Trabajo realizado por alumnado de quinto B del C.E.I.P. El Puntal de Bellavista (Huelva), dentro del proyecto "Aprendemos junt@s" de colaboración entre el C.E.I.P. Genil de Jauja (Córdoba) y el C.E.I.P. El Puntal de Bellavista (Huelva)
Elaborada a partir de la presentación de Tomás Pérez Molina (www.slideshare.net/tomperez).
Las fuentes de los recursos utilizados figuran en la última diapositiva.
Trabajo realizado por alumnado de quinto B del C.E.I.P. El Puntal de Bellavista (Huelva), dentro del proyecto "Aprendemos junt@s" de colaboración entre el C.E.I.P. Genil de Jauja (Córdoba) y el C.E.I.P. El Puntal de Bellavista (Huelva)
Elaborada a partir de la presentación de Tomás Pérez Molina (www.slideshare.net/tomperez).
Las fuentes de los recursos utilizados figuran en la última diapositiva.
1. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
Tema XXIII. Los comienzos del Neolítico en Europa
1. LA DIVERSIDAD REGIONAL Y LAS DISTINTAS ÁREAS
Desde un punto de vista biogeográfico, en Europa se distinguen tres regiones, la Ártica,
la Eurosiberiana y la Mediterránea. La humedad y la temperatura, además del suelo, son
fundamentales en las actividades agrícolas y pastoriles y su variabilidad ha permitido
distinguir distintos pisos bioclimáticos. Los cambios climáticos de finales del
Pleistoceno y comienzos del Holoceno configuraron los distintos pisos bioclimáticos
que, ya en la fase Boreal, debieron ofrecer unas condiciones semejantes a las actuales.
El norte y este de Europa se caracterizan por las grandes llanuras continentales de
origen glaciar. A finales del período Boreal (hacia el 6.500-5.500 a.C.) su clima
continental dio lugar a varias zonas de vegetación: en el este, regiones semidesérticas,
estepas y estepas con bosques y, en el norte, bosques persistentes. Durante el período
Atlántico (hacia el 5.500-3.000 a.C.) las grandes masas glaciares europeas ya se habían
retirado, lo que provocó la elevación del nivel del mar y una modificación de las zonas
costeras. Los inviernos fueron más suaves y húmedos y los veranos frescos y húmedos.
Por las llanuras del norte y Europa central se extendió el encinar mixto. Al oeste de la
llanura rusa la vegetación era más densa, en las zonas meridionales semidesérticas,
apareció la estepa y en la costa del Mar Negro bosques de encinas.
Al final del Boreal, las altas regiones alpinas tenían una vegetación de montaña y las
zonas mediterráneas bosques de robles y olmos. Con el período atlántico, se consolidó y
diversificó la vegetación.
En Europa, el gran cambio cultural fue posterior al climático y la forma de vida
neolítica tuvo que adaptarse a espacios geográficos muy diversos.
La instalación del Neolítico en Europa se produjo durante el período Atlántico y, al
parecer, la incidencia del hombre sobre el medio natural y la vegetación produjo en
ocasiones alteraciones muy profundas. A finales del IV milenio, especialmente en el
norte de Europa, se produjo una fuerte regresión de los bosques debido a la acción
antrópica, sin embargo, los resultados se dejaron sentir en una fase más avanzada.
La vida neolítica penetró en Europa a través del Egeo desde las costas del Levante y
Asia Menor. Desde Grecia se documentan dos vías de expansión, una hacia Europa
Central, siguiendo la vía del Danubio, y otra a lo largo de las costas del Mediterráneo,
hacia occidente. Sus mecanismos de penetración dependieron de las poblaciones
mesolíticas preexistentes y de la diversidad bioclimática, más o menos adecuadas a las
formas de vida campesinas. Las primeras plantas cultivadas fueron los cereales
mediterráneos, el trigo y la cebada, así como las leguminosas (guisantes, lentejas y
habas).
En el sureste y centro de Europa, en la zona alpina así como en algunos lugares de la
costa mediterránea occidental, se han documentado yacimientos neolíticos donde
aparecen conjuntamente cereales y leguminosas con ovicápridos y cerámica, sin
embargo, son escasos los datos de coexistencia de estos elementos en contextos
preneolíticos. En el norte y occidente de Europa, a veces se documenta la persistencia
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2. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
de las formas de vida mesolíticos en momentos cronológicamente avanzados, lo que
indicaría el comienzo de una proceso de neolitización más tardío.
Las cadenas montañosas que separan el norte y sur europeos, de Este a Oeste, debieron
ofrecer una barrera natural que explicaría las diferencias entre en el desarrollo de las
culturas neolíticas mediterráneas y de la Europa templada, aunque existe una cierta
tendencia a defender la existencia de una relación a través de los valles altos alpinos.
