SEMIOLOGIA CARDIOVASCULAR examen fisico y exploracion
Revista completa 29
1. 1
EDITOR EJECUTIVO
Dr. Leonidas Quintana Marín (Hosp. Carlos Van Buren, Valparaíso, Chile)
COMITÉ EDITORIAL
Dr. Oscar Butrón Vaca (Hosp. Barros Luco-Trudeau, Santiago, Chile)
Dr. Alejandro Cubillos Lobos (Hosp. San José, Santiago, Chile)
Dr. Ulises Guajardo Hernandez (Hosp. Regional de Temuco, Temuco, Chile)
Dr. Jorge Mura Castro (Instituto de Neurocirugía Alfonso Asenjo, Santiago,Chile)
Dr. Melchor Lemp Miranda (Hosp. Clínico de la Universidad de Chile , Santiago, Chile)
Dr. José Lorenzoni Santos (Hosp. Clínico de la Universidad Católica, Santiago, Chile)
Dr. Eduardo Ortega Ricci (Hosp. Regional de Valdivia, Valdivia, Chile)
Dr. Cristián Salazar Zencovich (Hosp. Carlos Van Buren, Valparaíso, Chile)
Dr. Máximo Torche Astete (Hosp. Regional de Concepción, Concepción, Chile)
Dr. Patricio Yokota Beuret (Hosp. Carlos Van Buren, Valparaíso, Chile)
Dr. Franco Ravera Zunino (Hosp. Regional de Rancagua, Chile)
Director responsable: Dr. Leonidas Quintana Marín
Representante legal: Dr. Alfredo Yáñez Lermanda
Reemplazante del Director responsable: Dr. Patricio Yokota Beuret
Secretaria Sociedad: Sra. Jeannette Van Schuerbeck
Dirección: Esmeralda 678 - 2º piso interior - Santiago de Chile
Teléfonos: 56-2 633 41 49 / 56-2 638 68 39
Fax: 56-2 639 10 85
e-mail: neurocirugia@tie.cl
Sitio web: www.neurocirugia.cl
Diseño y diagramación: Mónica Aspillaga F.
Impresión: Orgraf Impresores
Figura central: Vista lateral del hemisferio cerebral derecho. Al retirar el putamen , tanto el Globo pálido (Gp) (color verde) y la Cápsula Interna (CI) (color
morado) pueden ser observados. Se encuentran presentes en esta foto la corona radiada (Cr) delimitada con color rojo, el fascículo uncinado (Uc) y
occipitofrontal señalados con color amarillo y parte de la porción superior del fascículo longitudinal superior (FLS) con celeste.
Trasfondo: En relación al trabajo Los Siete Pecados Capitales del Power Point (Como ser un presentador visual y no morir en el intento)
Revista Chilena de Neurocirugía es propiedad de la Sociedad de Neurocirugía de Chile y/o Sociedad Chilena de Neurocirugía, la cual es la representante oficial
de los neurocirujanos de Chile ante la Federación Latino Americana de Sociedades de Neurocirugía (FLANC), y la Federación Mundial de Sociedades de
Neurocirugía (WFNS).
Toda correspondencia al Editor debe ser dirigida al correo electrónico: leonquin@gmail.com
La Revista Chilena de Neurocirugía no necesariamente comparte las opiniones y criterios aquí publicados, siendo éstos de exclusiva responsabilidad de los autores.
ISSN 0716-4491
REVISTA CHILENA DE NEUROCIRUGÍA
Órgano Oficial de la Sociedad de Neurocirugía de Chile
Indexada a: Directorio Latindex (http://www.latindex.org) - Directorio IMBIOMED (www.imbiomed.com)
3. 3
SOCIEDAD DE NEUROCIRUGÍA DE CHILE
Directorio 2005 - 2007
PRESIDENTE
Dr. Alfredo Yáñez L.
ayanez@redclinicauchile.cl
VICEPRESIDENTE
Dr. Patricio Yokota B.
pyokota@vtr.net
SECRETARIO
Dr. Melchor Lemp M.
lemp@vtr.net
TESORERO
Dr. Wolfgang Mauersberger S.
mauersberger@mi.cl
PRESIDENTE ANTERIOR
Dr. David Rojas P.
drojasp@vtr.net
EDITOR DE REVISTA
Dr. Leonidas Quintana M.
leonquin@gmail.com
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
Dirección: Esmeralda 678 2º Piso Interior, Santiago de Chile / Fonos: 56-2-633 41 49 / 56-2-638 68 39 / Fax: 56-2-639 10 85
e-mail: neurocirugia@tie.cl / Sitio web: www.neurocirugia.cl
EDITOR DE INTERNET
Dr. Paolo Massaro M.
paolo_massaro@yahoo.com
DIRECTORES
Dr. Carlos Martínez T.
marpi@ctcinternet.cl
Dr. Jorge Mura C.
jorgemura@terra.cl
Dr. Franco Ravera Z.
fraveraz@yahoo.com
Dr. Cristian Salazar Z.
dr.cristian.salazar@gmail.com
Dr. Rogelio Vigueras A.
rogeliovigueras@gmail.com
Dr. Gustavo Zomosa R.
gzomosa@redclinicauchile.cl
5. 5
EDITORIAL
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
Quirófano - ¿Quién la usó por primera vez?
Quién, cuándo, dónde, cómo y por qué se acuñó en español el vocablo quirófano para dar nombre a lo que hasta entonces se
había llamado, como en el resto del mundo, ‘sala operatoria’ o ‘anfiteatro de operaciones’.
Para ello, hemos de retroceder, siguiendo las pesquisas etimológicas de Cristóbal Pera, (1,2) hasta 1892, año de construcción del
primer quirófano de España, en el Hospital de San Carlos de Madrid. En el acto de inauguración, el doctor Andrés Del Busto,
director de clínicas de dicho hospital, pronunció un discurso en el que narraba la construcción de un «local en que la moderna
medicina operatoria pudiera practicarse con sujeción a todas las reglas de la asepsia quirúrgica», al tiempo que permitiera a
estudiantes y discípulos presenciar directamente la actuación del cirujano y los detalles de las intervenciones quirúrgicas.
En un pasaje de ese discurso, que reproduzco a continuación, el propio Del Busto nos cuenta el origen etimológico del nombre
escogido y cuál era en un principio la principal característica distintiva de un quirófano:
[...] el departamento quirúrgico, al que dimos el nombre de quirófano, por entender que este nuevo nombre, formado de dos
raíces, que significan cirugía y transparente, representaba bien la idea de poder realizar en él las operaciones de modo que
pudieran ser vistas por los discípulos sin hallarse ellos en la misma sala operatoria. [...]
Dr. Juan Carlos Gómez en el quirófano de Neurocirugía- Hospital Enrique Deformes -Valparaíso
6. 6
Para lograr, pues, las ventajas de que un local operatorio perfectamente aséptico, o tanto al menos como sea posible lograrlo, y
en el que nadie que no intervenga activamente en la operación pueda entrar, sirva para la enseñanza, haciéndose visible la
operación para todos los discípulos, ideamos y hemos logrado separar el anfiteatro en que ellos han de hallarse de la sala
operatoria por un septum lucidum, formado por una elegante armadura de hierro y cristales, que desde el techo hasta cerca del
suelo se extiende en todo lo alto y lo ancho de las estancias, resolviendo completamente aquellas dificultades, incomunicando las
atmósferas de las dos piezas y dando luz y comunicación visual por todas partes.
Del Busto, A.: La cirugía del presente y los cirujanos del pasado.
Madrid: Imprenta y Litografía de los Huérfanos, 1892.
Referencias
1. Pera, C. Quirófano: origen y expansión de este neologismo de uso exclusivo en la cirugía española. Jano 1997; 52: 2366-2368.
2. Pera, C. Quirófano. En: El cuerpo herido: un diccionario filosófico de la cirugía. Barcelona: Acantilado, 2003; pp. 291-295.
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
9. 9
2007 Volumen 29
ISSN 0716-4491
REVISTA CHILENA DE NEUROCIRUGÍA
Órgano Oficial de la Sociedad de Neurocirugía de Chile
SUMARIO
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
INVESTIGACIÓN
Disección y organización tridimensional de las fibras cerebrales en cerebros cadavéricos humanos
Dr. Humberto J. Ferretti Bondy (*), Dr. David Martínez Neira (**), Dr. Gilberto Martínez Carrión (**)
(*)Estudiante de Medicina, U. De Guayaquil, Ecuador / (**) Neurocirujano Hospital Luis Vernaza, Guayaquil, Ecuador
Realizado en el Laboratorio de Microcirugía del Departamento de Neurocirugía del Hospital Luis Vernaza (Guayaquil - Ecuador)
desde el 1 de Abril del año 2006 hasta el 31 de Marzo del año 2007. p.13
Evaluación de la Histotoxicidad del 2-octyl-cyanoacrilato en el cerebro del conejo.
Histotoxicity evaluation of 2-octyl-cyanoacrylate on the rabbit’s brain.
Maurus Marques de Almeida Holanda1; Virgínia Faria S. de Almeida2; Margareth de Fátima F. M. Diniz1; Luiz Márcio de
Brito Marinho Segundo1; Isac Almeida de Medeiros1.
1Laboratório de Tecnologia Farmacêutica (LTF), Universidade Federal da Paraíba (UFPB), João Pessoa, PB, Brazil
2PROMÉDICA Laboratório de Patologia, João Pessoa, PB, Brazil. p.20
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
TRABAJOS ORIGINALES
Aneurismas paraclinoideos en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco: Experiencia de 16 años
Dr. Ulises Guajardo Hernández (1) Dr. Hector Escalante Cárdenas (1)
Victor Neira Vidal (2) Paula Troncoso Trujillo (2)
(1) Servicio de Neurología y Neurocirugía Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco.
Facultad de Medicina- Universidad de La Frontera. (2) Internos Carrera Medicina, Facultad de Medicina, Universidad de La Frontera. p.25
Complicaciones quirúrgicas y mecánicas de la estimulación cerebral profunda
en el tratamiento de la Enfermedad de Parkinson
Miguel Gelabert González, Ramón Serramito García.
Instituto Universitario de Ciencias Neurológicas. Departamento de Cirugía. Facultad de Medicina. Servicio de Neurocirugía. Hospital Clínico Universitario.
Universidad de Santiago de Compostela. España. p.29
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
10. 10
Meduloblastoma, caracterización de los últimos 10 años en el Hospital Guillermo Grant Benavente, Concepción.
Alejandro Torche Vélez (1), Esteban Torche Vélez (2), Michael Frelinghuysen Vial (5), Francisco Luna (4),
Máximo Torche Vélez (3).
(1) Médico EDF Hospital Dr. Rafael Avaria Curanilahue. (2) Becado Neurocirugía Instituto Neurocirugía Asenjo.
(3) Becado Neurocirugía Hospital Carlos Van Buren. (4) Neurocirujano Hospital Clínico Regional de Concepción.
(5) Interno de Medicina Universidad de Concepción. p.36
Meningiomas quísticos: Presentación poco habitual de este tipo de neoplasias
Dr. Jimmy Achi(1), Dr. Ivan Mena (2), Dr. Leonidas Quintana (1), Dr. Andrés Cancino (3), Dr. Paolo Massaro (1), Dr. Gabriel
Millanao (3), Paulina Bernal (4).
(1) Hospital Carlos Van Buren, Valparaíso-Chile, (2) Hospital Clínica Kennedy, Guayaquil-Ecuador, (3) Hospital San Pablo, Coquimbo-Chile. (4)
Universidad Católica del Norte Coquimbo-Chile. p.39
Protocolo para el tratamiento quirúrgico precoz en el control de la hipertensión intracraneal
en el traumatismo craneoencefálico grave.
AUTORES: Dr. Angel Jesús Lacerda Gallardo.*, Dra. Daisy Abreu Pérez**, Dra. Amarilys Ortega Morales***,
Dr. Julio A. Díaz Agramante***, Dr. Gilberto Miranda Rodríguez***.
*Especialista de 2do grado en Neurocirugía. Investigador Auxiliar. Jefe de servicio de Neurocirugía, Hospital General de Morón. Profesor Instructor de
Neurocirugía y Fisiología Normal y Patológica, Facultad de Ciencias médicas de Ciego de Ávila, Cuba.
** Especialista de 1er Grado en Pediatría. Verticalizada en Cuidados Intensivos Pediátricos, Hospital General de Morón. Profesora Asistente de
Cuidados Intensivos. Facultad de Ciencias Médicas de Ciego de Ávila.
***Especialista de 1er Grado en Neurocirugía. Hospital General de Morón. Profesor Instructor de Neurocirugía
Facultad de Ciencias médicas de Ciego de Ávila, Cuba. p.45
¿Es la tricotomía necesaria en la práctica neuroquirúrgica habitual?:
Experiencia preliminar del Hospital Dr. Sótero del Río, Santiago - Chile
Drs. Francisco Santorcuato F., Ricardo Rojas V., Felipe Rossel T.
