Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Ensayo de Educación Física en Preescolar
1. LA EDUCACIÓN FÍSICA EN PREESCOLAR ¿CUÁL ES SU FINALIDAD?
El juego es la forma más alta de desarrollo humano,
porque es en sí mismo la expresión más libre
de lo que habita en el alma.
Friedrich Fröbel
La Reforma Integral de la Educación Básica presenta áreas de oportunidad que es importante
identificar y aprovechar, para dar sentido a los esfuerzos acumulados y encauzar positivamente el
ánimo de cambio y de mejora continua con el que convergen en la educación los docentes, las
madres y los padres de familia, las y los alumnos, y una comunidad académica y social realmente
interesada en la Educación Básica. La división periódica de los niveles básicos de la educación
suponen un distinto carácter educativo que depende del nivel intelectual, biológico y social de los
alumnos para el desarrollo armónico e integral de las capacidades y habilidades innatas para el
crecimiento satisfactorio de una ciudadanía en general. En este sentido la Educación Preescolar
refleja el acercamiento con la escuela, la socialización de saberes y el desarrollo personal y social
de cada uno de los futuros ciudadanos; la enseñanza que ejerce los docentes de este primer nivel
básico de educación corresponde a las bases y primeros conocimientos acerca del mundo y sobre
todo para favorecer la toma de decisiones, la resolución de problemas mediante aprendizajes
significativos que tengan una aplicación en la vida cotidiana. La acción de la educadora, en este
sentido, es un factor clave porque establece el ambiente, plantea las situaciones didácticas y busca
motivos diversos para despertar el interés de los alumnos e involucrarlos en actividades que les
permitan avanzar en el desarrollo de sus competencias. Para la elaboración de un marco
referencial de conocimientos, aptitudes, actitudes, competencias, etc., en los alumnos se hace
necesario el trabajo sistemático para trabajar con los niños en base a las estrategias de
aprendizaje que caracterizan la educación preescolar, Dichas estrategias son percibidas como
actividades planificadas, sistemáticas por un determinado tiempo, con la que, en base a un método
y diversas herramientas de aprendizaje se realiza de manera eficaz una secuencia de aprendizaje
y sobre todo encamina las acciones de los alumnos ayudando a alcanzar un fin en común (Díaz,).
Estas corresponden a los planos generales de la organización para el trabajo en preescolar, es
decir, estas se apoyan de la secuencia didáctica en una aplicación más compuesta y
CENTRO DE ACTUALIZACIÓN DEL MAGISTERIO DEL ESTADO DE MÉXICO
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
CUARTO SEMESTRE
ASIGNATURA: EDUCACIÓN FISICA
DOCENTE TITULAR: JUAN MANUEL RAMOS CUAZITL
DOCENTE TITULAR: ALANIS BARCENAS ANGELLE
2. enriquecedora para la etapa de crecimiento para los niños con el fin de realizar los aprendizajes
esperados con mayor eficacia, seguridad, estructura y dando un resultado significativo para el
alumno.
Estas se enfocan a seis elementos primordiales a considerar en la educación preescolar, la primera
de ellas se enfoca necesariamente a la ocupación del niño (Meneses, 1983) el aprendizaje a través
del juego ya que con el apoyo de dicha estrategia aprenden los alumnos de manera significativa y
ayuda al desarrollo de la imaginación, la exploración y el interés por el conocimiento; la segunda
corresponde al ejercicio de la expresión oral, que refiere a apoyar y ampliar el léxico del niño así
como proporcionarle qué se requiere para dirigirse de manera verbal con seguridad y confianza; la
tercera perspectiva corresponde al trabajo con textos que trata de familiarizar al niño con el nivel
básico de la lectura; la cuarta corresponde a la observación de objetos y del entorno ya que es el
vinculo necesario con el medio para incide en el aprendizaje científico inicial, es decir la
investigación; la quinta corresponde a la resolución de problemas que busca enfrentar al niño en
darle solución que represente un reto, al utilizarla se desarrolla el pensamiento lógico, la
creatividad, la imaginación la espontaneidad, la interpretación y la observación. La última de las
estrategias corresponde a la experimentación que sencillamente responde al desarrollo de la
observación, la comunicación, la clasificación, la identificación, la selección, entre otros, donde se
persigue la habilidad cognitiva de la organización de datos, descripción de los mismos y da
posibles soluciones con una capacidad de análisis para comparar, argumentar y tomar decisiones.
