El documento argumenta que las escuelas deben implementar planes para promover la igualdad de género y respetar la diversidad, aunque necesitan la colaboración de otras instituciones y la comunidad. También señala que los materiales educativos a menudo describen una realidad social basada en estereotipos de género. Además, enfatiza la importancia de involucrar a las familias, especialmente a las madres, en los esfuerzos para promover la igualdad de género en la educación.