La tormenta interior del autor se despierta con una suave brisa que hace que las ramas crujen y las hojas vuelen. La fuerza crece hasta que los relámpagos y truenos iluminan el cielo gris, como su corazón late cuando está con su amada. Después de la tormenta llega la calma, que el autor encuentra en los besos, abrazos y momentos con su amada, cuando toca las estrellas a su lado.