Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Mujer y Educación. Mirada jurídico-política
1. Mujer y educación
LA MIRADA POLÍTICO-ECONÓMICA
Carolina Gracia Labarta
Master de profesor de educación secundaria, bachillerato, formación profesional,
artes e idiomas. Octubre a diciembre de 2014.
Para entender la vinculación entre mujer y educación hemos de interpretar ambos
conceptos integrándolos en el marco político y económico. Desde esta perspectiva la
mujer tiene dos miradas, una general: la mujer como ciudadana de un mundo
globalizado en una sociedad de la información y la comunicación: una sociedad del
conocimiento, de la identidad, de la acción social y cuyo significado depende de la
conexión de cada ciudadano con otros ciudadanos del mundo, hombres y mujeres; y una
particular: la mujer ciudadana como trabajadora, como madre, como hija, como nieta,
etc. La mujer como ciudadana mujer.
1. El conflicto entre lo que debe ser y lo que es
¿Qué es el Derecho? Son normas de conducta elaboradas artificialmente como respuesta
a los conflictos y necesidades de una comunidad específica en un momento histórico
concreto. Son las reglas del juego de una sociedad. Hay múltiples ordenes normativos
como hay múltiples formas de Estados en el mundo, cada uno con sus respectivas
conductas morales a las que aspiran, las funciones sociales que cumplen y los fines que
persiguen.
Además hay normas de conducta sociales, las no escritas, las reglas del juego adquiridas
culturalmente en cada núcleo social (familia, amigos, escuela, trabajo, red social, etc. ).
Esas conductas sociales no siempre coinciden con las previstas en las normas. Esto hace
que se produzca un conflicto Ley / Conducta social.
¿Cuál vale más? Cuál es mejor? Hay quien considera que todo es relativo, desde una
perspectiva consciente de uno mismo. La Ley habla del caso concreto.
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2. Ciudadanía e identidad
El concepto de ciudadanía alude a un colectivo social con determinados derechos y
obligaciones. El derecho aplicado a la práctica es una cuestión de sopesar, valorar,
equilibrar. Esto es posible si se transacciona en cada caso concreto. Subyace cierta
mentalidad empresarial en la que hay un win-win que conduce a la optimización de la
sociedad.
La Constitución Española prevé que los españoles somos iguales ante la ley, sin que
pueda prevalecer discriminación alguna por razón de sexo. Promueve no discriminar
ningún género por cuestiones personales o sociales. Sin embargo, partimos de que (i)
científicamente está demostrado que ambos géneros tienen diferencias; y (ii)
históricamente ciertos roles sociales han sido consolidados por uno u otro. ¿Qué hace la
Ley para paliar el efecto que esto pueda producir en la sociedad? Aplica la
discriminación positiva. Ésta es propia de nuestro ordenamiento jurídico y consiste en
ofrecer ventajas a un colectivo determinado para disminuir la desigualdad cultural,
vencerla. Las medidas de discriminación positiva de género deben ser medidas
2. transitorias que palien un efecto determinado. Si son eficaces normalizarán la situación
social.
Desde mi perspectiva existe en España, en general, un exceso de ius positivismo. A mi
entender el exceso de normas legales conlleva un efecto contrario al que se pretende
conseguir: si la sociedad no reacciona ante ciertas normas ¿está el Estado legitimado
para dar lecciones de moralidad? ¿no habrá un problema de base educacional, de
colisión de valores o de falta de conocimiento consciente?¿una falta de autocrítica
social? Creo que hemos todos de revisar el valor del concepto de ciudadanía propio del
s. XXI.
Rawls afirma que, en las sociedades modernas, la fuente de unión es una concepción
compartida de la justicia: si bien una sociedad bien ordenada está dividida y signada
por el pluralismo, ... el acuerdo público sobre cuestiones de justicia política y social
sostiene los lazos de amistad cívica y protege los vínculos asociativos (Rawls, 1980).
Sin embargo Kelsen afirma que si hay algo que la historia del conocimiento humano
puede enseñarnos, es la inutilidad de encontrar por medios racionales una norma de
conducta justa que tenga validez absoluta, es decir una norma que excluya la
posibilidad de considerar como justa la conducta opuesta. Si hay algo que podemos
aprender de la experiencia espiritual del pasado es que la razón humana solo puede
concebir valores relativos, esto es, que el juicio con el que juzgamos algo como justo no
puede pretender jamás excluir la posibilidad de un juicio de valor opuesto. La justicia
absoluta es un ideal irracional… (Kelsen 1981).