En base a los referentes entonces, ¿Cuál es la finalidad de la educación física en Preescolar?,
para los docentes en educación preescolar la estimulación con la psicomotricidad , es un aspecto
importante en el desarrollo del niño, puesto que es la concientización de sus movimientos y el
comienzo de la interacción con el mundo, el cual no debe dejarse de lado, sino al contrario, los
docentes tiene la función principal de explorar junto con los alumnos las alternativas que se
presenten de acuerdo a las características de los niños y las niñas para poder apoyar y no
obstaculizar dicho proceso educativo. En este sentido, las estrategias para el trabajo sistemático
con los niños tienen una vital importancia ya que de acuerdo a la jerarquización de las mismas
toma al Juego como la estrategia principal en la educación preescolar, y es gracias a ella que se
deslindan las demás, teniendo en cuenta la intención didáctica de las actividades propuestas,
independientemente del campo formativo. De esta manera los hechos de la vida del niño cobran un
sentido más profundo en su forma más inmediata que es el juego, ya que representan a si mismo
las fases más importantes de la vida adulta. La propuesta más significativa de Fröbel, a pesar de la
tendencia divina fue la actividad sistemática de “aprender haciendo” en forma de juego, ya que
permitía al educador alentar las actividades que favorezcan el desarrollo del niño desde el
Kindergarden (etapa de los primeros años hasta los seis) aplicando acciones como los regalos y
ocupaciones encaminadas a familiarizar al niño con los seres inanimados, se enfocaba como el
3. termino lo dice a la enseñanza de la jardinería y cuidado de animales y favorecer a dinámicas
como cantos y juegos recomendados en “Mamá y los cantos de cuna” cuyo objetivo es dar a
conocer al niño la vida interior de los animales y los hombres (Meneses, 1983).
Entonces el juego, como elemento primordial en las estrategias para facilitar el aprendizaje, se
considera como un conjunto de actividades agradables, cortas, divertidas, con reglas que permiten
el fortalecimiento de los valores: respeto, tolerancia grupal e intergrupal, responsabilidad,
solidaridad, confianza en sí mismo, seguridad, amor al prójimo, fomenta el compañerismo para
compartir ideas, conocimientos, inquietudes, todos ellos – los valores- facilitan el esfuerzo para
internalizar los conocimientos de manera significativa. De esta manera la educación física
corresponde a una parte de la educación que busca el mejoramiento de la corporeidad
(conocimiento y utilización de nuestro cuerpo) que incluye: las funciones biomotores (cualidades
orgánicas, cardio respiratorias y musculares), la salud y el bienestar físico, la coordinación y la
competencia motrices (esquema corporal), el desarrollo psico-socio-afectivo de la persona,
practicando actividades físicas a lo largo de la vida; y el acceso a la cultura deportista de nuestra
cultura. En este sentido la Educación Física debe primero desarrollar las habilidades motrices,
empezando con las habilidades fundamentales para continuar con los deportes particulares y por
fin incitar a la práctica de los deportes a lo largo de la vida para mantener la salud (Dávila, 2013).
De manera general la Educación Física en Preescolar desarrolla:
Para la adquisición misma de
la educación física en edades
preescolares se hace presente
el manejo y sobre todo la
aplicación de determinados
conceptos que garantizan la
eficacia de las sesiones de
acuerdo a los propósitos de las
mismas y que gracias a dicha
planeación de actividades la
transversalidad con los demás
Campos Formativos
correspondientes a Educación
Preescolar resulta de manera
gratificante en la aplicación de las mismas y guardan una sincronía en el cumplimiento de los
aprendizajes esperados, ya que en educación física, como en los demás aprendizajes escolares,
hay que desarrollar las competencias de las alumnas y de los alumnos. Una competencia es un
saber-actuar resultando de un aprendizaje, de la integración y de la movilización de un conjunto de
recursos (capacidades, habilidades y conocimientos) utilizados adecuadamente para responder en
4. una situación particular; para ser competente es menester “ser capaz de...” (PEP, 2011). De esta
manera los conceptos de corporeidad, psicomotricidad y motricidad corresponden a las
competencias generales y los ejes principales de la educación física en preescolar y principalmente
a la ocupación de los niños según Fröbel, el Juego.
