Este documento discute la importancia de la salud emocional desde una perspectiva bíblica. Argumenta que Dios creó las emociones y se preocupa por cómo nos sentimos. También explora cómo la Biblia muestra a Jesús experimentando una variedad de emociones. Finalmente, ofrece varias formas de lograr la sanidad emocional, incluyendo la honestidad personal, el apoyo de la comunidad, someter la mente y la oración constante.