2. EL ARTE DE HABLAR EN
PÚBLICO
Los que decidimos ser predicadores nos preparamos en “EL ARTE DE
HABLAR EN PUBLICO”, o seguimos una materia de ORATORIA.
Mi experiencia constituye una buena ilustración. Según decían, tenían
que sacarme las palabras con cucharita
3. CASOS BÍBLICOS: MOISÉS
Cuando Dios llamó a Moisés para que guiara a su pueblo y los sacara de
Egipto, Moisés respondió:”...!Ay Señor! Nunca he sido hombre de fácil
palabra...”
Lo que Moisés estaba diciendo era: No soy un buen orador
Él añadió: “...soy tardo en el habla y torpe de lengua.”
(Exo. 4:10)
4. CASOS BÍBLICOS: JEREMÍAS
Jeremías tuvo una declaración semejante cuando el Señor lo llamó. Él dijo:
“...He aquí no se hablar, porque soy niño”
(Jer. 1:6)
A muchos de nosotros nos ha ocurrido algo semejante, nos hemos
sentido corto para expresarnos.
5. El arte de escuchar...
Como resultado de la reacción de un departamental que un día me
dijo: “A ti te gusta que te escuchen, pero, no te gusta escuchar”
Desde esa ocasión aprendí que: “ESCUCHAR, ES UN ARTE”
Muchos maestros, tienen dificultad de saber escuchar
6.
7. ¿Por qué no sabemos escuchar?
El cerebro escucha con mayor rapidez de lo que una persona puede hablar.
Una persona normal escucha entre 400 a 600 palabras por minuto, mientras
sólo se puede hablar entre 150 a 250.
Como resultado de esto, la mente tiende a ocuparse en otros pensamientos
8. Tiempo de rezago
La diferencia de tiempo entre el hablar y el escuchar, se llama
DE REZAGO.
TIEMPO
Este divagar de la mente es causa que al escuchar no se preste atención.
Esta diferencia de tiempo puede ser empleado en forma creativa o
destructiva.
9. ¿Qué debemos hacer?
Debemos disciplinarnos para ser buenos oyentes a fin de que ese
tiempo de rezago lo usemos creativamente.
Debemos procurar poner atención a nuestro interlocutor aprendiendo
a oir mas de lo que dicen las palabras.
Debemos entender y comprender el mensaje.
10. Haga preguntas tipo reportero
¿Quién? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿ A dónde? ¿Cómo?
Nunca pregunte ¿por qué?. Esta es una pregunta que con frecuencia
produce incomodidad.
No tengamos temor de pedir claridad al asunto que no entendemos.
11.
12. Ejemplo Bíblico
En varios incidentes bíblicos encontramos que los discípulos eran malos oyentes
por varias razones:
1. Sólo oían las palabras, y no las ideas o el mensaje.
2. No hacían preguntas para aclarar los conceptos, sino que discutían entre
ellos
3. Las conclusiones equivocadas obligaba al Señor a reprenderlos
13. S. Marcos 8:13-21
Este ejemplo bíblico nos da una idea como los discípulos eran oyentes
desatentos.
No escuchaban en forma perceptiva y por lo tanto no entendieron el mensaje
de Jesús.
Esta ilustración nos enseña lo que sucede cuando no escuchamos como es
debido
14. ¿De que hablaba Jesús?
Jesús les había dicho que se cuiden de “LA LEVADURA DE LOS FARISEOS”
Ellos llegaron a la conclusión que les había amonestado por no tener
suficiente pan.
Jesús se dio cuenta, por eso les preguntó: “¿Qué discutís porque no tenéis
pan? ¿No entendéis ni comprendéis?... (S.Mar.8:17)
15. Prestemos atención no sólo a
las palabras...
A Jesús no le interesaba el hecho que no habían traido pan.
Él acababa de alimentar a más de 4,000 personas con solamente 7 panes
(Vers.5)
Él se estaba refiriendo al pecado y la falta de fe de los fariseos. (Vers.
12)
No sólo debemos prestar atención a las palabras, sino a su significado
11 y
16.
17. Cuando efocamos la respuesta
antes de tiempo
La mayoría de los maestrosno sabemos escuchar porque preferimos hablar.
Muchas veces mientras nos hablan estamos pensando en lo que vamos a
responder.
Nuestra mente enfoca la respuesta antes que la otra persona termine.( Prov.
18:13)
18. Cuando enfocamos las
prioridades
Tenemos una reunión importante.
Tenemos un problema urgente que resolver.
Tenemos urgencia de salir.
Tenemos que cumplir otras tareas que nos están preocupando.
19. Cuando tenemos prejuicios
Lo que la otra persona está hablando, aunque sea importante, no tiene
valor para mi, porque ya conocemos el asunto
Otras veces no tiene importancia porque sus ideas chocan con las mías.
No nos interesamos porque tenemos convicciones preconcebidas.
20. Cuando interrumpimos
Muchas veces tenemos la tendencia a interrumpir de manera inoportuna y no
dejamos que la otra persona termine de expresar sus pensamientos o
sentimientos y como resultado:
a) Se altera la continuidad del mensaje
b) Al interlocutor le cuesta trabajo de oir
lo que estamos hablando
porque aun el está pensando en lo que va a decir.
21.
22. “...Y la palabra a su tiempo,
!cuan buena es!”
1. Suspender todo lo que estamos haciendo
2. No debemos temer de hacer preguntas
3. No pensemos en la respuesta mientras la otra persona está hablando
4. Dejemos sus ideas y pensamientos sean expresados a fin de que
respondamos reflexivamente a tiempo. (Prov. 15:23)
23. “Al que responde palabras
antes de oir, le es fatuidad”
5. Evitemos falsas o prematuras suposiciones. “Ya se lo que está pensando”,
o “ya se lo que me vas a decir”
Estas declaraciones dificultan la comprensión del mensaje que nos quieren
trasmitir. (Prov. 18:13)
24. “El corazón del justo piensa para
responder...”
6. Capte las ideas y los pensamientos que se ocultan detrás de las palabras.
7. Escuchemos reflexivamente.
8. Cuidemos nuestras palabras (Prov.13:3)
9. El saber escuchar nos ahorrará muchos dolores de cabeza, malos
entendidos y muchos conflictos.
10.”El corazón del justo piensa para responder”
(Prov.15:28)