2. EL SURESTE DE EUROPA
En realidad, se trata del primer neolítico europeo, dado que es la primera etapa de
expansión desde el Próximo Oriente hacia el 7.000 a.C. Parece que Chipre se colonizó
desde las costas del Levante en época del Precerámico B, Creta desde las costas
meridionales de Anatolia y Grecia desde las orientales a través del Egeo. Desde el norte
de Grecia, por el Danubio y sus afluentes, el neolítico llegó a Rumania, norte de Serbia,
Croacia y sur de Hungría a lo largo del V milenio.
2.1 El Egeo, Creta y Chipre
El Egeo es un mar repleto de islas, en general pequeñas y abruptas, que sin duda fueron
escalas magníficas en los desplazamientos en búsqueda de nuevas tierras (Saliagos,
Melos…)
Creta es la gran isla y la mejor dotada para una economía neolítica próspera. Es
importante destacar la larga duración del hábitat y la evolución de sus sucesivos
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3. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
sistemas arquitectónicos. Los primeros habitantes revelaban una instalación precipitada
que luego fue organizándose, construyeron casas de adobe y fabricaron cerámica.
La colina de Knossos documenta la llegada de los primeros colonos neolíticos a la isla
de Creta procedentes, probablemente, del oeste de Anatolia, y cuya migración quizás se
debió a la elevación del nivel del mar, que dio lugar a la inundación de los
asentamientos costeros de Anatolia, Grecia y las islas del Egeo.
Otra gran isla es Chipre, donde destaca su interesante poblado neolítico precerámico de
Khirokitia (ver reconstrucción en la imagen inferior), fechado a mediados del VI
milenio a.C., con su impresionante desarrollo arquitectónico en piedra, de viviendas
circulares cubiertas por falsa cúpula, de dos pisos y patio en la entrada. Otro poblado
con el mismo tipo de casas es el de Kalavassos-Tenta, cuyos niveles precerámicos se
fechan hacia el 5.500 a.C. y los de fase con cerámica, hacia el 3.500 a.C.
En el interior de las casas había bancos, una plataforma para el hogar y hornacinas para
guardar la vajilla, pulida y con formas variadas. También ídolos, objetos de adorno,
punzones de hueso, industria del sílex y algo de obsidiana.
Tenían animales domésticos (ovejas y cerdos) traídos de fuera, lo mismo que cabras,
gamos y lobos y se ha documentado actividad agrícola con cereales y leguminosas. Las
sepulturas individuales, estaban en el subsuelo de las casas. El acho muro detectado en
Tenta se cree que tenía la función de cerca o cierre.
Este Neolítico Precerámico de Chipre resulta algo tardío en relación al continente. Por
su cronología, el Neolítico Precerámico de Chipre sería contemporáneo del Neolítico
Precerámico B de Levante.
Actualmente parece documentarse en la isla una fase anterior, fechada hacia el 8.300-
7.100 a.C. En Shillouro-Kambos hay un Neolítico Precerámico sin estructuras de
piedra, con restos de tapial y agujeros para postes. La evolución del Neolítico en esta
zona sur de Chipre terminaría con una fase Calcolítica en Kalavassos-Ayous, con
estructuras de habitación parecidas a las localizadas en Palestina. Todo esto indicaría
que el neolítico chipriota, al menos al sur de la isla, debió tener más relación con
Levante que con Anatolia.
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4. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
2.2 Grecia continental, los Balcanes y sur de Rumanía
La hipótesis de la dependencia anatólica del Neolítico de los Balcanes (Tesalia, Serbia,
Macedonia y Bulgaria) se basa en la coincidencia del conjunto de las especies
domésticas adoptadas y en paralelismos de la industria lítica, cerámica y la ideología
(ídolos femeninos).
Los primeros asentamientos neolíticos empiezan en Grecia hacia el 6.000 a.C., hacia el
5.000 a.C. en Bulgaria y hacia el 4.700 a.C. en la antigua Yugoslavia. Por primera vez
aparecen la cerámica, los utensilios de piedra pulimentada y la domesticación de plantas
y animales.
En el Peloponeso está la cueva de Franchthi, que proporcionó la secuencia más
prolongada de la Prehistoria griega, desde comienzos del Paleolítico Superior hasta el
Neolítico final. Hacia el 5.800 a.C. ya se documentan la cerámica, el trigo y la cebada,
además de oveja y cabra doméstica, al mismo tiempo que estructuras construidas y un
nuevo tipo de industria lítica que sugieren la llegada de gente nueva, momento en que
también se ocupa el exterior de la cueva, lo que continuará a lo largo de todo el
Neolítico medio y reciente, con gran variedad de cerámica: cerámicas monocromas,
pintadas y negras bruñidas del Neolítico antiguo, las variedades del llamado urfinis del
Neolítico medio y las negras bruñidas, pintadas mates e incrustadas del Neolítico
reciente.
La región de Tesalia, la gran llanura cerealista, posteriormente fue centro de gran
desarrollo de culturas neolíticas avanzadas como las de Sesklo y Dímini.
