TEMA 6.- MAXIMIZACION DE LA CONDUCTA DEL PRODUCTOR.pptx
Frubis en revista El Guardián
1. [El país ]
42 19 de mayo de 2011
C
rear un emprendimiento propio es
complicado, pero en la Argentina
cada vez más jóvenes se animan.
Varios estudios confirman la tendencia.
Una encuesta nacional de TNS Gallup y
la Universidad de Palermo señala que seis
de cada diez jóvenes prefieren iniciar un
proyecto propio a trabajar en relación de
dependencia. El 62% de los encuestados
respondió que prefiere establecer su propio
emprendimiento, un 27% optó por traba-
jar en relación de dependencia y el 11% no
supo qué responder. Los datos del Global
Entrepreneurship Monitor (GEM), una
investigación anual que se realiza a nivel
mundial para medir la actividad del rubro,
indican que, en todo el mundo y también
en la Argentina, la edad en la que se inician
más empresarios con ideas innovadoras es
entre los 25 y los 34 años. Y según el progra-
ma Desarrollo Emprendedor del Gobierno
porteño, en la Ciudad, el segmento de edad
con mayor número de innovadores es el que
está entre los 26 y los 35 años.
“El porcentaje de emprendedores jóvenes
se incrementa cada vez más, y son funda-
mentalmente tentados por la oportunidad;
jóvenes profesionales que dejan la vida
corporativa puesto que han detectado y
validado una oportunidad atractiva y se
lanzan a crear una empresa para capturar
dicha oportunidad”, señala Luis Nantes,
director de Emprear y docente de entre-
preneurship en el ITBA.
Uno de los sectores en donde hay más em-
prendedores jóvenes es en el tecnológico.
“En determinados segmentos de la indus-
tria, sobre todo en lo que tiene que ver con
tecnología, internet, servicios de videojue-
gos, aplicaciones para telefonía móvil, re-
des sociales, está bajando la edad en que
se comienza a emprender. Para los jóvenes
es casi su lenguaje habitual, y es muy ló-
gico que empiecen a ver oportunidades en
este segmento”, explica Silvia Carbonell,
directora del Centro de Entrepreneurship
del IAE Business School, y representan-
te de la Argentina en el GEM. Carbonell
señala que, en los sectores vinculados con
las nuevas tecnologías, la edad en la que
empiezan a poner en práctica una idea es
más baja que en otras áreas: “Muchas veces
los jóvenes están ya en esa postura a partir
de los 20, 22 años”.
Fernando Racca, presidente de la Cáma-
ra de Empresas de Software y Servicios
Informáticos, coincide: “Los emprendi-
mientos en esta industria tienen mucho
que ver con los jóvenes, que aun antes de
insertarse en el mercado laboral ya están
impulsando sus propios proyectos. Los
jóvenes tienen una afinidad natural con
las nuevas tecnologías y son los que mejor
suelen ver las nuevas oportunidades de
negocios que se plantean”. Un buen ejem-
plo es el segmento de los videojuegos, en
el que el promedio de edad de los profesio-
nales es de 27 años.
Otro elemento que alienta a los jóvenes
es el desarrollo local del ecosistema em-
prendedor en la última década, gracias
a los programas educativos y de apoyo a
Escribe DanielaKozak
Fotos JuanBarrientosyLeandroSánchez
Actividad en alza
Emprenderesunviajedeida
Como en casi todo el mundo, en la Argentina son cada vez más los jóvenes que se lanzan a la aventura de armar su propia
empresa. Riesgos, desafíos y beneficios de quienes eligen incorporarse al mercado laboral a través de sus iniciativas.
Reciclado. Natan Burta y Alejandro Sanguinetti elaboran bicicletas nuevas con desechos de las viejas. Frubis. Dedicados al marketing digital, comenzaron
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entrepreneurs de universidades e institu-
ciones públicas y privadas. “Muchas uni-
versidades reconocieron que es importante
preparar profesionales que, conociendo las
reglas de juego para la creación y sustento
de empresas dinámicas de alto potencial
de crecimiento, puedan emprender y pasar
así de empleados a empleadores”, señala
Nantes.
El reporte del GEM también señala que, en
la Argentina, el aspecto más crítico para
los emprendedores es el acceso al capital,
y que en las primeras etapas las inversio-
nes principales provienen de familiares y
amigos cercanos. El Guardián dialogó con
varios jóvenes empresarios que contaron
su experiencia al frente de interesantes
proyectos.
