Este documento presenta diferentes métodos para valorar el agua de riego, incluyendo el método residual, métodos basados en funciones de producción, modelación econométrica, programación matemática, valoración contingente, precios hedónicos y costo alternativo. Explica que el valor del agua de riego depende de su contribución a la producción agrícola. También distingue entre valores medios y marginales del agua, y enfatiza la importancia de aplicar múltiples métodos para contrastar resultados.
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Valor, costo y precio del agua
1.
2. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
ÍNDICE
1. Introducción……………………………………………………………………………….. 3
Parte I. Marco conceptual y metodológico……………………………………… 4
2. Valoración del agua de riego…………………………………………………………. 4
3. Importancia de la valoración del agua para el manejo……………………… 10
Parte II. Ejemplos en aplicaciones prácticas……………………………….... 25
4. Valor, costo y precio del agua en el uso agrícola……………………………… 25
5. Valor del agua de acuerdo a su disponibilidad…………………………………. 40
6. Conclusiones y síntesis…………………………………………………………………. 46
7. Bibliografía…………………………………………………………………………………. 47
* Universidad Politécnica de Madrid, España. Colegio de Postgraduados en Ciencias
Agrícolas, México
Universidad Politécnica de Cartagena, España.
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3. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
1. Introducción
¿Cuál es valor de un recurso como el agua, cuando ésta es escasa?. Esta es una
pregunta interesante que no tiene una contestación fácil. En efecto, si se considera
que en una zona desértica una persona se extravía y comienza a sentir una sed
creciente, llegará el momento en que estará dispuesto a dar todo de lo que dispone
con tal de obtener agua para satisfacer su sed. En este caso el agua para esta
persona tiene un valor incalculable. Por fortuna, la realidad no suele responder a
esta imagen, si bien se calcula que 1000 millones de personas no disponen de
fuentes seguras de agua potable. Pero tampoco conforma con la situación ideal a la
que muchos países o regiones aspiran en materia de recursos hídricos. Una simple
mirada al mundo del agua sugiere que aún queda mucho por hacer, y la economía y
los modelos de gestión proporcionan perspectivas útiles para evolucionar en la
buena dirección.
La Comisión sobre Geociencias, Medio Ambiente y Recursos de la Academia Nacional
de Ciencias de los EEUU (1997)1 considera que el valor económico de un bien o
servicio no es fijo, sino que depende del tiempo, de las circunstancias y de las
preferencias de los individuos. El valor económico del bien o el servicio puede
inferirse ya sea por la voluntad o disposición a pagar por dicho bien o servicio o de
aceptar una compensación en el caso de que tenga que prescindir de él.
También en este mismo documento, se señala que el Valor Económico Total (VET)
del recurso hídrico es fundamental para determinar los beneficios netos que éste
genera, así como para definir las políticas y acciones de manejo de dicho recurso. El
uso de este recurso se ha dividido en dos categorías básicas para fines de estudio
que son: los servicios extractivos y los servicios in situ. Cada uno de ellos tiene su
propio valor económico de tal manera que este VET se puede expresar como:
VET = Valor extractivo + Valor in situ
El más familiar de los dos componentes es su valor extractivo (VE) que se deriva
de su uso en los sectores municipal, industrial, comercial o agrícola. Su valor in situ,
(VIS) es el que tiene por permanecer en su emplazamiento natural, incluyendo en él
su función de sostén de flora y fauna acuática, como precursor de la calidad del
agua en la corriente o vaso que la contiene, como elemento de disfrute estético,
como soporte para las actividades recreacionales, como fuente de estabilización de
otras fuentes, etc.
En este documento, se pone un mayor énfasis en la evaluación económica del
componente extractivo, aunque el otro componente de su valor in situ, es de una
gran importancia y en general ha sido poco considerado en procesos evaluativos, tal
vez por la mayor incertidumbre asociada a las técnicas de valoración usualmente
empleadas.
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4. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Con fines prácticos, el documento esta organizado de la manera siguiente: en la
Parte I Marco Conceptual y metodológico, se presentan las metodologías de
evaluación mismas que se explican con algún detalle en los apartados 2 y 3, donde
se hace referencia a los métodos más utilizados, y en su caso con algunos ejemplos.
En la Parte II Ejemplos en aplicaciones prácticas, en los apartados 4 y 5 para
efectos demostrativos, se presenta la utilización de algunos de los métodos mas
prácticos y aplicables presentados en la primera parte, como el uso de las
funciones de producción que relacionan los beneficios en la producción agrícola, con
los volúmenes de agua utilizados, para definir el valor económico y social del
recurso hídrico, ilustrados también, con ejemplos de aplicación en algunos países de
América Latina y España.
Finalmente, de acuerdo al léxico de España y de América Latina, algunas palabras
nos parecen diferentes por la forma en que las utilizamos, pero que a final de
cuentas son sinónimas, tal es el caso de coste en España sinónima de costo en
América Latina. En el caso de magnitudes numéricas en Europa y parte de América
del Sur se utilizan la coma como separación de fracciones decimales y puntos para
separación de múltiplos, lo que es a la inversa en Norteamérica, América Central y
Norte de Suramérica. Hemos tratado de uniformizar esta situación de acuerdo a la
comunidad a quien está dirigido este documento.
Parte I. Marco conceptual
2. Valoración del Agua de Riego
El presente apartado trata de exponer de la forma más clara y breve los posibles
enfoques que pueden utilizarse para valorar el agua en su uso agrícola, haciendo
especial hincapié en sus ventajas e inconvenientes, así como en los requerimientos
de información para su aplicación. Se basa en gran medida en los trabajos de
Amigues et al. (1995) y de Young (1996), quienes revisan las distintas
metodologías de cálculo del valor marginal del agua y su posible aplicación en los
diversos sectores económicos (agrario, industrial, urbano, recreativo y ambiental).
A diferencia de los usos para consumo humano, el uso agrario del agua se emplea
como bien intermedio o factor de producción, por lo que el valor del agua de riego,
y por tanto, la demanda que de ella hagan los agricultores, deriva de su
contribución para la obtención del valor de la producción agrícola.
Calcular el valor del agua en un uso determinado supone obtener el valor del
beneficio marginal del agua en dicho uso. El beneficio marginal equivale a la
cantidad máxima que el usuario estaría dispuesto a pagar por el agua (su
disposición al pago), lo que da una medida de su demanda. Algunos de los métodos
que comentaremos permiten obtener funciones de demanda de agua, mientras que
otros métodos tan solo permiten obtener un valor singular de su uso o de la
disposición al pago, que no dependerá de la cantidad de agua utilizada.
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5. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Es importante también diferenciar entre valores medios y valores marginales del
agua. Es frecuente encontrar en la literatura valores del agua obtenidos dividiendo
los beneficios del uso del agua por la cantidad de agua utilizada, lo que resulta en la
estimación de un valor medio del recurso. Los valores medios son utilizados
generalmente en la presupuestación financiera, mientras que los segundos son
relevantes en la determinación de condiciones de optimalidad, más útiles en los
estudios de asignación de agua (Ferreiro, 1994). Un elevado valor medio del agua
en un determinado uso no implica necesariamente un elevado valor marginal, por lo
que valores medios nunca deben de utilizarse para justificar cambios o
reasignaciones en los usos del agua.
La elección del método a utilizar vendrá determinada por varios factores, entre
ellos, las características del uso del agua a valorar, pero muy especialmente por la
disponibilidad de información y la capacitación de quien realiza la valoración. En
principio, la mayoría de los métodos que existen pueden utilizarse para valorar los
distintos usos del agua. Sin embargo, algunos de ellos requieren de datos técnicos y
económicos en ocasiones de rara disponibilidad, o de complejos procesos de
modelación económica. Otra restricción importante para la aplicación de alguno de
ellos es la presupuestaria. Dicho esto, es evidente que lo óptimo es realizar la
valoración siempre aplicando el mayor número de métodos posible, ya que de esta
forma los resultados se pueden contrastar.
Otra cuestión importante a tener en cuenta es si se está considerando el beneficio
del agua como valor. Es frecuente ver valoraciones que estiman la productividad
marginal o media del agua y extrapolan dicho productividad al valor económico del
recurso. Esto equivale a realizar dos supuestos. En primer lugar, que la tarifa que se
paga por el agua no es volumétrica, lo que no es en absoluto infrecuente. En
segundo lugar, que el costo de aplicación del agua no depende de la cantidad de
agua aplicada, supuesto que es bastante irreal. Por lo tanto, al asumir la
productividad como valor del agua se está realizando una sobre-valoración del uso
del recurso.
2.1. Métodos de valoración del agua de riego
Pueden distinguirse siete tipos de métodos:
- Método residual y sus variantes.
- Métodos basados en funciones de producción.
- Uso de modelación econométrica.
- Modelación de la producción mediante programación matemática
- Métodos de valoración contingente
- Método de precios hedónicos
- Método del costo alternativo
Una alternativa que no comentaremos más allá de este párrafo es la de considerar
como valor del agua en un determinado uso la de su costo de obtención. Puede
consultarse al respeto el texto de Caballer y Guadalajara (1998), quienes dedican la
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6. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
mayor parte del mismo a este enfoque. Cuando la decisión de realizar una captación
de agua es estrictamente privada el costo total en que incurra el agricultor será
necesariamente inferior al beneficio que obtenga de su uso. Además, la cantidad de
agua total obtenida será aquella para la cual el costo marginal de su obtención sea
igual al beneficio marginal privado de su uso. En tal caso, valor y costo marginal
coinciden, pero nunca puede asumirse que la curva de costo marginal de extracción
del agua sea la curva de demanda del recurso.
Cuando la decisión de captar el agua es realizada por un organismo público
intervienen otras variables no económicas, por lo que el costo del recurso podrá ser
menor o mayor que el beneficio de su uso, y en ningún caso puede asumirse como
valor del agua el costo en que se haya incurrido para su provisión. Como se ha
comentado anteriormente, habría que recurrir al costo de oportunidad, que va a
venir dado por la alternativa de uso de menor rentabilidad.
En los siguientes apartados se comentan los anteriores métodos para la valoración
de la cantidad de agua. Posteriormente se dedica un apartado a realizar algunas
consideraciones acerca de su uso para valorar la calidad del agua.
2.1.1. Método de análisis residual.
Consiste en imputar como valor económico del agua la diferencia entre los ingresos
y todos aquellos costos asociados a los factores de producción distintos del agua
(incluyendo la gestión del empresario). Para ello es necesario realizar un
presupuesto o análisis contable detallado de la empresa.
