El documento investiga cómo afecta la temperatura al SARS-CoV-2. La hipótesis es que la actividad del virus se ve afectada por las altas temperaturas. Experimentos muestran que al exponer muestras del virus a temperaturas de 60°C a 90°C, su estructura se daña y su propagación se vuelve inactiva, logrando reducir sus efectos. Asimismo, se presenta a Jakbot, un robot creado para medir la temperatura en personas con sospecha de COVID-19 de manera ecológica.