha hecho técnicamente el hombre para mejorar la calidad y la protección de
su vida, pero sabe que el mal está inscrito, igual que la fragilidad y la muerte, en su mismo
ser y en la realidad circundante, y que no puede defenderse totalmente por sus propios
medios de un poder siempre más fuerte que él. Por eso, su vida está llena de gestos de
autoprotección simbólica, de entrega a realidades que le otorgan confianza para vivir.
Muchas veces estos gestos degeneran arrancándose de aquella lucidez mínima que los sitúa
en la verdad débil de nuestra existencia. Entonces se convierten en gestos patológicos o
mágicos que pretenden hacernos intocables al dolor y al mal.
Como en los otros casos los ejemplos de este tipo de gestos no sólo se encuentran
en el ámbito cristiano, sino que éste sólo los configura en una determinada forma cargando
con su ambigüedad cuasi-constitutiva. Por ejemplo, la utilización del agua bendita, los san
Pancracios, la vela a Santa Bárbara, el pasar al niño por el manto de la Virgen, el
escapulario… Todos estos gestos definen la vida como indigente y tienden a envolverla en
confianza, pero también en magia.
La experiencia cristiana remite a un Cristo confiado a la providencia de un Padre
benevolente, aun cuando se enfrenta agónicamente a su terrible muerte en cruz. En ella
acepta el peso del mal sin perder la confianza. La bendición evangélica, por tanto, no
coincide con la prosperidad o con la salud…, sino con la fe en el amor fiel de Dios y la
14. 14
libertad, la entrega y la esperanza que esta misma fe otorga incluso en los momentos en los
que el poder del mal y el sufrimiento parecen agotar la vida. Por eso, todo gesto religioso
popular cristiano que acompaña la fragilidad de la vida humana esta marcado por la cruz,
es decir, busca fortalecer una confianza radical más allá de la situación fáctica, también
cuando ésta sea de dolor o dificultad. La misma agua bendita nos recuerda que
participamos por el bautismo de la muerte de Cristo, pero que igualmente podemos esperar
participar en su resurrección. Procesiones de Cristos dolorosos o muertos, de Madres
dolorosas o de Piedades… cuando se separan del exhibicionismo son muy relevantes en
este sentido8
. Todos los seres intermedios (ángeles, santos o María) traen a la memoria el
camino fatigoso en el que su debilidad ofrecida confiadamente a Dios se hizo fuerte. Ellos
alientan en las dificultades, sin ahorrar las debilidades y dificultades inevitables. Aquí el
acompañamiento a la religiosidad popular sigue teniendo un rico camino que recorrer en el
que ya ha dado históricamente grandes beneficios. Por otra parte, una deriva hacia la
exhibición los privaría de su poder humanizante.
d) El misterio de la identidad.
Por último nos detenemos en esta cuarta dimensión básica que es la necesidad de
saber quién se es por parte del hombre.
Nada externo a uno mismo da una identidad última al hombre que le diga quién es.
Sin embargo, ésta se configura por una inmensidad de ritos, gestos, símbolos que al menos
le definen como miembro de un espacio otorgado como propio (país), con unas formas que
le distinguen (cultura), con una mirada que le configura… (diversidad de grupos humanos).
A ellos se remite el hombre para diferenciarse y ser él mismo: soy especial, necesita
decirse, y lo hace a través de una bandera o de un himno, o de un baile o una comida.
Somos, en primer lugar, con una identidad otorgada, no elegida que nos definirá siempre en
algún sentido. Somos dados a luz idénticos, con identidad cultural y no sólo carnal, con los
que nos llaman al ser.
Esta identidad cultural necesaria, sin embargo, nunca es última como bien sabe el
hombre que sufre y en su sufrimiento puede reconocerse idéntico a todo hombre, o que se
8
En las reflexiones de Rodríguez Pascual antes citadas decía él, aunque en otro contexto argumental: “una
procesión de la Soledad puede ser la mejor puerta para comprender el sentido de la muerte y de la vida en
cualquier pueblo perdido de Alba y Aliste”, en La religiosidad…, 86.
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siente orgulloso de las cosas bien hechas, como todo hombre. Bastaría citar aquí el famoso
texto del Mercader de Venecia de W. Shakespeare:
Me ha arruinado... se ha reído de mis pérdidas y burlado de mis ganancias, ha
afrentado a mi nación, ha desalentado a mis amigos y azuzado a mis enemigos. ¿Y cuál
es su motivo? Que soy judío. ¿El judío no tiene ojos? ¿El judío no tiene manos,
órganos, dimensiones, sentidos, afectos, pasiones? ¿No es alimentado con la misma
comida y herido por las mismas armas, víctima de las mismas enfermedades y curado
por los mismos medios, no tiene calor en verano y frío en invierno, como el cristiano?
