1. NICOLAS CHUQUET
Matemático francés, nacido en París alrededor de 1450 (algunas fuentes dicen que en 1445, y
otras retrasan su venida al mundo hasta 1455), y fallecido en Lyon en 1488 (o en 1500, según
otros documentos de la época). Considerado como el principal matemático francés del siglo XV,
fue el autor del primer tratado de álgebra escrito en dicha nación e introdujo en la historia de las
Matemáticas universales algunas nociones de uso tan frecuente como las de numerador y
denominador de una fracción. También fue el primero en usar las voces millón, billón y trillón, y
en fijar por escrito las tablas de multiplicar; además, estableció la fórmula de la ecuación de
segundo grado, e inventó una notación algebraica y reglas para calcular la raíz cuadrada y
cúbica.
Apenas han llegado hasta nosotros algunos datos fiables acerca de su peripecia vital. Se sabe
que nació en París, donde pronto mostró una especial inclinación hacia el estudio de las
Ciencias. Está también fuera de duda -pues así lo declaró el propio Chuquet en sus escritos- que
cursó la carrera de Medicina en su ciudad natal, y que, siendo aún joven, se trasladó a la ciudad
de Lyon, donde ejerció hasta su muerte su profesión de galeno. En los registros oficiales de
dicha localidad aparece inscrito, desde 1480, como ciudadano obligado a pagar impuestos; y, en documentos posteriores del municipio
de Lyon -concretamente, de 1485 y 1487- aparecer ya descrito como "NicolasChuquet, algoriste" (es decir, "matemático").
Se ignora el momento y las circunstancias en que comenzó a apasionarse por las matemáticas. Al parecer, también ejerció durante
algún tiempo como traductor y copista, por lo que cabe pensar que adquirió sus saberes matemáticos al trasladar al francés ciertas
obras extranjeras en las que se explicaba esta materia. Por otra parte, sus escritos presentan una notable cantidad de italianismos, lo
que pude ser índice de largas estancias en la Península Itálica, o bien de una especial predilección por la lectura y traducción de textos
de autores italianos.
Lo cierto es que, en 1484, concluyó una obra maestra sobre dicha rama del saber, rompiendo con ello la tradición de la época, que
ubica los principales focos de estudio de las Matemática en Praga, Nuremberg y Viena. Se trata del famoso tratado titulado La
tripartición en la ciencia de los números, obra de importancia capital en la evolución de dicha materia.
Pronto fue un texto muy famoso entre los estudiantes franceses del siglo XV, tanto por sus novedosos conceptos como por su claridad
expositiva y, sobre todo, por los afortunados problemas que incluía, auténticos ejercicios de comprensión y agilidad mental (de hecho,
se considera a Chuquet como uno de los principales creadores de juegos y problemas de ingenio). A pesar de este éxito, La tripartición
de la ciencia de los números no disfrutó de la fortuna editorial que merecía, ya que sólo circuló en copias manuscritas por los centros de
enseñanza superior y las bibliotecas especializadas en Matemáticas, y no fue llevado a la imprenta hasta finales del siglo XIX.
Fue, en efecto, el erudito decimonónico Aristide Marre quien se ocupó de su edición impresa, en dos volúmenes que vieron la luz en
1880 y 1881. Medio siglo antes, otro ilustre matemático francés, Michel Chasles (1793-?), había señalado que el libro de Chuquet había
sido claramente copiado, en muchas de sus partes, por Estienne de La Roche (1470-1530), un respetado matemático del siglo XVI que,
en 1520, había dado a la imprenta su obra L'aristmetique. Este libro, que fue uno de los más leídos y estudiados en la Francia del
Renacimiento, recogía muchas de las nociones y los problemas acuñados por Chuquet en su Tripartición, sin declarar expresamente la
procedencia de este valioso material.
La tripartición en la ciencia de los números
La obra maestra de Nicolás Chuquet -plagiada en parte, como se acaba de apuntar, por otro matemático que gozó injustamente de
mayor celebridad, Estienne de La Roche-, consta de tres partes. En la primera, el matemático parisino explica las operaciones con
números enteros y con fracciones, y ofrece de un modo explícito la regla de los signos de la multiplicación.