Se estudiaron secuencias estratigráficas en numerosos tells1
(Achilleion, Argissa…), a
partir de las cuales se estableció un Neolítico Antiguo (Pre-Sesklo), con restos de
especies domésticas, insuficiente para confirmar la existencia de un neolítico
precerámico autónomo. La facies Sesklo, caracterizada por cerámicas decoradas con
impresiones – de uñas, dedos, palos e incluso de una concha Cardium – y motivos
plásticos, representa un Neolítico antiguo de tipo mediterráneo del VI-V milenio a.C.,
pero al mismo tiempo se dan cerámicas pintadas que se desarrollan a lo largo del
Neolítico medio, culminando en la fase Dímini.
En el norte, en Macedonia, está el importante yacimiento neolítico de Nea Nikomedeia
fechado desde 6.230 a.C. Es un poblado abierto, con casas rectangulares grandes y
1
Elevaciones del terreno debidas a una ocupación continuada de un lugar por poblaciones humanas.
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Fuente y jarra de cerámica Sesklo
Fuente cerámica estilo Dímini
5. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
alguna estructura mayor interpretada como santuario. El yacimiento dio abundante y
variada cerámica, lisa, bien bruñida y pintada monocroma en rojo y beige. También se
encontraron estatuillas femeninas desnudas, de arcilla y estampillas (pintaderas). Fuera
de las casas o en el interior de casas arruinadas, se encontraron pozos con
enterramientos individuales. Se conservaban muy bien restos perecederos, como
distintos recipientes de madera, tejidos, bolsas y restos de vestido de cuero, cestería,
junto a una industria de sílex, hueso y obsidiana. Se encontraron restos de trigo, cebada,
guisantes, habas y lentejas.
Más al norte, en el actual territorio de Bulgaria, se han encontrado muestras de cereal
cultivado muy antiguas, pudiéndose afirmar que en Karanovo I el trigo era el elemento
esencial en la alimentación, junto a lentejas y guisantes.
La llanura Tracia se desarrolla entre los Balcanes y la cordillera de las Ródope. El
Neolítico se documenta aquí desde su fase más antigua en Karanovo, Tell Azmak,
Chevdar y Kazanluk. Los poblados tenían casas con sus habitaciones completamente
especializadas, separadas entre sí por pasillos. La cerámica de Karanovo estaba
decorada con impresiones y elementos plásticos. También la había de gran calidad, lisa
y pintada de rojo y blanco, que se desarrolla en la fase siguiente, Karanovo II.
En la antigua Yugoslavia, las primeras comunidades neolíticas se fechan entre el 6.000
y el 4.500 a.C., aproximadamente. Parece que desde Macedonia a Serbia se pueden
detectar instalaciones anteriores a la cultura de Starcevo, aproximadamente a finales del
VII milenio, en el VI se inició la fase Starcevo y comenzaron los primeros
desplazamientos hacia el norte por los valles del Vardar-Morava. La cultura de Starcevo
es contemporánea de las de Karanovo (Bulgaria), Körös (sur de Hungría) y Cris
(Rumania).
Los valles del Vardar y el Morava son una ruta natural del Egeo a Europa. Los
asentamientos neolíticos han proporcionado mucha información sobre la cultura
Starcevo, que al parecer tuvo una larga duración (5.400-4.300 a.C.). Las características
de sus depósitos parecen indiciar establecimientos temporales, con casas de madera
alargadas revestidas de arcilla, escasa industria lítica excepto en azuelas pulimentadas y
una cerámica pintada en las fases antiguas y con decoración de grecas y espirales más
adelante. Los asentamientos tipo Starcevo se concentran en las llanuras de loess del
Banato y Vojvodina en el norte de Serbia.
Al contrario ocurre en el Neolítico final, con establecimientos
grandísimos y de ocupación continuada, con largas casas
rectangulares con tejados a doble vertiente sostenidos por
grandes vigas, cerámicas pintadas con motivos curvilíneos y
diseño de estilizadas figurillas femeninas (ver figura derecha),
como las localizadas en los yacimientos de Vinca (Serbia) y
Vinca-Tordos (Rumania), que dan nombre a la cultura Vinca.
En la costa adriática y Dalmacia, se desarrollan contextos con
cerámica impresa tipo Smilzic.
Hacia el 4.000-3.500 a.C. se consolidan las culturas regionales y comienza la actividad
metalúrgica, unos mil años antes que en el Egeo, contemporáneamente a la fase pre-
Troya de Anatolia.
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6. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
3. EL NEOLÍTICO EN EUROPA CENTRAL
La vía del Danubio debió ser fundamental para la expansión de las formas de vida
neolíticas en asentamientos caracterizados por la decoración del sus cerámicas (LBK =
Linienbandkeramik), cuya cronología se centra hacia el 4.500-4.300 a.C. La llamada
cultura de la cerámica de bandas señala el primer uso local de la cerámica, las plantas
cultivadas y los animales domésticos, así como de asentamientos plenamente
consolidados. Las poblaciones locales de finales del Mesolítico debieron jugar un papel
importante en la formación de este primer Neolítico. Hay que destacar sus preferencias
por las tierras loéssicas, fértiles, bien drenadas y fáciles de cultivar, especialmente las
terrazas de los ríos.