Entre las diversas dificultades que según Young (1996) presenta el uso del método
residual, la mayor es la necesidad de tomar en consideración todos y cada uno de
aquellos costos no ligados a insumos materiales, como por ejemplo la gestión del
empresario o los riesgos que éste pueda asumir, lo que dificulta la obtención de un
buen estimador del valor del agua. Además, en el caso de que no se conozca la
función de producción del cultivo, el valor residual o precio sombra del agua
obtenido será un valor medio e independiente de la cantidad de agua utilizada.
Asimismo, su aplicación se complica en el caso de sistemas productivos multi-
producto. Pese a todo ello, es una metodología frecuentemente utilizada por
Agencias Públicas de todo el mundo, caso del Bureau of Reclamation de EE.UU.,
para establecer sus tarifas de uso del agua de riego. También es aplicable para usos
industriales, pero no para valorar usos domésticos o ambientales. Un ejemplo
reciente de su uso es el trabajo de Bate y Dubourg (1997).
2.1.2. Uso de funciones de producción.
Se basan en el uso de funciones de producción agronómica empíricas estimadas a
partir de datos de campo o de experimentos, en las que la cantidad total de agua
aplicada al cultivo es la variable explicativa. Multiplicando dicha función por el precio
del producto se obtiene una función de ingresos, y derivando con respecto a la
cantidad de agua utilizada se obtiene el ingreso marginal, que se toma como valor
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7. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
marginal del agua. Sin embargo, tal y como se comentó anteriormente, hay que
tener en cuenta que la demanda de agua no depende solamente del precio de los
productos, sino también de los costos de uso del agua, por lo que no se estaría
obteniendo un estimador del beneficio marginal y por lo tanto de la demanda. Para
obtener una función de beneficio marginal, la función de producción habría de
utilizarse de forma conjunta con el método residual o la programación matemática.
Volveremos a esta cuestión en el siguiente apartado.
Otro inconveniente es que si se utilizan las funciones de producción de manera
aislada es que el método solo sería aplicable para sistemas productivos en
monocultivo.
Los ejemplos propuestos en epígrafes posteriores hacen uso de funciones de
producción basadas en la macroeconomía. Es decir, la variable a explicar no es la
productividad de un cultivo concreto, sino el valor agregado de la producción de una
comunidad de regantes, una región o una cuenca. En este caso, se suele postular
una expresión econométrica en la que la variable dependiente es una medida del
valor de la producción (PIB agrario, Valor Añadido, etc.) y las variables explicativas,
la cantidad de agua empleada, la tierra, y otras medidas de insumos básicos como
trabajo, energía o capital. Mediante el coeficiente que se asocia con el insumo ‘agua’
obtenemos una relación entre producto total y cantidad de agua. En el supuesto de
que la significatividad estadística sea aceptable, se puede emplear ese coeficiente
para inferir el valor del agua en la agricultura de regadío.
2.1.3. Uso de modelos econométricos.
Podemos distinguir dos grandes tipos de modelos econométricos que permiten
estimar funciones de demanda de agua.
En primer lugar, si se dispone de observaciones reales de precios y consumos de
agua la función de demanda de agua puede estimarse directamente. La estimación
de funciones de demanda de agua a partir de observaciones de la realidad es más
frecuente en usos urbanos, si bien éstas suelen obtenerse a partir de observaciones
de consumo de hogares, generalmente con datos de panel (ver Arbués et al. 2003),
relacionando las cantidades consumidas con el precio (diferentes sistemas
tarifarios), la renta y otras características de las unidades domésticas.
El problema fundamental es la escasa variabilidad de los precios del agua en una
misma zona, lo que dificulta la estimación de funciones de demanda. Si se disponen
de datos de consumo de agua de muchas zonas regables en las que las tarifas sean
suficientemente distintas sí que podrían estimarse funciones de demanda, aunque
reflejarían una demanda para el conjunto de las zonas y no para cada una de ellas.
Otro problema es el hecho de que en muchas zonas regables las tarifas no son
volumétricas y por lo tanto, no es de esperar que el consumo de agua responda a
su precio.
Existe un problema adicional derivado del hecho de que, aun en el caso en que las
tarifas que se pagan en el regadío sean volumétricas, raramente reflejan los costos
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8. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
reales de provisión del recurso, siendo en ocasiones tan reducidas que no llegan a
suponer una limitación al consumo por parte de los agricultores. En tal caso el
consumo de agua viene determinado por restricciones cuantitativas y no por su
precio, no siendo posible estimar funciones de demanda de tal forma.
En segundo lugar, la función de demanda de agua puede estimarse a partir de
observaciones reales de ingresos, costos y consumos de agua de explotaciones. Se
estimaría así una función de beneficio restringida en la que el agua es la variable
explicativa, de la que se derivaría una función de beneficio marginal o valor del
agua. Asimismo puede estimarse si estos datos están disponibles para zonas
regables en lugar de para explotaciones.
Incluso si no se dispone de datos de costos o beneficios puede obtenerse el valor
marginal del agua mediante la estimación de una función de ingreso marginal del
agua en lugar de una función de beneficio marginal. Para ello basta con considerar
el agua como un factor de producción fijo (Moore, 1999). El hecho de que el agua
sea un recurso generalmente asignado por la administración y cuyo precio y
cantidad se establece institucionalmente y no a través del mercado, permite
considerarlo como un factor de producción fijo, de manera similar a la tierra (ver
Moore y Dinar, 1995, para una revisión de trabajos relacionados), y modelarla como
tal en la función de ingreso.
2.1.4. Modelación de la producción mediante programación matemática
El uso de programación matemática permite obtener el valor marginal del agua,
siendo un método más adecuado para derivar funciones de demanda de agua en
sistemas agrícolas con más de un cultivo. Se basa principalmente en la utilización
de modelos de asignación de superficie, agua y otros factores de producción entre
distintos cultivos alternativos. Como en el caso del método residual, del que deriva,
es crucial la consideración de todos los posibles costos.
Una ventaja es que, si bien es muy recomendable conocer una función de
producción o respuesta del cultivo a la cantidad de agua aplicada, ésta no es
imprescindible, pudiendo sustituirse en su defecto dicha función por relaciones
tecnológicas de tipo Leontieff (pares de valores agua aplicada y rendimiento).
Asimismo, puede aplicarse en sistemas de cultivos leñosos, si bien los modelos
económicos a utilizar son más complejos que en caso de los cultivos herbáceos.
Al igual que en el caso del uso de modelos econométricos, una de las dificultades
del uso de programación matemática reside en la correcta modelación del proceso
productivo. Muchas de las consideraciones que pueden hacerse al respecto no son
exclusivas del problema de la obtención de valores marginales del agua, sino de la
modelación del comportamiento productivo de las explotaciones agrícolas. Sin
embargo, esta metodología ha sido aplicada por numerosos autores (ver Varela-
Ortega et al., 1998).
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9. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
2.1.5. Métodos de valoración contingente.
El método de Valoración Contingente permite estimar empíricamente funciones de
demanda a partir de los valores de disposición al pago expresados por los usuarios
del agua a través de encuestas. Estos valores pueden obtenerse, o bien
preguntando la disposición a pagar por disponer de distintas cantidades de agua, o
bien preguntando qué cantidades se utilizarían para distintos posibles precios del
agua.
Ha sido poco aplicado para el análisis de la disposición a pagar por el agua, en la
mayor parte de los casos en consumo urbano, tanto para el análisis de la respuesta
al precio del agua (Thomas y Syme, 1988; Garrido et al, 1996), como para la
valoración económica de otros atributos del recurso como la calidad (Choe et al,
1996) o la garantía del suministro (Howe y Smith, 1994; Griffin y Mjelde, 2000).
También se ha utilizado para valorar usos recreacionales del agua, o de su potencial
para la pesca recreacional.
La necesidad de realizar un gran número de encuestas lo convierte en un método
bastante costoso, y hace que frecuentemente la información disponible resulta
insuficiente para realizar análisis de regresión adecuados y establecer funciones de
disponibilidad a pagar en función de la cantidad de agua. Además, puesto que se
trata de valores de disposición a los pagos expresados y no revelados, es de esperar
que los valores que se obtienen sean inferiores a los reales.
2.1.6. Método de precios hedónicos.
El enfoque de precios hedónicos es un método de valoración indirecta utilizado
tradicionalmente para la valoración de bienes heterogéneos como fincas rústicas,
inmuebles urbanos, etc., que ha sido aplicado asimismo para la valoración de bienes
medioambientales. Si bien se trata de un método que utiliza técnicas
econométricas, se ha optado por separarlo por su carácter de método de valoración
indirecta. Se busca determinar en qué medida determinadas características de un
bien (por ejemplo, la tierra), para las cuales no existe un mercado específico,
afectan al valor de mercado de dicho bien, derivándose así el valor de dichas
características (nivel de conservación o contaminación del suelo, pendientes,
orientación, tamaño, paisaje, acceso al agua, etc.).
En el caso de la valoración del agua, la mayoría de las aplicaciones han utilizado
datos de transacciones de fincas agrícolas para estimar el precio del agua implícito
en dichas transacciones (Crouter, 1987; Torell et al., 1990; Xu et al. ,1993; Faux y
Perry, 1999; Arias, 2001). Para ello se estima una ecuación que ligue el valor de
mercado de la finca con sus características, entre ellas, la disponibilidad de agua. La
derivada de dicha ecuación con respecto a la cantidad de agua sería el valor
marginal del agua, expresado en términos de valor económico del predio que tiene
acceso al agua de riego.
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10. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Es un método poco utilizado por sus grandes requerimientos de información, ya que
es necesaria una muestra representativa de transacciones reales de fincas con
información sobre su acceso a y disponibilidad de agua. Por otro lado, la principal
ventaja del método de precios hedónicos, que es basarse en transacciones reales de
mercado, suele verse eclipsada por la tradicional componente especulativa y falta
de transparencia que se da en los mercados de bienes inmuebles.
2.1.7. Método del costo alternativo
El método del costo alternativo es utilizado frecuentemente para la valoración del
agua en usos no agrícolas, ya que permite valorar el recurso cuando por falta de
datos apropiados u otros motivos no es posible obtener una función de demanda del
agua de manera directa por otros de los métodos comentados (Young, 1995).
