Hechos y valores: el problema de la objetividad en la sociología desde la per...Rubén Crespo Gómez
La disyuntiva entre hechos y valores es una polémica constante dentro de las ciencias sociales. A lo largo de la historia de la sociología son muchos los teóricos que se han pronunciado al respecto, produciendo respuestas muy heterogéneas y manteniendo vivo el debate. Se ha insistido muchas veces que en las ciencias sociales el observador es a la vez sujeto y objeto de investigación, haciendo del distanciamiento entre el científico y los objetos de estudio la principal diferencia entre las ciencias sociales y humanas con respecto al resto. Así, desde otras ciencias se sigue poniendo en duda la cientificidad de la sociología por entender en ésta la imposibilidad de separar la dimensión subjetiva de su práctica científica, toda vez que se piensa –erróneamente– que la ciencia es un hecho aséptico e impenetrable de subjetividades.
Nuestra propuesta, antes que establecer una serie de desiderátums que disuelva de una vez por todas el problema de la objetividad en la sociología, pretende ofrecer un nuevo marco explicativo a partir de la perspectiva del Homo suadens, desarrollado por los hermanos Castro Nogueira (et al.), y que tiene su origen en el Programa Fuerte de la sociología del conocimiento científico.
La ciencia su metodo y su filosofia - mario bungeWill Pariona
En este trabajo le eh sacado las partes mas fundamentales del Libro ... Pero si lo quieres tomar como referencia debes estudiarlo con el libro para complementarlo.
Reporte de lectura método científico y nueva filosofía de la ciencia (1)Alfonso Toledo
El presente texto es un ejercicio de reflexión en torno a considerar el conocimiento científico como un tipo especial de conocimiento que aporta un nuevo o nuevos conocimientos que antes no había sido abordado en la sociedad, los cuales dependen fundamentalmente de un método científico.
Los métodos en la ciencia no son únicos -unívocos-, sino que se pueden emplear una diversidad de ellos en procura de resolver los problemas de la investigación y las hipótesis para que sean verificadas o falseadas en la dinámica del proceso de la investigación científica.
Hechos y valores: el problema de la objetividad en la sociología desde la per...Rubén Crespo Gómez
La disyuntiva entre hechos y valores es una polémica constante dentro de las ciencias sociales. A lo largo de la historia de la sociología son muchos los teóricos que se han pronunciado al respecto, produciendo respuestas muy heterogéneas y manteniendo vivo el debate. Se ha insistido muchas veces que en las ciencias sociales el observador es a la vez sujeto y objeto de investigación, haciendo del distanciamiento entre el científico y los objetos de estudio la principal diferencia entre las ciencias sociales y humanas con respecto al resto. Así, desde otras ciencias se sigue poniendo en duda la cientificidad de la sociología por entender en ésta la imposibilidad de separar la dimensión subjetiva de su práctica científica, toda vez que se piensa –erróneamente– que la ciencia es un hecho aséptico e impenetrable de subjetividades.
Nuestra propuesta, antes que establecer una serie de desiderátums que disuelva de una vez por todas el problema de la objetividad en la sociología, pretende ofrecer un nuevo marco explicativo a partir de la perspectiva del Homo suadens, desarrollado por los hermanos Castro Nogueira (et al.), y que tiene su origen en el Programa Fuerte de la sociología del conocimiento científico.
La ciencia su metodo y su filosofia - mario bungeWill Pariona
En este trabajo le eh sacado las partes mas fundamentales del Libro ... Pero si lo quieres tomar como referencia debes estudiarlo con el libro para complementarlo.
Reporte de lectura método científico y nueva filosofía de la ciencia (1)Alfonso Toledo
El presente texto es un ejercicio de reflexión en torno a considerar el conocimiento científico como un tipo especial de conocimiento que aporta un nuevo o nuevos conocimientos que antes no había sido abordado en la sociedad, los cuales dependen fundamentalmente de un método científico.
Los métodos en la ciencia no son únicos -unívocos-, sino que se pueden emplear una diversidad de ellos en procura de resolver los problemas de la investigación y las hipótesis para que sean verificadas o falseadas en la dinámica del proceso de la investigación científica.