Servcio de Neurocirugía, Hospital Dr. Sótero del Río, Santiago-Chile. Residente, Pontificia Universidad Católica de Chile. p.52
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
11. 11
REPORTE DE CASOS
Carcinoma folicular de tiroides y metástasis a cráneo: presentación de caso
Luis Rafael Moscote Salazar (*), Rubén Sabogal Barrios (*), César Redondo (***), Blanca de Oro Genes (****).
(*) Residente de Neurocirugía, (**) Docente de Neurocirugía, (***) Docente de Patología, (****) Residente de Patología.
Universidad de Cartagena, Hospital Universitario del Caribe, Colombia. p.57
Chronic subdural hematoma with sudden clinical uncal herniation and coma - Case Report
Wellingson Silva Paiva (*), Robson Luis Oliveira de Amorim (*), Eduardo Joaquim Lopes Alho (*), Daniel Dante Cardeal
(*), Almir Ferreira Andrade (**).
(*) Neurosurgery resident, Hospital das Clínicas, Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo (HCFMUSP), São Paulo, Brazil.
(**) Director of Neurosurgical Emergency Unit, Hospital das Clínicas, Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo (HCFMUSP), São Paulo, Brazil.
The place where the work was developed:
Hospital das Clínicas, Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo (HCFMUSP), São Paulo, Brazil p.60
Coexistencia de neuroblastoma olfatorio y aneurisma de la arteria carótida interna. Presentación de un caso.
Coexistence of an olfactory neuroblastoma and internal carotid artery aneurism. Case report.
Santos-Ditto RA (1), Santos-Franco JA (2), Echevarrieta J (3), Izurieta-Ulloa M (4),
Mora-Benítez H (5), Saavedra Tatiana(6).
(1) Jefe del Servicio de Neurocirugía, Hospital Alcívar Guayaquil, Ecuador. Profesor Titular Cátedra de Neurología, Escuela de Medicina, Facultad de
Medicina Universidad de Guayaquil.
(2) Neurocirujano y Terapista Endovascular Neurológico del Centro Médico Nacional «La Raza», México DF. Profesor Titular de la Cátedra de
Anatomía en la Escuela de Técnicos Radiólogos de la Sociedad Mexicana de Radiología e Imagen, México DF.
(3) Neurointervencionista de la Clínica Bazterrica, Buenos Aires, Argentina.
(4) Neurocirujano del Hospital Luís Vernaza, Guayaquil, Ecuador.
(5) Servicio de Neurocirugía del Hospital «Teodoro Maldonado Carbo», Guayaquil, Ecuador.
(6) Médico del Hospital Alcívar Península, Salinas, Ecuador. p.63
Neurocitoma Central. Reporte de 2 casos
Central Neurocytoma. Report of 2 cases.
Dr. Ulises Guajardo Hernández (1), Dr. Pablo Guzmán Gonzalez (2), Pablo Zambrano Coloma (3),
Felipe Ibieta Troncoso (3).
(1) Servicio de Neurocirugía. Hospital Hernán Henríquez Aravena, Temuco. Departamento de Especialidades. Universidad de la Frontera.
(2) Departamento de Anatomía Patológica, Hospital Hernán Henríquez Aravena, Temuco. Departamento de Especialidades.
Universidad de la Frontera. (3) Internos de Medicina. Universidad de la Frontera. p.67
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
12. 12
DOCENCIA
Los Siete Pecados Capitales del Power Point
(Como ser un presentador visual y no morir en el intento)
«El mundo se ha convertido por completo en una imagen». M. Heidegger
Roberto Rosler
Facultad de Medicina de la Universidad Abierta Interamericana -Buenos Aires-Argentina p.72
MAESTROS DE LA CIRUGÍA CHILENA p.76
LISTA DE SOCIOS p.77
NORMAS DE PUBLICACIÓN p.84
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
13. 13
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Investigación
Antes del desarrollo del micrótomo y de
las técnicas histológicas, anatomistas
demostraron muchos fascículos y tractos
cerebrales usando esta técnica. (1)
Raymond Vieussens (1641-1715) reintro-
dujo la técnica de disección de fibras, la
cual también fue usada en la segunda
mitad del siglo 17 por Thomas Willis
(1621-1675) y Nicholaus Steno (1628-
1686). (1)
Ningún estudio similar apareció en la
literatura por más de 100 años. En 1802,
Sir Charle Bell (1774-1842) un anato-
Disección y organización tridimensional de las fibras
cerebrales en cerebros cadavéricos humanos
Dr. Humberto J. Ferretti Bondy (*), Dr. David Martínez Neira (**), Dr. Gilberto Martínez Carrión (**)
(*)Estudiante de Medicina, U. De Guayaquil, Ecuador / (**) Neurocirujano Hospital Luis Vernaza, Guayaquil, Ecuador
Realizado en el Laboratorio de Microcirugía del Departamento de Neurocirugía del Hospital Luis Vernaza (Guayaquil - Ecuador) desde
el 1 de Abril del año 2006 hasta el 31 de Marzo del año 2007.
Rev. Chil. Neurocirug. 29: 13-19, 2007
Resúmen: Los tractos de la sustancia blanca son elementos anatómicos, los cuales en las últimas décadas han sido nuevamente
motivo de estudio mediante el empleo de microscopios que cuentan con sistemas ópticos y de iluminación. Merced a lo cual,
anatomistas y neurocirujanos hicieron aportes al detalle anatómico, cuyos resultados son invaluables en la interpretación de exámenes
imagenológicos como la resonancia magnética (RM) y la tractografía y en procesos quirúrgicos como en la exeresis de tumores
intraaxiales, malformaciones arteriovenosas y en la cirugía de la epilepsia.
Objetivos: Demostrar la importancia de la técnica de disección de fibras cerebrales en la comprensión de la anatomía tridimensional
intrínseca del cerebro humano. Identificar las fibras cerebrales de asociación, comisurales y de proyección y sus relaciones anatómicas.
Método: Seis hemisferios cerebrales humanos fijados en formol al 10% fueron disecados de lateral a medial usando como herramientas
principales el microscopio operatorio y espátulas de madera de características diferentes.
Resultados: Se estudió y se expuso las complejas fibras de la sustancia blanca cerebral obteniendo un conocimiento y comprensión
de la disposición anatómica de dichas estructuras.
Conclusión: Es importante el conocimiento anatómico para preservar las funciones en procedimientos operatorios.
Palabras clave: Fibras cerebrales, microscopio operatorio, procesos quirúrgicos.
mista y cirujano de Edimburgo publicó
su atlas del cerebro. Teniendo una
habilidad artística poco común, él ilustró
sus publicaciones anatómicas con sus
propios dibujos. En el año 1810, Johann
Christian Reil (1759-1813), un psiquiatra
y neuroanatomista alemán publicó un
atlas que demostró las estructuras
internas del cerebro fijadas con alcohol,
usando la técnica de disección de fibras.
Franz Joseph Gall (1758-1828) y su
estudiante J. C. Spurzheim (1776-1832),
de Viena, confirmaron con absoluta
certeza la decusación de las pirámides.
En el año 1827, un anatomista inglés,
Herbert Mayo, quien fue un estudiante
de Bell, publicó un libro que incluye varias
de las mejores ilustraciones de disección
del cerebro en aquellos tiempos. Mayo
demostró la corona radiada, la cápsula
interna, los pedúnculos cerebrales
superior e inferior, el fascículo uncinado,
el fascículo longitudinal superior, núcleo
lenticular, tapetum, el tracto mamilo-
talámico y la comisura anterior.
Dos años más tarde, el anatomista italiano
Luigi Rolando (1773-1831) fue el primero
enrepresentarlossurcosycircunvoluciones
14. 14
incluyendo el surco central, el cual lleva
su nombre. (1)
En 1838, un anatomista alemán Friedrich
Arnold (1803-1890) demostró por
primera vez el tracto frontopontino
(conocido como el tracto de Arnold), el
cual se extiende desde la corteza frontal
pasa a través la parte anterior de la
cápsula interna, y va a la parte medial del
pedúnculo cerebral hasta el puente.
En el año 1844, un psicólogo y anatomista
alemán Karl Friedrich Burdach (1776-
1847), demostró, usando la técnica de
disección de fibras el fascículo cuneiforme
el cual lleva su nombre.
Bartholomeo Panizza (1785-1867), un
anatomista italiano, demostró la vía visual
desdeelojohastalacortezaoccipitalen1855.
En el año 1857, un anatomista francés,
Louis Pierre Gratiolet (1815-1865) junto
con su profesor y amigo Francois Leuret
(1797-1851), publicaron un atlas donde
describían con ilustraciones sus
resultados. (1)
Gratiolet también identificó la radiación
óptica (la cual en un inicio se llamó la
radiación de Gratiolet), desde el cuerpo
geniculado lateral hasta la corteza
occipital, en detalle. (1, 2)
En el año 1872 en Viena, Theodor H.
Meynert (1833-1892), un profesor de
neurología y psiquiatra, refinó la cruda
división del sistema de fibras y, por
primera vez, se uso los términos de
«asociación» y «proyección».
Sus estudios realizados en cerebros
humanos lo convenció de que el cuerpo
calloso consiste principalmente de fibras
corticales decusadas, las cuales se dirigen
hacia abajo hacia los ganglios basales. (1)
En 1895, un neurólogo francés, Joseph J.
Dejerine (1849-1917), describió el fascículo
occipitofrontal. (Posteriores estudios
demostraron que la ubicación que él había
dado para esta estructura era inexacta).
En 1896, un anatomista y antropólogo
sueco Magnus G. Retzius (1842-1919)
fue el primero en tomar fotos para ilustrar
las disecciones.
Como la técnica de disección de fibras
cerebrales requiere mucho tiempo y
paciencia fue casi «perdida» después del
desarrollo del micrótomo y las técnicas
histológicas.
En los principios del siglo XX, pocos
anatomistas utilizaron la técnica de
disección de fibras para estudiar la
estructura cerebral interna.
En el año 1909, E. J. Curran localizó y
describió el fascículo occipitofrontal.
Joseph Klingler (1888-1963), anatomista
de Basel, hizo una gran contribución a la
disección de fibras cerebrales, ya que en
el año 1935, desarrollo un método de
fijación cerebral y una técnica que hoy
lleva su nombre.
Como otros, él disecó cerebros previa-
mente fijados con formol, con espátulas de
madera, sin embargo congeló los cerebros
antes de la disección ya que la congelación
ayuda a separar las fibras.
Su super atlas de disección de fibras,
contiene detallados estudios anatómicos
del cerebro, y fue publicado en 1956.
Sus estudios fueron impresionantes pero
su técnica no fue muy usada. (1)
En el año 1950 Gazi Yasargil aprendió
dicha técnica y el conocimiento aprendido
lo aplicó en todas sus rutinas de
procedimientos microquirúrgicos.
Ugur Türe desarrolló un gran interés
cuando visitó el departamento de
neurocirugía en Zürich (Suiza) en 1990 y
ha revitalizado la técnica de disección para
las fibras conectivas cerebrales. (1, 3)
Lo que demuestra que en más de 300
años, pocos son los estudios reportados
sobre la estructura tridimensional de las
fibras cerebrales en el ser humano.
Descripciones disponibles que proveen
una cuenta bastante completa de estas
conexiones, se basan mayormente en
estudios experimentales en primates y
no necesariamente se aplican a la especie
humana. (1)
Con el avance de las técnicas histológicas
y de imágenes este tipo de disección ha
quedado relegado por lo que muchos
cirujanos no utilizan este conocimiento
para el abordaje de diversas lesiones
intraaxiales. (1, 3, 4)
Es necesario revisar el conocimiento legado
por los anatomistas mediante el empleo
de nuevas técnicas de imagen y de
microdisección, para comprobar o
modificar el dogma anatómico sobre la
disposición tridimensional de estos tractos.
Cada hemisferio cerebral, además de
contener células de sustancia gris y
cavidades ventriculares, comprende un
amplio volumen de fibras blancas, las
cuales son conocidas como tractos o
fascículos. (1)
Estas fibras nerviosas están divididas en
tres grupos:
- Asociación
- Comisurales
- Proyección. (1, 5)
Fibras de asociación
Las más numerosas de los tres grupos,
interconectan regiones cercanas y
distantes de la corteza cerebral, se
encuentran en el mismo hemisferio, y por
lo tanto estas fibras pueden ser largas o
cortas. (1, 5, 6)
Desde el punto de vista funcional,
comparten el mismo objetivo, que es
proporcionar «canales» bidireccionales
eficientes para la comunicación entre las
áreas corticales dentro de cada
hemisferio. (6)
Las fibras arcuatas, también llamadas
fibras «U», (1,4,5) son fibras de asociación
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
15. 15
cortas, que conectan regiones de las
circunvoluciones adyacentes entre sí.
