2. Las Industrias Venezolanas
El desarrollo industrial venezolano se expresa en 8.974 establecimientos que ocupan
a 46/.653 personas. Diversos tipos de industria se concentran en las ciudades de la
región capital y de la región central. En las últimas décadas se va afianzando la
localización de industrias en las regiones centro-occidental, Zulia, Guayana y Andes.
Lo que más desea el sector de la industria es incrementar su capacidad productiva y,
por lo tanto, la generación de empleo en Venezuela.
3. Las Industrias del Sector Público
En Venezuela contamos con grandes empresas que fueron nacionalizadas por el presidente de la Republica
Bolivariana el señor Hugo Chávez Frías en los años 2007, 2008, y año en curso, industrias que generan
millones de empleos y producción a nuestro territorio nacional y ahora pertenecen al Estado, como Petróleos
de Venezuela es ahora administrada por el Gobierno Nacional, esta es la empresa que genera el mayor
ingreso monetario al país, también tenemos la Electricidad de Caracas, Electricidad del CARONI (Edelca), La
CANTV, Movilnet, también fueron nacionalizadas, entre otras productoras elegidas por el Gobierno
venezolano para nacionalizarlas. Se puede decir que el país ha tenido un gran avance en materia de
industrialización, pasando de ser un país rentista a un país productor de sus propios rubros.
Como ya sabemos la mayor rentabilidad industrial que tiene el país es el petróleo nacional, aunque si
existiera un buen manejo y una buena gerencia tanto de nuestros ingresos e industrias, nos encontraríamos
en un ambiente económico estable. Lo que se quisiera lograr es que fuéramos un país completamente
productor y explotador de nuestros propios recursos como lo fuimos antes de la aparición del petróleo. Si se
evitara la corrupción y el excedente de costos se podría mejorar.
4. Las Industrias del Sector Privado
El descenso de los precios del petróleo derrite el ingreso de divisas y obliga a disminuir las importaciones, sin
embargo, el ajuste no se reparte de forma equitativa entre el Gobierno y el sector privado de la economía.
La producción industrial privada ha sumado un nuevo dato a las señales de desaceleración que emite la economía.
Analistas coinciden en que el desenvolvimiento de la industria es clave para generar puestos de trabajo y disminuir
la dependencia del petróleo.
Desde febrero de 2005 la administración de Hugo Chávez mantiene anclado el tipo de cambio en 2,15 bolívares por
dólar a pesar de que la inflación venezolana acumula en este período un salto superior a 70%. El resultado es que la
moneda está sobrevaluada, un desequilibrio que deriva en que lo que se compra con 2,15 bolívares dentro del país
es mucho menos de lo que puede adquirirse con un dólar en el exterior y por tanto se crea una fuerte propensión a
importar, circunstancia que impacta a la industria.
Los productos elaborados en Estados Unidos, principal socio comercial del país, se cotizaron el pasado año 15%
más baratos que los nacionales, de acuerdo con datos del Banco Central.
La acción gubernamental se basa en el mal manejo de los recursos de las empresas privadas, que generaban altas
sumas de dinero y mantenían a sus trabajadores con salarios bajos.
El problema del sector automotriz es de oferta, no de demanda, porque las empresas no han recibido lo suficiente
para producir, pero en el momento en que lo reciban se incrementaran las ventas. Lo que quieren las
ensambladoras es resolver el problema de divisas y de importación, para poder operar y cumplir con la demanda de
los ciudadanos venezolanos.
5. La Industria Venezolana es Parte de la Solución
a la Crisis de Abastecimiento
La industria venezolana se dirige al país para compartir los problemas que está atravesando el sector
productivo nacional y alertar, a todos los ciudadanos, de las graves consecuencias de la caída en la
producción que hoy padecemos y que ha generado una aceleración en la crisis de abastecimiento.
Todos los que participamos en la cadena productiva industrial, desde proveedores, gerentes y
trabajadores, hasta canales de distribución, estamos haciendo el mayor de los esfuerzos posibles para
que esta realidad pueda revertirse. Es urgente que el gobierno nacional reconozca la complejidad de la
situación y tome las acciones que permitan superar los problemas estructurales que afectan al sector
manufacturero.
Los venezolanos padecemos una escasez que tiende a agravarse. Lo constatamos día a día: Cuando
intentamos comprar alimentos y artículos de higiene personal. Cuando tratamos de conseguir
medicinas para el tratamiento de las enfermedades. Cuando buscamos un repuesto para nuestros
medios de transporte. Cuando requerimos materiales para reparaciones en nuestras casas. Cuando
preguntamos dónde encontrar cualquier insumo para las actividades escolares o laborales. En fin,
cuando necesitamos adquirir cualquier bien y no lo conseguimos. Este no es el país que queremos ni el
país al que tenemos que acostumbrarnos.
Esos productos los podemos fabricar en Venezuela. Pero la industria
nacional está atravesando las mismas dificultades que el resto de los
venezolanos.
6. Estamos produciendo al máximo de lo que nos permiten las circunstancias actuales, pero
no es suficiente. Se nos han ido agotando los insumos y las materias primas que
requerimos de los proveedores internacionales y nacionales. Cada vez hay menos envases
y empaques. Y no conseguimos los repuestos para que nuestras maquinarias y transportes
sigan funcionando.
Por eso, en contra de su voluntad, muchas industrias han tenido que suspender o reducir
su producción.
Concretamente, los inventarios que necesitamos para poder producir y así abastecer los
mercados se están agotando.
Por otra parte, las empresas del Estado que nos proveen de materias primas,
especialmente las derivadas del acero, aluminio y petroquímica, confrontan graves
problemas de producción para cumplir con los suministros. Esto acentúa la dificultad de
alcanzar nuestras metas de producción.
Al igual que los consumidores, los industriales venezolanos se han visto impactados por la
inflación, porque los costos aumentan mes a mes.
Estamos ante un gran desafío para las industrias que aún quedan y en las cuales
participan 1 millón 500 mil trabajadores directos e indirectos. Con ellos, precisamente,
estamos haciendo un gran esfuerzo de comunicación para que comprendan esta difícil
circunstancia. Es una realidad que palpan directamente en las fábricas cuando ven que
caen los inventarios y comienzan a detenerse algunas líneas de producción.
7. En este contexto, la industria venezolana no sólo se ve impedida de abastecer el mercado
nacional, sino también de atender las oportunidades de exportación hacia el Mercosur y
que permitirían generar empleo y las divisas que tanto necesita el país.
Somos parte de la solución. Nuestro propósito es seguir invirtiendo, continuar produciendo
lo que los consumidores necesitan, y generar empleo y bienestar para los venezolanos.
La industria venezolana ratifica su disposición al diálogo y a la búsqueda de soluciones
concertadas en beneficio del país y con el propósito de superar la crisis que nos agobia a
todos por igual.
Más producción industrial venezolana es más empleo, mejor abastecimiento y variedad,
más divisas por exportación, más calidad y menores precios.