1. DELEGACION
por Juan Carlos Ayala
Entendemos a la delegación como el proceso mediante el cual una persona que esta
facultada para disponer y/o efectuar acciones ; cede, deriva, u otorga una o más funciones
y/o tareas a una unidad organizativa o a otra persona, asignándole la responsabilidad del
cumplimiento en los niveles de eficacia y eficiencia encomendados, y otorgando la
autoridad y los elementos necesarios para que la persona que asuma la delegación pueda
efectuar las funciones dentro de los limites impuestos.
La delegación es, probablemente, el proceso fundamental de la gestión de un
administrador y a su vez el más complejo y difícil de llevar a cabo en forma efectiva.
Delegar proviene del latín “delegare”, y quiere decir : “ dar una persona a otra la
jurisdicción que tiene por su dignidad u oficio, para que haga sus veces o conferirle su
representación”. Pero delegar no es dar o entregar y olvidarse de la función derivada o
cedida. La delegación no libera a la persona que delega de su responsabilidad sobre la
correcta ejecución de la tarea o función. La responsabilidad no se delega. Es decir que
aunque un jefe delegue en un colaborador una tarea y/o función, sigue siendo responsable
ante sus superiores del cumplimiento de la misma y conforme al nivel de eficiencia
establecido.
La delegación como proceso para facilitar la gestión empresaria se remonta a los
principios de la humanidad. En el capítulo XVIII de libro del Exodo figura el famoso pasaje
en el cual se relata esta experiencia :” Moisés se sentó a despachar las causas del pueblo,
el cual estaba alrededor de él desde la mañana hasta la noche. Lo que fue observado por
su suegro que le dijo : “No haces bien en eso. Con trabajo tan ímprobo te consumes, no
solamente tú sino también este pueblo que te rodea. Es empeño superior a tus fuerzas ; no
2. podrás sobrevellevarlo tú solo. Escucha pues mis palabras.....Se tú medianero del pueblo
en las cosas pertenecientes a Dios presentándole las súplicas que se le hacen, enseñando
al pueblo las ceremonias y los ritos del culto divino, y el camino que deben seguir y las
obras que deben practicar. Para lo demás escoge de todo el pueblo sujetos de confianza y
con firmeza, amantes de la verdad y enemigos de la avaricia, y de ellos establece tribunos,
centuriones, y cabos de cincuenta personas y de diez ; los cuales sean del pueblo
continuamente. Y si ocurre alguna cosa grave, remítanla a ti, sentenciando ellos las de
menor importancia ; y así será para ti más llevadera la carga partiéndola con otros.”
Si bien existen muchas razones que hacen necesario efectuar un proceso de
delegación, por ejemplo : complejidad de tareas en un mismo puesto de trabajo,
descentralización en la toma de decisiones, aumento de actividades, creación de un nuevo
proyecto, funciones de mayor importancia, etc. ; del relato anterior surge la verdadera razón
de la delegación : reconocer la imposibilidad de que una sola persona pueda decidir y
hacer todo. La posibilidad de efectuar una buena gestión es : multiplicarse.
El proceso de delegación recorre toda la organización. Su sentido es vertical
descendente, y va desde el nivel máximo hasta los estamentos operativos. También se lo
denomina especialización vertical. Como ya dijimos una de las razones de la delegación es el
crecimiento de la organización, cuando esto ocurre se presentan conjuntamente : la
especialización horizontal o departamentalización y la especialización vertical o delegación,
constituyendo ambas diferentes formas de división del trabajo.
La departamentalización es una división del trabajo en términos de agrupamiento y
diferenciación de las distintas tareas, y la delegación es una división del trabajo en lo atinente
al grado de responsabilidad y autoridad.
3. CARACTERISTICAS DE LA DELEGACION
ASIGNACION DE DEBERES : cada vez que se delega un trabajo a un
subordinado se produce esta acción. El proceso puede tener diferentes formas. Se pueden
indicar los deberes de realizar una operación, de analizar un estudio, o de ejecutar un
trabajo. Conforme a este enfoque, la delegación es un proceso por el cual se asignan
actividades. Desde otro punto de vista, podemos ver a la delegación como la cesión de una
función específica que conlleva la obligación del cumplimiento de un conjunto de
actividades.
AUTORIDAD : Conjuntamente con la asignación de un deber se concede
autoridad. Esta es una condición inevitable para que exista delegación efectiva. La
transferencia de algunos derechos, la potestad del ejercicio del trabajo asignado dentro de
ciertos límites, es la característica que distingue el proceso de delegación de una directiva de
ejecución de una actividad.
La cesión de autoridad no es un proceso sencillo, como tampoco lo es el ejercicio
de la misma.
La cesión de la autoridad para la ejecución y/o realización de una función por parte
del nivel superior comprende una serie de etapas que hacen al proceso de delegación que se
desarrolla en este capítulo, como ser : definición de los objetivos, alcance de la delegación,
límites de los derechos, comunicación, etc.. Y que tendrá que ver con las características del
individuo que transfiere los derechos. Sobre este nos extenderemos en el título : “Estilos de
Delegación”.
4. Pero, también, recordemos que se ha dicho que la practica del ejercicio de la
autoridad no es sencilla. Expresamos que la autoridad es un elemento esencial pero no
debemos confundirla con el poder ilimitado con que gozará el delegado para la realización
de la función encomendada. Su alcance o discrecionalidad estará limitada por los derechos
claramente establecidos por el nivel superior y/o por las políticas y normas de la
organización.
RESPONSABILIDAD : Esta es la tercera característica de la delegación y está
implícita en el proceso. Pero dado que -muchas veces- la concesión de la autoridad no es
establecida claramente el compromiso que asume el individuo delegado no queda
específicamente delimitado.
La responsabilidad última no se delega. El Jefe sigue siendo responsable por el
logro de los objetivos y el delegado es responsable, ante su Jefe, del cumplimiento de las
funciones asignadas. El principio expresado en la locución latina “respondeat superior”
indica que los superiores son considerados responsables, en forma vicaria, por los actos de
sus colaboradores.
Asimismo, cabe agregar, que el nivel superior no debe hacer recaer en el delegado
todo el peso de la compulsión por el desempeño de sus deberes. Y este último debe
comprender que al aceptar la delegación no está en libertad de hacer el trabajo a su
conveniencia o de no hacerlo. El compromiso es mutuo pero con diferentes niveles de
obligaciones.