El principio en que se basa el método es que el valor del agua viene dado por el
costo en que hay que incurrir, pública o privadamente según el caso, para obtener
el agua mediante la alternativa disponible de menor costo. Es decir, el valor que se
toma es el valor de oportunidad del agua, entendiendo como tal el de la actividad
productiva que utilice el agua de la forma menos rentable. Esto requiere establecer
el valor de los usos del recurso en todas las alternativas posibles utilizando los
anteriores métodos. Un reciente ejemplo de la obtención de funciones de valor
marginal del agua mediante el método del costo alternativo es el trabajo de Arrojo
et al (2002), quienes realizan el Análisis Costo-Beneficio del Trasvase del Ebro
previsto en el Plan Hidrológico Nacional de España.
2.2. Valoración de la calidad del agua.
Si se disponen de funciones de producción agronómicas que relacionen los
rendimientos no solo con la cantidad sino también con los niveles de calidad del
agua pueden aplicarse las anteriores metodologías de modelación de la producción
(estimación de modelos econométricos o programación matemática).
Si no se dispone de funciones de producción que incluyan la calidad como variable
explicativa pueden utilizarse otros métodos como el de precios hedónicos (lo que
requiere una cuantificación de la calidad del agua en cada una de las fincas
agrícolas de la muestra a utilizar) o la valoración contingente.
3. Importancia de la Valoración del Agua para el Manejo
3.1. La noción del interés general y el uso racional del agua
Usar racionalmente el agua es consustancial a valorarla y emplearla del modo en
que la sociedad no pierda oportunidades valiosas derivadas de una mala gestión. En
todas las legislaciones de agua se plantea de un modo u otro el objetivo de lograr
un uso racional de los recursos hídricos (Caponera, 1992). Para lograrlo es
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11. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
imprescindible contar con valoraciones precisas y rigurosas de los distintos servicios
económicos y ambientales propios del recurso.
La racionalidad en el manejo del agua trasciende y engloba la búsqueda de la
eficiencia económica. Esencialmente, el valor del agua se articula en torno a su
potencial como precursor del bienestar social y como parte consustancial del medio
y la riqueza natural. Sin embargo, el manejo racional del recurso no es una
propiedad que se conforme en torno a nociones o ideales estáticos. Las variaciones
naturales con que se nos presenta en cantidad y calidad, en el tiempo y en el
espacio, sumado al desarrollo social y los cambios en el uso del territorio, dan
origen a serias dificultades metodológicas y epistemológicas para definir, siquiera
simplificadamente, lo que es racional en cada circunstancia. Si bien la racionalidad
del manejo del agua surge de la contrastación de la realidad de acuerdo a un
conjunto de valores sociales que cambian en el tiempo, el objetivo de asegurar a
toda la población un acceso mínimo a fuentes de agua potable y un cierto grado de
saneamiento se sitúa por encima de otros como la defensa de la riqueza natural o la
generación de riqueza productiva, en la que el agua es un factor de producción.
La valoración del recurso, y la racionalidad o falta de ella que emane de su
conocimiento, no es tampoco un logro alcanzable, sino una pauta de
perfeccionamiento de carácter acumulativo y un proceso continuo que avanza
conforme profundizamos en su conocimiento.
3.2. El valor del agua en el diseño de políticas del agua y en la aplicación de
planes de manejo
La política de aguas es la instrumentación concretada en actuaciones sobre usos,
recursos y demandas de un estado ideal sobre el estado de los recursos y el
bienestar de las personas en su relación con ellos. Objetivos como la mejora de la
calidad de las aguas, el aseguramiento del abastecimiento a la población o la
preservación de los ecosistemas ligados al medio hídrico son expresión de este ideal
que alimenta la política de aguas.
Sin embargo, es difícil encontrar situaciones en las que estos u otros objetivos no
estén en conflicto. Por ello, el valor del agua debe referirse en términos de espacio y
tiempo y, en la medida de lo posible, incorporar las interdependencias de los usos
potencialmente en conflicto. En este epígrafe se ilustra cómo el valor del agua entra
un juego en el diseño de políticas y planes de manejo, introduciendo en el análisis la
dimensión territorial, los impactos y efectos entre usos y usuarios, y de qué forma
el valor del agua puede aportar nuevos elementos de juicio para mejorar las
políticas y planes de manejo.
3.2.1. El análisis de impactos y la visión territorial
En la Figura 1 se representa esquemáticamente un proyecto de explotación de una
cuenca hidrográfica. La anchura del flujo superior representa el caudal medio
aforado para un mes de punta de demanda. Las flechas hacia arriba representan
captaciones para satisfacer los usos y hacia abajo los retornos de esos usos. En el
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12. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
caso de la represa para generación de energía y de la industria acuícola se trata de
usos no consuntivos. El oscurecimiento del color del flujo representa el deterioro de
la calidad del agua.
Figura 1. Esquema territorial del medio hídrico, los impactos y los usos
En la parte inferior de la figura se representa en el eje horizontal la distancia, en el
vertical de la izquierda la cota altimétrica y en el de la derecha el valor esperado de
Demanda Biológica de Oxígeno (DBO). Aunque se trata de un esquema muy
simplificado, se pueden identificar los siguientes impactos:
o El aumento de las captaciones de los regantes afectaría a:
La generación de energía eléctrica
El aumento de flujos de retorno de los regantes
La calidad y disponibilidad del agua para la captación del acueducto
La calidad del agua y el caudal para la actividad de la acuicultura
Un aumento de la DBO
Disminución de las posibilidades de navegación y pesca deportiva
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13. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
o La disminución de las pérdidas en la red de distribución urbana afectaría a:
La generación hidroeléctrica y el volumen turbinado, debido a la
posibilidad de aumentar la flexibilidad de las operaciones.
Una disminución de los retornos.
El aumento de calidad y cantidad del caudal del que capta la industria
acuícola.
Es fácil comprobar que un proyecto de estas características tiene una gran
complejidad y que va a requerir de un plan de manejo que permita satisfacer los
usos, maximizar el bienestar de la población y satisfacer las restricciones técnicas,
ambientales y de seguridad de todo el sistema de explotación.
Sin embargo, el plan de manejo debe cumplir con la voluntad de los ciudadanos,
expresadas por medio de sus legisladores que han redactado y aprobado una ley de
aguas. Toda ley de aguas puede plantear: prioridades entre usos y distintos, un
tratamiento económico diferenciado entre sectores, criterios para la adjudicación de
nuevas concesiones con posibles afecciones a otros usos o al medio natural, unos
criterios de calidad de las aguas, criterios de garantía para el acueducto, etc.
En la fase de estudios del proyecto, todavía susceptible de muchas variantes en su
diseño, entran en juego numerosos condicionantes técnicos, económicos,
ambientales y, no lo olvidamos, sociales y culturales también.
3.2.2. El valor económico del agua
Para ilustrar de manera directa y simplificada el papel que puede desempeñar el
valor económico del agua en esta fase de diseño de políticas y de desarrollo del plan
de manejo del proyecto hidráulico en la cuenca, nos centraremos solamente en tres
posibilidades.
a) La elevación de las tarifas que pagan los regantes por el agua de riego es con
frecuencia contestada por los representantes del sector del riego (muchas veces
apoyados por la administración hidráulica) pero realmente, ¿qué costos y
beneficios habría que tener en cuenta para valorar las consecuencias de una
elevación de las tarifas?
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14. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Figura 2. El análisis de un aumento de la tarifa sobre el agua de riego
En la Figura 2, se representan los efectos de una elevación de la tarifa sobre el uso
del agua para riego. Supongamos que partiendo de Tb -- tarifa baja --, se propone
elevarla hasta el nivel Ta -- tarifa elevada. ¿Cómo podemos medir los efectos que se
derivan de esta política?
Cuadro 1.
Identificación, evaluación y medición de los efectos del incremento de la
tarifa.
Efecto Medición Impacto sobre Evaluación
la
cuenca/econom
ía
Disminución del En general, aumentará la
consumo o caudal (Qa –Qb) capacidad de dilución y el
+
demandado (Qb → Qa) m3/s potencial hidroeléctrico aguas
abajo
Aumento del beneficio Valorable en base a la
asociado a la calidad ∆BICA reducción de costos de
+
del agua en el cauce $ tratamiento y depuración de los
usuarios aguas abajo
Disminución de los Área(ABTaTb
Pérdida de competitividad y de
beneficios de los ) -
beneficios
regantes $
Variación de los Ambiguo: En general, cabe esperar que,
ingresos cobrados con +: Si la demanda si la elevación de las tarifas no
(TaQa –TbQb)
la tarifa es inelástica es muy pronunciada, el efecto
$
-: Si la demanda será el del aumento de los
es elástica ingresos.
Sobre lo expuesto en el cuadro pueden formularse algunas matizaciones:
14
15. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
El análisis previo exige conocer las funciones de demanda de agua (ejemplos de
las cuales, se presentan en epígrafes posteriores con ocasión de la presentación
de los ejemplos de beneficio marginal).
Aumento de los ingresos cobrados con la tarifa depende de la elasticidad de
demanda2 de agua de los regantes, lo que nuevamente ilustra la necesidad de
disponer de demandas de agua. No obstante, el aumento de los ingresos tiene
lugar a costa de un aumento de los pagos de los regantes, por lo que este pago
constituye una transferencia de recursos en principio de resultados neutros.
Solamente en el supuesto de que el incremento de cobro se plasme en un
aumento de la eficacia en el manejo del agua habría que incluir este beneficio
adicional en el análisis.
En general, en regiones áridas o semiáridas, donde el agua es escasa, la
elasticidad de la demanda de agua a las tarifas es muy baja. Como ejemplo,
basta señalar que durante el proceso de transferencia de los distritos de riego de
México, hubo necesidad de aumentar las tarifas casi en un 500% para lograr la
autosuficiencia financiera de las asociaciones de regantes, sin que se notara una
disminución significativa en los volúmenes usados por los usuarios. Recuérdese
que el rendimiento del cultivo depende del volumen de agua que se le aplica y si
hay una reducción en el volumen aplicado, también se reduce el rendimiento y
en consecuencia el margen de utilidad
El análisis se completa con la valoración de los beneficios derivados del aumento
del Índice de Calidad del Agua (ICA); un ejemplo más del servicio que presta al
decididor final una rigurosa y completa valoración del agua.
b) Aceptando que la prioridad del sistema debe ser el abastecimiento a la
población, ¿debe priorizarse la calidad ambiental de las aguas en el curso
bajo de la cuenca sobre los usos agrarios en la parte alta?