Las fibras de asociación largas son:
- Cíngulo
- Fascículo uncinado
- Fascículo occipitofrontal
- Fascículo longitudinal superior
- Fascículo longitudinal inferior
El cíngulo se extiende desde el área
subcallosa continuando posterior sobre
la superficie dorsal del cuerpo calloso. (1)
Elfascículouncinado,conectaellóbulofrontal
y temporal corriendo caudalmente a través
de la sustancia blanca del lóbulo frontal, se
curva ventral a nivel del limen de la ínsula,
para luego salir para alcanzar la corteza de la
porción anterior de la circunvolución
temporal superior y media.
El fascículo occipitofrontal conecta las
regiones frontal y occipital cuando pasa
a través de la parte basal de la ínsula y
lóbulo temporal. (1, 5)
El fascículo longitudinal superior, también
llamado fascículo arcuato o arqueado,
conecta los lóbulos frontal, parietal,
occipital y temporal alrededor de la cisura
silviana. (1, 6, 7)
Esta vía es importante en la adquisición
normal de las funciones del lenguaje y la
memoria auditivoverbal (repetición). (6)
El fascículo longitudinal inferior está
localizado paralelo al cuerno temporal y
el ventrículo lateral. (1)
Fibras comisurales
Son aquellas que cruzan la línea media e
interconectan regiones de los dos
hemisferios cerebrales entre sí.
En este tipo de fibras se encuentra el
cuerpo calloso, la comisura anterior y la
comisura hipocámpica. (1, 5). El cuerpo
calloso es la representación característica
de fibras comisurales y que contiene la
mayor cantidad de las mismas, se
encuentra en el piso de la cisura
interhemisférica.
El cuerpo calloso interconecta los
hemisferios cerebrales entre sí a
excepción del polo temporal el cual es
interconectado por la comisura anterior.
La comisura hipocámpica interconecta el
fornix derecho e izquierdo en la porción
posterior del cuerpo calloso. (1)
Fibras de Proyección
Conectan la corteza cerebral con el tronco
encefálico y la médula espinal. (1, 5).
Transportan la información sensitiva y
motora.
Esta proyección radiante de fibras de la
corona radiada , cerca de la parte rostral
del tronco encefálico, forman una banda
compacta de fibras que se conoce con
el nombre de cápsula interna, la cual se
encuentra medial al núcleo lenticular
(putamen y globo pálido) y lateral al
núcleo caudado y al tálamo.(1)
Materiales y metódos
Tipo de estudio
Observacional descriptivo transversal.
Realizado en el Laboratorio de Microcirugía
del departamento de Neurocirugía del
Hospital Luis Vernaza desde 1 abril del año
2006 hasta el 31 de marzo del año 2007.
Muestra
Se tomó como muestra 6 hemisferios
cerebrales humanos íntegros, sin
patología neurológica aparente
(hidrocefalia, tumores, etc).
Metodología
Una vez que se obtuvo las muestras
adecuadas, fueron colocadas en
recipientes plásticos con formol al 10%
por lo menos por 2 meses previo a su
disección.
La arteria basilar fue ligada y usada para
suspender cada cerebro humano dentro
de la solución con formol al 10% y de
esta manera se conservó el contorno
normal del parénquima cerebral.
Después de los 2 meses, la muestra fue
lavada bajo agua corriente durante varias
horas para eliminar el formol.
Luego la pia madre, la aracnoides y las
arterias cerebrales de la muestra se
retiraron cuidadosamente con ayuda del
microscopio operatorio.
Una vez realizado esto, la disección
puedo comenzar. La cual se realizó con
ayuda del microscopio operatorio usando
las magnificacionesde 6x-40x. (1)
Klingler y colegas recomiendan congelar
los especimenes antes de la disección,
porque cuando se congela el formol, se
forman cristales, los cuales penetran entre
las fibras expandiéndolas y separándolas,
lo que facilita el proceso de la disección.
(1, 3, 7, 8)
Si después de iniciada la disección y esta
debe ser interrumpida por un día o más,
el espécimen debe ser conservado en una
solución de formol al 5% hasta reanudar
la disección. (1, 2, 4)
Es recomendable que antes de iniciar la
disección se conozca teóricamente la
estructura interna del cerebro, ya que sin
este conocimiento previo las finas
estructuras del cerebro pueden ser
destruidas de manera inadvertida durante
la disección. (1)
Los principales instrumentos de disección
fueron espátulas de madera de varios
tipos, tamaños y características diferentes.
(1, 3, 5). Estas espátulas retiraron la
sustancia blanca permitiendo así identificar
las fibras y planos anatómicos. (1)
La disección siempre se realizó bajo el
microscopio operatorio, (1,5) ya que este
brinda ciertas ventajas tales como:
- Magnificación
- Iluminación
- Visión tridimensional de estructuras en
camposozonasquirúrgicasdedifícilacceso.
- Documentación gráfica (fotos; videos)
- Educación médica
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Investigación
16. 16
Procedimiento
Se retiró cuidadosamente y con ayuda
del microscopio operatorio la aracnoides
y vasos cerebrales para apreciar la
sustancia gris superficial de la corteza
cerebral. (1, 3, 7)
La disección comenzó en la cara lateral del
hemisferio cerebral. (1, 4, 8) (fig. 1).
EL surco temporal superior es una
localización conveniente para empezar, (1)
ya que frecuentemente los procedimientos
laterales del lóbulo temporal a través los
surcos superior o medial o sus circun-
voluciones son usados para ganar acceso y
ahorrar incisiones futuras al cuerno
temporal. (5)
Resultados y discusión
Al ser removida la corteza cerebral de
manera adecuada, aparecieron las fibras
arcuatas, las cuales conectan las circun-
voluciones adyacentes. (1, 4).
Las fibras arcuatas son fibras cortas de
asociación localizadas inmediatamente
por debajo la corteza cerebral. (1, 4)
La mayoría son reveladas en la disección
lateral de la corteza cerebral. (1)
La disección cuidadosa de las fibras
arcuatas del lóbulo temporal, parietal, y
frontal revelaron al fascículo longitudinal
superior alrededor de la fisura silviana y
la ínsula. (Fig. 2).
Figura 1: Hemisferio derecho; el lugar de inicio
ideal es el surco temporal superior (Sts). Se aprecia
además la circunvolución temporal superior (Cts),
circunvolución temporal media (Ctm) y la
circunvolución temporal inferior (Cti).
Este fascículo es una gran fibra de
asociación que conecta al lóbulo frontal,
parietal, occipital y temporal. (1, 4)
Tiene una forma de «C» y se encuentra
situado en la profundidad de la
circunvolución frontal media, lóbulo
parietal inferior y circunvolución temporal
media. (1, 7, 9)
A este punto, la disección permitió
apreciar la parte oculta de la corteza, la
ínsula de Reil (1). (Fig. 2) La cual es en el
cerebro humano una estructura de gran
desarrollo totalmente encasillada en el
cerebro y es únicamente visible
removiendo los opérculos frontoorbital,
frontoparietal y temporal.
La ínsula, con su forma de pirámide, esta
compuesta de una porción invaginada de
corteza cerebral. (1, 3, 9, 10)
En muchos estudios clínicos se han
atribuido muchas funciones a la ínsula
como por ejemplo la memoria, conducir,
afecto, aumento en el control autonó-
mico, gusto y olfato(9).
El fascículo longitudinal inferior está
localizado paralelo al cuerno temporal y
el ventrículo lateral. (1) (Fig. 3)
Se creía que el fascículo longitudinal
inferior consistía en un tracto largo de
fibras que conectaba las áreas visuales del
lóbulo occipital con lóbulo temporal
Figura 2: Vista lateral del hemisferio cerebral
derecho después de retirar las cortezas frontal,
parietal y temporal. El Fascículo Longitudinal
Superior (FLS) se encuentra alrededor de la Ínsula
(In). Fibras arcuatas (Ar).
anterior, posiblemente tenia un papel en
la memoria visual. Varios anatomistas han
demostrado recientemente que está
constituido por diferentes fibras de
asociación cortas, dando el aspecto
macroscópico de que fuera un solo
fascículo de fibras. De esta manera varios
autores proponen que se denomine
«sistema de proyección longitudinal
inferior» (5) .
La disección total de la corteza insular
mostró a la cápsula extrema, (1, 5, 9)
que consiste en un sistema de fibras bien
delgado que conecta el opérculo frontal
y temporal con la ínsula (4, 9) (Fig. 4 y 5).
Figura 3: Vista lateral de hemisferio cerebral
derecho. Se observa el fascículo longitudinal superior
(FLS) y el fascículo longitudinal inferior (FLI).
Figura 4: Vista lateral del hemisferio cerebral
derecho después de retirar la totalidad de la
corteza insular donde se aprecia la cápsula
extrema (Ex).Se observa también el fascículo
longitudinal superior (FLS).
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
17. 17
Figura 5: Vista lateral. Apreciación de la cápsula
extrema (Ex) del hemisferio derecho después de
retirada la totalidad de la corteza insular. Se
observa el fascículo longitudinal superior (FLS).
La disección de la cápsula extrema
permitió visualizar el claustro, ubicado en
el ápex insular, y la cápsula externa
ubicada en la periferia del claustro. (1, 4,
5, 8)
El claustro es una lámina delgada de
sustancia gris que se encuentra paralela
al putamen.
La porción más profunda de la cápsula
extrema y la cápsula externa consisten
en fibras de los fascículos uncinado y
occipitofrontal. Estas fibras están
localizadas debajo de la porción basal de
la corteza insular. (Fig. 7 y 8)
El fascículo uncinado esta compuesto por
fibras de asociación de los lóbulos frontal
y temporal que pasan a través el limen
de la ínsula y conecta la corteza fronto-
orbital al polo temporal. (1)
El fascículo uncinado provee la mayor
fuente de interconexión entre las
estructuras límbicas y paralímbicas.
Por ejemplo interconecta la ínsula con
otras estructuras paralímbicas como lo
son el polo temporal y la porción caudal
de la circunvolución orbital. También
interconecta estructuras límbicas como
la amigdala y el uncus con el área
subcallosa y circunvolución recta. (9, 10)
El fascículo occipitofrontal es una fibra de
asociación larga que conecta los lóbulos
frontal y occipital. También pasa por la
parte basal de la ínsula, inmediatamente
superior al fascículo uncinado. No hay una
delimitación exacta entre el fascículo
uncinado y occipito-frontal. (1, 9)
La cápsula externa es una lámina delgada
de sustancia blanca la cual separa el
claustro del putamen. (1, 9, 10)
Cuando se retiró la parte inferior del
fascículo longitudinal superior se expuso
por completo la parte posterior del
fascículo occipitofrontal. (fig. 7 y 8)
Continuando con la disección de la
cápsula externa se observó el putamen,
el cual esta compuesto por sustancia gris.
(Fig. 6).
Al ser aumentada la magnificación del
Figura 6: Vista lateral del hemisferio cerebral
derecho. AL retirar el claustro y la cápsula externa
se ve el Putamen (Pt) y la Corona radiada (Cr).
El fascículo longitudinal superior (FLS) sin disección
de su parte inferior.
Figura 7: Vista lateral de hemisferio cerebral
derecho al se retirada la parte inferior del fascículo
longitudinal superior (FLS). Aparece a la vista con
claridad el fascículo Occipitofrontal (Of) y el
fascículo Uncinado (Uc). Además se aprecia el
putamen (Pt), parte superior del FLS y Corona
radiada (Cr).
Figura 8: Vista lateral de Hemisferio cerebral derecho
alserretiradalaparteinferiordelfascículolongitudinal
superior (FLS). Se visualiza el putamen (Pt) , corona
radiada (Cr), FLS parte superior, fascículo uncinado
(Uc) fascículo occipitofrontal (Of).
El putamen tiene una consistencia espon-
josa, lo cual lo diferencia del firme globo
pálido. En este nivel, un sistema de
succión puede remover el putamen y
revela el globo pálido y la cápsula interna
en la periferia. (1). (Fig. 9 y 10).
Figura9:Vistalateraldelhemisferiocerebralderecho.
Al retirar el putamen , tanto el Globo pálido (Gp) y
la Cápsula Interna (CI) pueden ser observados. Se
encuentran presentes en esta foto la corona radiada
(Cr), y el fascículo uncinado (Uc).
Figura 10: Vista lateral del hemisferio cerebral
derecho. Al retirar el putamen , tanto el Globo pálido
(Gp) (color verde) y la Cápsula Interna (CI) (color
morado) pueden ser observados. Se encuentran
presentes en esta foto la corona radiada (Cr)
delimitada con color rojo, el fascículo uncinado
(Uc) y occipitofrontal señalados con color amarillo
y parte de la porción superior del fascículo
longitudinal superior (FLS) con celeste.
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Investigación
18. 18
Figura 11: Vista lateral del hemisferio cerebral
izquierdo al retirar con paciencia el Globo pálido
se encuentra la comisura anterior (CA)
Figura 12: Vista lateral de hemisferio cerebral
derecho donde el remanente del fascículo
longitudinal superior ha sido retirado para poder
observar la corona radiada (Cr) en su totalidad.