Buenas ideas
Wisibee.com es un mercado online de di-
señadores freelance. “Las pymes que no
tienen un diseñador publican un concurso
ofreciendo un premio monetario y reciben
propuestas vía web de cientos de usuarios
que eligen participar. Al final del plazo,
que suele ser de 15 días, las empresas tie-
nen generalmente más de cien diseños en-
tre los que elegir, y nosotros cobramos una
comisión del premio ofrecido”, cuenta el
creador de la plataforma, Federico Llano,
de 26 años. La idea se le ocurrió a fines de
2009, cuando participó en una página eu-
ropea parecida. Llano ganó 1.600 dólares
proponiendo un nombre para una empresa
y ahí se enteró de que era el único usuario
argentino. “Con el talento creativo que hay
acá no lo pude creer, así vi la oportunidad
de hacer un sitio similar con base en el ta-
lento local”. Durante 2010 escribió el plan
de negocios, empezó a adentrarse en el
mundo emprendedor y ganó la competen-
cia de negocios Naves del IAE. El proyecto
arrancó con 20 mil dólares que le presta-
ron familiares y amigos. Hoy en Wisibee
trabajan, entre empleados y colaboradores,
cinco personas. Y funciona en las oficinas
de una aceleradora de emprendimientos,
Nextperience, junto a otras empresas.
Frubis es una firma de marketing digital
con foco en performance que nació hace
casi un año y medio y ya emplea a veinte
personas. Hoy tiene cuatro socios, prove-
nientes de empresas como Google y Fox:
Joaquín Muro, de 32, Santiago Lombardi,
de 28, Agustín Rinaldi, de 26, y Germán
Rinaldi, de 51. Muro trabajaba para Goo-
gle cuando se le ocurrió la idea. “Entré a
Google cuando llegó a la Argentina y ense-
guida me entrené en una herramienta con-
creta para publicidad. Yo sentía que tenía
algún tipo de diferencial y vi que había una
oportunidad bastante grande en el mundo
de la publicidad online. Acá estaba muy
verde y había varios indicadores de que
iba a crecer, porque en Latinoamérica ha-
bía muchas empresas muy grandes que no
tenían incorporado el marketing online”.
Muro empezó trabajando solo desde su
casa, pero una vez que sumó varios clientes
se dio cuenta de que necesitaba un equipo
y un lugar físico para trabajar, y alquiló
una oficina que hoy ya les queda chica. El
proyecto no necesitó de una inversión de
capital para arrancar, solamente hicieron
falta las herramientas de trabajo: una com-
putadora y un BlackBerry. Frubis comenzó
con consultorías para grandes empresas
sobre estrategias de search engine mar-
keting, una herramienta para posicionar
una marca o un sitio web a partir de las
búsquedas en Google, y después empezó a
gestionar la presencia de las empresas en
redes sociales como Facebook. Además,
hace unos meses empezaron con Frubis
TECH, una nueva unidad de negocios en-
focada en programación.
Hoy Frubis tiene 20 clientes, entre los
que se cuentan empresas como Falabella,
Lenovo, Kimberly-Clark, HSM y Turner,
y proyecta crecer, entre junio de 2010 y ju-
nio de 2011, un 534%. Los socios tuvieron
ofrecimientos de inversores, pero por aho-
ra prefieren crecer solos, paso a paso, para
no perder el control de la empresa.
Otro emprendimiento exitoso es Good-
People, un proyecto que arrancó en 2008,
Good people. Con sólo $2.000 comenzaron a hacer tablas de longboard. Esperan facturar tres millones.hace un año y medio y ya emplean a veinte personas.
Según una encuesta de Gallup, el 62%
de los jóvenes prefiere establecer
su propio proyecto, y sólo el 27 %,
trabajar en relación de dependencia.
3. [El país ]
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motorizado por Daniel Jejcic y Federico
Orlando, de 24 y 27 años. “La idea surge
de un hobby compartido por los deportes
extremos, sobre todo el surf, snowboard
y longboard. Comenzamos produciendo
tablas de longboard para uso propio y
para nuestros amigos. Poco a poco fui-
mos creciendo, vendiendo a conocidos y
gente que nos contactaba por una página,
realizábamos juntadas todos los sábados
e invitábamos a practicar el deporte con
nosotros, forjando lo que hoy es la Comu-
nidad GoodPeople. Nosotros sentíamos
que hacían falta marcas que hicieran
hincapié en fomentar los deportes y su
filosofía, y por otro lado, empresas que
tuvieran mejores productos y servicios”,
cuenta Jejcic.
Junto a Orlando empezaron con poco capi-
tal, unos $2.000, provenientes de sus aho-
rros personales, que usaron para la compra
de madera y otros materiales. Hoy ya tie-
nen 12 empleados, cuatro locales propios
y cinco franquicias, a los que se sumarán
otros nuevos en los próximos meses. Good-
People produce tablas e indumentaria en
forma terciarizada y también incorporó al-
gunos productos chinos. La facturación del
2010 fue cercana al millón de pesos, y este
año esperan triplicarla. El proyecto parti-
cipó en el programa Buenos Aires Empren-
de y además mantiene un estrecho vínculo
con la cátedra de Entrepreneurship Karel
Steur de la Universidad de San Andrés.
