El documento resume brevemente la historia de la Iglesia Católica desde la Donación de Pipino hasta el surgimiento del monacato en Europa Occidental. Menciona que la Iglesia fue la única institución que se mantuvo en pie durante el Imperio Occidental y cómo la coronación de Carlomagno culminó la relación entre la Santa Sede y el Reino Franco. También describe el surgimiento de dos corrientes monásticas principales en Occidente, el ámbito Céltico y el ámbito Hispánico, liderados por figuras como San Patricio