Explica con el método científico el estudio de la sociedad. El estudio científico de la sociología apareció en el siglo XIX, no obstante la reflexión sobre el hombre y la sociedad proviene de la filosofía clásica como los diálogos de Platón.
Hablar de ciencia es incursionar en un tema tratado ampliamente y discutido de las más diversas áreas del saber. Es también enfrentarse a opiniones de la más variada tendencia ideológica y sobre todo es pisar el terreno sagrado del dogmatismo del siglo XX.
La epistemología como disciplina, los planteos del Círculo de Viena y la problemática entorno a los contextos de la ciencia.
Fuentes
-Casares Serrano, Antonio D. (2009) “Lógicas y contextos en la construcción de las ciencias: Los contextos de modelización en la filosofía de la ciencia”
-García, Norma “Metodología de las Ciencias Sociales”
Audiovisuales
-Estephan, Carlos (2011) “Espistemología – Círculo de Viena”
-Educatina (2012) “Círculo de Viena – Filosofía”
-Canal Encuentro (2009) “Entrevista al Dr. Gregorio Kilmovsky”
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
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Ya es neutra la ciencia
1. ¿Es neutra la Ciencia?
Por Alex Fernández Muerza.- La ciencia, considerada como un conjunto de
enunciados puramente descriptivos y empíricamente objetivables, se presenta en
principio como algo neutro, libre e independiente. En teoría, las preferencias,
predilecciones, prejuicios, personalidad o valores éticos, sociales o políticos de los
investigadores en cuanto seres humanos subjetivos no tienen capacidad de influencia
cuando hablamos de verdades o leyes científicas aceptadas universalmente.
Según el profesor italiano de la Universidad de Génova, Evandro Agazzi, la amoralidad
de la ciencia puede entenderse como una característica de los fines de la ciencia, de sus
medios, o de sus condiciones y consecuencias. Así, por ejemplo, afirma que si la meta
de la ciencia pura es la búsqueda de la verdad, ésta es inmune en sí a objeciones
morales, por lo que desde el punto de vista exclusivamente de sus fines, la ciencia pura
no causaría problemas éticos y sería siempre moralmente aceptable. En principio,
siguiendo este razonamiento, sería moralmente aceptable conocer todo, y no habría
verdades moralmente prohibidas.
En opinión del sociólogo de la Universidad británica de Exeter, Barry Barnes (en la
imagen), "aunque casi todo el mundo acepta que la ciencia es neutral desde el punto de
vista moral, casi todos creen también que la ciencia posee un papel fundamental en la
solución de los problemas morales."
Por su parte, el físico y filósofo Mario Bunge considera que la ciencia como actividad
no tiene responsabilidades, ya que "sólo las personas (humanas o subhumanas) pueden
ser responsables de lo que hacen o dejan de hacer y, por consiguiente, sólo ellas pueden
ser reprobadas o elogiadas. (...) La ciencia y la tecnología no son personas. Por lo tanto,
no son dignas de elogio ni de censura. En particular, no es posible responsabilizarlas de
nuestros males actuales."
"sólo las personas (humanas o subhumanas) pueden ser responsables de lo que
hacen o dejan de hacer y, por consiguiente, sólo ellas pueden ser reprobadas o
elogiadas. (...) La ciencia y la tecnología no son personas. Por lo tanto, no son dignas
de elogio ni de censura"
Sin embargo, hay autores que creen que la neutralidad de la ciencia debe ser matizada,
como afirma el investigador Carlos Verdugo Serna en su clarificador artículo "El mito
de la neutralidad de la ciencia": "Es difícil atacar la tesis de la neutralidad valorativa de
la ciencia sin enfrentarse a la sospecha de estar defendiendo posiciones oscurantistas,
retrógradas o irracionales. Pero, a pesar de ello, tal tesis requiere ser examinada, en
primer término, porque hay buenas razones para pensar que una interpretación cerrada
de ella es insostenible y, en segundo lugar, debido a que continúa siendo usada para
2. evitar o disminuir la responsabilidad socio-ética de los científicos puros. Después de
todo, piensan algunos, si la búsqueda de la verdad o del conocimiento puro es
moralmente neutral, sus actividades de investigación también lo son."