Los acontecimientos de la actual sociedad de la información nos muestran cómo la
estabilidad de una democracia moderna no depende sólo de la justicia estatal sino
también de las cualidades y actitudes de sus ciudadanos. Por ello, desde la perspectiva
filosófica, política, jurídica y económica se está pasando de hablar de la teoría de la
justicia a hablar de la teoría de los ciudadanos, se está buscando definir las virtudes
cívicas y la identidad ciudadana.
De acuerdo con Galston y la teoría liberal de las virtudes hay cuatro grupos en los que
se pueden dividir las virtudes que se requieren para el ejercicio responsable de la
ciudadanía: virtudes generales, virtudes sociales, virtudes económicas y virtudes
políticas. Dos de las virtudes políticas son las que distinguen especialmente la teoría
liberal de las virtudes: la necesidad de cuestionar a la autoridad que les representa y la
necesidad de involucrarse en la discusión pública. Esta última, como observa Galston,
incluye la disposición a escuchar seriamente una gama de puntos de vista que, dada la
diversidad de las sociedades liberales, va a incluir ideas que inevitablemente sonaran
extrañas y aun odiosas a quien las oiga. La virtud del discurso político también incluye
la voluntad de presentar las propias ideas de manera inteligible y sincera, como base
de una política de persuasión y no de manipulación o de coerción. Macedo llama a esta
disposición la virtud de la "razonabilidad pública” y requiere un esfuerzo consciente
para distinguir la perspectiva individual de aquella que puede ser objeto de defensa
pública, ya que debe tener en cuenta la perspectiva individual del resto de la ciudadanía.
Esta virtud se aprende en el sistema educativo. Como sostiene Amy Gutmann, los
muchachos en la escuela no sólo deben aprender a comportarse según lo establecido
por la autoridad sino también a pensar críticamente acerca de ella, si se espera que
vivan de acuerdo al ideal democrático de compartir la soberanía en tanto ciudadanos.
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3. La gente que sólo es gobernada por el hábito y la obediencia... es incapaz de construir
una sociedad de ciudadanos soberanos.
Con la teoría de las virtudes liberales se desplaza el centro de gravedad de la acción
social, se pasa de la redistribución hacia el reconocimiento: se está demostrando que es
más positiva para la sociedad y une más a ésta la interacción constructiva de la
identidad que el esencialismo de la política de la identidad convencional, generadora de
conflictos continuos, desigualdad real y sometida en última instancia al caso concreto,
lo que provoca inseguridad jurídica entre los ciudadanos. Las políticas de identidad se
asientan en la diferencia consciente y acentuada de todos los otros, ponen el énfasis en
la interacción constructiva entre las culturas. Esta filosofía encaja muy bien con la
sociedad del autoconocimiento característica de la sociedad de la información y la
comunicación, encaja muy bien entre hombres y mujeres, entre ciudadanos.
3. Igualdad legal frente a desigualdad social
La igualdad de oportunidades predicada legalmente se encuentra en la realidad con una
desigualdad social que se traduce, a mi entender, en una diferencia en la esfera
biológica clave entre ambos sexos. La desigualdad por esta característica surge con la
incorporación de la mujer al mundo laboral si es o tiene intención de ser madre
trabajadora. La maternidad es propia y exclusiva de la mujer. El período de gestación
dura 9 meses. Si todo va bien la mujer puede seguir haciendo su vida con normalidad; si
el embarazo se complica la mujer deja de poder desempeñar ciertas funciones por un
tema de salud física. La baja por maternidad en España está fijada legalmente en 16
semanas si tiene la ventaja de tener un contrato laboral. Las 6 primeras son obligatorias
para la madre y las restantes hasta cubrir la previsión legal se puede compartir entre el
padre y la madre. Si existe un contrato mercantil la realidad cambia y la baja por
maternidad pasa a depender de otros factores como la necesidad de seguir generando
ingresos, en cuyo caso con suerte serán 40 días, o la tranquilidad de tenerlos, que
permitirían estar el tiempo que la mujer libremente decidiese. Ésta es la situación actual
en España. En Noruega, por ejemplo, la baja por maternidad son 392 días si la mujer
reduce su jornada al 80% o 322 días si la reduce al 100%. 322 días son 46 semanas,
frente a las 16 en España. En Liechtestein sin embargo, la baja maternal son 56 días, es
decir, 8 semanas, la mitad que en España. Partiendo de factores relacionados con el
estatus educativo, de salud, económico y político de las madres, así como en el bienestar
de sus hijos, Save de Children analizó 164 países del mundo y llegó a la conclusión de
que países como Noruega, Australia o Islandia son los mejores lugares del mundo para
ser madres, contrastando con las drásticas condiciones a las que se enfrentan las mujeres
de algunos países del África Subsahariana, en donde el embarazo se cobra la vida de
unas 30 mujeres cada día, por causas que en el primer mundo no ocasionan ningún tipo
de trastorno. La Organización Mundial de la Salud, por su parte, recomienda al menos 6
meses de lactancia materna en beneficio del bebé.