Se trata de una cuestión cuya respuesta cae en el terreno de la política. No es pues
el papel del técnico decidir, pero sí informar con rigor sobre las consecuencias de
uno u otro criterio de priorización. El valor económico del agua aporta algo de luz
sobre el dilema planteado. Por ejemplo, podemos comparar el beneficio total del
agua destinada al regadío para distintos supuestos de oferta natural, con el
beneficio total para los otros usos, ambientales, comerciales y productivos, que se
deriva de priorizar el regadío.
La literatura nacida con vocación para abordar problemas de priorización en la fase
de proyecto muestra dos aspectos que deben tenerse en cuenta. El primero, algo
descorazonador, es que las valoraciones obtenidas en un contexto por unos autores
en poco tienen que ver con las que otros han obtenido. Así, los resultados
2
Se denomina elasticidad de la demanda al precio, al cambio porcentual en la cantidad demandada de
un producto, recurso o servicio, cuando hay un cambio porcentual en su precio.
15
16. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
numéricos de un estudio no pueden emplearse para la toma de decisiones en un
contexto diferente, aunque se trate del mismo país. El otro aspecto, que justifica
algo más de optimismo, es que la mayoría de los estudios encuentran relaciones
entre usos para el riego y otros beneficios ambientales parecidos a la representada
en la figura 3.
Figura 3 Objetivos contrapuestos: agua para riego vs. Calidad del agua
La figura ilustra dos hechos que merecen ser considerados. En primer lugar, que el
costo de oportunidad de satisfacer un uso que lleve consigo el perjuicio para el otro
no es constante. En nuestro gráfico, es evidente que el aumento del regadío de B a
A conlleva un costo derivado de la pérdida de calidad ambiental mucho mayor que
la ampliación del riego de D a C. Matemáticamente:
∆BICA ∆BICA
>
∆BR ∆BR
Es decir el costo de oportunidad, medido en dólares de pérdida derivados del
empeoramiento de la calidad ambiental, por dólar de beneficio obtenido con el
riego, es mucho mayor en el caso B→A que en el caso D→C.
Retornando a la pregunta formulada, la respuesta lógica es lograr un equilibrio que
priorice parcialmente ambos objetivos. En la medida en que podamos contar con
mediciones tanto de ∆BR como de ∆BICA, podremos establecer un criterio de
prioridades acorde con las preferencias del político y de la sociedad.
16
17. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Para captar la importancia de los beneficios derivados de un incremento de la
calidad del agua, no hace falta traspasar las fronteras del propio sector del riego. En
el Cuadro 2 se representan las exigencias de calidad del agua de la Organización
Mundial de la Salud para el riego de los cultivos según su destino final:
Cuadro 2. Estándares de calidad de agua de la Organización Mundial de la Salud
para el riego de cultivos.
Criterio
BOD Sólidos en Coliformes
Tipos de (mg/l) Suspensión fecales
cultivos (mg/l) (MPN/100ml)
Cultivos para 80% de 20 30 200
el consumo medidas→ 30 45 1000
humano Valor máximo→
Cultivos 80% de 20 30 1000
forrajeros medidas→ 30 45 5000
Valor máximo→
Cultivos 80% de 50 -- 3000
industriales medidas→ 70 10000
Valor máximo→
Fuente: Angelakis et a. (1999)
Si, por término medio, el margen de los cultivos para consumo humano, forrajeros e
industriales generan márgenes, respectivamente de 1000 $/ha, 600 $/ha y 300
$/ha. En un contexto en el que 1000 hectáreas vean limitadas sus posibilidades de
regar cultivos de consumo humano, como consecuencia del deterioro de la calidad
de la fuente aguas arriba, el costo económico directo y restringido al sector del
riego, se situaría en el rango del medio millón dólares. El argumento tendría validez
en el sentido de la mejora de la calidad y una aproximación del beneficio económico
que se derivaría de ella.
Por tanto, y volviendo a lo representado en la figura 3, el beneficio de un proyecto
de mejora o modernización de un regadío que lleve asociadas mejoras ambientales
en las aguas de retorno, debe ser valorado en su doble vertiente productiva in situ y
en el beneficio ambiental que se derive de él en los usos aguas abajo.
c) Supongamos que el plan de manejo que se plantea para el sistema de
explotación de la cuenca considera la realización de proyecto de
modernización del regadío, ¿qué beneficios se obtendrán de su ejecución?
La respuesta se ilustra también acudiendo a la Figura 3. Es evidente que si
mediante una política de modernización de regadíos, podemos lograr que el cambio
en nuestro sistema verifique una transición de B a cualquier punto B’, B’’ ó B’’’, la
sociedad habrá ganado en su conjunto. Pero aquí habrían de entrar en juego los
recursos económicos necesarios para desarrollar la modernización de regadíos.
17
18. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
En consecuencia, si el costo del proyecto de modernización equivale a CP dólares,
será recomendable acometerlo si:
∆B' ' ICA + ∆B' ' R
>1
CP
3.2.3. La modelación económica y la interdependencia de usos
Los sistemas de explotación de una cuenca hidrográfica con represas, captaciones,
retornos, usuarios no consuntivos y servicios ambientales reconocidos suelen
gestionarse mediante complejos programas de seguimiento y control. En la medida
en que existan estaciones de aforo que alimenten en tiempo real el sistema con
mediciones, la gestión de la cuenca puede permitir un cierto manejo y control de los
usos y recursos.
Sin embargo, un modelo de flujos, stocks y nodos debe estar subordinado al
conjunto de reglas y restricciones creadas al objeto de asegurar los niveles de
seguridad hidrológica exigibles, maximizar los beneficios del uso y cumplir con los
requerimientos ambientales.
A muchos de estos modelos se les agregan subrutinas económicas, pudiéndose así
formular algunos objetivos del sistema general de explotación en términos
monetarios. Si se cuenta con funciones de valor de los distintos servicios
identificados en la cuenta, es posible formular estas subrutinas económicas e,
idealmente, obtener valoraciones desagregadas y agregadas del beneficio alcanzado
en cada período.
Incluso en un planteamiento esquemático tan sencillo como el representado en la
figura 1, se puede apreciar que optimizar social o económicamente los recursos
constituyen un problema de cierta complejidad.
Al objeto de ilustrar la importancia en la planificación de los distintos valores del
agua, considérense las siguientes variables, parámetros y funciones en relación con
el esquema propuesto en la figura 1.
18
19. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Cuadro 3.
Variables, parámetros y funciones con relación territorial del medio hídrico,
los impactos y los usos
Variables Significado Funciones Significado
W Caudal medio disponible BR ( WR, CR) Beneficios del riego ($),
en la cabecera de la en función de caudal
cuenca (m3/s) extraído y calidad del
agua
WR Caudal asignado al riego CA(W-WR, RR) Calidad de agua en la
(m3/s) captación del acueducto
WA Caudal asignado al BA ( WA, CA) Beneficios del servicio de
acueducto (m3/s) acueducto ($), en función
de caudal extraído y
calidad del agua
WT Caudal turbinado (m3/s) BT (WT) Beneficios($) derivados
WT= W-WR+RR - del caudal turbinado
WA
RR Caudal de retorno del CEA(WT, RA) Calidad del agua en la
riego (m3/s) toma de la explotación
acuícola
RA Caudal de retorno del BEA (WT, CEA) Beneficios ($) de la
acueducto (m3/s) explotación acuícola
CR, CA, Calidad del agua BREC (WT, CA) Beneficios ($) recreativos
CEA captada por el riego, por en la represa
el acueducto, por la
explotación acuícola
Con esta notación podemos plantear el problema de la asignación de recursos,
mediante el siguiente modelo matemático:
Maximizar BT (WR, WA, WT, RR, RA, RT, CR, CA, CEA) =
BR (WR, CR) + BA (WA, CA) + BT (WT) + BEA (WT, CEA) + BREC (WT, CA)
Sujeto a:
WT= W- (WR+ RR) – (WA+ RA)…ecuación de balance de caudal
CA= CA (W-WR, RR) …función de calidad del agua de acueducto
CEA= CEA (WT, RA) ... función de calidad del agua de la acuicultura
RR= hR (WR, CR) ... función de eficiencia global del uso en el regadío
RA= hA (WA, CA) ... función de eficiencia global del uso en el acueducto
(Otras restricciones que se omiten para simplificar el análisis)
¿Cuál es el planeamiento de la cuenca que asegura la maximización de los
beneficios? La respuesta viene dada por los valores óptimos de todas las variables
19
20. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
que entran en este simple modelo (WR, WA, WT, RR, RA, RT, CR, CA, CEA). Como el
propósito simplemente es ilustrar la importancia de la valoración del recurso, es
suficiente atender a dos ideas que emergen de este planteamiento.
La primera es que el modelo precisa de funciones de beneficio que nos liguen las
variables relacionadas con el recurso (caudal y calidad, en cada punto) con las
funciones de valor de cada servicio ambiental. En nuestro ejemplo, aparecen
identificados cinco funciones de valor:
El riego, BR (WR, CR)
El servicio de abastecimiento del acueducto, BA (WA, CA)
La generación de energía, BT (WT)
El beneficio de la explotación acuícola, BEA (WT, CEA)
Y los beneficios recreativos - ambientales en la represa, BREC (WT, CA)
Solamente en la generación de energía, eludimos cualquier consideración sobre la
calidad del agua. En el resto, las funciones de valor dependen tanto del caudal de
entrada como de la calidad del agua.
La segunda es la interdependencia de los usos, y la presencia ubicua en el modelo
del concepto de costo de oportunidad. Un análisis superficial del modelo, pero
ilustrativo de la importancia del valor del agua, se puede apreciar pensando en las
consecuencias de ampliar, en la fase de la discusión del proyecto, la superficie
destinada al riego y, por tanto, el consumo de agua medio. Nos preguntamos sobre
los efectos directos e indirectos derivados de un aumento de WR. En el cuadro
siguiente resumimos los efectos:
Cuadro 4.
Efectos directos e indirectos derivados de un aumento del caudal asignado
al riego WR.