Se encuentra presentes en esta foto el fascículo
uncinado (Uc), occipitofrontal (Of), Globo pálido
(Gp) y la cápsula interna (CI).
microscopio las fibras estriadonigras que
pasan a través del globo pálido pueden
ser identificadas. Estas fibras conectan el
putamen y el núcleo caudado a la
sustancia negra.
El firme globo pálido fue excavado para
poder observar por entero a la cápsula
interna y la extensión lateral de la
comisura anterior. (Fig. 11)
Se precisó destreza y paciencia para
remover el globo pálido para evitar dañar
las fibras que constituyen la comisura
anterior, la cual interconecta las cortezas
olfatorias homologas, las circunvoluciones
temporales medias y las temporales
inferiores. (1, 9, 10).
La extensión lateral de la comisura
anterior pasa a través de la porción basal
del globo pálido, perpendicular al tracto
óptico y medial al fascículo uncinado.
A continuación el remanente del fascículo
longitudinal superior tubo que ser
retirado para poder observar la corona
radiada en su integridad. (Fig. 12).
El estrato sagital consiste en fibras del
fascículo occipitofrontal, del pedúnculo
talámico posterior, y fibras de la comisura
anterior. (1, 4)
Esta orientado en un plano sagital que
pasa desde el lóbulo temporal hacia el
lóbulo occipital. (4)
Todos los tractos cerebrales menciona-
dos se curvan anteriormente debido a la
Conclusiones
La corteza temporal tiene muchas
funciones importantes incluyendo la
memoria, lenguaje en el hemisferio
dominante y el proceso musical en el
hemisferio no dominante lo cual es
importante porque hay que conocer la
anatomía del lugar para preservar dichas
funciones en procedimientos operatorios.
(11).
Las fibras de la sustancia blanca son
difíciles de seguir si se usa las técnicas
histológicas, pocos tractos han sido
agrupados según sus relaciones, cursos y
conexiones. La técnica de disección de
fibras tiene el potencial de revelar muchos
hallazgos interesantes que aumentan el
conocimiento y las técnicas de
microcirugía. (1)
La técnica de disección de fibras permite
un mejor entendimiento de las relaciones
tridimensionales que existen entre las
fibras de la sustancia blanca, la corteza
cerebral y las estructuras anatómicas
cerebrales profundas. (3, 4)
Para mejorar el estudio de la técnica de
disección de fibras es necesario el uso
del microscopio quirúrgico para estudiar
mayores detalles.
La demostración de un sistema de fibras
frecuentemente resulta en la destrucción
de otro sistema de fibras. (1, 3)
Además, la importancia de un entendi-
miento adecuado de las cisternas,
vascularización, y anatomía del parén-
quima cerebral es crucial para interpretar
las investigaciones radioló-gicas, para
concluir el lugar exacto de la lesión, su
entorno, y definir el tratamiento
quirúrgico adecuado. (2)
Es importante anotar, que con esta
técnica de disección de fibras, no solo se
beneficiaría el neurocirujano, sino también
el neurólogo, neuropatólogo y neu-
rorradiólogo. (3)
Por ejemplo: con el conocimiento de la
ubicación de las fibras cerebrales
podemos seguir mejor a los Gliomas, ya
que estos tienden a diseminarse a través
de los tractos de la sustancia blanca.
Los fascículos descritos por poseer
mielina, sirven como substrato para las
células neoplásicas para invadir territorios
adyacentes, lo cual puede ocurrir tanto
con las fibras comisurales, de asociación
o de proyección. (1)
La evolución de la neuroimagen ha
impuesto una gran demanda en avanzar
en conocimientos.
Sin el conocimiento anatómico tridimen-
sional intrínseco del cerebro no sería
posible interpretar con precisión nuevos
exámenes neuroimagenológicos como
por ejemplo la tractografía. (3)
Futuros avances y evolución en las
técnicas de imágenes, nos darán a
conocer el grado de desplazamiento,
distorsión, invasión y destrucción de los
sistemas de fibras. Dichos datos serán
invaluables para ayudar a optar por una
mejor técnica quirúrgica. (2)
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
rotación de todo el lóbulo temporal
durante la etapa embrionaria. (2)
19. 19
Algunos investigadores de la neuroana-
tomía han retomado la técnica de
disección de fibras y han propuesto
incorporarla en el entrenamiento y
educación de neurocirugía, tomando en
consideración que el conocimiento
obtenido facilitará técnicas operatorias
Referencias Bibliográficas:
1. Ugur Türe, MD, Gazi Yasargil MD: Fiber Dissection Technique: Lateral Aspect of the Brain. Neurosurgery, Vol. 47, No. 2, August, 2000.
2. M. Gazi Yasargil, MD., with contributions by Ugur Türe, MD., and Dianne C.H. Yasargil, RN: Impact of temporal lobe surgery. Neurosurgery, Vol. 101,
November 2004.
3. Igor de Castro, Daniel de Holanda Christoph Daniel paes dos santos; Jose Alberto landeiro: Internal structure of the cerebral hemispheres Arq Neuropsiquiatr
2005;63
4. Eric H. Sincoff, MD, Yunxi Tan MD and Sallem.Abdulrauf, MD: White matter fiber dissection of the optic radiations of the temporal lobe and implications for
surgical approaches to the temporal horn. Neurosurgery, Vol. 101, November, 2004.
5. Diedrik Peuskens, MD., Johannes van Loon, MD., PhD., Frank Van Calenberg, MD., Raymond va den Bergh, MD., PhD., Jan Goffin, MD., PhD., Christian Plets,
MD., PhD: Anatomy of the anterior temporal lobe and the frontotemporal region demonstrated by fiber dissection. Neurosurgery, Vol. 55, number 5, November 2004.
6. Subhash C. Bhatnagar, Ph.D. Orlando J. Andy, M.D. Neurociencia para el studio de las alteraciones de la comunicación Masson - Williams & Wilkins España,
S.A 1997
7. Michiharu Morino, MD., Hiroyuki Shimizu, MD., Kenji Ohata, MD, Kiyoaki Tanaka, MD., and Mitsuhiro Hara, MD: Anatomical analysis of different
hemispherotomy procedures based on dissection of cadaveric brains. Neurosurgery, Vol. 97, august 2002
8. Pablo Augusto Rubino, MD., Albert L. Rhoton, Jr., MD., Xiaoguang Tong, MD., Evandro de Oliveira, MD.: Three-dimensional relationships of the optic
radiation. Neurosurgery, Vol. 57, operative neurosurgery 4 , October 2005.
9. Ugur Türe, MD., Dianne C.H. Yasargil., R.N., Ossama Al-Mefty, MD., and M. Gazi Yasargil., MD.: Topographic anatomy of the insular region. Neurosurgery,
Vol. 90, april 1999.
10. Yasargil MG. Microneurosurgery: CNS tumors-surgical anatomy, neuropathology, neuroradiology, neurophysiology, clinical considerations, operability,
treatment options. Stuttgart:Georg Thieme, 1994.
11. Yasushi Miyagi, MD., PhD., Fumio Shima, MD., PhD., Katsuya Ishido, MD., Takehisa Araki, MD., PhD., Yoshihide Taniwaki, MD., PhD., Iku Okamoto,
MD., Kazufumi Kamikaseda, MD., PhD.: Inferior temporal sulcus approach for amygdalohippocampectomy guided by a laser beam of stereotactic navigator.
Neurosurgery, Vol. 52, number 5, may 2003.
para la exeresis de tumores cerebrales
intrínsecos, malformación arteriovenosas
y además en la cirugía de epilepsia.
La combinación de las técnicas
histológicas, la técnica de disección de
fibras y los estudios imagenológicos
pueden ayudar a mejorar el entendi-
miento y prevenir malas interpretaciones
de los caracteres anatómicos complejos
de las estructuras cerebrales.
Recibido: 31.07.07
Aceptado: 14.08.07
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Investigación
20. 20
Evaluación de la Histotoxicidad del 2-octyl-cyanoacrilato
en el cerebro del conejo.
Histotoxicity evaluation of 2-octyl-cyanoacrylate on the
rabbit’s brain.
Maurus Marques de Almeida Holanda1; Virgínia Faria S. de Almeida2; Margareth de Fátima F. M. Diniz1;
Luiz Márcio de Brito Marinho Segundo1; Isac Almeida de Medeiros1.
1Laboratório de Tecnologia Farmacêutica (LTF), Universidade Federal da Paraíba (UFPB), João Pessoa, PB, Brazil
2PROMÉDICA Laboratório de Patologia, João Pessoa, PB, Brazil.
Rev. Chil. Neurocirug. 29: 20-24, 2007
Abstract
The aim of the present study was to evaluate the effect of the 2-octyl-cyanoacrylate, on a rabbit’s brain. The study was undertaken
to investigate the histological behavior of the brain with this synthetic tissue adhesive. We evaluated a total of 12 rabbits, which
were randomized into 2 groups of 6 rabbits each. Following fronto-temporo-parietal craniectomy, 1cm of the cranium was
removed and the dura mater was 0,5 cm sectioned. In the control group, dura mater was sutured with 6-0 polypropylene
interrupted sutures. In the study group, the brains were covered by using 2-octyl-cyanoacrylate (high viscosity), before closure
with 6-0 polypropylene suture. Rabbits were sacrificed on day 7 following operation. Integrity of the sutures, existence of abscess,
wound infection and adhesion formation were recorded. The heads were removed including the site of operation and then, the
specimens were sent for histological examination. Mean weights of each study group increased. The body temperatures of the
animals were normal in the two groups. The histopathological evaluation of the brains treated with the synthetic glue revealed
50% of inflammatory response with focal necrosis in the cortex. Only one rabbit had a normal brain. Results, under experimental
conditions, indicate that this new substance, 2-octyl-cyanoacrylate, can not be considered as safe supportive material for intradural
procedures directly involving the brain tissue.
Key words: brain, rabbit, cyanoacrylate polymer, 2-octyl-cyanoacrylate, adhesive sealant, histotoxicity.
Introduction
Dura mater closure following neurosurgery
operation can be performed by using
sutures. One of the techniques to avoid
liquor cerebrospinalis leakage is the
reinforcement of the dura mater suture
with glue. Fibrin glue use has led to the
successful sealing of cerebrospinal fluid
(CSF) leaks. It has been used in
conjunction with sutures in many surgical
situations 8, 21, 22, 23, 24, 29.
The 2-octyl-cyanoacrylate is a topical
adhesive that polymerizes to form an
adhesive film to hold together the
approximated wound edges. The
polymerized material is not absorbed by
the tissue immediately 3,10. Although it
is widely used as a skin adhesive for
superficial lacerations, short chain
cyanoacrylates have been previously used
comparing with and without the
application of biological glue in
experimental neurosurgical research and
its consequence on the brain 3, 7, 10,
12, 17, 26, 30.
The CSF leakage is one of the post-
operative complications of neurosurgery
operations, and most of them are caused
by trauma 18. The principal consequence
associated with the CSF leakage is
meningitis 5.
The aim of the present experimental study
was to evaluate the histological effect of this
topicaladhesiveonarabbit’sbrain,observing
in neurosurgical practice the histological
behaviorofthebrainwiththissynthetictissue
adhesive, when it leaked under the dura
materduringitsuseasanalternativemethod
of repair and reinforcement of dural suture,
acting as treatment and prophylaxis,
preventing CSF leakage.
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
21. 21
Materials and Methods
Twelve white male New Zealand rabbits
weighing 2 to 3 kg were used. They were
randomized into 2 groups of 6 rabbits
each. The rabbits were obtained from the
Thomas George bioterio, Laboratório de
Tecnologia Farmacêutica (LTF),
Universidade Federal da Paraíba. The
study was also approved by the LTF
Ethical Committee (numbered 0108/06
on Sep 27, 2006). All the animals had
unrestricted access to water and food
preoperatively. The operations were
performed under intravenous thiopental
anesthesia and supplemented with
additional doses, according to necessity,
for maintenance of the anesthetic plan.
The rabbits were anaesthetized with
thiopental 1g in 40 ml of 0.9 % NaCl
solution, 2.5 ml of the anesthetic solution
was initially applied intravenously, using
the access to the marginal vein of the
rabbit’s ear2. They were sacrificed at a
definite time, after the operation, with
an overdose of an application of
intravenous thiopental.
The rectal temperature of the animals
was checked before the surgical
procedure and on the first, second, third
and seventh days during the post-
operative period to observe pyrogenic
reaction of the synthetic glue. Rabbit
physiological body temperature is quoted
in literature as ranging from 38.6 ºC to
40.1ºC 27.
The rabbits were weighed before the
surgery and on the seventh day before
sacrifice, to evaluate ponderal evolution.
During the operation, the animals were
in a ventral position, the scalp was shaved
and then prepared with povidone-iodine
solution. In each animal, a curved fronto-
parieto-temporal incision, 1cm parasagital
craniectomy, with 0.5cm of dural opening
was performed. Before closure with 6-0
polypropylene suture in the first group
(Study group), 2-octyl-cyanoacrylate was
applied on the brain. In the second
(Control group), only the dura mater
suture was performed. Animals were fed
a standard diet post-operatively and given
tap ad libitum.
