1. BIOTERRORISMO, BIODEFENSA, BIOETICA
1. Introducción
Como resultado de la hecatombe del 11 de septiembre de 2001, se han producido una
serie de reacciones políticas y académicas que nos obligan a revisar esta distancia entre
bioética y violencia extremista. La infestación del territorio hostil con microorganismos
patógenos ya se usaba en tiempos bíblicos.
2. Pánico moral y sociedad de riesgos
El pánico moral es una reacción social a una "condición, episodio, persona o grupo de
Personas que emergen como una amenaza para Valores e intereses de la sociedad "
El pánico moral surge ante circunstancias intrasociales y se combate con mecanismos de
control social. El alcance y la duración del estado de pánico moral son variables y están
expuestos a las influencias de los medios Comunicación, incluso si estas interacciones Se
interpretan de manera muy diferente. los Las agencias gubernamentales pueden
diagnosticar una condición de pánico sin examinar adecuadamente la opinión del público,
lo que resulta en una respuesta exagerada a a riesgos reales y creando nuevas
situaciones de incertidumbre moral.
El concepto de riesgo es propio de la época moderna, algunos aspectos del cual han
asumido al mismo tiempo sus propios matices y características, que, en resumen, son: (1)
causalidad compleja; (2) imprevisibilidad y latencia; (3) no limitado en tiempo, espacio o
clase decididamente social; (4) no detectable por medios ordinarios; (5) a través de
decisiones y acciones humanas.
El bioterrorismo crea una situación explosiva porque no es fácil de clasificar entre daños
sociales y reacciones conocidas hasta ahora. El bioterrorismo puede funcionar con células
intrasocial, provocando un pánico moral, pero en gran medida es un riesgo por su falta de
La previsibilidad y su indeterminismo. Sin embargo, debido a que no es producto de la
acción humana El bioterrorismo asume el carácter de peligro de una manera que es
comprensible y, por lo tanto, controlable, en similitud con desastres de telurio, y también
amenazas, cuando se trata de hacer cumplir y cambiar el comportamiento y las políticas.
3. Armas biológicas
El desarrollo de armas biológicas siempre fue motivo de controversia, por lo que se
intentó justificarlas moralmente como medios efectivos de represalia y disuasión,
estrictamente reservados para fines defensivos. La evolución del uso de elementos
biológicos con fines bélicos es zigzageante, tanto en su evaluación estratégica con
respecto a otras formas de destrucción masiva, como también en la justificación moral de
su empleo como defensa, como represalia o como arma ofensiva. Hubo una gran
desconfianza hacia las armas biológicas durante la 2a guerra mundial, más por razones
militares que éticas, dado el insuficiente desarrollo de arsenales biológicos eficaces, pese
2. a un vasto despliegue de esfuerzos de producción – botulina, ántrax – y de investigación –
brucelosis, tularemia, psitacosis.
4. Biodefensa
El temor al bioterrorismo genera decisiones y acciones que intentan reducir la
probabilidad de un ataque terrorista, utilizando para ello tácticas policiales y militares, así
como medidas de agresión para aniquilar a los bioterroristas, tácticas todas éstas que no
están relacionados con la salud pública. “La salud pública se ve ahora con una
incumbencia adicional: neutralizar o minimizar las consecuencias de actos de
bioterrorismo, una incumbencia que le es, hasta cierto punto, extraña. Implica el desarrollo
de acciones policiales, agregando la criminalística a la epidemiología
5. Salud pública y bioterrorismo
El aumento de recursos para salud pública, acompañado de una expansión de sus
objetivos hacia la interacción militar, es una empresa éticamente sospechosa, tanto más
si al mismo tiempo se reconoce que la medicina social es un área faltante que ahora
recibirá mayor atención presupuestaria pero destinada sólo minoritariamente a cubrir sus
necesidades sanitarias crónicamente insatisfechas. La estrategia militar pone recursos a
disposición de la salud pública, pero los condiciona a la exigencia que se destine a fines
biológico-militares antes que sanitarios.
La reflexión bioética se ha concentrado, desde sus comienzos, casi exclusivamente en la
práctica médica clínica y, dentro de este ámbito, en la relación interpersonal entre
profesionales sanitarios y pacientes. Sólo muy ocasionalmente se ha entendido que la
salud pública es una actividad sanitaria que también requiere reflexión ética, y que la
bioética debe adaptar sus conceptos y categorías para incluir los procesos de salud
colectiva. Solamente ha habido cierto interés en el área de la justicia sanitaria y en la
discusión sobre derechos a atención médica, pero las acciones y programas de salud
pública han carecido de la intensa preocupación ética concedida a la medicina individual.
6. Conclusiones
El violento colapso de las torres gemelas Nueva York es un duro golpe para la paz civil y
el equilibrio político. Ha producido o debería producir un valor profundo y una reflexión
cultural. En otras formas de manifestaciones sociales y psicológicas, hay pánico moral y
altos niveles de miedo. Sentirse incómodo ante el bioterrorismo ya que este es el
verdadero miedo, y se desconoce cuánto se exagera con fines políticos o a través de la
influencia de los medios. Por supuesto, queremos vivir en un mundo libre. Todo
terrorismo, incluida su variación biológica, pero es necesario analizarlo detenidamente
cómo lograr este objetivo.
3. 7. Análisis critico
De acuerdo al artículo podría decirse que cuando avanza el tiempo más
desarrollamos la biotecnología lo cual podría ser una amenaza, ya que permite
imaginar escenarios escalofriantes ante la creación de organismos que podrían
dañar a los mismos seres vivos, ya que hay diversas personas que podrían utilizar
esta tecnología para su mismo interés, y siempre hay ese miedo en el mundo y
tenemos que vivir de ahora en adelante con ello.
Nosotros estamos vulnerables ante esta situación por los terrorismos químicos y
biológicos, ya que son un arma ya que también no es ético, a pesar que se crea
una biodefensa ante estas armas, siempre hay esa probalidad ya que podría ser
un doctor en un hospital y utilizar mal esta tecnología infectando a pacientes solo
por una protesta.
También la salud pública no hay interés en actividad sanitaria para incluir procesos
de salud colectiva.
Debe de haber más control con los nuevos conocimientos adquiridos con esta
tecnología, o las personas que son manipuladas por fines políticos, para que
disminuya este miedo que tiene la población ante el bioterrorismo.