2. ENCOPRESIS ENURESIS
La evacuación repetida e involuntaria
(y raramente intencional) de las heces
en lugares inadecuados para este
propósito. Aunque no lo indica de
forma explícita, cabe inferir que
también entra aquí la defecación
sobre la propia ropa, ya sea completa,
ya en forma de "lamida".
Emisión involuntaria o intencional de
orina durante el día o por la noche, en
la cama o en la ropa, a una edad en la
que se espera que haya continencia.
Señalemos que otros autores
consideran que la enuresis es
nocturna por definición, reservando el
nombre de incontinencia para la
emisión de orina durante el día. De
todas maneras también es correcto
considerar que en la incontinencia
urinaria hay emisión de orina durante
el día y la noche.
TRASTORNOS DE LA ELIMINACION
3. ENCOPRESIS ENURESIS
La encopresis puede ser
primaria (se considera que la
edad normal de control se
extiende hasta los 4 años), y
secundaria si empieza más tarde
y después de un periodo de
control; normalmente, entre los
4 y los 8 años en la mayor parte
de casos.
La enuresis es secundaria si
viene precedida de un período
de continencia de al menos 1
año, y primaria en caso
contrario. También puede
considerarse regular o
esporádica.
4. ENCOPRESIS ENURESIS
Woodmansey (1968) describe el
"defecador con incontinencia",
caracterizado por una
"defecación retrasada". Los
niños no lograban evacuar en
presencia de la madre o en
circunstancias que les recordasen
los esfuerzos del aprendizaje
esfinteriano. El autor atribuye el
problema a presiones excesivas o
de exigencias inadecuadas a una
edad demasiado temprana.
Hacia los 15-18 meses el niño
puede anunciar que está mojado
y puede anticipar que tiene pipí.
A los 18-24 meses advierte con el
suficiente tiempo como para
llevarlo al orinal o al inodoro.
Alrededor de los 2 años y medio
aprende a obrar por sí mismo, y
se inicia el control nocturno. Este
se conseguirá alrededor de los 4-
5 años.
5. ENCOPRESIS ENURESIS
Berg y Jones (1965) describen el
"defecador plácido": un niño
procedente de un hogar
tranquilo, no angustiante, y cuyo
trastorno principal es no emplear
el WC. Los mismos autores han
hallado casos de lo que
denominan "defecador
negativo", en quien la encopresis
es un claro acto punitivo hacia
unos padres con quienes ha
entrado en conflicto.
6. ENCOPRESIS ENURESIS
Encopresis como forma clínica de
un estreñimiento crónico, sin
patología psicológica
demostrable. En estos casos
existe una incoordinación
involuntaria en la defecación,
que suele cursar con dolor
7. • Los de psicoterapia individual no han
demostrado unos resultados brillantes a corto o
medio plazo. A largo plazo los resultados de la
psicoterapia pueden confundirse con las mejorías
espontáneas que se presentan aún en el caso de
no hacer ningún tipo de tratamiento. También
pueden considerarse medidas psicoterápicas que
involucren a la madre, y que emplean técnicas
lúdicas que signifiquen una simbólica
manipulación de heces: pintura de dedos,
modelación con barro, etc.
TRATAMIENTO DE LA ENCOPRESIS
8. • Normas encaminadas a conseguir que la encopresis no se
constituya en demanda de protección o de atención y que
permitan prevenir o corregir el beneficio secundario:
a) No prestarle al niño atención en el momento de la encopresis, ni
por causa de ella. No hacerle caso; ni siquiera para reconvenirle.
Mostrarle una actitud de serena indiferencia y de neutralidad
afectiva.
b) Imponerle, como norma inamovible, la obligación de
responsabilizarse de la limpieza de su ropa cuando tenga problemas
encopréticos. Ni siquiera será necesario que avise: simplemente,
debe ir al lavabo o al fregadero y lavarse la ropa interior sucia
después de haberse limpiado en el bidet y de haberse mudado.
c) Hay que tener en cuenta una posibilidad nada despreciable: la
encopresis puede ser el síntoma de una depresión infantil.