En Europa central no hay tells2
y las actividades agrícolas han destruido los restos en
superficie, por lo que suelen documentarse sólo las cimentaciones de las estructuras en
excavaciones extensivas.
Los asentamientos de las gentes de las cerámicas de bandas tienden a ser muy uniformes
y grandes, con más de 100 estructuras, y se caracterizan por tener grandes casas
construidas con vigas de madera; por otro lado, revelan una economía plenamente
campesina, con agricultura y ganadería. Las áreas cultivadas no eran muy extensas y se
explotaban durante tiempos continuados, e incluso se cercaban los campos fijos. El
trigo, la cebada y guisantes eran los cultivos más generalizados y, como planta textil, el
lino. En cuanto a la ganadería, el buey parece ser la especie más importante, seguida por
el cerdo y, en último lugar los ovicápridos, lo que debió exigir una sedentarización y
una estabulación y campos cerrados no lejos del poblado.
La cerámica está decorada con bandas incisas – con punzón o peine -, que varían
estilísticamente (espirales, bandas horizontales, verticales, zig-zag…) a nivel local y
cronológico. Las formas son bastante constantes: bols, ollas y vasos esféricos con
cuello.
Las sepulturas solían ser individuales, en fosa, con el inhumado contraído y,
frecuentemente, espolvoreado con ocre y con un ajuar a base de adornos.
Alemania, Austria, Chequia y Eslovaquia quedan dentro del área occidental de la
cerámica de bandas, extendiéndose desde la cuenca de París (ver ejemplos de cerámica
cardial provenzal en la figura adjunta) hasta Moldavia. El grupo oriental queda
restringido al este del Danubio, en un área encerrada por el arco de los Cárpatos, en la
gran llanura de Alföld, Transilvania y Eslovaquia Oriental.
2
Elevaciones del terreno debidas a la ocupación continuada de un lugar por poblaciones humanas.
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7. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
Los grupos occidentales de la cerámica de
bandas están relacionados con los del
Neolítico antiguo de cerámica pintada de
los Balcanes y, concretamente, con las
culturas de Starcevo y de Körös. En
general repiten los mismos tipos de casas
rectangulares construidas con postes de
madera, ramas y barro. Entre los
yacimientos más importantes están Bylany
en Bohemia, Olszanica en Polonia,
Hienhein en Baviera y Esloo y Sittard en
Holanda.
Con la cultura de la cerámica de bandas, aparecen las primeras grandes necrópolis,
como la de Nitra (Eslovaquia), Sonderhausen (Turingia) o Flomborn (Renania).
La expansión de la cultura de la cerámica de bandas dio lugar a una evolución regional.
La región alpina se extiende por un amplio espacio geográfico en Austria, Suiza, Italia
y Francia. La forma de vida neolítica se fue adaptando a los altos valles de montaña
hacia el 3.500 a.C. Muchos asentamientos eran pequeños, incluso equivalentes a granjas
individuales o caseríos. El mayor podía alcanzar, a lo sumo, entre 150 y 180 habitantes,
durante decenios de años. La procedencia de este Neolítico está relacionada con los
grupos de la cerámica de bandas.
Francia comparte el neolítico alpino y el de la cerámica de bandas (rubané) en su
expansión al occidente del Rhin. En el norte hay instalaciones de grupos de cerámicas
de bandas. Algunos poblados (Cuiry-les-Chaudardes, Reichatett o Yonne) conservan
numerosos restos de casas rectangulares cubiertas a doble vertiente y construidas con
madera, ramas y revestimiento de barro, con una media supuesta de entre 50 y 200
habitantes por poblado.
En el norte de Europa, el área báltica oriental y el occidente de Rusia, hay una larga
continuidad de formas de vida cazadoras, incluso después de aparecer la cerámica. En
Finlandia, la agricultura aparece hacia el 2.500 a.C. con la cultura de las hachas de
combate (Boat Axe) pero no se consolida hasta mediados del primer milenio d.C. En las
zonas boscosas del noroeste de Rusia, la agricultura no se introduciría hasta la Edad de
Hierro (hacia el 500 a.C.) y en las de estepa hasta el siglo XII aproximadamente.
4. EL NEOLÍTICO EN LA FACHADA ATLÁNTICA EUROPEA
En el estudio de las comunidades neolíticas de la fachada atlántica europea es básico el
conocimiento del sustrato mesolítico para comprender el proceso de asimilación de las
formas de vida neolíticas. La mayor parte de estas comunidades basaban sus recursos
alimenticios en el ciervo, el jabalí y el auroch, en frutos como la avellana y la bellota y
en la costa, en la pesca y la recolección de moluscos, e incluso la caza de mamíferos
marinos como la foca. En líneas generales, parece que la densidad de población pudo
ser mayor que la de los agricultores de Europa central. En estas circunstancias no debe
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8. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
sorprender que la adopción del Neolítico fuera posterior al 4.000 a.C., con la aparición
de la cerámica.
