Los españoles conquistaron América principalmente por tres razones: su búsqueda de metales preciosos y deseo de expandir su dominio, su objetivo de difundir la religión católica entre los indígenas, y su superioridad militar y habilidad para aprovechar las rivalidades entre los grupos aborígenes. Trajeron enfermedades que diezmaron a la población indígena y alteraron su sociedad e identidad al imponer nuevas instituciones, costumbres y religiones.