La escultura barroca se caracterizó por captar el movimiento y la acción dramática de las figuras. Bernini fue el artista más representativo, conocido por obras como Apolo y Dafne, David y el Éxtasis de Santa Teresa, que representan momentos con gestos dinámicos. Bernini también creó esculturas monumentales urbanas como la Fuente de los Cuatro Ríos y la Fuente del Tritón en Roma.