4.1 Los Países Bálticos y del Mar del Norte
Las primeras cosechas agrícolas en estas áreas aparecen en comunidades mesolíticas.
Después del 4.000 a.C., en Holanda, al norte de Alemania y al sur de Escandinavia
empiezan a usar la cerámica, cuyas técnicas aprendieron de las vecinas comunidades
agrícolas de la cerámica de bandas. En algunos asentamientos fechados entre el 4.000 y
el 3.000 a.C. hay evidencias de consumo y, en ocasiones, cultivo local de cereales, junto
a animales domésticos.
En Holanda, la subida del nivel del mar en el IV milenio a.C. redujo el territorio
potencialmente agrícola. La cultura de Vlaardingen, hacia el 2.500-2.000 a.C., indica la
persistencia de comunidades con importancia destacada de la caza junto a escasas
evidencias de cultivos de cereal.
En el norte de Alemania la primera cerámica se fecha en 4.110 a.C. en los
asentamientos del lago Dümmer, donde no se documentan cultivos.
En Escandinavia, la aparición de cultivos de cereal es simultánea a la de vasijas
cerámicas con cuello en forma de embudo (TRB), entre 3.300 y 2.700 a.C., que se ha
interpretado como prueba de la inmigración de colonos agrícolas. Encontramos aquí
establecimientos estacionales con cultivos y domesticación de buey y cerdo y algún
ovicáprido. El cultivo de cereal es escaso antes del 3.000 a.C.
4.2 Bretaña y Normandía
Los primeros grupos neolíticos de estas regiones occidentales se caracterizan por sus
necrópolis con sepulcros de corredor llamados “sepulcros megalíticos”, interpretados
unas veces como de tipo ritual y otras como de carácter sociopolítico.
Hacia el 4.000 a.C. ya conocían la técnica de cubrir espacios mediante aproximación de
hiladas de piedra (falsa cúpula) y construían grandes túmulos escalonados de piedra
(cairns). Parece evidente que para construir estos monumentos tenía que haber una
fuerte cohesión social. El carácter religioso funerario viene además reforzado por las
representaciones, grabados, de carácter mágico-religioso (Gavrinis). La posible
estratificación social se reflejaría en los ajuares funerarios a veces muy ricos. Todas
estas novedades van unidas a la introducción de la agricultura en la región, a una mayor
concentración de la población y a un aumento demográfico. Destacan el Gran Cairn de
Barnenez, el cairn de la Isla de Cairn y los túmulos de la zona del golfo de Morbihan,
especialmente el túmulo de Saint-Michel en Carnac. La cerámica, sin embargo, era
escasa.
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9. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
Una de las joyas del arte megalítico es sin duda el dolmen
de corredor de la isla de Gavrinis en el golfo de Morbihan,
auténtica síntesis de los temas grabados en los dólmenes
bretones. Algunos temas son comunes a otros dólmenes –
cruces, signos en U, hachas pulimentadas, serpentiformes,
ídolos en forma de escudo -. La diferencia es que en
Gavrinis todos los paneles forman una composición sin
vacíos, con un sentido puramente decorativo.
En Aquitania también hay grandes túmulos como el de Bernet en Saint-Sauver-Médoc
(Gironde), fechable a comienzos del IV milenio.
Si los dólmenes tenían una función funeraría, hay otros monumentos megalíticos de
difícil datacación e interpretación, como los menhires, alineamientos o los cromlechs.
Excepto en Bretaña, no parece haber una relación clara entre dólmenes y menhires. Hay
menhires gigantescos y otros que no alcanzan un metro. El mayor es el de
Locmariaquer, el Mané-Er-Groah, de unos 20 a 23 metros. Los alineamientos de
Carnac parecen tener una finalidad ritual o religiosa.
Algo parecido podríamos decir de los cromlechs, a cuyo alrededor, lo mismo que en la
base de algunos menhires, se han encontrado restos de fuegos interpretados como
rituales. Destaca el Cromlech de la isla de Er-Lannic (Morbihan)
4.3 Las Islas Británicas
El comienzo del Neolítico en las Islas Británicas se manifiesta por la aparición
simultánea del cultivo de cereal, la domesticación de animales y la cerámica.
Asentamientos como el de Windmill Hill, fechado hacia el 2.900 a.C., pueden ser más
antiguos, pues se han localizado restos de uso de cereales hasta cerca del 4.000, en
contextos mesolíticos, con oveja y cerámica. Durante el período Atlántico, entre el
5.500 y el 3.000 a.C., el Noreste de Europa experimentó un óptimo climático. Los
análisis de polen muestran una posible intervención humana en el bosque desde 4.500
a.C., produciendo claros más o menos intermitentes. Hacia el 3.500 a.C. se documentan
pólenes de trigo y cebada y hacia el 2.950 parece haber un retroceso de los cultivos y
una regeneración del bosque.
