El documento discute cómo las nuevas tecnologías están transformando la manera en que trabajamos y vivimos. Esto requiere que las empresas cambien a modelos más adaptativos y centrados en el conocimiento. El conocimiento se define como información valiosa que permite a las organizaciones satisfacer las demandas del mercado y aprovechar sus competencias centrales. Las empresas deben gestionar la transformación de la información en conocimiento útil mediante su organización, visualización y cultura de la información.
Las nuevas tecnologías y su impacto en la organización
1. Las nuevas tecnologías en la organización
J. Gómez
UOC
http://www.gestiondelconocimiento.com/leer.php?id=321&colaborador=jgomezgo
La constelación de las infraestructuras de transporte de la información, los dispositivos hardware y
software existentes y la explosión de alternativas de contenidos informativos que pueden circular por
estas autopistas de la información no permiten dudar de los profundos cambios que está
experimentando nuestra manera de trabajar y de vivir.
Centrándonos en la empresa quizá haya llegado el momento de cambiar. La revolución industrial
impuso un modelo de trabajo basado en la especialización, la diferenciación, la separación de
operación y decisión que mediante su aplicación en la jerarquía y el funcionamiento de las empresas
fomentó su crecimiento ordenado.
La informática y las telecomunicaciones han dado origen a la sociedad digital que se caracteriza por
la posibilidad de compartir la información, toda la información y el conocimiento de modo instantáneo
y en cualquier lugar donde se encuentre, eliminando así la necesidad de cadenas de mando para la
transmisión de la información y el control y coordinación de la empresa.
En consecuencia, se impone un proceso de simplificación, de reconstrucción de lo que resulta
esencial, de síntesis, un proceso que se beneficie de las tecnologías de la información y de las
telecomunicaciones para conseguir un aumento espectacular en la capacidad de adaptación al
entorno, es decir: al mercado.
Si concebimos la empresa como una entidad viva, podemos afirmar que nace, se reproduce, se
transforma, se regenera, crece y muere. Killman aseguró que la concepción de la empresa como un
ente inerte (concepción heredada de la tradición cultural y educativa que predomina en el
management clásico) no permite gestionar los problemas complejos que fluyen de los sistemas
vivos. Por ese motivo, propuso concebirla como ser socio-biológico lo que permitiría explicar la
naturaleza de sus sistemas organizacionales y la gestión de sus procesos.
En la misma concepción de carácter bioreingenierista, J. Couillart i J. Kelly (1995) defienden que la
transformación del negocio es una reformulación del diseño de la arquitectura genética de la
corporación.
El conocimiento como valor para la organización
En el último tiempo, donde la nueva economía de negocios basados en conocimiento presenta una
situación crítica generada por la globalización, los nuevos perfiles de clientes y sus nuevas
necesidades, la competencia directa incrementada con nuevas compañías u organizaciones que
acceden a los mercados objetivos, y donde los ciclos de nuevos productos y necesidades se acortan
cada vez más, se establece la necesidad de enfrentar aquella dinámica con un nuevo enfoque.
Bajo esta situación, en que las organizaciones cuentan con niveles potencialmente similares con
respecto a los recursos físicos necesarios para enfrentarse con la competencia, ¿Cuál es el recurso
que diferenciará al vencedor del vencido y ayuda a que esta situación sea sostenible y sustentable
2. en el largo plazo?. Algunos especialistas aseguran que el factor diferenciador clave es el
conocimiento.
Desde el punto de vista de las Organizaciones, se puede definir el conocimiento como la información
que posee valor para ella, es decir aquella información que permite generar acciones asociadas a
satisfacer las demandas del mercado, y apoyar las nuevas oportunidades a través de la explotación
de las competencias centrales de la Organización.
Así pues, queda clara la importancia de obtener información de utilidad (auditoria de la información),
pero hay que saber hacerlo de manera sistemática (inteligencia empresarial), y saber determinar
cuáles son los instrumentos hoy existentes para la localización y obtención de esa información
(cadena de valor de la información). Se tratará tanto de herramientas como de métodos. Y siempre
con la idea de que, si bien antes las organizaciones podían quejarse de tener poca información, y,
por tanto, de no poder tomar decisiones de manera racional, hoy el verdadero problema es que hay
demasiada información. Y gestionar con demasiada información es quizás peor que gestionar con
poca.
Así pues, es importante para las organizaciones vehicular la transformación de la información en
conocimiento, y de cómo el punto crítico en todo sistema de información consiste, en el fondo, en
conseguir que la información que circula por él sea relevante (relevancia y utilidad), esté bien
organizada (arquitectura de la información), sea fácil de entender (visualización y usabilidad), de
manera que la organización la pueda usar (cultura de la información).
Y es que, si bien es cierto que la información alimenta a las organizaciones, si no es suministrada
adecuadamente las puede ahogar. Las diferentes categorías de conocimiento con que cuenta una
organización son:
• Codificado / Tácito: Conocimiento tácito es aquel que es difícil de articular de forma que
sea manejable y completo. De hecho, lo que nosotros sabemos es más de lo que podemos
decir. Por otro lado, el conocimiento codificado – tal como planos, formulas, ó códigos
computacionales – es aquel que no necesita demasiado contenido para ser manejable.
• De uso observable / No observable: Es aquel conocimiento que se ve reflejado en los
productos que salen al mercado.
• Conocimiento Positivo / Negativo: Es el conocimiento generado por las áreas de
Investigación y Desarrollo (I&D). Esto se observa a través de los descubrimientos
(conocimiento positivo) realizados por las investigaciones y las ‘aproximaciones que no
funcionan’ (conocimiento negativo).
• El conocimiento Autónomo / Sistemático: El conocimiento autónomo es aquel que
genera valor sin mayores modificaciones en el sistema en el cual se encuentra (ej: inyección
de combustible). El conocimiento sistemático es aquel que depende del evolucionar de otros
sistemas para generar valor (ej: Bienes complementarios).
• Régimen de propiedad intelectual: Es el conocimiento que se encuentra protegido bajo
las leyes de propiedad intelectual.
Claramente existen muchas categorías adicionales a estas que permiten entender el valor del
conocimiento.
Un punto importante a considerar aquí es el hecho que la Organización por si sola no puede crear
conocimiento, sino que son las personas que la componen quienes establecen las nuevas