9. 1. No hacer nada. Estudios realizados encontraron que a los 18 años el
problema está resuelto en todas las niñas y en el 99 % de varones.
2. Medicación. Suele emplearse algún antidepresivo tricíclico. No está claro
el mecanismo, aunque se invocan cambios en el ritmo y la profundidad del
sueño, efectos anticolinérgicos y aumento de la capacidad de la vejiga. Sea
como sea, el efecto de los antidepresivos (imipramina y clomipramina son los
más probados) suele ser positivo en el 50-85 % de los casos según autores.
Todo el mundo está de acuerdo en la gran cantidad de recidivas que se
producen al dejar la medicación, por lo que cabe ser prudentes en su
mantenimiento. Personalmente no empiezo a retirar los antidepresivos hasta
que la mejoría del 100 % se ha producido durante unos 5 meses, y la retirada
se hace en forma gradual. Las dosis empleadas (tanto de clomipramina como
de imipramina) son inicialmente bajas, de unos 10 mg/día, llegando
paulatinamente a dosis de 1,2 a 2 mg/kg de peso/día.
EL TRATAMIENTO DE LA ENURESIS
10. • 3. Aparato antienurético de alarma ("pipí-stop").
Consiste en un artilugio compuesto por un timbre
de alarma y un detector de humedad, que cierra
el circuito al mojarse... Es necesario que el niño
esté motivado para el tratamiento y que sea
instruído a levantarse, orinar, cambiar el pijama si
fuera necesario, y volver a la cama conectando de
nuevo el aparato por si hubiera una segunda
necesidad. Algunos autores aseguran una
elevación del porcentaje de éxitos asociando el
aparato antienurético a la medicación con
imipramina.
11. 4. Medidas sobre la cantidad de líquido ingerido. La restricción de
líquidos es inefectiva, ya que angustia al niño y no provoca sino
reducción de la frecuencia de micción. Lo mismo cabe decir de la
administración de ClNa en cápsulas.
5. Técnicas de entrenamiento (Azrin, Snned y Fox, 1972). Se trata de
una técnica compleja y muy estructurada, que incluye varios pasos:
uso del aparato de alarma, práctica positiva (entrenamiento de la
conducta correcta: fingir que se tienen ganas de orinar durante la
noche, levantarse, ir al baño... haciendo unos 20 ensayos);
entrenamiento en retención (despertando al niño cada hora durante la
primera noche, preguntándole si puede aguantarse una hora más o si
desea orinar ahora); autolimpieza; refuerzo social (alabanzas, premios,
etc.) contingente a la respuesta). El tratamiento consta de una fase
intensiva (primera noche, bastante movida para todos),
postentrenamiento con alarma hasta lograr 7 noches secas, y fase de
retirada progresiva, hasta lograr un mínimo de 7 noches secas sin
artefacto.
12. • 1. La encopresis casi siempre requiere un
control psiquiátrico pues es un síntoma que
puede aparecer por múltiples causas, algunas
de las cuales requieren un tratamiento
psicoterápico. Si se aprecia estado de ánimo
depresivo, en forma clara, vale la pena
ensayar tratamiento con antidepresivos
tricíclicos y/o con lactulose, en dosis única
nocturna.
CONDUCTA A SEGUIR (TRASTORNOS
DE LA ELIMINACION)
13. • 2. No tratar la enuresis implica esperar la mejoría
espontánea del proceso, cuya frecuencia va
disminuyendo con la edad hasta desaparecer casi por
completo a los 18 años. Es necesario constatar que el
proceso no sea secundario a una patología orgánica, y
aconsejar paciencia. No es posible efectuar esta espera
en casos complicados, ya sea por ansiedad, ya por
sentimientos de culpabilidad, o bien si el cuadro
provoca limitaciones.