¿Si lo pican, no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿Si nos envenenáis no
morimos? ¿Si nos hacéis daño, no nos vengaremos?
Muchos gestos de la religiosidad popular están ligados a este misterio y vienen
definidos por el adjetivo posesivo de quien los vive, los valora, los siente como interiores a
sí: Son mis tradiciones, las de mis antepasados… En ellas me hago distinto a los demás,
me siento orgulloso de ser quien soy. El hombre así es distinto en una igualdad
fundamental y de esta manera se hace riqueza para todos. Venid y ved mi diferencia,
proclama exaltado (y esto aunque no haya sido declarada “de interés cultural o turístico” tal
diferencia). Da igual si son canciones religiosas, procesiones, autos de navidad o pasión…,
pendones o gigantillas delante del Santísimo. Son “mis” tradiciones. Además no sólo son
gestos que configuran en inicio, sino que recrean de continuo la misma comunidad en su
identidad: procesiones, peregrinaciones, gestos comunes… Estas tradiciones, sin embargo,
pueden hacerse excluyentes o pueden vivirse de forma fanáticamente identitaria, haciendo
de ellas una referencia última cuasi-sagrada que reduce la identidad del hombre a un pobre
gesto que, por muy espectacular que sea, es demasiado pequeño para decirle. Las derivas
que surgen de esta forma de concebir lo propio es el rechazo de lo distinto o el intento de
asimilación totalitaria (el texto citado de Shakespeare eleva una queja en este sentido), o
bien una defensa esperpéntica de realidades absolutamente relativas como si fueran
fragmentos divinos en la misma creación.
En este contexto la experiencia cristiana define nuestra identidad última como
identidad filial (Rom 8, 14-17). En la realidad humana no hay nada más sustancial para el
creyente. Somos, hemos sido hechos hijos de Dios y, de esta manera, hermanos. No hay,
por tanto, identidad que pueda separar radicalmente a los hombres unos de otros ya que
esta filiación nos hermana. Ahora bien, esta fraternidad no es clónica, sino polimorfa y
polifónica. Ninguna forma humana define “lo humano” y, por eso, todas son entregadas a
la riqueza común de la humanidad. Esta experiencia de fe critica el afán sectario de
cualquier tradición religiosa popular, pero alienta la pluralidad de formas de expresión de la
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alegría, el dolor, la esperanza, la gratitud del pueblo cristiano ya que la historia de Dios con
el hombre no es sino la historia de muchas historias, como se ve en el texto bíblico.
Las tradiciones religiosas populares se muestran, de esta manera, como lugares para
ver la relación de Dios con el hombre en su diversidad sobreabundante. A cada pueblo se le
ha dado un nombre y unas características. El hombre de un pueblo, de una cultura… no es
sólo un hombre más, sino éste concreto. A la vez, la experiencia cristiana afirma contra
todo orgullo ensimismado que ya no hay “ni judío, ni pagano” (Gal 3, 28), que ya no hay
una tradición religiosa popular mejor que otra si no es porque expresa con mayor claridad
el ser de Dios y del hombre. Igualmente, no tiene ningún miedo a perder signos ya
insignificantes o que han deformado su significación o son indignos de lo humano, como
quedó claro en la discusión cristiana primitiva en torno a la circuncisión. La identidad
última nunca está en lo externo, aunque lo diga (voluntariamente o no) Patrimonio, las
asociaciones culturales, la Delegación de Cultura de la Diputación o las subvenciones de
las Cajas de Ahorros.
6. ¿QUÉ FUTURO PARA LA RELIGIOSIDAD POPULAR?
He querido presentar algunas líneas que, en mi opinión personal, definen la mirada
de la teología sobre a la religiosidad popular. Ahora me gustaría concluir con unas
observaciones sobre la situación actual de esta realidad y su relevancia para comprender la
situación cultural general.
No soy una persona especialmente sensible a la pérdida de expresiones de la
religiosidad popular. Esto ha sucedido siempre y creo además que no es más que la
expresión de la dimensión histórica de lo humano. Éste se va refigurando
generacionalmente de forma que su identidad sustancial se expresa en múltiples formas no
sólo de manera sincrónica geográficamente, sino diacrónicamente en un mismo espacio de
vida. Sin embargo creo que en este momento aparece una realidad paradójica que es que las
expresiones de religiosidad popular están cobrando una relevancia máxima a la vez de se
van haciendo insignificantes en el horizonte de la vida personal del sujeto que las habita.
