El documento habla sobre profecías bíblicas relacionadas con Jerusalén y el Imperio Romano. Según las profecías, Jerusalén sería destruida y pisoteada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles. El Imperio Romano oprimiría a los santos y cambiaría las leyes y festividades sagradas durante un tiempo, tiempos y medio tiempo. Actualmente, el Imperio Romano continúa su influencia a través del ecumenismo. En el futuro, muchas naciones reconocerán a Jerusalén como