El proceso de secularización comenzó durante el Renacimiento cuando las personas empezaron a entender su vida y contexto social sin necesidad de Dios. Se aceleró durante la Ilustración cuando la razón se convirtió en la única norma para la verdad y los filósofos promovieron la educación del pueblo para erradicar el absolutismo. Finalmente, a comienzos del siglo XX surgieron movimientos para separar la iglesia y el estado.