Aparecen nuevas plantas cultivadas (trigo, cebada) y animales domésticos (buey, cerdo,
ovejas/cabras), que se supone llegaron en barco desde el continente a lo largo del V
milenio a.C. La economía neolítica ya está implantada en Shipea Hill hacia el 4.300 a.C.
Hay también una clara evolución en la industria lítica, con puntas de flecha de retoque
plano bifacial y hachas de piedra pulimentada. Empiezan a seleccionar rocas de tipo
eruptivo o metamórfico (porcelanita) y se han localizado talleres para su fabricación
cuyas dataciones van del 2.730 al 2.524 a.C.
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10. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
La cerámica presenta usos de tipo doméstico y funerario. En Windmill Hill, la cerámica
más antigua es de base redondeada, formas simples de ollas y cazuelas con borde
redondeado y a veces decoración incisa de líneas verticales o reticulados. En el
Neolítico final es típica la cerámica acanalada (Grooved ware) y decorada con
impresiones, fechada hacia el 2.900 a.C. En Irlanda se dan dos tipos de cerámica, de
fondo convexo y de fondo plano.
En el Neolítico antiguo (4.400-3.500 a.C.) se conjugan el pastoreo y el cultivo de cereal.
En el Medio (3.500-3.100 a.C.) parece haber un retroceso en las actividades campesinas
y una regeneración del bosque. Fue especialmente importante el cultivo de trigo y muy
inferior el de cebada y frutos.
No se conocen bien los asentamientos del Neolítico antiguo. En Windmill Hill esta
primera fase se fecha hacia el 3.600 a.C., aunque se puede afirmar que la población
muestra una gran expansión de instalaciones entre el 4.500-3000 a.C. y una
concentración en lugares concretos.
Los recintos o campos rodeados de fosos son quizás las estructuras más características
del Neolítico inglés. Los recintos pueden estar cerrados total o parcialmente, por una o
varias líneas de terraplenes y fosos, que se interrumpe en la entrada principal. De
tendencia circular, los recintos pueden variar de tamaño. No parece que estén destinados
exclusivamente a actividades de tipo ritual. Su distribución geográfica parece indicar
más bien una función de control de un territorio. La mayoría de estos recintos se
debieron empezar poco después del 4.000 a.C., ocupándose intensamente hasta el 3.000
a.C., como así atestiguan las dataciones de algunos de ellos: Windmill Hill, 3.600 a.C.
para la ocupación anterior al recinto, que está vigente en 3.100 y en el Neolítico final
con vaso campaniforme, en 1.800 a.C., Knap Hill, 3.400 a.C. para la ocupación anterior
al recinto y 2.100 para la fase campaniforme, Maiden Castle desde 3.900 a 3.300 a.C.,
etc.
Los “long barrows” y los sepulcros de corredor son los monumentos funerarios
fechados por C14 entre el 4.200 y el 3.200 a.C. Los largos túmulos de tierra son muy
numerosos en Inglaterra y la mayoría están en Wessex. Suelen estar flanqueados por
fosos y su tamaño varía de 22 a 135 m de largo. Suelen cubrir varias estructuras
10
Yacimiento de
Windmill Hill
11. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
asociadas con las tumbas y alguno incluso no contenía ninguna tumba. Un buen ejemplo
es el famoso West Kennet long barrow del área de Avebury (ver imagen a continuación)
En el Neolítico final surgen grandes monumentos ceremoniales que podemos reducir a
tres tipos principales: los henges y recintos henge, los círculos de piedra y
alineamientos, los grandes túmulos circulares como Silbury Hill. No suelen ser
monumentos aislados, sino que forman grandes conjuntos ceremoniales, como el de
Stonehenge.
En Escocia está el pequeño asentamiento del Neolítico final de Skara Brae con la
curiosa disposición de las casas y su sólida arquitectura de piedra, capaz de resistir los
fuertes vientos que azotan las islas del norte.
En Irlanda, el asentamiento con datación más antigua es el de Ballynagilly, cuya
explotación puso al descubierto la cerámica y el sílex. El lugar fue ocupado hasta el
final del Neolítico y época del vaso campaniforme.
El gran desarrollo arquitectónico está en los túmulos funerarios que encierran sepulcros
de corredor con cámaras circulares cubiertas por falsa cúpula, como en los grandes
monumentos del valle del Boyne. Destacan entre todos los conjuntos el de New Grange
y el de Knowth. Los paralelismos con el megalitismo de la Bretaña francesa son
evidentes, así como sus diferencias con el megalitismo británico. Las losas grabadas y
sus motivos, son otro elemento de relación con el megalitismo atlántico francés e
incluso de la Península Ibérica.