En el caso de que la mujer decida no ser madre también la realidad nos muestra que
existe una desigualdad laboral también para ellas. Los factores que influyen en la
desigualdad real entre hombres y mujeres son, según el informe, fundamentalmente de
tipo laboral, estrechamente relacionados con factores económico-culturales. Los datos
confirman (i) la precariedad general en las condiciones de trabajo con la que se
encuentran las mujeres para desempeñar su rol laboral; (ii) la organización social de los
tiempos laborales que conlleva un desigual reparto de funciones entre hombres y
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4. mujeres a la hora de desempeñar el rol doméstico; y (iii) la existencia de factores
psicológicos: las mujeres tienen otras motivaciones distintas a los hombres, no tanto la
contraprestación económica como las relacionadas con las relaciones de deseo,
satisfacción y calidad en las relaciones. La discriminación salarial directa es un claro
ejemplo del resultado del efecto del sexo sobre el salario. En España las diferencias
culturales fomentan relaciones sociales asimétricas. Iris Marion Young, profesora de
ciencias políticas en la Universidad de Chicago, argumentaba que la cultura y la
economía están profundamente interconectadas y son tan mutuamente constituyentes
que no pueden ser separadas. De hecho, en la medida en que las diferencias culturales
fomentan relaciones sociales asimétricas (por ejemplo, cuando un sexo se pone por
encima del otro), intervienen también en el acceso desigual a los recursos de la
sociedad; de esta manera la cultura se convierte en un elemento constitutivo de la
diferenciación vertical y horizontal y, por lo tanto, de la desigualdad social.
La desigualdad real actual entre mujeres y hombres es, a mi entender, una cuestión
cultural, de memoria histórica. Es también fruto de las diferencias biológicas y
psicológicas que existen entre ambos géneros. Para poder desnudar la desigualdad
social hay que acudir a la filosofía política y al derecho que ha caracterizado al
ciudadano desde mediados del siglo XX hasta el día de hoy, hay que observar la
ciudadanía de la postmodernidad sin perder de vista el ciclo de la vida humana.
Millones de años de evolución desempeñando ciertos roles determinados hombres y
mujeres. Hace poco más de unas décadas que a la mujer se le reconocen iguales
oportunidades que al hombre, hasta el año 1981 en España el hombre era tutor de la
mujer y ésta no podía abrir una cuenta o comprar una propiedad sin la firma de su
marido. ¿Por qué ha habido sometimiento de la mujer durante tanto tiempo? Hemos de
reflexionar con actitud autocrítica. Quizá en tantos años de evolución no hemos
analizado suficientemente qué pasa, quizá no sea un problema social sino un problema
individual del que ni siquiera el ser humano es consciente. ¿Una cosa es lo que
conscientemente sabemos que debe ser y otra lo que subconscientemente nos sale ser?
¿Es posible averiguar y cambiar esto? ¿Qué hay de inconsciente, de incontrolable por el
ser humano en cuanto a la dicotomía hombre-mujer?¿Podríamos extraer del mismo unas
pautas sociales comunes y universales que acabaran con la desigualdad social?
4. La Sociedad del autoconocimiento y la legitimación del poder
El autoconocimiento es el planteamiento educativo de filosofía política que caracteriza a
la sociedad de la información, ese pensamiento de que el hombre se construye a sí
mismo mucho más en sus momentos de contacto con las actividades de corte lúdico y
de entretenimiento que en el trabajo diario. El ocio se configura hoy en día como un
pilar fundamental en la formación del individuo y los medios de comunicación son una
de las principales herramientas que permiten que este pilar se construya y llegue al
ciudadano del siglo XXI.