We used commercially available 2-octyl-
cyanoacrylate tissue adhesive
(Dermabond-High Viscosity, Ethicon,
Norderstedt). It is in a liquid form that is
syrup-like in viscosity, which polymerizes
by contact with air, water or blood within
minutes. It is marketed in a single-use
applicator with 0.5 ml of liquid octyl-
cyanoacrylate contained in a plastic vial.
The applicator was used as suggested by
the manufacturer. Animal studies were
approved by institutional review boards.
The rabbits were sacrificed on the
seventh day. During postmortem
examination, sutures were examined
macroscopically. Integrity of the suture
and the existence of abscess were
recorded.
The heads of the groups were carefully
removed and placed in 10 %
formaldehyde. After being removed and
stained with hematoxylin and eosin, the
brains were histologically analyzed.
Evaluated parameters were signs of
inflammatory reaction, cortical necrosis,
meningeal necrosis, astrocytosis, vascular
wall degeneration, mononuclear
infiltration, foreign body reaction, blood
vessel ingrowths (neovascularization) and
hemorrhage 30.
Statistical analysis used the SPSS PC (8.0)
program and data were expressed as
mean ± S.D. For comparing the
continuous variables t-Student test was
used, where appropriate. The ANOVA
test was used for several independent
samples. A p value of less than 0.05 was
accepted as significant.
Results
Twelve rabbits survived the entire study
period. There were no spontaneous skin
dehiscences, abscesses or other infections.
Table 1 presents the descriptive statistical
average measurements, standard
deviation (SD), minimum and maximum
for the body temperature for the days 0
(T0), 1 (T1), 2 (T2), 3 (T3) and 7 (T7)
for groups. We observed, in the Control
group, the lowest mean temperatures.
The Study group presented highest mean
temperatures, however equivalent to
normal values (not feverish). The model
ANOVA was used with repeated
measures (days) and temperature as a
dependent variable. In accordance with
this test, there is statistical evidence in
which the middle temperature does not
vary significantly in the Study group during
the days of the experiment. We can
admit the statistical hypothesis in which
the middle temperature in this group is
the same in the days 0, 1, 2, 3 and 7
(p=0.009). We observed the same in the
Control group. Temperatures were not
statistically significantly different, on the
days (p=0.711).
Only the mean weights of the Control
group increased compared with the
Study group. Table 2 presents the
descriptive statistical measurements
average, standard deviation (SD),
minimum and maximum for the initial
mean weight and final mean weight for
the day 7 using the t-Student test. We
can observe, in the Control group, on
day 7, the animals had gained weight.
Table 1. Descriptive measures of the daily
temperature for group.
Mean
39,5
39,6
39,6
39,6
39,7
Day
0
1
2
3
7
SD
0,3
0,1
0,2
0,2
0,2
Mín
39,2
39,4
39,4
39,4
39,4
Máx
40,0
39,8
39,8
39,9
39,9
Mean
39,4
39,4
39,4
39,3
39,3
SD
0,23
0,31
0,42
0,33
0,36
Mín
39,2
38,8
38,6
38,7
38,6
Máx
39,8
39,7
39,8
39,6
39,6
Study Group Control Group
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Investigación
22. 22
Table 2. Descriptive statistical measures average, standard deviation (SD), minimum and maximum for
the initial mean weight and final mean weight for the day 7 using t-Student test.
Figure 1. Initial and final mean weights per group.
Descriptive statistical measures t-test
Group
Control
Study
Fase
Inicial
Final
Inicial
Final
Mean
2802,7
2804,8
2516,7
2406,7
SD
474,8
312,6
421,5
298,4
Mín
2000
2230
2000
2200
Máx
4000
3400
3000
3000
Stat.
1,595
0,806
p-value
0,064
0,228
Figure 1 illustrates the differences of initial
and final mean weight. The mean weight
in the Control group almost did not vary
but decreased in the Study group. This
difference was not statistically significant
(p=0.064). The Study group presented
a decrease of mean weight that was not
significant, using t-Student test to
compare the initial and final mean weight
(p=0.228).
The results of the histopathological
section of the 6 rabbit’s brains of the
Study group, as shown in Figure 2, show
the normal brain (Figure 2A) and the
presence of focal necrosis in three of the
animals’ cortex with mononuclear
infiltration (50%)(Figure 2B). It was
noticed that only one brain did not have
any alteration (Figure 2A). Another
different histopathological aspect was
astrocytosis and in two animals was found
meningeal fibroblast proliferation in the
area where the glue was applied. There
were no brain abscesses or other
infections.
Discussion
After conservative treatment of CSF
leakage through a surgical incision,
persistent leakage can require surgical
intervention, involving reoperation to
close the primary CSF leak. As an
alternative, tissue sealants and adhesives
have been used to stop CSF leaks 11,
16, 24, 29. Most of these are adjuncts
for a good dural closure.
The biological glue, fibrin sealant, is a type
of adhesive that has been used in
conjunction with dural and other sutures
to stop or control bleeding, or to provide
air and fluid tightness in many surgical
situations23. Its use has led to successful
sealing of CSF leaks 11, 16, 24, 29. But
because fibrin glue components
(fibrinogen and thrombin) are extracted
from pooled human plasma, their use
may permit transmission of infectious
diseases or induce an anaphylactic
MeanWeights
2802,7
Group
2516,7
2406,7
2900
2800
2700
2600
2500
2400
2300
2200
Control Study
Initial mean weights
Final mean weights
2804,8
Figure 2. A- Normal brain. B- The presence of focal necrosis in the animals’
cortex with mononuclear infiltration.
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
23. 23
reaction 1,25. Its behavior on the brain,
in animals or human research, has been
described by many authors 6, 9, 14.
Ghulam Muhammad et al. 9, in 1997,
studying the safety of applying fibrin glue
to the brain and to explore new surgical
potentialities, implanted soft pellets made
of fibrin glue into the brains of Wistar
rat. The results demonstrated that it
causes significantly enhanced local
accumulation of mononuclear cells and
promoted angiogenesis close to the
wound while not affecting the neuronal
and glial elements. De Vries et al. 6, in
2002, analyzing the same thing, observed
in the group that used topical application
of fibrin glue to the brain, the
inflammatory reaction seen on day 7 was
more severe on the fibrin glue side, when
compared to the control side. On day
28, however, this difference had been
resolved. They concluded that in this
morphological safety study, intracranial
application of fibrin glue in a rat model
does not induce extra brain damage,
intracranial nerve damage, or scar tissue
formation. Kassam et al.14, in two reports
analyzing fibrin glue concluded that this
biological glue does not induce an
apparent inflammatory response or
abnormal neurophysiological or
histological response within 5 days of its
application when applied directly to the
brain parenchyma or onto the cervical
spinal cord of nonhuman primates and
in a retrospective review indicates that
the fibrin glue reduces the incidence of
post-operative CSF leaks and tension
pneumocranium, while reducing overall
management costs 13, 14. Unfortunately
it is not true for poor countries, because
of the high price of this product, which is
not commonly used in public hospitals.
We used a rabbit model to test and
evaluate the histotoxicity through the
inflammatory response and reaction of
the topical application of the synthetic
glue, 2-octyl-cyanoacrylate, to the brain.
Cyanoacrylates were first discovered in
1949 and were used as a tissue adhesive
by Coover et al.4, in 1959. A cyanoacrylate
tissue adhesive has therefore expanded
clinicians’ options for wound closure11.
Longer alkyl-chain cyanoacrylates, like the
n-butyl-cyanoacrylate and the 2-octyl-
cyanoacrylate, are less toxic and maintain
a stronger bond than shorter chain
cyanoacrylates (methyl, ethyl), that are
more reactive, and have a greater toxicity.
The n-butyl-cyanoacrylates at the site of
application produce a mild inflammatory
response and foreign body giant-cell
reaction and are biodegradable. The 2-
octyl-cyanoacrylates are even more
stable, have greater flexibility and maintain
a stronger bond too. They also degrade
much more slowly than n-butyl-
cyanoacrylates and are considered to be
nontoxic20. There are no reports of
systemic toxicity associated with the use
of topical octyl-cyanoacrylates11.
Zumpano et al.30, in 1982, observed the
severe superficial cortex necrosis but not
bioadhesion, using ethyl-2-cyanoacrylate,
after its application to the brain tissue.
Pretreatment with steroids did not
provide a significant protective effect
analyzing cortex of rabbits. Different
behavior in human beings was described
after an operation for an intracranial
aneurysm. A 61-year-old woman
developed fever, neck stiffness, and
cerebrospinal fluid eosinophilia. They
suspected allergic meningitis due to a
foreign substance. They recorded a
positive reaction to methyl-2-
cyanoacrylate, the main ingredient of
Biobond(r), the tissue adhesive used in
the surgery. They suggested this
substance could have caused post-
operative allergic meningitis and
symptoms improved with steroids 15.
In a similar evaluation, but using cats, Diaz et
al.7, in 1978, and Hood et al.12, in 1982,
evaluatedneuropathologicalexaminationand
revealedmeningealastrocytosis,vascularwall
degeneration,hemorrhage,andinflammatory
reaction in both neural cortex where the
synthetic glue, ethyl-2-cyanoacrylate and
carbohexoxymethyl-2-cyanoacrylate
monomer, were applied respectively.
Toriumi et al.28, in 1991, studied butyl-
2-cyanoacrylate that was applied
between bone graft and cartilage in one
rabbit’s ear and adjacent to well-
vascularized soft tissue with no graft in
the opposite ear. Histological analysis
revealed minimal if any inflammation when
a small amount of glue was used in the
nonvascular region between bone graft
and cartilage. However, subcutaneous
implantation contacting well-vascularized
soft tissue resulted in increased acute
inflammation and prolonged foreign-body
giant-cell response. In our study, we
demonstrated that 2-octyl-cyanoacrylate
elicits less histotoxicity compared to the
behavior of the other shorter alkyl-chain
synthetic glue that has 100% of
histological alteration, when used on the
rabbits’ brain30. It happens probably,
according to Toriumi et al.28,1991,
because the brain tissue has a high
vascularization.
The studies that used more toxic
derivatives of the cyanoacrylate adhesive
(like shorter alkyl-chain molecules, methyl
and ethyl) have shown histotoxicity and
an intense inflammatory reaction1,19.
This reaction is due to the cyanide residue
and to the heat released when the
monomer polymerizes 29. This newer
derivative, 2-octyl-cyanoacrylate, with
longer side chains polymerizes more
slowly, thus releasing heat to the tissues
more slowly. Theoretically it is
nontoxic20. However, as shown in this
study, it is almost free of the inflammatory
adverse properties of the earlier glues. It
is possible, according to Diaz et al.7, that
chemical degradation may take place in
the adhesives stored for prolonged
periods of time. In their opinion, adhesives
obtained from two different sources may
contain adjuvants of different toxicity7.
In our research, neuropathological
examination revealed meningeal and
cortex necrosis, and inflammatory
reaction in 50% of the rabbit’s Study
group. Due to the limited number of
rabbit samples, we were able to collect
and test our data, but we were unable
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Investigación
24. 24
to analyze it statistically. The compounds
tested are not satisfying the ideal
requirements for their safe use. We do
not know if severe local tissue reaction
in animal could produce marked
neurological deficits in human beings
when adhesives are applied in critical
areas. What we know is that the agent
must be safe and should not create more
problems than it solves.
Conclusion
Dural defects and CSF leaks are common
neurosurgical problems and the search
for a suitable sealant continues. The
effects of 2-octyl-cyanoacrylate on the
References
1. Agarwal A, Varma A, Sarkar C. Histopathological changes following the use of biological and synthetic glue for dural grafts: an experimental study. Br J Neurosurg 1998;12:213-216.
2. Amâncio, ACV. Efeitos do ultra-som terapêutico na integração de enxertos de pele total em coelhos. 2003. 53p. Dissertação (Mestrado em Bioengenharia)-Escola de Engenharia
de São Carlos, Faculdade de Medicina de Ribeirão Preto, Instituto de Química de São Carlos da Universidade de São Paulo, São Paulo;2003.
3. Burns TB, Worthington JM. Using tissue adhesive for wound repair: a practical guide to Dermabond. Am Fam Physician 2000;61:1383-1388.
4. Coover HN, Joyner FB, Sheere NH, Wicker TR. Chemistry and performance of cyanoacrylate adhesives. J Soc Plast Surg Eng 1959;15:5-6.
5. Dagi TF, George ED. The management of cerebrospinal fluid leaks. In: Schmidek HH, Sweet WH, eds. Operative Neurosurgical Techniques: Indications, Methods and Results.
New York: Grune & Stratton; 1995.
6. De Vries J, Menovsky T, van Gulik S, Wesseling P. Histological effects of fibrin glue on nervous tissue: a safety study in rats. Surg Neurol. 2002;57:415-422.
7. Diaz FG, Mastri AR, Chou SN. Neural and vascular tissue reaction to aneurysm-coating adhesive (ethyl 2-cyanoacrylate). Neurosurgery;1978 3:45-49.
