Este documento describe diferentes factores extrínsecos que pueden causar daño a la piel, incluyendo la presión, la fricción, el cizallamiento y la humedad. La presión reduce el flujo sanguíneo cuando se ejerce sobre los tejidos, mientras que la fricción y el cizallamiento pueden dañar la barrera de la piel. La humedad debilita la integridad de la piel y facilita su deterioro.
4. PRESIÓN
El peso corporal ejerciendo presión sobre una superficie
reducen el lumen de los vasos sanguíneos que se
encuentran entre la superficie y las prominencias óseas.
Queda interrumpido el riego sanguíneo, que aporta
oxígeno y otros nutrientes a la piel, lo que lleva a la
hipoxia, isquemia y deterioro tisular.
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6. Se define como la fuerza aplicada a un área. Mientras
más sea la presión que se aplique y menor sea el área
en la que ésta se concentre, es menor el tiempo que se
requiere para causar daño a los tejidos.
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8. La presión externa se concentra en zonas donde hay
prominencias óseas.
Presiones por encima de 32 mm Hg elevan la presión
intersticial y comprometen la microcirculación.
A 70 mm Hg bastan 2 h para necrosar los tejidos
10. FRICCIÓN
Se produce cuando el cuerpo del paciente roza contra
una superficie áspera, como la sábana debido a que se
arrastra o es arrastrado.
Se genera daño al estrato córneo que compromete la
función de barrera.
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12. CIZALLAMIENTO.
Estas fuerzas se generan al deslizar dos superficies que
se oponen. El desliz del torso transmite la presión al
sacro y fascia profunda, aunque la piel no se mueva
por estar pegada a la cama.
Elevar la cabecera de un paciente tan sólo 30°, sin
modificar la posición de las piernas, provoca fuerzas
de desgarre altas sobre el sacro y el cóccix.
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14. Esto se agrava porque se produce angulación vascular
en la fascia con trombosis y socavamiento de la dermis.
En presencia de fuerzas de desgarre sólo se necesita
50% de la presión para hacer el mismo daño.
16. La humedad se refiere al grado de exposición de la piel
a la posibilidad de macerarse por exceso de agua en el
estrato córneo. Este factor es fundamental en
pacientes con incontinencia urinaria o diarrea, pero
también en aquellos con sudoración por fiebre.
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18. AGUA Y JABÓN.
Los efectos del agua y el jabón sobre la piel incrementan
el riesgo de un deterioro aún mayor.
El jabón es alcalino y el pH de la piel es ácido (bacterias
nocivas).
El jabón es un tenso activo natural y por tanto retira la
capa de lípidos normal del cuerpo, disminuyendo la
capacidad de la epidermis para actuar como barrera
protectora.