El juego, con este referente, es una actitud ante los objetos, los otros y ante nosotros mismos que
marca la situación de tal forma que decimos que "estamos jugando". Es una actividad natural, un
comportamiento en el que el uso de los objetos y las acciones no tiene un objetivo obligatorio para
el niño, es decir, supone un "hacer sin obligación" de tal forma que esta capacidad de hacer refleja
para el propio niño y para los que les rodean la dimensión humana de la libertad frente al azar y la
necesidad. Es un factor de desarrollo que ejercita la libertad de elección y de ejecución de
actividades espontáneas y eso proporciona al ser humano la dimensión de ser libre, activo y
seguro. El juego deja de ser adaptativo y se convierte en un proceso simbólico de comunicación
social; a través de él, el niño logra el autodominio y la precisión de movimientos que requiere para
sentirse integrado en su medio a la vez que autónomo y libre en sus desplazamientos. El niño debe
de ser capaz de analizar, reflexionar, investigar y observar y de acuerdo a sus capacidades
caminará hacia el descubrimiento de sus necesidades para ello debe de existir una disponibilidad
corporal y psíquica, a partir de vivencias impulsivo emocional del movimiento y de la Educación
Física como tal; de esta manera se relacionan íntimamente con la estrategia del Juego los
conceptos de psicomotricidad, corporeidad y la motricidad.
La educación preescolar contribuye decisivamente a la igualación de oportunidades Educativas,
con el trabajo metodológico de la estrategia didáctica básica para la intervención educativa
ejercicio y expresión oral conformando así el contenido del desarrollo físico y cuidado de la salud,
en donde se comienza a estimular al alumno para el trabajo de la corporeidad el cual entra en La
Educación Física, dentro de la Educación Básica preescolar, contribuye al desarrollo integral de
los educandos por medio de la corporeidad. Cuando un niño o un adolescente se mueven, actúan
como un ser total, es decir, manifiestan su unidad corporal, conformada por conocimientos, afectos,
motivaciones, actitudes, valores, y por una herencia familiar y cultural. La interrelación de estos
aspectos confiere un estilo propio de motricidad a cada individuo, a la vez que lo dota de una
identidad corporal, es decir, de un conocimiento de sí mismo. La corporeidad es una parte
constitutiva de la personalidad. Por ello es necesario considerar al alumno en formación, y al futuro
profesor, no sólo como un grupo de músculos a los que hay que adiestrar para que tengan fuerza y
precisión en aras de realizar una acción específica; por el contrario, se requiere considerar la
infinita posibilidad en movimientos intencionados, creativos e inteligentes que caracterizan al ser
humano. Esta concepción del cuerpo y de lo motriz implica repensar la educación preescolar, pues
tiene que dar respuesta al ser completo, con toda su complejidad; esto es, en la intervención
5. pedagógica directa con los niños y es necesario que las acciones respondan a este principio de
integralidad, atendiendo a los procesos cognitivos, afectivos y de valor al alumno (Dávila, 2013).
Las actividades que se desarrollan en la estancia en preescolar corresponden a estos aspectos de
la corporeidad, ya que analizar el cuerpo en una doble vertiente: como vehículo de ser corporal, y
como vehículo que está en el mundo y se relaciona con él y, consecuentemente, como emisor y
transmisor de vivencias (pensamientos, acciones y emociones). En este mismo camino la
psicomotricidad es una disciplina que, basándose en una concepción integral del sujeto, se ocupa
de la interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción, el movimiento y de su
importancia para el desarrollo de la persona, de su corporeidad, así como de su capacidad para
expresarse y relacionarse en el mundo que lo envuelve. Su campo de estudio se basa en el cuerpo
como construcción, y no en el organismo en relación a la especie (Dávila, 2013). Y la motricidad
sigue un patrón el cual va paralelo al proceso de maduración neurológica, dicho patrón
corresponde al Céfalo caudal, “que se refiere a la progresión gradual en el control del movimiento
muscular de la cabeza a los pies y que está presente en la fase prenatal, fetal, y más tarde en el
desarrollo postnatal” (Trigo, 1999) y al Proximodistal: “que se refiere a la progresión gradual en el
control muscular del centro del cuerpo hacia las distintas partes. O sea, el niño controla primero
músculos del cuerpo y la espalda y luego los de la muñeca, manos y dedo” (Trigo, 1999). Con
base a esta definición se puede afirmar que el niño requiere primero tener control de los músculos
grandes de su cuerpo para poder luego desarrollar los músculos más finos. Es importante aclarar
que dentro del desarrollo motor existe una clasificación la cual es: La motora gruesa hace
referencia a las habilidades que el niño va adquiriendo para mover armoniosamente los músculos
del cuerpo de modo que puede, poco a poco, mantener el equilibrio de la cabeza, del tronco y
extremidades para sentarse, gatear, ponerse de pie, y desplazarse con facilidad caminando y
corriendo (Hernández y Rodríguez, 2000). Por su parte la Motora fina corresponde al control de
los movimientos finos (pequeños, precisos), como por ejemplo señalar de manera precisa un
objeto pequeño con un dedo en lugar de mover un brazo hacia el área en general.”Abarca las
destrezas que el niño va adquiriendo progresivamente en el uso de sus manos, para tomar
objetos, sostenerlos, y manipularlos en forma cada vez más precisa” (Pastor, 2002).
