El documento presenta varios testimonios de vida de personas que han sufrido situaciones difíciles como la adicción y el maltrato doméstico. Incluye instrucciones para escribir un testimonio de vida efectivo y sugiere actividades como comentar la importancia de los testimonios, analizar cuál impactó más y por qué, y proponer temas para nuevos testimonios. El objetivo es utilizar estas historias para promover la reflexión sobre problemas sociales y ofrecer una perspectiva humana que ayude a otros en situaciones similares.
1. TEXTOS DE LA VIDA COTIDIANA
Como
te decía…
¿Qué será
lo que
Quiere?
LIC. JORGE CASTILLO
2. • TEXTOS DE LA VIDA COTIDIANA
• Los textos de la vida cotidiana benefician
la construcción de conocimientos,
saberes y representaciones del mundo en
el que vivimos. Estos textos son parte del
modo particular de ver el mundo social y
cultural, tanto en la producción como en
la recepción de los diferentes mensajes
de las necesidades de comunicación e
interrelación que Tenemos. Cifrar y
descifrar de manera crítica los textos de la
vida cotidiana dentro de un contexto es
una habilidad que debemos desarrollar
para dar paso a la reflexión y criticidad
ante la cantidad de información que
circula a nuestro alrededor, por ello es
importante que nos convirtamos en
protagonistas activos de nuestro entorno.
3. TESTIMONIOS DE VIDA
• Los testimonios de vida son historias de gran utilidad para las ciencias
sociales, la antropología, sociología y psicología. A través de estos
testimonios las personas expresan sucesos o experiencias que han
acontecido en la familia, trabajo o en su entorno y que consideran
que han tenido una importancia y trascendencia para sus vidas.
• Existen muchas maneras de relatar los sucesos, pues siempre
depende de la intención del hablante y el público a quien el relato va
dirigido. Al narrar debemos considerar el tiempo gramatical de la
acción que puede estar ubicado en el presente o pasado.
4. ASPECTOS PARA ESCRIBIR UN TESTIMONIO DE VIDA
• Circunstancias del nacimiento del protagonista
• Descripción de los padres
• Relación con la familia
• Cambios en cada una de las etapas de la vida
• Situaciones: laborales, amorosas, interpersonales
• Acontecimientos importantes
• Grandes y pequeños logros
• Anécdotas
5. TESTIMONIO DE UN ADICTO EN
RECUPERACIÓN
• “Han pasado ya casi 3 años desde que ingresé en una
clínica de desintoxicación. No fue un paso fácil de dar,
pero sí fue el más valiente que he dado. Me hizo falta
reconocer que había llegado a un callejón sin salida, que
sin ayuda ya no podía parar de consumir, y que mi vida se
había convertido en una sombra de lo que fue.
• Los 75 días que estuve en la clínica fueron realmente
duros. Tuve que poner mi voluntad en manos de otras
personas, y eso me hería el orgullo. Reconozco que hice
las terapias difíciles, y que pude haberme hecho las cosas
algo más sencillas, pero tenía también una idea que me
sirvió de brújula en todo momento, y que también hoy
así como en el futuro, ha de guiar mis pasos: un atroz
miedo a volver a drogarme.
6. • Cuando llegas al punto de no retorno, en el que no hay nada que te
importe más que la droga, sientes tal vacío y tal desesperanza en el
interior, que la única forma de no sentirla es continuar consumiendo.
Es a lo que los médicos llaman el refuerzo negativo. Y es en ese
camino de bajada sin posibilidad de frenar donde vas perdiendo todo
lo que te importaba: trabajo, amigos, pareja, sueños. Sobretodo, te
pierdes a ti mismo como persona, y lo que queda cuando miras al
espejo es un desecho de lo que un día fuiste, y una deformada
imagen de lo que querías ser. Esa realidad, la realidad pura y dura de
la adicción, resulta sórdida, amarga, solitaria, y a la postre:
enloquecedora.
7. • Todavía conservo esas sensaciones en mi memoria. Las llevo guardadas en
un sobre para que cada vez que se me pase por la cabeza la posibilidad de
consumir, me recuerden dónde volvería en cuestión de días, por no decir
horas.
• Por suerte, algo que no perdí en aquella pesadilla de mi enfermedad fue mi
familia. Ellos me ayudaron en mi ingreso, y hoy los conservo a mi lado con
satisfacción.
• En el tratamiento comprendí que tengo una enfermedad crónica, de por
vida, y que debo cuidarme un poquito más de lo que necesita una persona
normal. Además de la abstinencia, necesito sentirme bien conmigo mismo.
Necesito actuar según mis valores, seguramente para compensarme por
todas las veces que necesité apartarlos para consumir.
• También mi enfermedad, y mi tratamiento para entenderla y controlarla,
me han aportado regalos insospechados y muy valiosos. He aprendido a
valorarme: a saber decir que no, y a aceptar que algunas personas no me
acepten.
