El tejido nervioso está compuesto de neuronas y células de la neuroglía. Las neuronas son células excitables que reciben, conducen y transmiten impulsos nerviosos, mientras que las células de la neuroglía brindan soporte, nutrición y defensa a las neuronas. El tejido nervioso es responsable de funciones vitales como la respiración y la digestión, así como funciones complejas como el pensamiento y la memoria.