Sector/servicio afectado Directos Indirectos
Agricultura ∆BR>0 debido a ∆WR>0
Hidroelectricidad ∆BT<0 debido a ∆WT<0
Acueducto (asumimos que no se ∆BA<0 debido a ∆CA<0
disminuyen las
captaciones del
acueducto)
Usos/servicios ∆BREC <0 debido a
ambientales ∆CA<0 y a ∆WT<0
Explotación acuícola ∆BEA <0 debido a
∆CEA<0 y a ∆WT<0
En consecuencia, el aumento del regadío tiene consecuencias positivas (∆πR>0),
pero ese aumento del consumo conlleva un costo de oportunidad que equivaldría a:
C.Oport = ∆BT + ∆BA+ ∆BREC + ∆BEA
20
21. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
En conclusión, a la hora de diseñar un proyecto de riego, dimensionarlo y ejecutarlo
es preciso tomar en consideración los beneficios que se obtienen así como los
efectos indirectos que ocasionaría en los otros servicios relacionados con el agua.
Un corolario de este análisis surge con la consideración de una tarifa sobre el agua
de riego relacionada con el costo de oportunidad del agua. Pensemos en una zona
de riego ubicada en una cuenca semiárida, que administra sus recursos hídricos
disponibles mediante estrictas cuotas o turnos de riego. La Administración hidráulica
puede establecer una tarifa sobre la base de la escasez del recurso, de forma que
todo regantes que excediese su cuota habría de pagar una tarifa que se calcularía
tomando en cuenta todos los factores considerados en el análisis (∆BT + ∆BA+ ∆BREC
+ ∆BEA). Por descontado, esta tarifa se sumaría a, y debería ser independiente de,
la propia tarifa de utilización de la organización colectiva del riego.
3.2.4. Un ejemplo real: la mejora de la calidad de las aguas en una pequeña
cuenca con múltiples usuarios
El siguiente ejemplo proviene del estudio de efectividad de costos realizado en la
pequeña cuenca del Cidacos (en Navarra, España), para definir un programa de
medidas conducente a la mejora de la calidad ecológica de las aguas. Se trata de
una cuenca muy contaminada, sometida a impactos intensos provenientes de
explotaciones intensivas de ganado porcino, unas 2000 hectáreas de regadío, una
industria importante y una población de unos 20,000 habitantes. El propósito del
estudio fue definir el programa de trabajo que lograría el objetivo al menor costo
social posible (Gómez y Garrido, 2003).
Para ilustrar el concepto de interdependencia de usos e impactos, y mostrar cómo
se pueden tener en cuenta, restringiremos esta presentación a dos cuestiones
esenciales. La primera es el concepto de costos evitados, y los resultados numéricos
alcanzados y una breve interpretación de los mismos.
El concepto de costos evitados de un plan de manejo o gestión de una cuenca
plantea que el beneficio de una actuación o estrategia no solo hay que evaluarlo por
sus resultados inmediatos o directos, sino que deben tenerse también en cuenta por
los costes que se pueden evitar en otros emplazamientos de la cuenca. La figura 4
sirve para ilustrar este razonamiento. Supongamos que para lograr los objetivos de
calidad de las aguas es preciso aumentar el caudal del río en sus distintos tramos,
lográndose así mayor capacidad de dilución de contaminantes y un descenso de la
temperatura en durante el verano. Supongamos también que se fijan unos caudales
mínimos necesarios en cada tramo, tal y como se describe en la figura 4. Las
curvas con pendiente positiva muestran los costos asociados a cada nivel de
incremento de caudal que se puede lograr con las distintas medidas aplicables sobre
todos los usos del agua en los tramos de los ríos.
21
22. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Figura 4. Los costes evitados y las interdependencias de usos (Fuente Gómez y Garrido,
2003)
La figura muestra que si aumentan los caudales en el tramo I del río, por encima del
estándar establecido, asumiendo un costo adicional, y haciendo lo propio en el
tramo II, el resultado de todo ello es que el costo global de todo el programa de
medidas se reduce a una cuantía que es sustancialmente inferior a la que se
derivaría de cumplir con los estándares exigibles a cada tramo. Esto muestra la
interdependencia de los usos y la necesidad de valorar costos y beneficios de un
modo integrado y global.
Los resultados derivados de minimizar los costos totales necesarios para lograr los
objetivos de calidad se resumen en el cuadro siguiente:
Cuadro 5.
22
23. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Resultados derivados de minimizar los costos totales necesarios para lograr los
objetivos de calidad.
Medidas aplicables al regadío Costo anual Costo anual
equivalente (€) equivalente (€)
por m3 por litro/s de
ahorrado incremento de
caudal
Asesoría y capacitación del regante 0.02-0.04 766-1,212
0.14 4,568
Revestimiento y reparación de acequias
Técnica de riego 0.08 2,454
0.16 5,184
Entubamiento de conducciones
Técnica de riego y entubamiento de 0.10 3,230
conducciones
Y el programa de actividades aplicables sobre el regadío contendría las siguientes
actuaciones en cada tramo de los ríos.
Cuadro 6.
Programa de actividades aplicables sobre el regadío en cada tramo de los ríos.
Tramo I Tramo II Tramo III
Medidas Costo Medidas Costo Medidas Costo
Restauración
Asesoría a regantes Asesoría a regantes 138.868
riberas
5.000-7.000
60 740
5.000-7.000 m3/Ha m3/Ha
7.000-10.000
20 420
7.000-10.000 m3/Ha m3/Ha
>10.000 m3/Ha 411 >10.000 m3/Ha 1.660
3
> 1.000 m /Ha 20 > 1.000 m3/Ha 2.320
1.000-5.000
384 24.340
1.000-5.000 m3/Ha m3/Ha
Buenas prácticas Buenas prácticas
5.000-7.000
5.000-7.000 m3/Ha 180 2.220
m3/Ha
3 3
7.000-10.000 m /Ha 60 >10.000 m /Ha 4.980
3 Restauración
>10.000 m /Ha 1.234 111.094
riberas
Canal a Tub+ Técnicas
11.342
de riego
Como se observa en los resultados mostrados, el programa de medidas que
minimiza los costos para lograr los objetivos de calidad ecológica del río Cidacos es
bien distinto según se trate de cada tramo del río. En el tramo III no se propone
más que la restauración de las riberas, y ello es debido a que aguas arriba las
23
24. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
actuaciones que se propone realizar son más intensas de lo que derivaría de cumplir
estrictamente con el estándar de calidad impuesto en el tramo.
Antes de concluir es preciso señalar que esta resumida presentación omite
consideraciones importantes. Las actuaciones estructurales que se propone realizar
en los regadíos del tramo I tienen impactos tanto en el caudal disponible aguas
abajo como su la calidad físico-química. Es decir, el valor de la reforma se cifra en el
resultado global, medido en los costes evitados asociados a las reformas que
hubieran debido realizarse para cumplir con los estándares en todos los tramos de
los ríos. Por último, el análisis expuesto omite también el hecho de que los regadíos
del tramo I verían aumentados sus beneficios directos por el hecho de una
reducción de costos para los agricultores que en el proyecto concreto se valoraron
en 200-300 dll/ha.
3.3. Los efectos indirectos de una buena valoración del recurso
La valoración del recurso presta servicios que trascienden la buena administración y
manejo del recurso. Entre ellos cabe destacar:
Los incentivos a largo plazo
El largo plazo tiene que ver con las posibilidades de mejorar el capital técnico,
humano y de infraestructuras. Como éste nunca es inferior a una década, los
incentivos constituyen un motor de cambio cuyos efectos se perciben lentamente en
el tiempo.
La posibilidad de análisis y ‘benchmarking’
El ‘benchmarking’ es una técnica para evaluar la eficiencia de los procesos y las
técnicas y realizar el seguimiento de los procesos de mejora y modernización. El
‘benchmarking’ precisa de funciones de valor que permitan cuantificar las mejoras.
La sociedad puede articular mejor su capacidad de participación pública,
reaccionando a las medidas de valor realizadas por los equipos técnicos. Tal vez ello
puede contribuir a mejorar los propios procesos de valoración.
El debate político, en el que la competencia entre sectores tiene influencia,
puede articularse mediante argumentos más fundamentados, en los que la
demagogia tiene más difícil abrirse hueco.
Parte II. Ejemplos en Aplicaciones Prácticas
4. Valor, Costo y Precio del Agua en el Uso Agrícola.
En este apartado se concibe agua de riego como un bien económico. Para ello es
necesario, en primer lugar, situar el valor del agua en el regadío en el contexto del
valor del agua como recurso natural, definiendo el concepto de valor económico del
agua, así como los tipos de valor más usuales que se han desarrollado en la
literatura especializada en economía de recursos naturales. En segundo lugar, es
24
25. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
necesario diferenciar claramente los importantes conceptos de valor, precio y costo
del agua, los cuales son utilizados con frecuencia de manera indistinta. A
continuación se profundiza en el valor económico de los distintos atributos del
recurso agua (cantidad, calidad, etc.), con la aplicación de algunos de métodos
expuestos anteriormente, que pueden utilizarse para su valoración.
4.1. El valor del agua
El valor del agua tiene dimensiones sociales, económicas, culturales, e incluso
estéticas y espirituales. En este epígrafe nos centramos principalmente en la
dimensión económica del valor del agua, pero con ello no se niega ni se resta
importancia a las otras dimensiones que el agua lleva asociadas.
4.1.1. El valor económico del agua.
El valor del agua puede ser económico, social e incluso dar lugar a fenómenos
perjudiciales. Azqueta (2002) distingue entre tres tipos de valores del agua:
- Valores de uso
- Valores de no uso
- Valores intrínsecos y otros valores de orden superior (culturales,
simbólicos,...)
Los valores de uso o valores extractivos, son aquellos ligados a la utilización
directa o indirecta del recurso para la satisfacción de una necesidad (consumo
humano como bebida o para la higiene), para la obtención de un beneficio
económico (producción de alimentos y demás productos agrarios, generación
hidroeléctrica).
Azqueta (2002) distingue también entre el valor de uso actual del recurso y el valor
de opción. El valor de uso actual vendría dado como la suma de los valores de uso
directo e indirecto. El concepto de valor de opción se refiere al valor que para un
individuo tiene la posibilidad de utilizar el recurso agua en algún momento futuro,
aunque no la utilice en el presente. Ejemplos son el valor futuro del agua de un
acuífero fósil cuando la demanda del agua haya aumentado o el valor estratégico de
un río con potencial hidroeléctrico. El valor total de uso del recurso viene dado por
la suma de su valor de uso actual, su valor de opción y su valor in situ para
actividades recreativa, como fuente de vida acuática y para el disfrute estético.
