1. La juventud y la crisis de
valores
Los valores y la conducta moral de una persona es lo primero que nuestra
personalidad desarrolla, incluso antes que la conciencia. Durante esta
etapa del desarrollo psicológico, el adolescente puede ser muy critico
ante la sociedad que lo rodea, cuestiona todo a su alrededor, por lo cual
se muestran como seres rebeldes que les gusta llevar la contraria.
2. Importancia de los valores
La inmensa importancia que tienen estos, inicia desde su
nombre ya que la palabra VALOR: viene del latín valor, valere
(fuerza, salud, estar sano, ser fuerte).Al decir que algo tiene
valor afirmamos que es bueno, digno de aprecio y estimación.
Adentrados en el espacio de la ética y la moral, los valores son
cualidades que se encuentran en todo el espacio que nos
rodea.
De acuerdo a los valores que tomamos como propios a lo largo
de nuestra vida, dependerá la calidad de esta, que sea alegre o
triste, en armonía o desastrosa, nuestras relaciones con el
demás, o sea, una vida plena.
3.
4. Muchos se inventan "valores de distintos
tipos" para camuflar las circunstancias, a
nadie le gusta "el gusto amargo de la
desacreditación social actual"...viven para
aparentar lo que jamás serán capaces de
ser en realidad.
LA IMITACION es la manera mas directa
de aprender o mal asimilar estos actos. Te
pueden llenar la cabeza y la vida de
"sermones ancestrales" y a la hora de la
practica son corruptos, se venden al mejor
al mejor postor. Hay que ser primero
profeta en tierra propia, antes de
emprender la marcha...
Dé el ejemplo...con actos y gestos. Nadie
es perfecto, haga el menos mal que
pueda, aprenda a arrepentirse a tiempo,
ser el vehículo de la falsedad, y el odio no
lleva a ningún lado.
Los adolescentes, observan su entorno y
repiten los gestos, palabras y actos
aceptados y tolerados dentro de un marco
social determinado.
5.
6. Definitivamente se están perdiendo los valores en nuestros hogares al dejar
en el perfecto abandono de los jóvenes ante un mundo globalizado y en el
que cada día aumentan los actos inmorales. Estas acciones sin duda alguna
deben ser sancionadas y no deben quedar en el olvido. Hay que marcar un
precedente por la juventud, no evocando únicamente a los “derechos” por los
que tanto se apela sino también por mostrarles los “deberes” que deben
cumplir con la sociedad en la que viven