En este sentido, el físico francés Jean Marc Lévy-Leblond (en la imagen) se muestra
contrario a la idea de la neutralidad basándose en cuatro puntos: a) Los científicos, que
rechazan la responsabilidad de las consecuencias nefastas de su trabajo, reclaman en
cambio elogios y reconocimiento por los efectos positivos; b) La ciencia sería neutra si
fuera una forma de conocimiento puro, al margen de influencias externas, pero existen
multitud de intereses que influyen en las investigaciones; c) Ni la ciencia escapa a las
influencias directas de los condicionantes sociales ni los científicos se encuentran al
margen de la sociedad, y d) La idea de neutralidad sería cierta si el balance entre
posibles beneficios y perjuicios sería equilibrado, pero las estructuras sociales actuales
hacen que los segundos sean más probables. En definitiva, según este autor, el
conocimiento no se obtiene de forma totalmente objetiva porque el contexto social
determina la producción científica, "sobre todo en nuestra época, en la que la mayoría
de los trabajos de investigación necesita inversiones financieras y humanas
considerables".
El debate sobre la neutralidad de la ciencia es siempre polémico, llegando en algunos
casos a posturas extremas. Con el fin de abrir nuevas vías, Agazzi considera que
debería desarrollarse una teoría de la racionalidad que supere las limitaciones
positivistas de la Teoría de la Ciencia, y que se muestre sensible a la necesidad de
conjugar con acierto la libertad en el ámbito de la investigación y del desarrollo
tecnológico con el establecimiento de una normativa reguladora que vigile sus excesos,
en definitiva, una libertad reglamentada.
Para Verdugo Serna, la polémica tiene su punto de partida en las discrepancias sobre
qué es la ciencia. En su opinión, habría que distinguir entre la ciencia como proceso de
la ciencia como producto. Vista así la polémica, sólo tiene que ver con la palabra
"ciencia" referida al resultado o producto de las actividades o procedimientos
científicos. Utilizando sus palabras, Verdugo Serna afirma que "la ciencia presupone
valores; no se puede hacer ciencia sin valores, en suma, la ciencia no es neutral
valorativamente."
El filósofo norteamericano Richard Rudner (en la imagen) va más lejos al considerar
que el propio proceso de aceptación o rechazo de hipótesis contiene un componente de
carácter ético. Así, muestra que ninguna hipótesis científica es verificada
completamente y que, por eso, al aceptar una hipótesis, el científico debe adoptar la
decisión de que la evidencia es suficientemente alta para garantizar la aceptación de ella
y que tal decisión estará en función de la importancia, en el sentido típico ético, de
cometer un error al aceptar o rechazar la hipótesis.
Bibliografía
- Agazzi, Evandro, El bien, el mal y la ciencia. Las dimensiones éticas de la empresa
científico-tecnológica, Madrid, Tecnos, 1996.
3. - Barnes, Barry, Sobre Ciencia, Barcelona, Labor, 1987.
- Bunge, Mario, Seudociencia e Ideología, Madrid, Alianza, 1985.
- Lévy-Leblond, Jean Marc, L'esprit de sel, París, Seuil, 1984.
- Rudner, Richard, "The Scientist Qua Scientist Makes Value Judgments", Philosophy
of Science, vol. 20, 1953.
- Verdugo Serna, Carlos, "El mito de la neutralidad de la ciencia", Diálogo
Iberoamericano, n° 10 / julio-agosto 1997.
Enlaces:
• Evandro Agazzi
http://www.dif.unige.it/epi/hp/agazzi/
• Barry Barnes
http://www.ex.ac.uk/shipss/sociology/staff/barnes/index.php
• Mario Bunge
http://www.uottawa.ca/publications/interscientia/biographies/bunge.html
• Jean Marc Levy-Leblond
http://www.imim.es/quark/Notas_biograficas/leblond.htm
• El mito de la neutralidad de la ciencia
http://dialogo.ugr.es/anteriores/dial10/18-10.htm
• Richard Rudner
http://www.artsci.wustl.edu/~philos/history/narrative/rudner.htm
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El mito de la neutralidad de la ciencia
Carlos Verdugo Serna (Universidad Educares, Chile)
Para muchos científicos y filósofos es casi un dogma que la ciencia sólo es posible si es
libre o independiente de valores. Ellos creen que hay poderosas razones para adoptar tal
doctrina. Algunas descansan directamente en la importante y clásica observación hecha por
Hume, según la cual, desde un punto de vista estrictamente lógico, es imposible deducir
alguna norma o propuesta de tipo normativo o ético, a partir de enunciados puramente
descriptivos acerca de como han sido, son o serán los hechos en el mundo y, por
consiguiente, ningún enunciado descriptivo tiene o puede tener aplicaciones éticas. En este
sentido, en la medida en que la ciencia consista de enunciados puramente descriptivos, esta
no puede estar lógicamente comprometida con valores.
