1. LAMINA 1: PLAZA DE SAN PEDRO. BERNINI
Encargada a Gian Lorenzo Bernini por el papa Alejandro VII Chigi, fue
iniciada en 1656 con el objetivo de crear un espacio capaz de acoger grandes
congregaciones de fieles y corregir en parte el efecto de la ampliación del brazo
oriental de la basílica.Proyectada originalmente como una plaza cerrada y
recoleta, se constituye como un enorme recinto oval (integrado en el palacio
papal del Vaticano y que evita el peligro de acercarse demasiado a los edificios
adyacentes) rodeado por cuatro hileras de columnas exentas (300 en total
de 15 metros de altura) talladas en travertino romano y coronadas
por un entablamento recto. Sobre la balaustrada se asientan las figuras de
más de 100 santos de todas las épocas y lugares. Esta configuración de
balaustrada y estatuas recuerda al Teatro Olímpico de Palladio. La columnata
prueba la verdad del axioma que dice que “un arquitecto prueba su habilidad
convirtiendo los defectos de un sitio en ventajas”
La plaza tiene dos lados sin columnas, uno viene de la plaza Pio XII y la Vía
Della Conciliazione (que termina en el Castillo de Sant Angelo y el río Tíber), y
el otro corresponde a la propia Basílica de San Pedro. En la plaza se encuentran
dos fuentes en el centro de cada semicírculo, y en el centro de la
plaza, un monumental obelisco de 27 metros de alto que fue colocado
ahí en 1586 por el papa Sixto V (que tiene una función muy importante ya
que en él se concentran todas las direcciones). La plaza queda conectada a
la basílica por dos alas oblicuas divergentes.; Bernini llegó incluso a
proyectar un tercer brazo porticado de la columnata que debía cerrar el óvalo,
completando el perímetro elíptico de la plaza.
El estilo cultivado por Bernini es bastante clásico, casi arqueológico, con un
sentido muy sobrio en el uso del orden toscano, aunque dinámica y
escenograficamente es barroco. Una de las condiciones impuestas por el Papa a
la hora de diseñar la plaza era que ésta debía permitir que todos los situados en
ella vieran cómodamente la Lonja de las Bendiciones y las estancias desde
donde se realizan las bendiciones papales. En palabras del propio Bernini
“siendo la Iglesia de San Pedro la matriz de todas las demás, debería tener un
pórtico que pareciera recibir con los brazos abiertos a todos los católicos para
confirmarlos en sus creencias, a los herejes para conciliarlos con la iglesia, y a
los infieles para iluminarlos en la verdadera fe”. Esta plaza magnifica la fachada
de la iglesia mediante diferentes efectos ópticos. Por un lado la utilización de la
perspectiva invertida y por el otro la reducción en altura de las caras laterales,
haciéndose más baja a medida que se acerca al rostro del templo. En la Pizza
Retta, vemos como el edificio se relaciona con el exterior a través de una
escalinata.