1. LA SIGNIFICACION DE LA PRACTICA DOCENTE
Se reconoce en la docencia una pieza fundamental en los procesos educativos que se
desarrollan en el seno de las distintas instituciones; se acepta que sin una colaboración
decidida de los maestros, las innovaciones en busca de procesos más educativos y su
concreción en el espacio escolar es muy difícil, por no decir imposible; se sostiene que el
maestro es una persona que con todo su ser se desenvuelve en una escuela,
interactuando con diferentes sujetos.
Por el lado del aprendizaje se reconoce que para su logro se requiere que el contenido
sea significativo y relevante para el alumno, lo que presupone el necesario margen de
maniobra para el docente con respecto a los planes de estudio; que la presencia de un
docente es sin lugar a dudad un elemento facilitador. Estos planteamientos se consideran
premisas que deberían regir los procesos de formación inicial y la práctica profesional. Sin
embargo, cuando se materializan en programas de formación para maestros que trabajan
o estudian en contextos socioculturales y socioeconómicos muy delimitados, estas
mismas premisas se enfrentan a dificultades en frentes distintos: el académico, el
epistemológico, el valoral, el organizativo…
Se apuesta al desarrollo de un sujeto pensante, capaz de reflexionar sobre sus
propias practicas docentes y de reconocerse en ellas para transformarlas hacia
practicas más educativas.