5. EL MEGALITISMO
El megalitismo, es decir, la construcción de monumentos con grandes bloques de
piedra, ya sea con finalidad funeraria, ritual o de culto, se inicia en el occidente europeo
en pleno Neolítico. El megalitismo es un fenómeno común que comparten diversas
culturas en diversas épocas, desde el V hasta el II milenio a.C., con perduraciones o
reutilizaciones posteriores que en algunos sitios llegan al I milenio a.C.
Este fenómeno cultural tiene expresiones diversas que van desde construcciones con
piedras pequeñas hasta cuevas naturales o artificiales, pasando incluso por variantes en
las que se empleó la madera (megalíxicas). Desde el punto de vista funerario, la tumbas
megalíticas son sepulcros de inhumación colectiva y las citadas cuevas naturales o
artificiales utilizadas con la misma finalidad se incluyen también en esta denominación.
Igualmente se incluyen los templos, que solían tener una función de culto, así como los
alineamientos de piedras o los menhires.
11
12. PREHISTORIA Tema XXIII Carlos Basté López
2º Cuatrimestre
Se pueden establecer cuatro categorías de megalitos:
a) Menhires o piedras hincadas aisladas, muy frecuentes en la Bretaña francesa.
b) Menhires agrupados, cromlech o henges, alineados en filas. A las primeras se
las denomina alineaciones, a las segundas, anillos de piedra o círculos de piedra.
Su cronología es amplia, entre 3.880 y 2.000 a.C.
c) Sepulcro megalítico o cámara funeraria. Es el monumento megalítico más
generalizado en Europa. Tiene variantes en cuevas artificiales o naturales,
tholoi, galerías cubiertas, etc. Los hay exentos, formando necrópolis megalíticas
o bajo túmulo. Su cronología es también muy amplia, entre 4.500 y 2.000 a.C.,
con reutilizaciones posteriores.
d) Templos megalíticos, construidos con grandes bloques de piedra. Son
característicos del Mediterráneo central (islas de Malta y Gozo). No suelen
contener tumbas y parecen estar consagrados al culto. Su cronología es también
muy amplia, entre 4.000 y 2.000 a.C.
Los alineamientos de menhires parecen haber desempeñado una función ceremonial
en algunos centros de Europa atlántica. Entre los más conocidos están Carnac y
Locmariaquer, en Morbihan, al sur de la Bretaña francesa, especialmente los
alinemaientos de menhires de Le Ménec, Kermario y Kerlescan. Asociados a estos
alineamientos se encuentran algunos sepulcros megalíticos, altares y círculos de piedra,
como el “Gran Menhir” de Locmariaquer.
Los henges eran recintos circulares, rodeados de zanjas y terraplenes con corredores
transversales. El más conocido es el de Avebury (Gran Bretaña), datado en el 3.000 a.C.
Formaba parte de un gran complejo ritual, donde se ofrecían hachas de piedra
pulimentada, en el que también estaba incluido el gran túmulo megalítico de West
Kennet. Otros henges conocidos son Stonehenge y Woodhenge.
Los templos megalíticos desempeñaron
una función religiosa, como centros de
culto de una compleja religión en la que
se mezclaban ritos de la fertilidad, de la
vida de ultratumba, de la regeneración
de la tierra y de la energía de los astros.
Los más característicos son los de la isla
de Malta, donde destaca el templo
megalítico de Mnajdra (ver foto a la
derecha). El templo megalítico de Hagar
Qim, también en Malta, es
probablemente el más antiguo del
Mediterráneo. En los templos no suelen
hallarse enterramientos.
Los megalitos más abundantes son los sepulcros, relacionados con la inhumación
colectiva, repartidos por toda Europa, especialmente en su fachada atlántica.
Aunque hay cierta diversidad tipológica en los sepulcros megalíticos, todos ellos
pueden encuadrarse en cuatro grandes grupos:
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2º Cuatrimestre
a) Sepulcros de corredor. Tienen una cámara sepulcral y un corredor diferenciado
de la cámara.
b) Sepulcros de galería. Con una cámara poco diferenciada de la galería de acceso.
Pueden tener otras cámaras secundarias y la galería puede ser más o menos
larga.
c) Dolmen. Una simple cámara sepulcral, sin corredor ni galería.
d) Rundgräber. Literalmente “sepulcro circular”, consistente en una cámara
rodeada de un círculo de piedras, a veces bajo túmulo.
Los sepulcros megalíticos se construyeron aislados o formando necrópolis que en
ocasiones podían agrupar un número considerable de sepulcros, como la necrópolis
megalítica de Los Millares.
Cabe destacar que muchos de estos sepulcros megalíticos fueron decorados con
pinturas y grabados cuyo significado debe ser puesto en relación con la función
desempeñada por los monumentos. Unos de los centros más destacados de este tipo de
manifestaciones artísticas son Carnac y Gavrinis y, en la Península Ibérica, el dolmen
de Dombate (A Coruña).