Monochrome Recycled Bikes es un em-
prendimiento dedicado a la producción de
bicicletas urbanas recicladas con un alto
contenido de diseño. Los responsables, Na-
tan Burta, de 31, y Alejandro Sanguinetti,
de 30, son dos diseñadores industriales
que soñaban con un proyecto propio que
tuviera en cuenta el problema del medio
ambiente, el tema de los materiales y los
desechos.
Durante 2010 realizaron estudios de
mercado y se encontraron con que había
muchos lotes de bicicletas viejas, de hace
20 o 30 años, en desuso, abandonadas en
las bicicleterías de barrio, que en general
se venden por peso como chatarra y que
son de mucha mejor calidad que las que se
producen hoy. “Ahí vimos la oportunidad
y empezó el desafío como diseñadores de
ver de qué forma se las podía reutilizar”,
señala Burta.
La inversión inicial, de unos 50 mil pesos,
la hicieron a partir de ahorros personales.
Después obtuvieron fondos de varios con-
cursos nacionales e internacionales con los
que financiaron la primera producción.
Empezaron trabajando en un departamen-
to en Olivos, armando las bicicletas por
partes en distintos talleres, y eso les permi-
tió evitar una inversión inicial importante.
“El ensamblado final lo hacemos nosotros:
poner las ruedas, cambiar los manubrios,
los asientos”, explica Burta. En noviembre
vendieron la primera bicicleta –los precios
arrancan en 1.500 pesos– y ya llevan vendi-
das unas 50. Hace dos meses Monochrome
inauguró un showroom en Palermo, que en
el futuro será un local abierto al público.
Diego Hernayes tiene 32 años y ya acredita
una larga trayectoria como emprendedor.
En 2002, creó con dos compañeros de la
secundaria NeoPackaging, una fábrica de
máquinas blisteras para la industria far-
macéutica. “Nosotros hacíamos la inge-
niería, tercerizábamos la producción y en-
samblábamos”, cuenta. Hoy las máquinas
–cuyo precio varía entre los 50 mil y los 150
mil dólares– se venden a Brasil, América
Latina, Alemania, Holanda y Turquía.
La idea nació porque sus dos socios traba-
jaban en empresas que hacían máquinas
blisteras y rechazaban pedidos de máqui-
nas más chicas porque no fabricaban ese
modelo. “Ahí vimos la oportunidad, había
una demanda de máquinas más chicas. En
2003, constituimos la sociedad y empeza-
mos con nuestro primer empleado en un
lugar prestado por mi papá para armar la
oficina y el taller. Para arrancar, el capital
propio fue de 10 mil dólares, pero como no
llegábamos con eso, empezamos a pedir
prestado a familiares y amigos, y después
incorporamos otra socia”, cuenta Herna-
yes. Hoy son cinco socios y siete emplea-
dos directos, venden unas 15 máquinas por
año y estiman para 2011 una facturación
de un millón de dólares.
Hernayes sigue siendo socio pero ya no tra-
baja allí, porque se dedicó a crear nuevos
emprendimientos. En 2008, armó con un
socio un proyecto social para vincular el
desempleo juvenil con la demanda insatis-
fecha de personal especializado en tecnolo-
gía. La ONG Programar ya capacitó cerca
de 700 chicos.
En 2009, con los contactos que tenía de
Neopackaging, Hernayes armó un labora-
torio farmacéutico de envasado de reme-
dios y al año siguiente lo vendió. Y a partir
de la experiencia de Programar, Hernayes
y su socio se adentraron en el tema de las
tecnologías de la información y crearon
Monits, un nuevo emprendimiento de de-
sarrollo de software en el que ya trabajan
14 personas y que estima facturar unos
800 mil pesos en 2011.
Para los emprendedores jóvenes, armar un
proyecto tiene sus dificultades, pero tam-
bién es un desafío atractivo. “El empren-
dedor muy joven tiene la gran ventaja de
su energía, su pasión, su menor aversión al
riesgo y tiene la desventaja de su falta de
experiencia, y sobre todo, la falta de rela-
ciones y contactos. Por eso yo les recomien-
do que no emprendan solos, que se apoyen
en el ecosistema emprendedor”, concluye
Carbonell.
El emprendedor joven tiene la gran
ventaja de su energía, su pasión, su
menor temor al riesgo y la desventaja
de la falta de experiencia y contactos.
Bicis. Burta y su socio arrancaron con 50 mil pesos.
Sin capital. Así comenzaron los socios de Frubis.
Jejcic y Orlando. Ya tienen cuatro locales propios.
dkozak@elguardian.com.ar