Pero, seguramente, I una de las razones más poderosas para defender la tesis de la
neutralidad valorativa ha sido pensar que ella garantiza la objetividad de la ciencia,
4. entendida, especialmente, como aquella característica que poseerían las verdades científicas
de ser aceptadas universalmente, esto es, al margen o absolutamente independiente de
consideraciones o factores subjetivos, tales como preferencias, predilecciones, prejuicios,
personalidad o valores éticos, sociales o políticos que posean los investigadores. Lo anterior
hace difícil atacar la tesis de la neutralidad valorativa de la ciencia sin enfrentarse a la
sospecha de estar defendiendo posiciones oscurantistas, retrógradas o irracionales. Pero, a
pesar de ello, tal tesis requiere ser examinada, en primer término, porque hay buenas
razones para pensar que una cierra interpretación de ella es insostenible y, en segundo
lugar, debido a que continúa siendo usada para evitar o disminuir la responsabilidad socio-
ética de los científicos puros. Después de todo, piensan algunos si la búsqueda de la verdad
o del conocimiento puro es moralmente neutral, sus actividades de investigación también lo
son. Ahora bien, al intentar discutir la tesis de la neutralidad nos encontramos con una
situación bastante curiosa: sus defensores suelen, no sólo ofrecer versiones distintas
de ella sino que, incluso, incompatibles entre si.
A continuación citaré algunas formulaciones más o menos recientes, las dos primeras
pertenecientes a dos científicos ganadores del Premio Nobel y otra correspondiente a un
filósofo de la ciencia:
1. La ciencia ignora y debe ignorar juicios de valor (J. Monod).
2. La ciencia, en la medida que se limita al estudio descriptivo de las leyes de la naturaleza,
no presenta cualidades morales o éticas, y esto se aplica tanto a las ciencias físicas como a
las biológicas. (E. Chain).
3. La tesis de la neutralidad valorativa no sostiene que el científico en tanto científico no
hace juicios de valor, sino que, dado su compromiso con los cánones de inferencia, no
necesita hacer juicios de valor adicionales para decidir que hipótesis aceptar y cuáles
rechazar. (I.Levi).
Para poder hacer un análisis adecuado de la tesis de la neutralidad es necesario que
distingamos, cuidadosamente, dos usos del término "ciencia": cuando se aplica a un
proceso y cuando lo hace a un producto o resultado. Así, la ciencia como proceso es un
conjunto de actividades o trabajos que son realizados por los científicos o por instituciones
científicas tales como, observar, experimentar, planificar investigaciones, etc. Por otro lado,
la palabra "ciencia" puede referirse al resultado o producto de las actividades o
procedimientos científicos, en especial, al conjunto de enunciados que intentan describir
algunos rasgos del universo.
A la luz de esta distinción analítica, parece enteramente razonable sostener que la ciencia
entendida como producto, esto es, como un conjunto de enunciados, incluyendo las
distintas relaciones lógicas que rigen entre ellos (deducibilidad, contradicción,
compatibilidad, etc.) resulta ser, sin duda, lógicamente independiente de todo juicio de
valor, ya que, desde un punto de vista estrictamente lógico, ningún enunciado descriptivo
tiene aplicaciones normativas o éticas. Si esto es así, entonces, la ciencia como producto es
efectivamente independiente de enunciados valorativos, especialmente de tipo ético. De
acuerdo con esto, si es esta característica lógica de los enunciados científicos lo que la tesis
de la neutralidad valorativa de la ciencia establece y defiende, entonces, las formulaciones
1 y 2 citadas anteriormente resultan ser correctas. En suma, la ciencia es éticamente
neutral.
5. Sin embargo, si la tesis de la neutralidad pretende aplicarse a la ciencia entendida como
proceso o actividad, tal tesis resulta, a mi juicio, insostenible.
