El movimiento simbolista surgió en la década de 1880 en oposición al naturalismo y materialismo imperantes. Busca escapar de la realidad e invocar ideas inmateriales a través de imágenes, colores y formas alejadas de la realidad que susciten emociones espirituales. Gustave Moreau se destacó por sus extravagantes temas ornamentales y atmósfera de misterio, representando temas mitológicos y religiosos de forma alegórica. Odilon Redon también se enfocó en lo fantástico y lo oníric