El documento detalla el proceso de transferencia de distritos de riego en México, iniciado en 1989, logrando hasta 1995 la transferencia de infraestructura que abarca 2.75 millones de hectáreas, un 86% de la superficie total. Se busca descentralizar la gestión de riego mediante la creación de asociaciones de usuarios, con el objetivo de mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sistema hídrico en el país. La Comisión Nacional del Agua juega un papel clave en facilitar esta modernización y en redefinir la cultura del uso del agua entre los agricultores.