El documento discute cómo las habilidades del siglo XXI, como el uso de computadoras para comunicarse y resolver problemas, son importantes para que las mujeres emprendedoras tengan éxito. También explora cómo los roles de género son construcciones sociales que varían entre culturas. Finalmente, señala que en el siglo XXI las mujeres emprendedoras no pueden ignorar la tecnología al desarrollar sus proyectos.