Matemático francés, nacido en París alrededor de 1450 (algunas fuentes dicen que en 1445, y otras retrasan su venida al mundo hasta
1455), y fallecido en Lyon en 1488 (o en 1500, según otros documentos de la época). Considerado como el principal matemático francés
del siglo XV, fue el autor del primer tratado de álgebra escrito en dicha nación e introdujo en la historia de las Matemáticas universales
algunas nociones de uso tan frecuente como las de numerador y denominador de una fracción. También fue el primero en usar las
voces millón, billón y trillón, y en fijar por escrito las tablas de multiplicar; además, estableció la fórmula de la ecuación de segundo
grado, e inventó una notación algebraica y reglas para calcular la raíz cuadrada y cúbica.
Apenas han llegado hasta nosotros algunos datos fiables acerca de su peripecia vital. Se sabe que nació en París, donde pronto mostró
una especial inclinación hacia el estudio de las Ciencias. Está también fuera de duda -pues así lo declaró el propio Chuquet en sus
escritos- que cursó la carrera de Medicina en su ciudad natal, y que, siendo aún joven, se trasladó a la ciudad de Lyon, donde ejerció
hasta su muerte su profesión de galeno. En los registros oficiales de dicha localidad aparece inscrito, desde 1480, como ciudadano
obligado a pagar impuestos; y, en documentos posteriores del municipio de Lyon -concretamente, de 1485 y 1487- aparecer ya descrito
como "NicolasChuquet, algoriste" (es decir, "matemático").
Se ignora el momento y las circunstancias en que comenzó a apasionarse por las matemáticas. Al parecer, también ejerció durante
algún tiempo como traductor y copista, por lo que cabe pensar que adquirió sus saberes matemáticos al trasladar al francés ciertas
obras extranjeras en las que se explicaba esta materia. Por otra parte, sus escritos presentan una notable cantidad de italianismos, lo
que pude ser índice de largas estancias en la Península Itálica, o bien de una especial predilección por la lectura y traducción de textos
de autores italianos.
Lo cierto es que, en 1484, concluyó una obra maestra sobre dicha rama del saber, rompiendo con ello la tradición de la época, que
ubica los principales focos de estudio de las Matemática en Praga, Nuremberg y Viena. Se trata del famoso tratado titulado La
tripartición en la ciencia de los números, obra de importancia capital en la evolución de dicha materia.
Pronto fue un texto muy famoso entre los estudiantes franceses del siglo XV, tanto por sus novedosos conceptos como por su claridad
expositiva y, sobre todo, por los afortunados problemas que incluía, auténticos ejercicios de comprensión y agilidad mental (de hecho,
se considera a Chuquet como uno de los principales creadores de juegos y problemas de ingenio). A pesar de este éxito, La tripartición
2. de la ciencia de los números no disfrutó de la fortuna editorial que merecía, ya que sólo circuló en copias manuscritas por los centros de
enseñanza superior y las bibliotecas especializadas en Matemáticas, y no fue llevado a la imprenta hasta finales del siglo XIX.
Fue, en efecto, el erudito decimonónico Aristide Marre quien se ocupó de su edición impresa, en dos volúmenes que vieron la luz en
1880 y 1881. Medio siglo antes, otro ilustre matemático francés, Michel Chasles (1793-?), había señalado que el libro de Chuquet había
sido claramente copiado, en muchas de sus partes, por Estienne de La Roche (1470-1530), un respetado matemático del siglo XVI que,
en 1520, había dado a la imprenta su obra L'aristmetique. Este libro, que fue uno de los más leídos y estudiados en la Francia del
Renacimiento, recogía muchas de las nociones y los problemas acuñados por Chuquet en su Tripartición, sin declarar expresamente la
procedencia de este valioso material.
La tripartición en la ciencia de los números
La obra maestra de Nicolás Chuquet -plagiada en parte, como se acaba de apuntar, por otro matemático que gozó injustamente de
mayor celebridad, Estienne de La Roche-, consta de tres partes. En la primera, el matemático parisino explica las operaciones con
números enteros y con fracciones, y ofrece de un modo explícito la regla de los signos de la multiplicación.