A continuación quisiera exponer algunas de las razones que fundamentan esta posición.
En primer lugar, considero que un análisis de las actividades que deben realizar los
científicos en tanto científicos muestra que ellos tienen que tomar, por lo menos, algunas de
las siguientes decisiones:
-Qué problema, asunto o materia investigar o estudiar (seleccionar qué investigar).
-Qué técnicas o procedimientos han de emplearse para realizar la investigación en el área
escogida o para obtener conocimiento sobre un determinado problema (seleccionar cómo
investigar).
-Qué hipótesis aceptar o rechazar, esto es, qué enunciados pueden ser incluidos en el corpus
de conocimiento científico aceptado (seleccionar hipótesis).
Si aceptamos lo anterior, tenemos que admitir, también que cualquier decisión o selección
sólo es posible sobre la base de algún juicio de valor y, en este sentido, ineludiblemente los
científicos tienen que hacer juicios de valor de algún tipo.
Todo lo expresado hasta aquí muestra que la ciencia, concebida como proceso, no puede
prescindir o estar totalmente divorciada de valores de algún tipo; más bien la ciencia
presupone valores; no se puede hacer ciencia sin valores, en suma, la ciencia no es neutral
valorativamente.
Ahora bien, si la ciencia no es neutral en el sentido que acabamos de examinar, entonces, la
formulación 1 de la tesis de la neutralidad, según la cual la ciencia ignora y debe ignorar
juicios de valor es errónea. Pero, aún nos resta por examinar las demás afirmaciones así
como las posiciones que representan.
La formulación no niega, explícitamente, que la ciencia está relacionada con valores, no
obstante, ella afirma que estos no son de naturaleza moral, lo cual parece conducir a la
tesis que la ciencia es amoral. Esto último puede interpretarse de varias maneras. Siguiendo
un lúcido ensayo de E. Agazzi, podríamos sostener que la amoralidad de la ciencia puede
entenderse como una característica de los fines de la ciencia, de sus medios, o de sus
condiciones y consecuencias. Así, por ejemplo, afirma (erróneamente, a mi juicio) que si la
meta de la ciencia pura es la búsqueda de la verdad, ésta es inmune en si a objeciones
morales, en otras palabras, desde el punto de vista exclusivamente de sus fines, la ciencia
pura no causaría problemas éticos y sería siempre moralmente aceptable, en principio
es moralmente aceptable conocer todo, y no hay verdades moralmente prohibidas.
Estimo que la gran mayoría de los científicos y filósofos de la ciencia estarían dispuestos a
aceptar que la ciencia es amoral en el sentido anterior. Con todo, en relación con los medios
necesarios para adquirir conocimiento o llegar a la verdad, esa misma gran mayoría estaría
de acuerdo en negar que no pueda cuestionarse la legitimidad moral de algunos
procedimientos y técnicas de investigación, especialmente, el empleo de personas en
6. actividades de experimentación en las cuales puedan sufrir daños severos. En otras
palabras, se estaría rechazando una especie de maquiavelismo científico según el cual el
fin de la ciencia justifica cualquier medio.
Finalmente, es posible indicar que hay buenas razones par poder mostrar que en el proceso
de aceptación o rechazo de hipótesis científicas se requiere algo más que la consideración
de valores únicamente epistémicos, como lo sostiene la formulación 3 de Levi. La tesis de
que el proceso de aceptación o rechazo de hipótesis contiene un componente de carácter
ético ha sido defendido por el filósofo norteamericano Richard Rudner en un influyente y
debatido ensayo titulado ="The scientist qua scientist make's value judgments". Allí
muestra que ninguna hipótesis científica es verificada completamente y que, por eso, al
aceptar una hipótesis, el científico debe adoptar la decisión que la evidencia es
suficientemente alta para garantizar la aceptación de ella y que tal decisión estará en
función de la importancia, en el sentido típico ético, de cometer un error al aceptar o
rechazar la hipótesis.
Creemos haber mostrado que hay poderosas razones para creer que la tesis de la
neutralidad valórica de la ciencia sólo puede aceptarse en tanto que se considere la
ciencia como producto, pero de ninguna manera cuando la ciencia se considera un
proceso.