8. Dunn JC, Goe KL. Fibrin sealant: A review of its use in surgery and endoscopy. Drugs 1999;58: 663-886.
9. Ghulam Muhammad AK, Yoshimine T, Maruno M, Takemoto O, Hayakawa T. Topical application of fibrin adhesive in the rat brain: effects on different cellular elements of the
wound. Neurol Res. 1997;19:84-88.
10. Herod EL. Cyanocrylates in dentistry: a review of the literature. J. Can. Dent. Assoc. 1990; 56:331-334.
11. Hollander JE, Singer AJ. Laceration management. Ann Emerg Med 1999;34:356-367.
12. Hood TW, Mastri AR, Chou SN. Neural and vascular tissue reaction of cyanoacrylate adhesives: a further report. Neurosurgery. 1982;11:363-366.
13. Kassam A, Horowitz M, Carrau R, Snyderman C, Welch W, Hirsch B, Chang YF. Use of Tisseel fibrin sealant in neurosurgical procedures: incidence of cerebrospinal fluid leaks
and cost-benefit analysis in a retrospective study. Neurosurgery. 2003;52:1102-1105.
14. Kassam A, Nemoto E, Balzer J, Rao G, Welch WC, Kuwabara H, Boada F, Horowitz M. Effects of Tisseel fibrin glue on the central nervous system of nonhuman primates. Ear
Nose Throat J. 2004;83:246-248.
15. Kitoh A, Arima Y, Nishigori C, Kikuta K, Miyachi Y. Tissue adhesive and postoperative allergic meningitis. Lancet. 2002;11:1668-1670.
16. Martinowitz U, Ozer Y, Varon D, Engel Y, Yaffe B. Fibrin sealing in nerve repair. Tromb Haemost 1993; 69:1287-1292.
17. Matras, H. Fibrin seal: The state of art. Oral Maxillofac Surg 1985;13:605:611.
18. Nutkiewicz A, DeFeo DR, Kohut RI, Fierstein S. Cerebrospinal fluid rhinorrhea as a presentation of pituitary adenoma. Neurosurgery 1980;6:195-197.
19. Ozisik PA, Inci S, Soylemezoglu F, Orhan H, Ozgen T Comparative dural closure techniques: a safety study in rats . Surg Neurol. 2006;65:42-47.
20. Pineros-Fernandez A, Rodeheaver PF, Rodeheaver GT. Octyl 2-cyanoacrylate for repair of peripheral nerve. Ann Plast Surg. 2005;55:188-95.
21. Radosevich M, Goubran HA, Burnouf T. Fibrin sealant: scientific rationale, production methods, properties, and current clinical use. Vox Sanguinis 1997;72:133-143.
22. Rocchi G, Caroli E, Belli E, Salvati M, Cimatti M, Delfini R.
Severe craniofacial fractures with frontobasal involvement and cerebrospinal fluid fistula: indications for surgical repair. Surg Neurol. 2005;63:559-563.
23. Rousou JA; Engeman RM; Breyer RH. Fibrin glue: An effective hemostatic agent in nonsuturable intraoperative bleeding Ann. Thorac. Surg. 1984; 38:409-410.
24. Shaffreey CI, Spontnitz WD, Shaffrey ME, Jane JA. Neurosurgical applications of fibrin glue: Augmentation of dural closure in 134 pacients. Neurosurgery 1990;26:207-210.
25. Shirai T, Shimota H, Chida K, Sano S, Takeuchi Y, Yasueda H. Anaphylaxis to aprotinin in fibrin sealant.Intern Med. 2005;44:1088-1089.
26. Smith TW, DeGirolami U, Crowell RM. Neuropathological changes related to the transorbital application of ethyl 2-cyanoacrylate adhesive to the basal cerebral arteries of cats.
J Neurosurg. 1985;62:108-114.
27. Sutherland GB, Trapani IL, Campbell D. H.. Cold adapted animals. II.Changes ln the circulating plasma proteins and formed elements of rabbit blood under various degrees of
cold stress. J. Appl. Physiol. 1958;12:367-372.
28. Toriumi DM, Raslan WF, Friedman M, Tardy ME Jr. Variable histotoxicity of histoacryl when used in a subcutaneous site: an experimental study. Laryngoscope1991;101:339-343.
29. Vandeark GD; Pitkethly DT; Ducker TB; Kempe LG. Repair of cerebralspinal fluid fistulas using a tissue adhesive. J Neurosurg. 1970; 33: 151-155.
30. Zumpano BJ, Jacobs LR,Hall JB, Margolis G, Sachs E Jr. Bioadhesive and histotoxic properties of ethyl-2-cyanoacrylate. Surg Neurol. 1982;18(6):452-457.
Dr. Maurus M. A. Holanda
Rua Santos Coelho Neto, 200/802, CEP 58038 450, João Pessoa, PB, Brazil.
Fone: (83)9302-8858. Fax: (83)3222-7167.
E-mail: maurusholanda@hotmail.com
brain have not been previously studied
and we conclude that this synthetic glue
is initially not advantageous in the
experimental field. Although it may be
advised for superficial use, the results
demonstrated that topical application of
this synthetic glue to the brain causes
significantly enhanced local accumulation
of mononuclear cells and focal necrosis
to the wound while, in more than 50%,
affecting the neuronal and glial elements.
These findings suggest that this glue can
not be considered as safe supportive
material for intradural procedures directly
involving the brain tissue, except using
the high viscosity form of 2-octyl-
cyanoacrylate on the dura mater, to treat
dural defects, preventing leakage under
the dura and reaching the brain. The risk
of its deleterious effects should be
weighed against its potential benefits.
Clinical experience would suggest that 2-
octyl-cyanoacrylate can be used in difficult
situations as long as care is taken to
protect the brain. Ongoing research is
needed in this area.
Recibido: 08.04.07
Aceptado: 03.06.07
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
25. 25
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Trabajos originales
Summary
Since the beginning of surgery of intracranial aneurysms in Temuco’s Hospital, (1989) to our days, eight patients has been
operated because of an aneurysm situated at the paraclinoid segment of the internal carotid artery. Six of them were female and
two were male, with a mean age of 46,7 years at the event. Seven patients consulted for a history of subarachnoid bleeding, six
of them had a carotid - ophthalmic aneurysm. The diagnosis of the other patient was done by a tomographic control of malignant
digestive tract pathology. All patients were approached by fronto- pterional side of the skull, previously doing a cervical incision
at the same side of the aneurysm, to expose the primitive and internal carotid artery, intradural access and spinal drainage.
Anterior clinoid process was extirpated and distal ring was dissected before clipping the aneurysm. The use of surgical clips was
according to the anatomy of the lesion. The patients was operated in an average of 10 days since the beginning of the symptoms
or since the casual discovery of the aneurysm. Good surgical prognosis in 87.5% and survival mean 8 years.
Keywords: intracraneal aneurysms, paraclinoid aneurysms, surgical management.
Aneurismas paraclinoideos en el Hospital Dr. Hernán
Henríquez Aravena de Temuco: Experiencia de 16 años
Dr. Ulises Guajardo Hernández (1) Dr. Hector Escalante Cárdenas (1)
Victor Neira Vidal (2) Paula Troncoso Trujillo (2)
(1) Servicio de Neurología y Neurocirugía Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco.
Facultad de Medicina- Universidad de La Frontera. (2) Internos Carrera Medicina, Facultad de Medicina, Universidad de La Frontera.
Rev. Chil. Neurocirug. 29: 25-28, 2007
Resúmen
Desde que se inicia la cirugía de aneurismas intracerebrales en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco (año
1989) a la fecha, se han intervenido 8 por aneurismas paraclinoideos de la arteria carótida interna. Seis pacientes de sexo
femenino y dos de sexo masculino, con un promedio de edad de 46,7 años al momento del ingreso. Siete debutaron con cuadro
de hemorragia subaracnoídea, en 6 casos determinada por el aneurisma paraclinoideo y uno de otra localización. El restante
paciente es diagnosticado a través de una tomografía parte del estudio de patología neoplásica del tracto digestivo.
De la técnica utilizada destaca: Control de la arteria carótida cervical disecada previa al tiempo craneal, uso de drenaje espinal,
abordaje pterional intradural, fresado de clinoides, disección del anillo distal y uso de clip quirúrgico según anatomía de la lesión.
Los pacientes fueron intervenidos en un promedio de 10,12 días desde el inicio de la sintomatología o desde el hallazgo de la
lesión en forma incidental. Buenos resultados quirúrgicos 87.5% y sobrevida promedio de 8 años a la fecha.
Palabras claves: aneurismas intracerebrales, aneurismas paraclinoídeos, manejo quirúrgico.
26. 26
Introducción
Drake et al, en el año 1968, describió los
aneurismas carótido - oftálmicos como un
subgrupo dentro de los aneurismas
intradurales de la arteria carótida interna 1.
Luego, en el año 1996, Bouthillier et al, hizo
pública una nueva clasificación, dividiendo a
laarteriacarótidainternaensietesegmentos,
de los cuales el segmento cinco y seis
corresponden a la porción clinoídea y
oftálmicadeestaestructura,respectivamente
2, denominándose a los aneurismas
originados en estos 2 segmentos
paraclinoideos. Las distintas series han
informado una incidencia para este tipo de
lesiones entre un 0,5 y un 11% 3.
Desde que se inicia la cirugía de
aneurismas intracerebrales en la ciudad
de Temuco en el año 1989, un total de
8 pacientes han intervenidos por el autor
debido a estas lesiones.
Dada la complejidad peculiar del
tratamiento quirúrgico hemos revisado esta
casuística del Hospital Dr. Hernán
Henríquez Aravena de Temuco, con la
finalidad de dar a conocer sus características
epidemiológicas, clínicas y manejo.
Material y Método
Casuística
En el período de Mayo de 1991 y Enero
de 2007, un total de ocho pacientes, seis
(75%) de sexo femenino y dos (25%) de
sexo masculino, con un promedio de
edad de 46,7 años (1 DS = 12,79) al
momento de la consulta, han sido
intervenidos en el Hospital Dr. Hernán
Henríquez Aravena de Temuco por un
aneurisma paraclinoideo de la arteria
carótida interna. Estos pacientes
representan al 2,4 % del total de
aneurismas intracraneanos intervenidos
en los últimos 16 años.
Siete (87,5%) de los pacientes debutaron
con un cuadro clínico compatible con una
hemorragia subaracnaoídea (HSA),
confirmada en cinco de los casos a través
de tomografía axial computarizada (TAC)
de encéfalo sin contraste y en dos de los
casos a través de una punción lumbar. El
estudio angiográfico de uno de los casos
demostró un aneurisma carotídeo de
comunicante posterior derecho, causante
del cuadro clínico, y un segundo
aneurisma en la porción oftálmica de la
arteria carótida interna izquierda, intacto,
que fue intervenido posterior a la primera
cirugía. En el caso del otro paciente, el
última de esta serie, fue diagnosticado
debido al hallazgo incidental de un
aneurisma carótido - oftálmico izquierdo,
en un control tomográfico debido a una
neoplasia de colon transverso.
En cinco de los casos, la presencia del
aneurisma fue confirmada mediante
angiografía carotídea y en tres de ellos a
travésdeangioTAC.Cincoestabanubicadas
alladoizquierdoytresalladoderecho. Con
respecto a la multiplicidad de los
aneurismas, sólo dos (25%) pacientes
presentan lesiones en otras localizaciones,
lo cual es levemente superior a la
información publicada en otras series 4,
uno de ellos a nivel carotídeo derecho,
el cual fue causante del cuadro clínico
sugerente de HSA y que por hallazgo
durante el estudio con neuroimágenes
se encontró otra lesión a nivel carótido -
oftálmico izquierdo, que fue resuelto en
un segundo tiempo cuatro meses
después de la primera cirugía. El otro
caso, correspondió a un paciente cuyo
cuadro clínico fue secundario a la ruptura
de un aneurisma también a nivel carótido
- oftálmico izquierdo, donde en su
estudio imagenológico se encontró en
forma incidental otra lesión a nivel de la
bifurcación silviana derecha (fig.1).
Fig. 2 Aneurisma tipo IV (Pared inferior)Fig. 1 Aneurisma tipo Ia (pared superior)
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
27. 27
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Trabajos originales
Técnica
Todos los pacientes de la serie fueron
intervenidos por el autor. Se realizó
monitorización de presión arterial,
electrocardiográfica, oximetría y
capnografía, medición de diuresis a través
de catéter vesical e intubación
orotraqueal y cateter espinal. Todos
fueron abordados, bajo anestesia general
y en decúbito dorsal con cabeza
lateralizada al lado contrario de la lesión,
con fijación Mayfield, por vía fronto -
pterional, dejando el cuello ipsilateral en
el campo quirúrgico y realizando
previamente incisión cervical anterior
ipsilateral a la lesión, para disección de la
arteria carótida común e interna,
tomándola con banda elástica.