El megalitismo más antiguo es el de las costas atlánticas de Europa occidental: Bretaña,
Islas Británicas, Holanda, Alemania, Suecia y Dinamarca. Las cronologías más
elevadas las ofrecen los megalitos de la península de Knocknarea (Irlanda), donde
algunos de los megalitos aparecen asociados a concheros de cazadores-recolectores que
acababan de iniciar las prácticas ganaderas (4.700 a.C.).
En la península de Bretaña (Francia), las tumbas megalíticas más antiguas están en la
isla de Gaignog y en Kerkado, fechados entre 4.800 y 4.500 a.C. También en la
península de Bretaña los monumentos megalíticos de Saint-Nazaire, asociados a
yacimientos de cazadores-recolectores de tradición tardenoisiense, en vías de cambio
hacia una economía de producción, se fechan antes de 4.000 a.C.
En Gran Bretaña los megalitos de Lambourg o West Kennet se fechan entre 3.900 y
3.500 a.C. Durante una buena parte del IV milenio a.C. se construyeron diversos
monumentos circulares con fines ceremoniales (henges), de los que el más famoso sería
Stonehenge, cuya fase inicial se fecha hacia 3.200 a.C.
Ya en el norte de Europa los megalitos de Seland y de isla de Funen (Dinamarca) son
de hacia 3.500 a.C., como los de Stävie (Suecia).
En la Península Ibérica, los megalitos más antiguos están también en la fachada
atlántica portuguesa en forma de pequeñas cámaras sepulcrales cubiertas con túmulos
(marco Branco, fechada el V milenio a.C.). Les siguen los sepulcros colectivos de
cámara y corredor estrecho de Alemtejo, fechados entre 4.500 y 4.300 a.C., aunque la
plenitud del megalitismo está representada en los grandes sepulcros de cámara
poligonal y corredor del Alemtejo.
Cuando se inicia el Calcolítico, la tradición megalítica continúa, a veces vinculada a los
grandes poblados ya metalúrgicos o formando necrópolis de cierta variedad tipológica.
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En España los megalitos gallegos también presentan cronologías elevadas, como el de
Chan da Cruz, fechado entre 4.300 y 4.000 a.C., generalizándose los sepulcros bajo
túmulos entre 4.000 y 3.700 a.C.
En Anadalucía aparecen los rundgräber en el Neolítico final en Almería, así como las
pequeñas cámaras y los sepulcros de corredor de Huelva, fechados a finales del V
milenio a.C. Poco después el megalitismo está generalizado por casi todo el territorio
peninsular, con la excepción d ela franja costera desde Tarragona a Alicante,
alcanzando su apogeo con los inicios del Calcolítico, a veces vinculado a grandes
poblados megalíticos, como Los Millares (Almería).
Respecto a la procedencia del fenómeno megalítico, frente a la hipótesis inicial que
localizaba su origen en el Egeo y la costa sirio-palestina, los métodos modernos de
datación absoluta demostraron la mayor antigüedad de los megalitos atlánticos sobre
sus supuestos precedentes mediterráneos, egeos y orientales, quedando adscritos al
proceso de evolución del Neolítico occidental, en cuyas primeras fases parecen
iniciarse. Se maneja incluso la idea de la existencia de distintos focos originales del
megalitismo: Bretaña, Islas Británicas, Portugal, España y Escandinavia. En esas zonas,
las comunidades neolíticas levantaron esos monumentos en un esfuerzo colectivo
destinado a honrar a sus muertos y a sus dioses, pero también para dar mayor cohesión
al grupo y para señalar la posesión del territorio que ocupaban desde los tiempos de sus
antepasados.
Los rasgos fundamentales del megalitismo son, en el aspecto físico, la
monumentalidad, la visibilidad y la situación en lugares adecuados (zonas divisorias
entre territorios, ejes de rutas de transhumancia o llanos de gran visibilidad
astronómica), y en el aspecto ideológico, el carácter funerario, religioso y simbólico, la
condición de obra colectiva y su carácter de elemento distintivo o de señalización. En
cualquier caso, parece claro que los megalitos desmepeñaron una función social en la
que estaban presentes tanto el culto a los antepasados como el deseo de hacer ver a los
demás el control sobre el territorio y la fuerza y cohesión del grupo que en él vivía.
Tras más de dos milenios de desarrollo, el megalitismo decae precisamente cuando la
metalurgia empieza a consolidarse. Hacia el 2.500 a.C. se dejan de construir
monumentos megalíticos en buena parte de Europa. El declive pudo haber estado
motivado por la aparición de un nuevo modelo de sociedad jerarquizada en la que lo
individual empieza a tener más fuerza que lo colectivo. El ascenso de las jefaturas
propiciará en Europa la aparición de tumbas individuales y el paulatino abandono de las
colectivas. En la Península Ibérica es el tránsito desde la cultura de Los Millares a la de
El Argar, la aparición de la metalurgia del bronce y el nacimiento de un modelo de
sociedad lo que, a la postre, presidirá la consolidación de las jefaturas personales.
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