Un diagnóstico de cáncer provoca reacciones de miedo, ansiedad y depresión en los pacientes, ya que enfrentan su mortalidad. El apoyo psicológico se enfoca en informar a los pacientes sobre su enfermedad y tratamientos para que puedan tomar decisiones informadas. Los familiares también experimentan estrés. Las emociones negativas pueden llevar a los pacientes a adoptar hábitos poco saludables que empeoran su condición.