El valor económico del agua, suma del valor total de uso y de los valores de no
uso, intrínsecos, etc., engloba todos los beneficios económicos que puede
proporcionar a una sociedad, tanto monetarios como aquellos que son menos
tangibles como el bienestar económico de las personas. Esta definición concuerda
con la señalada anteriormente, que divide el valor del agua en su valor en
extracción y su valor.
Cuanto más amplia sea la acepción de valor económico contemplada, más difícil
será evaluar su magnitud. La ciencia económica ha desarrollado teórica y
25
26. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
empíricamente un cuerpo de conocimiento dirigido a evaluar económicamente
recursos naturales para los que no existen precios ni mercados. En principio, es
posible estimar el valor económico del agua, si bien la aplicación de métodos
diferentes siempre arrojarían resultados discrepantes. Obviando en cierta medida la
complejidad de cualquier tarea valorativa, puede aproximarse al valor del agua
mediante su costo de oportunidad.
El costo de oportunidad de una unidad de agua empleada en un fin concreto
refleja el beneficio económico que se obtendría si se destinara a su segunda mejor
alternativa. Por ejemplo, el costo de oportunidad del agua asignada a una zona de
riego podría evaluarse mediante el costo económico que ha de asumir una empresa
de suministro de agua a una zona urbana, para obtener agua de otras fuentes para
sus clientes. Si, por poner unas cifras ilustrativas, la empresa va a realizar una
obra, cuyo costo medio se ha evaluado en 0.35 $/m3, siendo el caso que el agua
usada por los regantes podría transportarse a un costo de 0.15 $/m3 hasta el núcleo
urbano que abastece la empresa, el costo de oportunidad del agua destinada al
perímetro de riego es de 0.20$/m3 (es decir, la diferencia entre 0.35 y 0.15).
El costo de oportunidad del agua empleada en la agricultura constituye una pieza
clave de información en la toma de decisiones. Si un gobierno está pensando en
desarrollar una nueva zona de riego, del que los regantes obtendrán un valor
económico inferior a su costo de oportunidad, sería razonable sugerirle que se
pensara dos veces antes de llevar adelante el proyecto, ya que desde el punto de
vista de la gestión o asignación del agua la decisión no pasaría una evaluación
económica. Otra cosa es que se deban tener en cuenta otras consideraciones de
tipo social, pero ha de saberse que su promoción sería a costa de incurrir en
pérdidas económicas.
En resumen, el costo de oportunidad refleja el beneficio económico que se sacrifica
al destinar unos recursos hídricos a un fin concreto. Si el agua es abundante en una
zona y todos los demandantes ven satisfechas sus necesidades, el costo de
oportunidad sería nulo; si, por el contrario, en la zona hay muchos demandantes
insatisfechos, es posible que el costo de oportunidad del agua destinado al riego
fuera bastante elevado.
El valor económico de un recurso como el agua, depende de varios factores, tales
como el tiempo, su disponibilidad, su uso y las preferencias de los usuarios. Este
valor se puede inferir en función de la voluntad que haya en pagar por el bien o
recurso, o por la voluntad de aceptar una compensación por la falta de su
disponibilidad. Un ejemplo puede ser muy ilustrativo para mostrar esta forma de
valoración.
En el Norte de México se encuentra el Río Bravo, el cual sirve de frontera con los
Estados Unidos de América (EEUU) en un poco más de 2,000 kilómetros de
longitud. La zona que atraviesa este río es bastante árida, por lo que el agua tanto
del río como sus afluentes se utiliza, no solamente para el riego, sino también para
abastecer la demanda en los usos domésticos, urbanos e industriales en ambos
países.
26
27. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Por sus características de río internacional, el uso de sus aguas y la de la mayoría
de sus afluentes está sujeto a las regulaciones establecidas en el “Tratado sobre la
distribución de aguas internacionales entre los Estados Unidos Mexicanos y los
Estados Unidos de América” de 1944, así como a las vedas que sobre su uso se
establecieron en 1953 y 1955. Con relación al tratado, es importante señalar que se
acordó que una parte del agua del río Bravo y de sus afluentes perteneciese a los
EUA. En efecto una tercera parte del agua que llegue a la corriente principal del Río
Bravo procedente de los ríos mexicanos Conchos, San Diego, San Rodrigo,
Escondido, Salado y Arroyo de las Vacas; esa tercera parte, que no deberá menor
en conjunto, en promedio y en ciclos de cinco años consecutivos de 431.721
millones de metros cúbicos anuales.
En los últimos nueve años, la región se ha visto afectada por una severa sequía,
que ha disminuido considerablemente la disponibilidad de agua del río, razón por la
cual no se había podido cumplir con el pago de agua a los EEUU. Sin embargo,
debido a las exigencias de este país para el pago del adeudo de agua, además del
efecto de sequía que han sufrido los agricultores mexicanos que usan sus aguas,
también han visto disminuidas las disponibilidades de agua para el riego en forma
considerable debido a los volúmenes que el gobierno mexicano les ha quitado para
cumplir con los pagos de agua a los EEUU.
Con el agua del Río Bravo y los tributarios mexicanos que tienen comprometida
parte de su agua en el tratado, se riegan ocho distritos de riego en México, los
cuales han estado regando en promedio unas 300,000 ha anuales. Sin embargo, en
los últimos años la superficie regada ha disminuido considerablemente por la menor
disponibilidad de agua. Como una consecuencia de esta disminución, los ingresos
tanto brutos como netos generados por el agua, también han disminuido en forma
considerable, afectando no solamente a los productores agrícolas, sino en general a
la economía regional. Esta pérdida económica que se sufre en la región es un buen
indicador de lo que es el valor del agua.
Para relacionar el ingreso bruto de los productores con los volúmenes de agua
usados en estos ocho distritos de riego, se han calculado estos ingresos en función
del valor de la producción para cada uno de los distritos de riego durante los últimos
20 años, utilizando las bases de datos de la Comisión Nacional del Agua3.
Posteriormente se han ajustado con el índice implícito de precios del Producto
Interno Bruto del sector primario con base en el año de 1993 y expresado en
dólares americanos a la tasa de cambio de dicho año. Los volúmenes usados en los
ocho distritos se han correlacionado con los valores de las cosechas, obteniéndose
una aceptable correlación de tipo logarítmica que explica un poco más del 80% de
la variación del valor de las cosechas como función del agua disponible, lo cual se
muestra en la figura 5.
3
E. Palacios V. 2003. Water Use and Management on the Mexico-United States of America Border.
Conference on Soil and Water Conservation Society. Spokane, WA.
27
28. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Figura 5. Relación entre volúmenes usados y valor de la cosecha en la cuenca del Río Bravo.
En esta gráfica se observa que conforme se ha dispuesto de más agua, se tiene un
valor de cosecha mayor y a la inversa, a menos agua menor valor de la producción.
Así, en el período de 10 años de 1983 hasta 1993, el promedio del valor de las
cosechas anuales fue un poco mayor de 360 millones de dólares de 1993, con un
coeficiente de variación de apenas un 9.3%, mientras que en el período de 1994 a
2001, el valor medio fue de 157 millones de dólares de 1993, con un coeficiente de
variación del 61%. Ello indica que los productores agrícolas de los distritos han
perdido más de la mitad de su ingreso bruto, debido a que el volumen medio anual
de agua en los mismos periodos se ha reducido de 3,300 hm3 hasta solamente
1,570 hm3. Por comparación de medias, esto se traduce que la diferencia de 1,730
hm3 tiene un valor, para los productores de los distritos, de poco más de 200
millones de dólares de 1993 por año. Estos números han servido de base para las
reclamaciones de los productores, ya que no ha sido solamente la sequía lo que los
ha afectado, sino el pago de volúmenes de agua los EEUU.
Como se observa, existe una relación aceptable entre el valor bruto de las cosechas,
que puede considerarse como un beneficio para la región, y el volumen de agua
utilizado, mediante la función logarítmica que se muestra a continuación.
VP = 251.23 * Ln(V ) − 1674.9
Donde:
VP-Valor de la producción en millones de dólares americanos de 1993;
V -Volumen de agua usada, expresado en hm3.
Su derivada, respecto al volumen de agua, indica la productividad marginal de una
unidad adicional de agua, si no hubiera mayor disponibilidad, por lo que esta
derivada es un indicador del valor del agua cuando es escasa. Como ambos valores
están expresados en millones, su productividad marginal se expresará en US$/m3,
luego:
dVP 251.23
=
dV V
28
29. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Así, para la disponibilidad de 3,300 hm3, el valor de la productividad marginal del
agua es de US$ 0.076/m3, mientras que para el período seco cuando el volumen
medio disponible ha sido de 1,570 hm3. El valor de la productividad marginal
aumenta a US$ 0.16/m3, lo que supone prácticamente al doble, indicando que los
usuarios del recurso estarían dispuestos a pagar ahora más por una unidad
adicional de este recurso.
Como se señaló anteriormente, el valor bruto de la cosecha es un buen indicador de
los beneficios regionales, dado que no solamente los productores agrícolas reciben
un beneficio, sino también otros sectores económicos de la región, como son el
comercio, los servicios, etc. Si se reduce este beneficio, todos los sectores saldrán
afectados.
Sin embargo, para los productores agrícolas de un distrito de riego, el indicador de
sus beneficios será el ingreso neto, el cual se obtiene al restar los costos de
producción de los cultivos al valor de la cosecha. Para el caso analizado, se
mostrará el efecto que ha tenido sobre uno de los distritos de riego, el de más abajo
del Río Bravo, al desproveerle de agua en su totalidad para poder pagar el adeudo
a los EEUU.
En efecto, el distrito de riego número 025, Bajo Río Bravo, no dispuso de agua
durante dos ciclos agrícolas, razón por la cual demandó una indemnización al
gobierno federal de México por haberle quitado el agua. Para el cálculo de esta
indemnización, ha sido importante conocer cual es el efecto del valor del agua de
riego en el ingreso neto de los productores. Al igual que en el caso descrito
anteriormente, se encontró una muy aceptable relación (r2=0.9), también de tipo
logarítmica, entre el ingreso neto de los productores y los volúmenes de agua
utilizados, la cual es:
IN = 8.6716 * Ln(V ) − 37.1786
Donde:
IN - Ingreso neto en millones de dólares (base 1993);
V - Volumen de agua usado en hm3.
