Este documento describe la división territorial y administrativa de la Nueva España durante el Virreinato. Se dividió en Reinos y Capitanías Generales. Los Reinos tenían mayor autonomía y estaban gobernados por nobles, mientras que las Capitanías Generales dependían directamente de la Corona española. El territorio también se dividió en Repúblicas de Indios y Españoles, con diferentes sistemas de gobierno. La máxima autoridad era el Virrey como representante del Rey español.