8. • Lo que más valoro es mi bienestar, y el de los míos, e intento obrar en
consecuencia sabiendo que la base para construir una vida que me llene y que
me haga sentir bien es no volver a consumir.
• Recuerdo poco antes de ingresar e iniciar mi andadura en la parte positiva de mi
enfermedad, que busqué información sobre los centros donde podía recibir
ayuda. En una página web encontré un testimonio que me pareció tan
representativo de lo que yo estaba sufriendo, que ahora con la perspectiva que
da el tiempo creo que fue una de las cosas que más influyó para decidirme a dar
el paso de pedir ayuda profesional. Recuerdo con una mezcla de emociones que
estuve más tiempo intentando dejar de consumir por mi cuenta, que disfrutando
de la droga. Y hasta que no acepté que por mis propios medios no podía, no lo
conseguí. Sinceramente, espero que este nuevo testimonio, ahora escrito por mí
a modo de sincera deuda saldada, sirva para ayudar a quien lo lea en busca de
comprensión, y que vuelva a pensar en estas palabras a la hora de tomar el
camino de la recuperación.”
• Marcos R.
• Fuente: http://www.centroadiccionesbarcelona.com/testimonio-de-un-adicto-en-
recuperacion/
9. Testimonio de vida de una mujer que sufrió
muchos años el maltrato de su pareja.
• “Lo conocí a los 13 años, y desde
entonces nos enamoramos. Luego
me casé a los 16 porque estaba
embarazada. Él ya me pegaba
desde que éramos novios pero
pensé que si nos casábamos esto
iba a cambiar, pero no cambió,
siguió pegándome inclusive cuando
estaba embarazada.
• Era muy celoso y posesivo, siempre
quería que las cosas se hicieran a
su manera, sino... golpe.
10. • Siempre estaba molesto, me pegaba hasta porque las cosas de los
chicos estaban desordenadas, pero yo lo quería tanto que aguantaba.
Me pateaba, me estiraba del pelo, me insultaba y lo peor es que lo
hacía delante de mis hijos, eso yo no lo podía soportar, porque mis
hijos aprendieron a tenerle terror a su padre.
• Lo que más me afectaba era que yo siempre daba lo mejor, a pesar de
todo lo trataba bien, le servía, le complacía, siempre con la esperanza
de que él cambiara, pero nada, él seguía con los golpes.
• A veces me amenazaba con irse, “Me voy a ir”, me decía y yo tenía
miedo de quedarme sola con mis hijos, ¿quién me iba a dar dinero
para subsistir? Pero a pesar de todo logramos muchas cosas juntos:
compramos nuestro terreno, construimos nuestra casa, y otras cosas.
11. • Estuve 19 años casada con él, pero un día dije: ¡hasta aquí! Era un
sábado y había una fiesta. Él nunca me había sacado para ir a una
fiesta, así que yo se lo exigí y fuimos. Estuvo bebiendo, y por un
desacuerdo me pegó en frente de sus amigos, me sentí tan humillada
que decidí dejarlo.
• Tenía pánico de que me volviera a buscar, tuve que huir con mis hijos
a la casa de mis padres. Sentía que no valía nada, yo no lo hice por mí,
sino por mis hijos, que son los más importantes. Llegó un momento
en el que pensé matarme, porque estaba convencida de que mi
muerte no iba a afectar a nadie, y menos a él. ¡Es que lo veía tan por
encima de mí! No iba a poder ser capaz de vivir sin él, no me sentía
capaz de valerme por mí misma y de sacar a mis hijos adelante por mi
propio esfuerzo. Tanto daño me había hecho que me anuló como
persona.
12. • Sin embargo, un día mi hermana me llevó a una asociación de mujeres
maltratadas y ahí por primera vez me sentí ayudada y valorada, por
primera vez alguien se preocupaba por mis problemas, me ayudaron
bastante.
• Ahora estoy demandando a mi esposo para que salga de mi casa. Él quiere
que le ceda todo, hasta mi parte de la casa, tuvimos una pelea y me pegó,
pero no me dejó huellas y la policía no me creyó, parece que tengo que
estar casi moribunda para que me hagan caso. Lo peor es que tengo que
vivir en mi casa para que no me la quite, pero tengo tanto miedo que vivo
dentro del cuarto de mi hija, para que no me encuentre y no me pegue. La
única esperanza es que la fiscal me dé esa medida de protección para
poderlo echar de mi casa y así, ya no vivir presionada y preocupada como
vivo ahora...
• Fuente. http://mural.uv.es/pamegre/testimonios.htm
13. ACTIVIDADES
• a. Comenten y escriban cinco ideas sobre la importancia que tienen
los testimonios de vida.
• b. Contesten:
• - ¿Cuál de los testimonios de vida que han leído les impactó más?
¿Por qué?
• - ¿Sobre qué temática les gustaría producir un testimonio de vida?
Argumenten sus respuestas.
• c. Escriban una carta de respuesta a una de las personas que ha
escrito su testimonio de vida.
• d. Expongan su trabajo a sus demás compañeros (as).