Este documento describe la importancia de la reflexión sobre la práctica educativa para mejorar la enseñanza y formar a los estudiantes. Señala que los maestros deben analizar constantemente su desempeño a través de la autoevaluación para detectar áreas de oportunidad y solucionar problemas que afectan el aprendizaje de los estudiantes. Además, destaca que los docentes son responsables de crear un ambiente de aprendizaje sólido que permita a cada estudiante desarrollar su potencial y competencias para la vida.