La Plena Edad Media en Europa estuvo marcada por cambios políticos, económicos y sociales. Los reyes lucharon por recuperar poder sobre los señores feudales y apoyaron el crecimiento de las ciudades, otorgándoles autonomía e impulsando el comercio. La agricultura y las ciudades florecieron, surgiendo una nueva clase social de comerciantes conocida como burguesía. También aparecieron los primeros parlamentos como asambleas que representaban a la nobleza, el clero y las ciudades.