El juego psicomotor, en esta misma línea modela y regula la capacidad perceptiva del niño al verse
capaz y libre de actuar en un medio, que reconoce como propio, porque lo explora a través de su
movimiento (Trigo, 1999). Si permitimos el juego libre y espontáneo entre los niños de la clase,
aparecerán juegos de reproducción de actividades humanas que constituyen el gran banco de
centro de interés de los que debemos partir en la intervención educativa. Lo que debemos hacer es
potenciar y permitir que los niños las realicen de forma lúdica en los rincones de juego. La
organización espacial y temporal del aula y el centro debe ser flexible y permitir que los niños
aporten en el día a día a través de sus juegos sus temas de conversación y sus intereses
6. cognitivos mediante los procedimientos que utilizan cuando están solos y se hace propuesta de
juego.
Por ello es preciso conocer las diferentes vertientes del juego y sus modos de interactuar con los
niños y las niñas en preescolar, una de estas modalidades es el juego libre y espontáneo. Se
puede contemplar como contrapunto al juego estructurado o juego dirigido. En el primero es el niño
el que decide cómo, qué y con quién quiere jugar, establece las reglas, elige los materiales y
decide el final del juego. En el segundo caso el niño debe someterse a unas normas establecidas,
y es el adulto el que decide la duración, la ubicación, la estructura del grupo etc. (Pastor, 2002). De
esta manera proporciona recursos suficientes para participar en muchas actividades sin un
despliegue económico muy grande. Algunas requieren la presencia de determinados objetos y
materiales, un espacio concreto y un tiempo determinado, pero hay otras que utilizan muy pocos
recursos -estas son las que en la vida real tampoco la precisa; algunas de las actividades que se
sugieren para la aplicación y manejo de dichos conceptos son las siguientes: el juego simbólico,
según Piaget, ingresa a los niños/as en el mundo de las ideas, en el mundo de la verdadera
inteligencia humana. Con esto los niños/as comienzan a aprender reglas que prescriben las
actividades y los procesos humanos. La regla es el conjunto de normas internas de una actividad
lúdica, que la define y diferencia de cualquier cosa. Estar jugando presupone atravesar la línea
divisoria que separa lo que no es juego de lo que sí es. Juego nace de la realidad que rodea al
niño, de la cual toma sus elementos y nunca se aleja de ella más allá que lo preciso para volver a
ella de nuevo, recrearla y enriquecerla. Los juegos infantiles pueden ser serios, en el sentido de
exigir y provocar actitudes rigurosas en los niños/as, sin que por ello dejen de ser juegos. Por eso,
no hay que confundir toda actividad infantil con juego; los niños son perfectamente conscientes de
cuando están jugando y cuando no, hay que ser respetuosos y partir de que no todo acto puede
ser un juego ni todo acto está fuera de juego (Taller, 2002-2003).
El juego de percepción que consiste en una serie de actividades que nos permiten valorar y
desarrollar nuestra capacidad para percibir sentimientos, habilidades, capacidades, valores, etc.,
que se transmiten en un juego simbólico o el expresión corporal misma de la educación física. Otra
de las modalidades que se sugieren son los cuentos motores la finalidad del cuento motor es la de
contribuir al desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de los niños, es por ello que el
cuento motor se integra como recurso didáctico (Talles, 2002-2003). Todos los objetivos de
conocimiento del cuerpo y posibilidades de acción, relación con los demás, observación y
exploración del entorno, adquisición de su autonomía en las actividades habituales, se cumplen en
el planteamiento del cuento motor, donde el movimiento y el desarrollo de las habilidades es el
principal protagonista, y el juego es el vehículo para su adquisición. Y se sugieren también los
circuitos de acción motriz que corresponden a una forma de trabajo en la cual realizamos
diferentes actividades de forma secuencial en estaciones de trabajo. Sirve para realizar distintas
7. actividades en diferentes momentos dentro de una misma sesión, además que facilita el trabajo
simultáneo de los integrantes del grupo, permite la indivualización del trabajo (Trigo, 2002).
