Los niños de una clase de educación infantil viajaron a la Prehistoria a través de una máquina del tiempo. Investigaron cómo vivían los primeros humanos y transformaron su clase en una cueva prehistórica, donde aprendieron canciones, poesías y adivinanzas de esa época. También visitaron un museo arqueológico y realizaron sus propias pinturas rupestres, aprendiendo mucho sobre la vida de los hombres y mujeres primitivos.