• Puede iniciarse un tratamiento, en una primera fase,
con antidepresivos (imipramina o clomipramina, dosis
de 1.2 a 2 mg por kg de peso y día). Si no se obtiene
respuesta terapéutica en 1 mes no vale la pena insistir.
14. • 3. Una segunda fase del tratamiento puede
consistir en el empleo de alarma con aparato
antienurético, combinada o no con la
medicación. Las técnicas de aprendizaje (tipo
Azrin) son complejas y requieren su aplicación
por un especialista versado en técnicas para la
modificación del comportamiento.
15. • La obesidad es una enfermedad crónica tratable.
Se produce cuando existe un exceso de tejido
adiposo (grasa) en el cuerpo. Aparte del
problema que de por sí representa la obesidad,
los expertos advierten de que sus efectos más
negativos se producen porque actúa como un
agente que exagera y agrava a corto plazo y de
forma muy evidente patologías graves como la
diabetes, la hipertensión, las complicaciones
cardiovasculares (especialmente la cardiopatía
isquémica), e incluso algunos tipos de cáncer
como los gastrointestinales.
LA OBESIDAD
16. • Central o androide : es la más grave y puede
conllevar importantes complicaciones
patológicas. La obesidad central localiza la grasa
en el tronco y predispone a sufrir complicaciones
metabólicas.
• Periférica o gioide. (especialmente la diabetes
tipo 2 y las dislipemias). La obesidad periférica
acumula el depósito de grasa de cintura para
abajo y produce problemas de sobrecarga en las
articulaciones.
Tipos
17. · Causas
• Hay muchas causas implicadas en la aparición
del problema. Aparte, de los malos hábitos de
vida (mala alimentación y falta de ejercicio
físico) también existen factores genéticos y
orgánicos que inducen su aparición.
18. Tratamiento
• La mejor forma de tratar la enfermedad es
previniéndola, identificando precozmente a
los pacientes en los que a partir de los 20-25
años comienza a cambiar el peso.
Los médicos consideran que el obeso debe ser
considerado como un enfermo crónico que
requiere un tratamiento a largo plazo, con
normas alimentarias, modificación de los
hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia
farmacológica.
19. • Los nuevos enfoques terapéuticos, están basados
en promover una pérdida de peso con programas
de control de las enfermedades y problemas
asociados, que dan lugar a problemas vasculares,
cardiacos y metabólicos.
• El término “peso ideal” está siendo sustituido por
el de recomendado. El obeso no debe perder
kilos sino masa grasa, con pérdidas pequeñas y
duraderas que impliquen una rentabilidad
metabólica.
20. • Es necesario consolidar la pérdida de peso a largo
plazo, y además, reducir el riesgo de muerte
prematura, de enfermedad cardiaca, metabólica y
vascular.
• Tratamiento farmacológico: En ciertos casos, los
médicos pueden decidir que, aparte de un
cambio en la dieta y realizar ejercicio físico, es
necesario completar el tratamiento con fármacos.
La última alternativa es el orlistat (Xenical), un
bloqueador de las lipasas intestinales que inhibe
la aborción de las grasas, y que debe ser
administrado con una dieta moderadamente
hipocalórica y equilibrada.
21. OBESIDAD MORBIDA OBESIDAD INFANTIL
La obesidad mórbida es una de las
enfermedades más características de
nuestro tiempo, sobre todo por el
número de complicaciones que
conlleva.
Entraña alteraciones endocrino
metabólicas que condicionan un
mayor riesgo cardiovascular en la
edad adulta. Estos factores se
relacionan, fundamentalmente, con la
edad de inicio de la obesidad y con el
tiempo de evolución. Cuando la
obesidad se presenta en edades muy
tempranas o cuando el tiempo que se
ha estado padeciendo es prolongado,
el riesgo de presentar eventos
cardiovasculares en la edad adulta es
también más elevado.