Este dato, si realmente es así, creemos que es uno de los índices de una realidad
más profunda que afecta a nuestra cultura. El dato de base del que parto es que la
religiosidad popular está pasando del campo de la vivencia a la visualización, de la
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celebración sin más objetivo que la expresión del propio ser a la celebración con el objetivo
de mostrarse a los otros (sin que estas dos dimensiones deban o puedan ser contrapuestas
como realidades antagónicas). Esta evolución que ha integrado en la religiosidad popular
una nueva realidad que es la programación publicitaria estratégica habla de la necesidad de
relevancia social de los individuos y los grupos en una sociedad que parece privarles de la
natural identificación con lo que son sin necesidad de reconocimiento de nadie9
, tal y como
se vive la religiosidad popular en su forma básica. Este movimiento podría estar
alertándonos, junto con otros, de los efectos que una cultura que ha desarraigado la libertad
personal de la tradición social está generando en los individuos afectados por ella.
Pensamos que al igual que el exhibicionismo social del individuo en la actual
cultura a través del vestir, el hablar,… denota una búsqueda compulsiva de reconocimiento
y auto-identificación ausente, esto mismo estaría sucediendo a nivel de los grupos sociales.
Es significativo en este sentido que muchas tradiciones populares (no sólo las religiosas)
estén siendo recuperadas por los retornados a los pueblos o por habitantes esporádicos que
viven en ámbitos sin arraigos tradicionales y que buscan tener algo propio, específico,
identificativo… más allá del anonimato social parece anularlos interiormente en la ciudad.
De esta forma, muchos de estos gestos de religiosidad popular se están revitalizando
por los sujetos habitados interiormente por otra cosmovisión cultural, quizá aún sin
construir. Podríamos hablar de generaciones intermedias en el proceso de cambio cultural,
generaciones en crisis de identidad que buscarían en estos gestos una especie de Arcadia
para su propia humanidad que sienten que no tiene hogar de arraigo. Ahora bien, esto se
realiza a través de la visita y teatralización de unos gestos de la religiosidad popular que
son ruinas restauradas sin el espíritu que las habitaba, que ya no existe en las personas que
los actúan. ¿Qué pueden dar así a quien busca en ellos?
Como en todo proceso simbólico-ritual que busca alcanzar a expresar y conceder la
realidad celebrada, los gestos deben repetirse de forma idéntica a como se realizaron
siempre, pues es así como son eficaces. Este dinamismo se exacerba en momentos de
desagregación social que busca una exactitud milimétrica que les fuerce a entregar su
misterio escondido ya no alcanzable. Aparece así esa tensión especialmente visible en
momentos de crisis cultural como los actuales entre la búsqueda de nuevas ritualidades y el
apego incondicional a lo fijo.
9
Sociedades de desarraigo, a-comunitarias, en desagregación social.
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Ante esta situación nos preguntamos ¿puede ayudar hoy la religiosidad popular a la
autocomprensión y autoexpresión de lo humano en el hombre, de lo más humano que le
constituye? ¿Puede hacerle comprender su identidad última y el sentido de su camino en la
historia? Creemos que sí, a condición de que se abandone esa adoración externa de los ritos
y aparezca un interés por la verdad que conllevan y que hemos intentado describir en el
apartado anterior. Esto nunca fue un trabajo de los políticos, ni de los hábiles comerciantes,
sino de los profetas. Como afirmaba un compañero de mi facultad “al pueblo no le sobran
los ritos, lo que le falta es la fe evangélica”10
. Se podría alargar el horizonte de esta
afirmación al ámbito secular y decir que al pueblo no le sobran ritos, sino que le falta una
humanidad honda que no se conforme con el precepto dominical del futbol, la adoración
devota de las imágenes de piedad televisiva o las peregrinaciones periódicas a los templos
de la diversión temática y el consumo, auténticos espacios de expresión de los dinamismos
arquetípicos de lo humano en una forma banal y empequeñecedora de su propia
humanidad.
El espíritu del hombre siempre se busca a sí mismo en la carne de la historia, una
carne hecha ya por nuestros padres y acogida de ellos, pero a la vez necesitada de decirse
con nuestra misma creatividad. Por eso, ninguna religiosidad popular podrá dar un espíritu
al hombre que éste no quiera realizar como propio y ninguna generación podrá crear unos
gestos a la altura de lo humano si no tiene una buena razón de vida, razón que para el
creyente sólo se encuentra y recibe en ultimidad de Dios y su evangelio de vida.
Muchas gracias.
Publicado en La antropología y las ciencias sociales en el nuevo milenio, Actas del
Simposio Homenaje a Francisco Rodríguez Pascual, Zamora 2009, 41-57.
10
BOROBIO, D., «Fe cristiana y cultura del pueblo», en La religiosidad…, 52.