En el aula taller, tanto los docentes como los alumnos aprenden y juegan un rol activo. Los alumnos se motivan a participar en las actividades grupales e individuales, aprendiendo habilidades sociales y de trabajo en equipo. El docente deja de ser el único proveedor de información para pasar a guiar el aprendizaje de los alumnos, observando y evaluando su progreso.