En los veinte años anteriores se dispuso en promedio de un volumen de 800 hm3
anuales, por lo que el ingreso neto correspondiente se puede estimar en poco mas
de 20.7 millones de dólares (alrededor de $ 210 millones de pesos mexicanos al tipo
de cambio actual), cantidad solicitada y finalmente pagada a los usuarios de este
distrito, por año sin agua disponible, lo que muestra claramente el valor económico
del recurso para los productores.
4.1.2. Valor económico de los atributos del recurso hídrico
El agua es un recurso caracterizado por una serie de atributos que determinan su
valor económico. A la cantidad de agua disponible hay que añadir otras dimensiones
del recurso como la calidad, la garantía de suministro, la ubicación espacial y la
ubicación temporal.
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30. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Cuando se habla de valor del agua generalmente se suele hacer referencia a la
cantidad disponible. Si bien ésta es la principal dimensión del recurso, no hay que
olvidar la relevancia que los restantes atributos tienen en el valor del agua. En
general, el valor del agua en términos unitarios suele disminuir a medida que crece
la disponibilidad de la misma.
El valor de la calidad del agua está relacionada con las exigencias de los distintos
usos del recurso (Ferreiro, 1994). En el regadío, será de mayor valor económico un
agua con un menor contenido salino o de metales pesados que otra con una mayor
concentración de los mismos. Igualmente, una elevada BOD (Demanda Biológica de
Oxígeno) resultará en un menor valor del agua.
Un atributo directamente relacionado con la dimensión temporal del recurso es la
garantía de suministro, que se refiere a la seguridad que el regante tiene de
disponer de la cantidad de agua que necesita. Las variaciones interanuales de la
disponibilidad de agua hacen que el regante esté sujeto a riesgos que tienen
influencia en su beneficio y por tanto en la valoración que se haga del agua que
utiliza.
La dimensión espacial del valor del agua tiene también una gran relevancia. La
distinta ubicación espacial de los recursos y de los distintos usos y usuarios de
éstos, genera diferencias en el valor del agua. Para un regante será más valioso un
recurso cercano que uno lejano y que requiere de unos mayores costes de
regulación y transporte para poder ser utilizado.
También es de gran importancia la dimensión temporal del recurso. Por un lado,
“...en la mayoría de los usos las variaciones temporales (estacionales) de la
demanda resultan difíciles de ajustar a la evolución rígida o incluso contracíclica de
la oferta” (Ferreiro, 1994), por lo que cambios en la distribución temporal de la
disponibilidad de agua darán lugar a un distinto valor económico. El valor del agua
en la agricultura tiene un atributo esencial derivado del momento de uso a lo largo
de la campaña de riego. Por otro lado, el horizonte temporal considerado en la
valoración del agua también determinará los valores que se obtengan.
4.1.3. El valor social del agua.
Otra manera de valorar el agua resulta de medir el impacto de su disponibilidad
para el riego sobre la mano de obra que puede generar en la producción de cultivos.
El impacto directo se puede medir en función de los jornales que se requieren en la
producción de los cultivos regados, aunque también como en el caso anterior, por
cada empleo agrícola, suelen generarse varios empleos y otros beneficios en otros
sectores económicos, como en el comercio y en el sector servicios. Esto es lo que se
denominan los efectos multiplicadores de una actividad productiva.
En la producción de los diferentes cultivos agrícolas, se requiere de mano de obra
para realizar las diferentes labores. Al respecto se han llevado a cabo estudios que
muestran el número de jornales requeridos en el establecimiento de cada cultivo;
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31. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
así, hay cultivos muy mecanizados que requieren poca mano de obra como el trigo
o la cebada, mientras que otros como el algodón o las hortalizas, necesita de mucha
mano de obra durante sus etapas vegetativas y el momento de la cosecha.
Con base en la información recabada sobre las necesidades de mano de obra por
cultivo, se han estimado el número de jornales necesarios para la producción de
cultivos regados en los ocho distritos de riego considerados, en el estudio del Río
Bravo en México. El número de jornales estimados anualmente depende del área
regada y de los tipos de cultivo establecidos, y se han relacionado con los
volúmenes de agua utilizados, lo cual se aprecia en la figura 6.
Figura 6. Relación entre jornales generados y volumen usado en la cuenca del Bravo.
Como en los casos anteriores, también la relación entre el volumen y el número de
jornales generados, es del tipo logarítmica con aceptable coeficiente de
determinación mayor del 80%. La relación es:
J = 2,680,857.16 * Ln(V ) − 17,124,633.7
Donde: J - Número de jornales de 8 horas generado;
V - Volumen de agua usada, expresado en hm3.
La productividad marginal de los jornales respecto al volumen de agua usado, la
cual puede considerarse como el valor del agua expresado en jornales cuando
puede disponerse de una unidad adicional del recurso, puede estimarse al derivar
esta expresión respecto al volumen de agua; así se tiene:
dJ 2680857.16
=
dV V
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32. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
También como en el caso anterior, se observa una relación inversa entre el volumen
de agua disponible y el número de jornales generados por una unidad de volumen
adicional. Para el volumen medio disponible en los años en que no hubo una
restricción de 3,300 hm3, los jornales generados por hectómetro cúbico de agua
adicional disponible es en promedio de 812 y para el volumen medio de 1570 hm3,
en la época de restricción los jornales generados por hectómetro cúbico de agua
adicional disponible es de 1,708. La diferencia entre estas medias, 891, representa
el número de jornales/hm3 de agua que se pierden por su menor disponibilidad, lo
cual genera problemas sociales muy serios, como aumento en delitos, emigración
de la población, menos oportunidades para la creciente población, etc.
4.1.4. Los impactos negativos de los excesos de agua
Las grandes avenidas de los ríos, aún de los que están relativamente controlados
con embalses, suelen generar daños que a veces pueden ser de consideración. Las
regiones expuestas a ciclones o a deshielos intempestivos, pueden tener como
consecuencia inundaciones, las cuales afectan a los cultivos inundados, pero
también a las viviendas y a otros bienes, pudiendo incluso poner en peligro vidas
humanas y de animales. No obstante, estos eventos pueden tener una baja
frecuencia, por lo cual no siempre compensa realizar grandes inversiones en obras
de drenaje y de control de inundaciones. Así, por lo general, suelen hacerse cálculos
para estimar la probabilidad de la magnitud de los daños para compararlos con la
magnitud de los costos de las inversiones requeridas para su reducción.
Estos daños pueden considerarse como beneficios negativos que ocurren cuando los
volúmenes de agua disponibles, rebasan ciertos niveles que tienen las obras de
protección, como pueden ser los vertederos de demasías de las presas, los bordos
de protección de los ríos y otras obras que protegen de los aumentos de los niveles
de las aguas en corrientes y vasos, naturales o artificiales.
En la figura 7 se muestra una función de beneficio, que cuando excede el volumen
de agua disponible se transforma en daño, así como una función que relaciona el
daño con su nivel de probabilidad.
Figura 7. Funciones de beneficio-volumen usado y función de probabilidad daño
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33. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
4.1.5. El valor de estabilización
El valor de estabilización de una fuente de agua refiere el beneficio asociado a la
posibilidad de reducir la variabilidad de una fuente de agua sujeta a fuertes
oscilaciones. En efecto, en muchos de los distritos de riego de México en la costa del
Pacífico, el agua superficial no es suficiente para regar la totalidad del área
dominada por las obras, por lo cual se complementa con agua de pozos profundos.
Como ejemplo se presenta el caso de un distrito donde se ha obtenido una relación
beneficio-volumen de agua usada cuya función es:
B = 446.64 Ln(V ) − 2373.9 con R2 = 0.89.
De lo anterior se deduce que la productividad marginal del agua vale:
dB 446.64
=
dV V
donde B es el beneficio en millones de pesos y V es el volumen en hm3, luego la
relación precio marginal del agua con el volumen puede representarse como en la
figura 4.
Por otra parte se supone que la probabilidad de aportación del río a la presa es
aproximadamente Normal y que su media es de 875 hm3. Se considera que un valor
de aportación igual o menor que 750 hm3, puede ocurrir con un 75% de
probabilidad considerándose un año seco. En cambio una aportación igual o mayor
de 1000 hm3, puede ocurrir con una probabilidad del 25%, entre estos valores es de
esperarse que fluctúen las aportaciones el 50% de las veces. Ahora bien, para poder
regar el total del área dominada se requiere por lo menos un volumen de 1000 hm3,
por lo cual es necesario utilizar agua de pozos profundos.
También se ha considerado que el agua superficial tiene un costo de $0.3/m3, y que
el agua de pozo tiene un costo mayor de $0.4/m3, luego con referencia a la Figura
4, pensemos en el distrito de riego que dispone de una fuente de aguas
superficiales, cuya oferta oscila entre S1 (750 hm3, al 75% Prob) y S2 (1000 hm3,
al 5% Prob). Auxiliarmente, como ya se ha dicho el distrito de riego dispone de
pozos mediante los que complementa la oferta de agua de cada año hasta
completar el volumen K, fijado en nuestro ejemplo en 1130 hm3. La curva
representada en la figura 8 es la función de demanda de agua del distrito de riego.
En el eje vertical, Pb es el costo del agua subterránea bombeada y Ps el costo del
agua superficial.
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34. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
Figura 8. El Valor de uso y de estabilización de una fuente alternativa (Tsur, 1997)
De acuerdo con el desarrollo propuesto por Tsur (1997), si se produce un año de
sequía y la fuente superficial es S1, con los caudales del pozo se puede llegar al
volumen K. En este caso, el valor de uso de esta fuente auxiliar es el área {b1cd1}.
Si la fuente superficial es S2, propia de un año de abundancia, el valor de la fuente
es área {b2cd2}. La presencia de recursos subterráneos permite estabilizar el
consumo en un volumen K. La fuente subterránea presta así dos funciones:
Aumentar la oferta global de agua para un determinado uso.
Estabiliza las fluctuaciones de la oferta de aguas superficiales
Se considera que con un 98.4% de probabilidad (casi la certeza) se tendrían
disponibles cuando menos 400 hm3, el valor del agua será el rectángulo entre cero
volumen y 400 hm3, multiplicado por el valor marginal del agua de $ 1.10/ m3,
menos el costo del agua superficial que es de $ 0.30/ m3, es decir $ 0.8/m3 por 400
hm3, resulta en 320 millones de pesos.