Posteriormente se realizó durotomía y
disección hasta visualizar el origen del
aneurisma. Se realizó extirpación de la
apófisis clinoides anterior y posterior-
mente clipaje del aneurisma. En 6 casos
se utilizó clips simples y en 2 fenestrados,
según el origen del aneurisma (6 en la
pared dorsal o superior y 2 en la pared
ventral de la carótida). Los pacientes
fueron intervenidos en un promedio de
10,12 días (1 DS = 7,05) desde el inicio
de la sintomatología o desde el hallazgo
de la lesión en forma incidental.
Seguimiento
Adicional al control postquirúrgico
habitual, durante el año 2006, se controló
a cuatro pacientes de la serie. Se pudo
evidenciar que todos estaban en grado
5 de la Escala Pronóstico de Glasgow5.
A ellos se les solicitó un control
imagenológico con angio TAC. El último
caso de la serie fue intervenido en Enero
de 2007, quien también se encuentra en
buenas condiciones. Dos pacientes de
la serie se encuentran fallecidos, uno de
ellos a causa de una neoplasia maligna
de origen apendicular. El otro paciente
debutó con una HSA secundaria a
aneurisma carótido - oftálmico izquierdo
roto, clasificada como Hunt y Hess III y
Fisher6 IV, además de presentar
hidrocefalia secundaria, falleciendo en la
tercera semana posterior a la cirugía. Uno
de los ocho pacientes no fue ubicable.
Discusión
Se trata de una ubicación poco frecuente
para este tipo de lesiones, con una
incidencia de 2,4 % lo cual concuerda con
los porcentajes documentados acerca del
tema. El 75% de los pacientes fueron de
sexo femenino y el promedio de edad
de 46,7 años al momento del inicio de
los síntomas, lo que también se
correlaciona con los datos publicados 7.
La compleja anatomía de los segmentos
C5 y C6 de la arteria carótida interna y
su relación con las estructuras adyacentes
hacen que el manejo quirúrgico de esta
patología sea difícil, sin embargo el éxito
de la cirugía radica en establecer un buen
control de la arteria proximal, casi
siempre disección de carótida cervical,
una adecuada exposición del cuello del
aneurisma (exéresis de clinoides anterior
y liberación del anillo dural distal) y una
exitosa obliteración del aneurisma con
la mínima manipulación del nervio
óptico8. En esta serie, se utilizó en todos
los pacientes un abordaje fronto -
pterional.
Sin desconocer la utilidad de reconocer
la localización precisa de distintos
aneurismas es destacable reconocer en
esta serie la utilidad práctica de
correlacionar la diferente posición de los
aneurismas paraclinoideos dividiéndolos
según la pared arterial en que se originan,
a saber pared superior (Figura 1) (tipos
1a y 1b) requieren clips rectos o con
moderada oblicuidad según la disposición
del aneurisma, y pared inferior (Figura 2)
(tipos 2 y 4) que habitualmente presentan
anatomía más compleja, ausencia de
cuello quirúrgico y requieren formar un
lumen tubular con clips fenestrados de
90° 9.
Los resultados de la cirugía abierta en
nuestra serie, muestran que uno de los
ocho pacientes falleció a causa de
complicaciones de su patología, ya que
debutóconunaHSAclasificadacomoHunt
y Hess IV y Fisher III al ingreso (mortalidad
quirúrgica 12.5%). El fallecimiento posterior
de otro paciente de la serie fue a conse-
cuencia de una neoplasia maligna de origen
apendicular, encontrándose en grado 5 de
la Escala Pronóstico de Glasgow hasta el
momento de ese diagnóstico. Buenos
resultados quirúrgicos 87.5% y sobrevida
promedio de 8 años a la fecha.
En la ciudad de Temuco, actualmente no
se realiza manejo endovascular de esta
patología, sin embargo, se ha visto que
esta técnica tiene algunas ventajas teóricas
sobre la cirugía abierta: no es necesario
abrir el cráneo, remover la apófisis
clinoides o disecar el seno cavernoso, hay
un buen control proximal sin realizar
incisión cervical y el procedimiento es
menos invasivo; un factor anatómico
limitante es que el cuello del aneurisma
tenga un ancho mayor de 4 mm, lo cual
es relativamente frecuente en esta
localización, siendo necesaria el uso de
una técnica de remodelación10.
Recibido:12.06.07
Aceptado:14.07.07
28. 28
Referencias bibliográficas
1 Drake CG, Vanderlinden RG, Amacher AL. Carotid - ophthalmic aneurysms. J Neurosurg 1968 Jul; 29(1): 24-31
2 Bouthillier A, van Loveren HR, Keller JT. Segments of the Internal Carotid Artery: A New Classification (Abstr). Neurosurgery 1996 March; 38(3):425-433.
3 Vega - Basalto SD, Gutiérrez - Muñoz FG, Mosquera - Betancourt G, et al. Aneurismas de la región de la arteria oftálmica. Neurocirugía: órgano oficial de la
Sociedad Española de Neurocirugía 2006; 17(4): 303-316
4 Vega - Basalto S. Técnica de descompresión-succión retrógrada en los aneurismas paraclinoídeos. Rev Neurol 2003; 37(4): 312-317.
5 Wright J. The Glasgow Outcome Scale. The Center for Outcome Measurement in Brain Injury, 2000
6 Fisher CM, Kistler JP, Davis JM. Relation of the cerebral vasospasm to subarachnoid hemorrhage visualized by computerized tomographic scanning. Neurosurgery
1980, 6: 1-9
7 Leal R, Gusmão S, Pinheiro N, et al. Aneurisma paraclinóideo: Técnica cirúrgica e resultados em 51 pacientes. Arq Neuropsiquiatr 2004; 62(2-A):322-329
8 Barami K, Hernández V, Díaz F, et al. Paraclinoid carotid aneurysms: surgical management, cmplications and outcome based on new classification scheme.
Skull base: An interdisciplinary approach 2003;13(1):31-41
9 Barami K, Hernández V, Díaz F, et al. Paraclinoid carotid aneurysms: surgical management, cmplications and outcome based on new classification scheme.
Skull base: An interdisciplinary approach 2003;13(1):31-41
10 Ihara K, Murao K, Sakai N, et al. Unruptured paraclinid aneurysms: a management strategy. J Neurosurg 2003 Aug; 99(2): 241-7.
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
29. 29
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Trabajos originales
Complicaciones quirúrgicas y mecánicas de la
estimulación cerebral profunda en el tratamiento
de la Enfermedad de Parkinson
Miguel Gelabert González, Ramón Serramito García.
Instituto Universitario de Ciencias Neurológicas. Departamento de Cirugía. Facultad de Medicina. Servicio de Neurocirugía. Hospital
Clínico Universitario. Universidad de Santiago de Compostela. España.
Rev. Chil. Neurocirug. 29: 29-35, 2007
Resúmen
Introducción: La estimulación cerebral del núcleo subtalámico es un método eficaz y en expansión para el tratamiento de la
enfermedad de Parkinson. Aunque se trata de un procedimiento poco invasivo puede presentar complicaciones quirúrgicas y
efectos secundarios indeseables.
Método: entre marzo de 2001 y Diciembre de 2006, hemos implantado 208 electrodos subtalamicos en 100 pacientes afectados
de enfermedad de Parkinson, en el Hospital Clínico de Santiago de Compostela. Se revisan las complicaciones quirúrgicas y
mecánicas o de hardware presentadas tanto durante la cirugía como en el seguimiento que osciló entre 6 y 63 meses (media 27
meses). No hubo fallecimientos ni se perdió el control de ningún paciente.
Resultados: se presentaron 20 complicaciones quirúrgicas en los 100 pacientes (20%) y 9 complicaciones mecánicas (9%). Las
complicaciones quirúrgicas más habituales fueron 8 casos de malposición o migración de los electrodos, 5 casos de infección, 3
hemorragias subcorticales y 3 episodios convulsivos. Entre las complicaciones mecánicas se presentaron 7 episodios de disfunción
de la batería y 2 casos de ruptura del electrodo.
Conclusiones: la estimulación cerebral profunda es un tratamiento a largo plazo que requiere de controles continuados. Las
complicaciones quirúrgicas y de hardware no suponen un riesgo vital importante sin embargo tienen un coste económico importante.
Palabras clave: Complicación, enfermedad de Parkinson, estimulación cerebral profunda, núcleo subtalámico.
Summary
Introduction: Subthalamic nucleus stimulation for patients with medically refractory Parkinson disease is expanding. Although
nonablative and minimally invasive, this procedure may give rise to many surgical complications and side effects.
Methods: from March 2001 to December 2006, 208 subthalamic stimulator devices were implanted in 100 patients with Parkinson
disease at Clinic Hospital of Santiago de Compostela (Spain). The author prospectively documented surgical and hardware
complications occurring at the time of surgery and at subsequent neurologic and surgical evaluations for an average of 27 months,
ranging from 6 to 63 months. No patients were lost to follow-up or died.
Results: There were 20 adverse events related to surgery in 100 patients (20%) and 9 hardware-related complications (9%). The
most important surgical complications were 8 electrodes migration or malposition, 5 infections, 3 subcortical haemorrhages and
3 seizures whereas the hardware complications were 7 stimulator malfunction and 2 electrode breakages.
Conclusions: Deep brain stimulation is a life-long therapy that requires a life-long follow-up. Complications due to surgery or
hardware are not life-threatening but are expensive in economic terms and in terms of patients suffering.
Key words: Complication, deep brain stimulation; morbidity; Parkinson disease; subthalamic nucleous.
30. 30
Introducción
A lo largo de los últimos años se ha
producido un resurgir importante en la
cirugía de los trastornos del movimiento
en general y de la enfermedad de
Parkinson en particular, ante la necesidad
de tratar las complicaciones motoras que
se presentan en estos pacientes después
de varios años de tratamiento médico (1).
El mejor conocimiento de la fisiología de
los núcleos basales y el avance en las
técnicas de imagen ha permitido tratar
de forma eficaz y segura diversos
trastornos del movimiento como el
temblor, la distonía o la enfermedad de
Parkinson (2).
La estimulación cerebral profunda sobre
el núcleo subtalámico (NST), introducida
por el grupo de Grenoble a principios
de la década de los noventa, permite el
control de los principales síntomas de la
enfermedad de Parkinson (3). El empleo
de técnicas de estereotaxia y el
desarrollo de las técnicas de microregistro
neurofisiológico facilitan la correcta
implantación del electrodo en la porción
dorsal del NST. El electrodo está
conectado a un generador subcutáneo
que emite impulsos eléctricos de alta
frecuencia que actúan bloqueando el
núcleo de una forma similar a las lesiones
permanente pero sin sus efectos
secundarios; este sistema se ha
popularizado como una terapia eficaz
para la enfermedad de Parkinson
avanzada (4).
Sin embargo, la estimulación cerebral
profunda se acompaña de una serie de
complicaciones derivadas tanto del acto
quirúrgico, como del sistema eléctrico
implantado o aquellas derivadas de la
estimulación directa sobre el NST.
Presentamos en nuestra experiencia las
complicaciones presentadas en los 100
primeros pacientes intervenidos con
estimulación cerebral profunda por
enfermedad de Parkinson.
Pacientes y métodos
Entre marzo del año 2001 y diciembre
del 2006 hemos intervenido quirúr-
gicamente 100 pacientes afectos de
enfermedad de Parkinson mediante
estimulación subtalámica bilateral.
Los criterios de selección para la cirugía
incluyeron: pacientes diagnosticados
clínicamente de enfermedad de Parkinson
idiopática, complicaciones motoras graves
derivadas de la medicación antipar-
kinsoniana, edad inferior a 70 años,
normalidad en el estudio de resonancia
magnética cerebral, que no presenten
deterioro cognitivo ni contraindicación
medico-quirúrgica para la intervención.
En todos los pacientes se realizó la
valoración mediante la escala UPDRS
(Unified Parkinson´s Disease Rating Scale)
en «on» y «off» y se le realizaron test
cronometrados (pronosupinación,
distancia entre dos puntos, cuenta-dedos
y marcha). Así mismo se determinó su
calificación en la escala de Hoehn y Yahr,
estando todos ellos en un estadio de 3 a
5 en «off» y de 2 a 3 en «on».
Técnica quirúrgica
Previa a la intervención quirúrgica se
practica un estudio con resonancia
magnética en secuencias T1 con cortes
axiales de 1 mm de espesor. La noche
previa a la cirugía se suspende la
medicación dopaminérgica. El día de la
intervención, tras la colocación del marco
de estereotaxia (modelo BrainLab,
Alemania), se realiza una tomografía
computarizada (TC) cerebral (cortes de
1 mm) y mediante un programa
informático especifico se realiza la fusión
de imágenes entre TC y RM; sobre los
cortes axiales de la RM se delimitan las
comisuras anterior (CA) y posterior (CP)
y se traza la línea CA-CP. Las
coordenadas teóricas empleadas fueron
11 mm lateral, 2 mm posterior (al medio
de la línea CA-CP) y 4 mm inferior. Sobre
el ordenador se delimitan el punto de
entrada y la trayectoria (aproxima-
damente 55º en el plano sagital y 15º en
el plano coronal).
