El sistema cardiovascular y respiratorio trabajan juntos para distribuir oxígeno y nutrientes a las células del cuerpo y remover dióxido de carbono y desechos. El sistema cardiovascular incluye el corazón y vasos sanguíneos que transportan la sangre, mientras que el sistema respiratorio incluye los pulmones, tráquea y otras vías respiratorias que permiten el intercambio de gases entre el aire y la sangre. Juntos, estos sistemas mantienen el flujo circular de la sangre y gases para soportar la vida.