Como bien explica Rafael Ansón en El poder de los medios de comunicación, una de
las grandes preocupaciones del ciudadano del siglo XXI es la información, la
información completa y llena de matices, la información como un bien social. Las
tecnologías de la información y la comunicación habilitan un espacio tecnológico donde
se intercambian contenidos, conversaciones, pareceres… Este cambio en el medio en el
que se desenvuelve el ser social modifica la relación de hombres y mujeres con su
entorno. El determinismo recíproco de Bandura en el entorno on line se convierte en
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5. determinismo tecnológico: el entorno digital y el comportamiento de cada persona se
causan mutuamente. En la era del conocimiento de la postmodernidad se habla de la
teoría del aprendizaje dialógico y la democratización del conocimiento por la vía de la
educación de los ciudadanos: lo relevante del aprendizaje son los procesos de análisis y
reflexión, el uso inteligente de todos los recursos tecnológicos disponibles, educarse a lo
largo de la vida, tanto el hombre como la mujer. Esta teoría fomenta que el ciudadano
sea crítico con la sociedad de su tiempo, comprometido con ella, que la ciudadanía
pueda reconocerse a sí misma y reconocer a la colectividad. La sociedad del
autoconocimiento puede dar paso a la cultura de la ciudadanía libre. Una ciudadanía
libre, en la que tanto hombres como mujeres sean libres.
La sociología del poder de Weber y su teoría de la acción social plantea que hay tres
formas de legitimación del poder. Esta legitimación del poder aplicada a la mujer y la
educación en España se traduciría, desde mi perspectiva, en lo siguiente:
Poder carismático. Es una condición humana, de determinados hombres y mujeres.
En el docente es una virtud positiva, a mi entender, si se aprovecha para sacar lo
mejor del alumnado.
Poder costumbre. La tradición, la religión, la ideología, las normas morales de la
mujer y el hombre. Ambos han jugado distintos roles a lo largo de la historia. Desde
mi perspectiva el reparto de roles es cosa común, el desempeño depende de las
características individuales de cada persona, con independencia del género. Creo
que este poder debe ser revisado a día de hoy para determinar lo que sigue siendo
costumbre y lo que ha dejado de serlo como consecuencia de la evolución del ser
humano.
Poder legal. En España un Estado Social y Democrático de Derecho, que proclama
la libertad y la igualdad legal entre hombres y mujeres. Un poder que está siendo
duramente cuestionado a día de hoy. Un poder que no se traslada a la sociedad, que
no es efectivo porque no consigue el resultado esperado, al menos en lo que a
relación entre hombres y mujeres se refiere. ¿Hemos por tanto de seguir hablando de
igualdad de género? ¿Existe un concepto jurídico equilibrado de igualdad entre
hombres y mujeres o hay que reformular la pregunta? ¿Podríamos hablar, como en
biología, de complementariedad de género para gestar el fruto de la ciudadanía?
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5. La transacción social
Desde mi perspectiva, para acabar con la desigualdad de la mujer habría que redefinir
ciertos conceptos y sentar de nuevo las reglas del juego de la vida en sociedad de
hombres y mujeres: ¿Qué es lo que caracteriza y distingue a cada género? ¿Qué es lo
que nos hace iguales?¿Dónde está el límite de la libertad de cada persona como
ciudadana individual, con independencia de su género? Creo que tendríamos que partir
de estos dos puntos:
Acabar con la idea de que el hombre y la mujer son dos seres independientes el
uno del otro que compiten entre sí en el ambiente para empezar a entender la
plenitud del ser humano como la unión de géneros, como la complementariedad
de ambos para una interacción significativa, óptima y, por tanto, plena entre
ciudadanos diferenciados. Trasladar al ser social las características biológicas
del ser individual para interconectar ambos géneros en uno: la especie humana y
hacer posible que la especie humana perviva y evolucione de forma óptima.
Dejar de focalizar los esfuerzos en la igualdad de género para centrarlos en la
identidad de especie, definiendo donde termina la libertad del ser individual y
6. empieza la del ser social. El autoconocimiento, la independencia, la autocrítica y
la acción social de cada individuo conforme a su pensamiento a través del
razonamiento público son las herramientas necesarias para alcanzar la libertad
individual. La persona libre, satisfecha, plena, es capaz de respetar a los demás
con independencia de su género, pensamiento o cultura. La libertad es, a mi
entender, el concepto a consensuar propio de una ciudadanía diversa como la de
hombres y mujeres.
El conflicto mueve la acción entre hombres y mujeres. La transacción es, a mi entender,
la acción social alternativa al sometimiento de poder de un género sobre el otro, es una
alternativa a la lucha entre hombres y mujeres. Es la forma natural de llegar al
entendimiento y la igualdad real entre ciudadanos.
BIBLIOGRAFÍA
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DE LA MUJER. 2009, actualización de “Las mujeres en el sistema educativo,
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6. Cinco preguntas clave que pueden cambiar el mundo. Actividades de clase para
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7. http://www.utpl.edu.ec/filosofia/files/taller2/Filosofia_del_Derecho_EJ.pdf
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