Si se tiene un año de sequía con solamente 750 hm3, habrá que calcular el valor
integrando entre el punto a y el b1 (400 a 750 hm3), esto es:
750
446.64
B= ∫
400
V
dV = 280.75
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35. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
es decir, 280.75 millones de pesos, menos el costo del agua (750-400)*0.3 = 105
millones de pesos, es decir 175.75 millones de pesos más el valor fijo calculado
anteriormente de 320, lo que equivaldría a 495.75 millones de pesos.
Valor = 280.75 - 105.00 + 320.00 = 495.75 millones de pesos
Sin embargo, con ayuda de los pozos podría extraerse un volumen adicional de
1130-750 = 380 hm3, cuyo valor puede calcularse al integrar entre los valores 1130
y 750, igual a 183.10 millones de pesos, menos el valor del agua de bombeo que es
380*0.4 = 152 millones de pesos, el área {b1cd1} valdrá 31.1 millones de pesos,
luego el beneficio total será de 526.85 millones de pesos.
En el caso de que ocurra el volumen S2, habrá que integrar entre 400 y 1000 hm3,
restarle el valor del agua superficial y aumentar el valor fijo de 320 millones de
pesos, lo cual dará un valor de 549.25 millones de pesos, agregando adicionalmente
el valor generado por los pozos al estabilizar el volumen usado al mismo valor de
1130 hm3, que será el área{b2cd2}, cuyo valor puede estimarse por el mismo
procedimiento descrito y es de 2.6 millones de pesos, por lo que finalmente se
tendrá un beneficio de 551.85 millones de pesos, garantizando un volumen de
extracción constante de 1130 hm3, lo cual permite el riego de toda la superficie
regable del distrito.
Es evidente que el uso del agua subterránea tiene muchas ventajas respecto al del
agua superficial. Los volúmenes de agua del subsuelo pueden garantizarse casi con
certeza, lo cual no ocurre con el agua de fuentes superficiales, cuya probabilidad de
ocurrencia es muy variable aún cuando se disponga de embalses reguladores;
también la calidad del agua subterránea generalmente es mejor que la del agua
superficial. El reciente volumen editado por Custodio y Llamas (2002) ilustra con
ejemplos de todo el mundo la importancia de las aguas subterráneas y los desafíos
institucionales que presenta su gestión eficiente y sostenible.
4.2. El costo del agua
Otro aspecto relacionado con la economía del agua es el costo de extraerla de una
fuente de abastecimiento y entregarla a la parcela donde se utilizará. El costo de la
extracción, se relaciona con el costo de la infraestructura que deberá amortizarse,
así como los costos directos de la operación y mantenimiento de la infraestructura
para entregarla en el sitio donde se utilizará.
Desde el punto de vista conceptual el costo del agua se refiere a aquello a lo que
renunciamos para satisfacer los usos del agua. La dificultad reside en elegir el
ámbito en el que consideramos las renuncias u oportunidades pérdidas que se
desea valorar. Fundamentalmente existen tres opciones:
El ámbito financiero, según el cual valoramos el flujo de caja que nos ocasiona la
satisfacción de un uso del agua, por ejemplo, el costo de extracción y aplicación
del agua. Los conceptos a valorar se expresan en magnitudes monetarias, sin la
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36. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
menor dificultad, salvando eso sí la asignación de costos de infraestructuras
multi-propósito;
El ámbito económico, que trasciende el financiero porque incluye todos los
efectos externos o externalidades, positivas y negativas, incorporando la
consideración tanto de los impactos ambientales como de los impactos
multiplicadores de rentas;
El ámbito social, que trasciende el económico porque se tiene también en cuenta
el impacto que el uso en cuestión tiene sobre el bienestar de todos los miembros
de la sociedad. En ninguna de estas categorías de costos se incluyen los
impactos sobre los valores superiores del agua.
A medida que se pasa desde el ámbito financiero al ámbito social, más difícil es
descubrir el verdadero costo de utilización del agua ya que los impactos del uso del
agua son más difíciles de conocer y cuantificar. Sin embargo, que no puedan
valorarse algunos de los impactos no quiere decir que no haya que tenerlos en
cuenta en las decisiones relativas a los usos del recurso.
A veces ocurre que el costo de extracción y entrega del agua para el riego no
siempre se relaciona con el valor económico o social del agua. Incluso podemos
encontrarnos con que el costo del agua puede ser mayor que su valor económico,
en cuyo caso suele no usarse para el riego, como se verá más adelante.
4.2.1. Cálculo del costo del agua
Como ejemplo del costo del agua, se presentará la evaluación de lo que cuesta
extraer agua del subsuelo para riego. Nuestro supuesto se caracteriza por la
necesidad de hacer un pozo profundo para extraer el agua del subsuelo y luego
bombearla para su uso en el riego de un cultivo.
Así, se supone que se construirá un pozo profundo, cuyo nivel piezométrico se
encuentra a 51 metros de profundidad, mediante un equipo de bombeo, que se
operará con un motor eléctrico. Se considera que el equipo motor-bomba tiene una
eficiencia electromecánica de 0.5 y que el usuario del agua ha obtenido una
concesión para la extracción anual de 700,000 m3/año. El equipo de bombeo tiene
la capacidad para extraer un caudal de 66 litros por segundo (l.p.s.) y esta
equipado con un motor eléctrico de 90 H.P.
Se considera que el pozo y el ademe tienen una vida útil de 25 años, el equipo de
bombeo una vida útil de 20 años con un valor residual del 5% y la subestación
eléctrica una vida útil de 12 años con un valor residual también del 5%.
Dado que el equipo de bombeo puede extraer 66 l.p.s. en una hora extraerá un
volumen de 237.6 m3 y por lo tanto, considerando que la concesión es por 700,000
m3/año, en un año trabajará 700,000/237.6 = 2,946 horas. Por otra parte el
consumo de energía eléctrica puede estimarse en función de la carga dinámica que
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37. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
para el caso es de 51 + 4 =55 m, donde los 4 m es la carga de fricción, luego su
consumo eléctrico será aproximadamente de:
HQ 66 * 55
KW = = = 71.2
102η 102 * 0.5
El consumo horario (trabajo), será de 71.2 KWH. Como el KWH cuesta US $ 0.02, el
costo por hora será de US $ 1.424. Por otra parte se ha estimado que cada 5 años
se requiere una reparación general del equipo, cuyo costo se estima en 5,000
dólares, por lo que el costo anual de las reparaciones sería del orden de los 1,000
dólares. La estimación del costo de bombeo se resume en el cuadro 6.
Cuadro 6. Estimación del costo de bombeo
CONCEPTO DE COSTO INVERSIÓNANUAL POR HORA
US dll dll/año dll/hr
1. INVERSIONES 50,000
POZO 24,000 960 0.326
EQUIPO BOMBEO 20,000 950 0.322
SUBESTACIÓN ELECTR. 6,000 475 0.161
TOTAL INDIRECTOS 0.810
2. COSTOS DIRECTOS
ENERGÍA 1.424
REPARACIONES 1000 0.339
ACEITE 150 0.051
GRASA 70 0.024
OPERADOR 2000 0.679
TOTAL DIRECTOS 2.517
COSTO POR HORA 3.327
Volumen bombeado por hora 237.6 m3
Costo por mil m3 14.00
El costo por una hora de operación es de US $ 3.327, pero usualmente se estima
que una lámina de riego de 10 cm equivale a un millar de m3/Ha, por lo cual se
requieren de 4.21 hr de bombeo y el millar de m3, costará US $ 14, si la lámina de
riego aplicada fuera de 15 cm, el costo se elevaría a US $ 21.
4.3. El precio del agua
El concepto de precio del agua ha de entenderse, en un contexto de mercados,
formales o informales, como la compensación monetaria asociada a un intercambio
de agua (valor de intercambio del agua). Por ejemplo, en el Maipo (Chile) se
intercambia el derecho de uso de agua de un caudal de 1 litro/seg a US$ 4426; en
España, una zona regable vendió agua en 1995 a una empresa de abastecimiento a
US$ 0.05 por m3.
En general, no deben confundirse tarifas con precios. Un precio es el derivado de un
intercambio entre un comprador y un vendedor. Sin embargo, una tarifa es un
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38. Cuadernos FODEPAL Gestión Integral de los Recursos Naturales
precio público y es establecido por una institución, pública o privada, que presta un
servicio. En sentido estricto, no debe emplearse la palabra ‘precio’ para referir lo
que paga el regante por emplear el agua. En todo caso, la literatura habla de
‘precios administrados’ refiriéndose más bien a las tasas, tarifas, cánones o
exacciones que han de sufragarse para poder ejercer el derecho de uso del agua.
Por lo tanto, para un agricultor existirán dos costos financieros derivados del uso del
agua: el costo de aplicación del agua y la tarifa o precio institucional o administrado
del agua.
Cuando se dice que el precio del agua es de una cierta cantidad, en general se está
considerando el costo del servicio de entregar el agua desde una fuente de
abastecimiento hasta donde se utilizará. Esto implica, en la mayoría de los casos,
que debería haber una infraestructura para la captación y conducción del agua. El
costo de la infraestructura generalmente tiene que amortizarse, pero además se
requiere mantener en buen estado la infraestructura y pagar al personal que la
operará, lo cual desde luego implica un costo.
4.3.1. Cálculo de la tarifa de riego
Se presenta un ejemplo de cómo se calcula la tarifa de riego o costo del agua, en
función de los costos de operación y mantenimiento de un Módulo de riego en
México, donde los costos se expresan en dólares americanos, con las características
siguientes:
Cuadro 7.
Características de un Módulo de Riego en México
Características del Módulo
Área 15,000 hectáreas
Volumen bruto recibido 187,500 Mil m3
Eficiencia Cond 65.6 %
Volumen neto distribuido 123,000 Mil m3
El canon del agua (en México, Derecho de agua) debe pagarse a la Comisión
Nacional del Agua, organismo gubernamental encargado de la administración del
agua en este país.
En las regiones tropicales, donde el riego es solamente complementario, a veces el
costo del agua de riego puede ser tan alto que iguale o aún supere la productividad
del recurso, en cuyo caso es común que no se paguen los costos o bien que no se
utilice el servicio de riego. Esta situación puede revertirse, si se puede mejorar la
tecnología agrícola, de manera que los rendimientos de los cultivos regados sean
muy superiores a los de secano.
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