Este documento ofrece sugerencias para fomentar el gusto por los cuentos en la familia. La familia influye en el desarrollo del gusto por los cuentos en la infancia y favorece el gusto por la lectura a través de la imitación. Los cuentos más adecuados para niños de dos años tienen imágenes claras y frases cortas. La lectura proporciona beneficios como el desarrollo de la atención, la imaginación y el lenguaje. Las familias pueden leer con sus hijos, contar cuent
1. SUGERENCIAS PARA LA FAMILIA 5
La familia influye siempre en el desarrollo del gusto por los cuentos en la infancia y, posteriormente favorecerá el
gusto por la lectura. El niño aprende por imitación, por lo que si sus familiares leen, el niño terminará imitándolos, al
percibir que la lectura es una actividad placentera, no algo forzado.
Para el niño de dos años los cuentos siguen siendo inobjeto de juego, aunque comienza a dar nombre a las imágenes y
a poner sonido a lo que representan. Por ello los cuentos más adaptados a su edad tendrán imágenes claras y divertidas
representando acciones y acompañadas de frases cortas. En estos momentos al niño le atraen los dibujos sugerentes y
la letra escrita, aunque los textos deben ser muy breves, ya que suele dar importancia al texto que le lee el adulto y así
empieza a darse cuenta de que hay un código diferente.
Los temas más le interesan a esta edad son:
Libros de imágenes de temas monográficos y realistas: familia, casa, escuela.
Libros personalizados protagonizados por los niños.
Cuentos de animales.
Cuentos con fórmulas repetitivas, acumulativas.
Canciones y rimas.
La lectura proporciona al niño el desarrollo de la atención, la capacidad de escucha y la memoria. Favorece su
imaginación y la creatividad, al tiempo que le ayuda a conocer mejor el mundo que le rodea.
Con la lectura el niño desarrolla el lenguaje y, además, le enseña a pensar y a iniciar la formación de una actitud
critica.
Para contar un cuento hay que estimular la imaginación del niño a través de los sentidos, por ejemplo, imaginar
cómo serian los objetos si los tocáramos, si los oyéramos…invitando así al niño a participar de forma activa. El
adulto debe estar muy cerca del niño interactuando con él. El momento del cuento se debe convertir en una
ocasión especial para compartir.
En el ámbito familiar se pueden realizar diversas actividades para fomentar su interés por los cuentos:
Hablarle mucho y animarle a hablar, escuchándole.
Leer libros o álbumes ilustrados.
Leer el mismo cuento las veces que lo solicite.
Narrarle cuentos oralmente.
Mostrarle diversas formas de literatura a través de escritos, poesías, trabalenguas, adivinanzas…Se
puede partir de juegos, canciones, dichos, adivinanzas, poesías y todo lo que pueda ayudar a
desarrollar el gusto por la lectura, conociendo las preferencias del niño.
La lectura debe ser un momento divertido, no una obligación.
Es fundamental que vea leer a los familiares.
La familia debe ser consciente de que la lectura comienza mucho antes del aprendizaje formal y que el niño se
puede hacer lector por sí mismo, si tiene un ambiente cultural favorable y si tiene posibilidad de descubrir el
libro. El niño desde los primeros años debería estar rodeado de libros, a los que el adulto dará sentido y
significado para que no sean un objeto más.