Bajo anestesia local se realiza un agujero
de trepano sobre el punto de entrada
delimitado en la planificación quirúrgica.
Seguidamente se realiza la colocación de
la cánula porta-electrodos, se introduce
el electrodo de registro que se dirige
hacia el «target» con ayuda de un
micromotor eléctrico. El electrodo
formado por tungsteno aislado con
epoxilite tiene una longitud de 267 mm
y un diámetro de 250 micras (FHC,
Bowdoinham, ME, USA). En la trayectoria
teórica el electrodo atraviesa el tálamo en
dirección ventro-caudal atravesando el
núcleo reticularis. La identificación de
células con descarga en trenes (bursting)
con una actividad de 15-25Hz confirma la
localización talámica. La entrada en el NST
se refleja por el incremento de la actividad
celular. Las células del núcleo se
caracterizan por una actividad de descarga
entre 25-45 Hz y la presencia de células
que responden a los movimientos. Al
continuar con el avance del electrodo de
registro se penetra en la sustancia nigra
(SN) que se detecta por un nuevo
incremento en la actividad de retorno. Las
células de la SN se caracterizan por tener
una frecuencia de descarga que es muy
regular de unos 60-80Hz.
Empleando el mismo electrodo se realiza
la microestimulación (0.1-100 µAmps;
300 Hz, con una anchura del puso de
100 µs) que tiene un doble objetivo,
observar si se produce una respuesta
clínica aceptable con eliminación del
temblor y mejoría en la rigidez articular,
y comprobar que no se producen efectos
secundarios debido a la proximidad de
la trayectoria a fibras lenniscales que
discurren posteriormente al NST
(aparición de parestesias), capsula interna
que se encuentra por delante y laterales
al NST (contracciones musculares). Si no
se obtiene una respuesta clínica aceptable
o aparecen efectos secundarios, obliga a
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
31. 31
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Trabajos originales
la realización de un nuevo trayecto de
registro.
Los criterios empleados para definir el
trayecto óptimo son:
a) Registrar al menos 5 mm de la región
sensitivo-motora del núcleo subtalámico.
b) No observar efectos secundarios
durante la microestimulación por encima
de 90µA.
c) Mejoría en los síntomas de paciente
durante la microestimulación.
Tras definir la diana fisiológica, implan-
tamos el electrodo definitivo (modelo
3389; Medtronic, Minneapolis, USA) y
estimulamos nuevamente para definir la
Tabla 1. Datos demográficos de los pacientes y aspectos de la cirugía.
Año Nº Edad Sexo Tiempo de Nº trayectos Duración de
cirugías media evolución* realizados* la cirugía*
2001 13 61.1±7.5 7V-3M 12.3±9.8 10.1±4.2 10.1±3.1
2002 14 58.3±9.5 7V-7M 10.2±8.7 8.3±3.1 9.2±2.9
2003 20 62.2±6.5 13V-8M 9.8±7.7 8.2±3.1 8.4±2.3
2004 21 57.9±11.8 15V-6M 8.9±7.1 6.9±3.8 8.2±2.1
2005 16 63.4±8.1 12V-4M 11.6±5.8 5.6±2.9 7.6±1.8
2006 16 60.5±9.2 13V-3M 10.5±3.8 5.5±2.7 6.9±1.9
Total 100 59.8±6.3 69V-31M 10.1±2.6 7.3±3.2 8.1±2.1
*media y desviación estándar
Las complicaciones quirúrgicas y mecánicas aparecen recogidas en la tabla 2.
ventana terapéutica. Los electrodos se
dejan exteriorizados durante 4-6 días
para poder realizar una estimulación
externa, que si es aceptable, pasados
estos días se procede a implantar bajo
anestesia general y en la pared abdominal
el generador (Kinetra, Medtronic, USA).
Al día siguiente se programa el generador
y se procede a la reducción y ajuste
progresivo entre medicación y
estimulación.
Resultados
Se intervinieron quirúrgicamente 100
pacientes implantándose 208 electrodos
subtalámicos en un período de 5.5 años.
Fueron 69 varones y 31 mujeres, con
unas edades comprendidas entre 35 y
72 años (media de edad de 61.3±5.9
años). El tiempo transcurrido entre el
diagnóstico de la enfermedad y la
intervención quirúrgica osciló entre 8 y
15 años (media 10.2±2.1 años) (Tabla
1). No se registran las complicaciones
hemodinámicas intraoperatorias englo-
badas dentro del procedimiento y
relacionadas con el manejo anestésico.
Tabla 2. Complicaciones quirúrgicas y mecánicas de la estimulación cerebral profunda.
Año Convulsión Hemorragia Infección Malposición Ruptura Disfunción
de electrodos electrodos de la pila
2001 0 0 0 1 1 0
2002 1 0 1 1 0 1
2003 0 1 0 2 0 2
2004 1 0 2 0 0 0
2005 1 1 1 1 0 2
2006 0 2* 1 3 1 2
Total 3 3 5 8 2 7
*1 caso de hematoma subcutáneo en la bolsa abdominal.
32. 32
Convulsiones: tres pacientes presentaron
crisis convulsivas en relación con la
implantación de los electrodos. En dos
casos fueron autolimitadas durante la
cirugía (una se suspendió) y no precisaron
tratamiento continuado. El otro paciente,
de 39 años presentó un estatus epiléptico
que obligó a sedación e ingreso en
vigilancia intensiva, precisa de medicación
con acido Valproico. Se pudo completar
la cirugía a los 7 días. En los 3 casos, las
crisis se presentaron durante la fase de
progresión del electrodo de registro.
Hemorragia: se presentaron 3 episodios
de hemorragia en relación con el trayecto
del electrodo de estimulación, que
constituyen el 3% de los pacientes y el
1.4% de los procedimientos y un 0.2%
en relación con el número de punciones
cerebrales (trayectos) realizados. Los tres
casos fueron varones de 59, 63 y 65 años
en los que se realizaron 5, 6 y 7 trayectos
respectivamente en el lado donde asentó
la hemorragia. En dos casos la hemorragia
se presentó durante el microregistro, y
se sospecho la presencia de la misma al
perderse súbitamente el registro
neurofisiológico y presentar los pacientes
ligera afectación en el nivel de conciencia.
En el otro caso la hemorragia se observó
al realizar el estudio TC de control. Los
3 pacientes se recuperaron sin secuelas
neurológicas (Fig. 1). Hemos tenido un
caso de hematoma localizado en la bolsa
subcutanea para albergar el estimulador
al realizarse un recambio de batería.
Infecciones: se presentaron 5 casos de
infección, que constituyen el 5% de los
pacientes y el 2.4% de los procedimientos
realizados. Dos de las infecciones se
representaron a nivel craneal en el punto
del agujero de trepano, en ambos casos
se solucionaron con una exhaustiva
limpieza quirúrgica de la herida y
cobertura antibiótica. En los otros 3 casos
las infecciones afectaron al trayecto de
los cables en el cuello (1 caso) y 2 casos
de infección de la bolsa subcutánea
abdominal donde se aloja la batería. En
los 3 casos fue preciso retirar todo el
Figura 1. (A)Tomografia computarizada en el postoperatorio inmediato y (B-C): resonancia magnética:
pequeña hemorragia en tálamo (cabeza de flecha) y visualización el electrodo (flecha).
sistema de estimulación. En dos pacientes
se reimplantaron 4 y 6 meses más tarde.
El otro paciente rechazó la nueva cirugía.
Mal posición/migración de los electrodos:
se observaron 8 electrodos con mala
posición. En dos casos el diagnostico se
realizó en la RM de control al observarse
una desviación superior a 2 mm sobre el
«target» planificado. Uno de los
electrodos se recolocó por mala
respuesta clínica a la estimulación; el otro,
a pesar de la teórica mala situación no se
modificó por tener una respuesta
Figura 2. Complicaciones quirúrgicas: (A): escara craneal; (B):
exteriorización de electrodo y conector; (C): granuloma en el cuello.
aceptable a la estimulación. Los otros 6
electrodos fueron recolocados por no
presentar los pacientes una respuesta
clínica aceptable. Dos casos se realizó
únicamente una elevación de los mismos
1 y 1.5 mm, mientras que los otros 4
fueron retirados, implantándose nuevos
electrodos.
Complicaciones mecánicas o de
hardware: son las ocasionadas por
cualquier evento que afecte a los
electrodos, conexiones o baterías que
requirieren una nueva actuación
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007
33. 33
Revista Chilena de Neurocirugía 29 : 2007Trabajos originales
quirúrgica. No consideramos como
complicación el recambio de una batería
agotada en el período de tiempo
estimado (alrededor de 5 años). Se
presentaron 2 rupturas de los electrodos,
una en relación con un traumatismo
craneal y otro espontáneamente en el
punto de conexión con la alargadera
(Figura 2), en ambos casos fue preciso
recolocar los electrodos. Se detectaron
7 disfunciones de la pila que obligaron a
recambios de la misma en 5 casos y a su
reprogramación en las otras 2. No se
detectaron complicaciones relacionadas
con las alargaderas eléctricas entre los
electrodos y la batería.
Discusión
El tratamiento quirúrgico de la enfer-
medad de Parkinson se asienta sobre dos
procedimientos diferenciados, las técnicas
de lesión sobre los núcleos (palidotomía
y/o talamotomía) (5) y las técnicas de
estimulación cerebral (6). La estimulación
cerebral profunda del núcleo subtalámico
constituye en la actualidad el «gold
standard» del tratamiento quirúrgico de
esta enfermedad (6, 7). A medida que
han pasado los años y el número de
cirugías de ha incrementado de forma
notable, han aparecido progresivamente
diferentes complicaciones, relacionadas
con la selección de los pacientes,
derivadas directamente de la cirugía las
ocasionadas sobre el sistema implantado
(hardware) y las condicionadas por la
estimulación (6, 8-10). El grupo de Toronto
refirió que a medida que el seguimiento se
va haciendo más largo las complicaciones
se van incrementando (11). La incidencia
actual de complicaciones es muy variable
pero en términos generales oscilan entre
el15y30%(12-18).RecientementeVesper
et al (19) analizan la incidencia de
complicaciones en relación con la edad,
observando en la serie propia que los
pacientes menores de 65 años presentan
un 21.6% de complicaciones, mientras que
los mayores de 65 años, estas llegan hasta
el 36.1%, porcentajes que se incrementan
hasta el 32 y 42% respectivamente
cuando se incluyen también las
complicaciones de la estimulación. La
incidencia de crisis epilépticas
intraoperatorias que en nuestra
experiencia fue de 3 casos (3%),
porcentaje igual al publicado por
Goodman et al (20), ligeramente
superior al 2.3% referido por Santos et
al (21) e inferior al 5.2% publicado por
Paluzzi et al (22). Las crisis pueden
presentarse en cualquier momento de la
cirugía, pero en general están en relación
con los procedimientos de exploración
y de microestimulación (23).
Las complicaciones hemorrágicas
subcorticales son la complicación más
típica de las técnicas estereotácticas; el
riesgo de hemorragia intracraneal oscila
entre el 1-7% (24) aunque en la cirugía
de los movimientos anormales esta
incidencia es algo menor, con porcentajes
entre el 0.7-2.9% por trayecto (11) con
cifras globales muy dispares entre el 0-
25% (18, 22) en función de que se incluyan
en las series los casos asintomáticos o los
sintomáticos (Tabla 3). Para reducir la
incidencia de la hemorragia se ha
propuesto la implantación del electrodo
sin microregistro previo, aunque nosotros
pensamos, al igual que otros neuro-
cirujanos, que es importante la realización
de una correcta planificación quirúrgica,
seleccionando adecuadamente el punto
de entrada sobre la corteza (alejados de
surcos) y analizando detenidamente el
trayecto sobre la resonancia magnética
(25). Otra alternativa propuesta es
realizar con contraste la RM de
planificación con el objeto de visualizar
los vasos sanguíneos de mayor calibre y
separarse de estos al realizar la
planificación.
Tabla 3. Referencias sobre incidencia de hemorragia intracraneal
en pacientes sometidos a estimulación cerebral profunda.
Autor y referencia Año Nº pacientes Hemorragias
intracraneales (%)
Limousin et al (3) 1998 24 1 (4.2%
Benabid et al (24) 2000 127 2 (1.6%)
Beric et al (17) 2001 86 2 (2.3%)
Deep-Brain Stimulation
for PD Study Group (4) 2001 143 7 (4.9%)
Oh et al (1) 2002 84 3 (3.6%)
Krack et al (14) 2003 49 2 (4.1%)
Umemura et al (8) 2003 109 2 (1.8%)
Santos et al (20) 2004 128 3 (2.3%)
Paluzzi et al (21) 2006 60 0 (0.0%)
Goodman et al (19) 2006 100 2 (1.0%)
Kenney et al (18) 2007 319 2 (0.6%)
Presente estudio 2007 100 3 (3.0%)