La teoría de sistemas surgió de los trabajos de Ludwig von Bertalanffy en la década de 1950. Se basa en tres premisas: los sistemas existen dentro de otros sistemas más grandes, son abiertos e intercambian materia con su entorno, y sus funciones dependen de su estructura. Las organizaciones pueden verse como sistemas sociales abiertos que mantienen su actividad a través de la renovación constante de energía de su entorno.