El desarrollo físico (PEP, 2011) entonces, es un proceso en el que intervienen factores como la
información genética, la actividad motriz, el estado de salud, la nutrición, las costumbres en la
alimentación y el bienestar emocional. En conjunto, la influencia de estos factores se manifiesta en
el crecimiento y en las variaciones en los ritmos de desarrollo individual. En el desarrollo físico de
las niñas y de los niños están involucrados el movimiento y la locomoción, la estabilidad y el
equilibrio, la manipulación, la proyección y la recepción consideradas como capacidades motrices
básicas. Cabe destacar que el progreso de las competencias motrices está ligado a la posibilidad
de que los niños se mantengan en actividad física, sobre todo mediante el juego. El movimiento
durante el juego estimula el desarrollo de las capacidades perceptivo-motrices (temporalidad,
espacialidad, lateralidad, ritmo, equilibrio, coordinación). En estos procesos no sólo movilizan las
capacidades motrices sino las cognitivas y afectivas. La intervención educativa en relación con el
desarrollo físico debe propiciar que los alumnos amplíen sus capacidades de control y conciencia
corporal (capacidad de identificar y utilizar distintas partes de su cuerpo y comprender sus
funciones), que experimenten diversos movimientos y la expresión corporal. Proponer actividades
de juego que demanden centrar la atención por tiempos cada vez más prolongados, planear
situaciones y tomar decisiones en equipos para realizar determinadas tareas, asumir distintos roles
y responsabilidades, y actuar bajo reglas acordadas, son situaciones que contribuyen al
fortalecimiento del desarrollo motor y que los pequeños disfrutan, porque representan retos que
pueden resolver en colaboración (PEP, 2011).
El juego con intención didáctica refiere a que debe de ser interesante y significativo para el niño, ya
que si se pierde interés la actividad deja de tener significado y el juego muere como tal, tiene
motivación y esto lo convierte en una poderosa herramienta de crecimiento y desarrollo personal.
Vigotsky define la actividad como un núcleo central para explicar la naturaleza sociocultural de
muchos procesos psicológicos y especialmente el entramado de relaciones, sentimientos,
percepciones y conocimientos que constituyen los microcontextos en los cuales se produce el
aprendizaje y el desarrollo de los niños. El entramado de relaciones interpersonales que rodea toda
actividad humana le proporciona su sentido sociocultural (Taller, 2002-2003). Hay actividades que
tienen un solo sentido lúdico y placentero, pero están tan bien incorporadas a los sistemas de vida
que les damos pleno sentido cultural y espiritual. Son también de esta categoría las actividades de
diversión, de tiempo libre, artísticas o culturales. Los niños/as perciben la actividad incluida en un
contexto de relaciones interpersonales que es lo que le da verdadero sentido social y personal a la
acción, toda actividad en la que un niño está incluido proporciona un campo de intereses que
pueden ser explorados a través del juego (Taller, 2002-2003).
8. La intervención educativa en relación con el desarrollo físico debe propiciar que los alumnos
amplíen sus capacidades de control y conciencia corporal (capacidad de identificar y utilizar
distintas partes de su cuerpo y comprender sus funciones), que experimenten diversos
movimientos y la expresión corporal. Proponer actividades de juego que demanden centrar la
atención por tiempos cada vez más prolongados, planear situaciones y tomar decisiones en
equipos para realizar determinadas tareas, asumir distintos roles y responsabilidades, y actuar bajo
reglas acordadas, son situaciones que contribuyen al fortalecimiento del desarrollo motor y que los
pequeños disfrutan, porque representan retos que pueden resolver en colaboración.
Bibliografía
Dávila, M. (2013). La educación física. Intervención en el preescolar. México: Trillas
Pastor, J. (2002). Intervención psicomotriz en educación física. España: Inde
Trigo, E. (1999). Creatividad y motricidad. España: Inde
SEP (2011). Programa de la Educación Preescolar. México: SEP
SEP (2002-2003). Taller de diseño de situaciones didácticas I y II. México: SEP.
Meneses M. E. (1983) Tendencias Centrales educativas Oficiales en México 1821 – 1911. México.
Centro de Estudios Educativos A, C.